Felipe González y el Nacionalismo imperialista español
(Texto publicado inicialmente el 9-Abril-2018.)
Felipe González y el Nacionalismo imperialista español
El trolero/trilero (pero ante todo y sobre todo imperialista y Nacional-socialista español: miembro insigne de Falange-PsoE) Felipe González, entrevistado en prime time el pasado domingo-noche por una de las televisiones del monopolio de intoxicación ideológica de masas más señaladamente dedicadas a la causa del Nacionalismo español, dio toda una muestra de su descaro y convencimiento de que el personal al que él se dirige, si acaso no forma parte y está ya entregado como él mismo a la causa del Nacionalismo imperialista, está de todos modos completamente fundido bajo la represión; y que por tanto él puede decir impunemente cualquier cosa e incurrir en contradicción sin la menor preocupación de que nadie se lo haga notar. Y menos que nadie el periodista-entrevistador, totalmente entregado él también y además absolutamente incompetente en la materia e incapaz de oponerle la menor objeción seria. De entre todo su constante cinismo y desahogo, éstas son algunas de sus falsas afirmaciones y contradicciones, que él da como dogmas que obviamente no es preciso demostrar:
“La
Unión Europea (UE) es una unión de Estados-nación. Si se produjera una
fragmentación de uno de los Estados-nación como España: el más antiguo además
de los Estados-nación de Europa, todo el resto de la UE vería en peligro la
estabilidad del proceso de construcción europea. Por tanto no hay un solo
Estado, en serio, que se pueda tomar a broma o que pueda estimar que habría un
camino para fracturar a un Estado-nación en la UE; empezando por el vecino del
Norte.”
Un
poco después, y tras haberse despachado con esa obsesivamente machacona
inflación de “Estados-nación”, y con la pretendida antigüedad inmemorial de
España (dime de qué presumes...), continuó de este modo:
“España
es un espacio público compartido que tiene quinientos y pico años de historia:
quinientos dos, si uno lo mira desde la unidad de Nabarra; y ese espacio
público compartido se termina organizando como uno de los primeros
Estados-nación de Europa.”
O
sea: “ese espacio público compartido” (aunque el “espacio” pueda quedar
expuesto un poco a la intemperie, eso suena mejor y es siempre preferible a una
“casa pública compartida”), que según él es España, empieza a partir de lo que
él llama “la unidad de Nabarra”, que es como él designa a la invasión y
apropiación del Reino de Nabarra por la Monarquía Católica-Hispánica; y a
partir de ahí “se organiza en espacio público compartido”. ¡Compartido
únicamente con Francia como dos piratas comparten un botín, poniendo en medio
una frontera artificial que impide que lo comparta nadie más!
En
todo ese magma de falsificación y ocultación de la realidad pura y simple,
consistente en agresión y anexión ilícitas de un Estado independiente, es
llamativa la precisión de la fecha que aporta: efectivamente son 502, y el
próximo 7 de Julio serán 503, los años transcurridos desde la anexión “jurídica”
del Estado de Nabarra realizada ese día en las Cortes de Burgos de 1515. Por
cierto: sin la presencia de un solo natural del reino anexado; lo que subraya
aún más si cabe la naturaleza de ese acto como ilícito y nulo de pleno derecho,
fundado en agresión y conquista militar y en crímenes imprescriptibles. Está
claro que la cuestión le preocupa, cuando la tiene presente con tanta
precisión...
De
todos modos – vuelta la burra al trigo – él tiene claro que “ese espacio
público compartido se termina (?) organizando como uno de los primeros
Estados-nación de Europa”. Así pues seguimos sin saber cuándo la cosa ésa, que
comenzó según él con la ilegal anexión de Nabarra, terminó de organizarse; pero
aun así, tras haber afirmado rotundamente que es “el Estado-nación más antiguo
de Europa”, pasa a decir que es “uno de los primeros Estados-nación de Europa”.
Está claro que en esto su precisión no le da para más.
Según
parece, el Reino de Nabarra, que en 1162 había sucedido al aún anterior Reino
de Pamplona, no era “uno de los primeros” Estados de Europa, ni era Estado
mucho antes que lo fue la Monarquía Católica Hispánica, que no España: la cual
no existía y siguió sin existir como tal varios siglos aún...
Pero
está claro que lo que a él “le pone”, lo que lo obsesiona como buen
Nacionalista-imperialista que es (“el Nacionalismo español se está despertando”,
repitió hasta en dos ocasiones, sin que se sepa muy bien cuándo empezó a echar
la siesta; eso es como lo de “se termina organizando”), y de lo que él quiere
hablar es de España como nación, según deja bien claro a continuación:
“El
calificativo de 'Estado español'; la definición de España como Estado español
es una definición franquista que usan los nacionalistas [sin más precisión,
aunque la intención es clara] para hablar de… para no hablar de España ni de la
nación española. El término 'Estado español' es puramente franquista, y ahora
nacionalista. Es un error, eh?”
Todo
lo cual es una ridícula afirmación que calumnia al General Franco, quien
explicó bien clara y tempranamente cómo “se terminó organizando” (por cierto,
con la ayuda de la Legión Cóndor de la Alemania Nazi y de la División Littorio
de la Italia Fascista) esa cosa que FG llama “un espacio público compartido”:
“España
se organiza dentro de un amplio concepto totalitario por medio de instituciones
nacionales que aseguren su totalidad, su unidad y su continuidad. El carácter
de cada región será respetado, pero sin perjuicio para la unidad nacional, que
la queremos absoluta, con una sola lengua, el castellano, y una sola
personalidad, la española.” (De un discurso del General Franco; 1938.)
Ciertamente
resulta complicado ser más Nacionalista que FG, eso es innegable. De hecho
alardeó de ello recordando la frase de Arzalluz (Pnv) cuando – tras la llegada
del Pp al Gobierno español en 1996 – dijo: “He conseguido más en catorce días
con Aznar que en trece años con FG”. Ahora bien, lo que nadie podía imaginar es
que éste llegaría a censurar al General Franco por cometer errores en el
terreno del Nacionalismo totalitario-imperialista, y por no serlo bastante!
No
hay la menor contradicción entre el General y el trilero; es sólo que aquél era
más claro y honesto, y no pretendía camuflarse y engañar a los demás
presentándose como “socialista” y “demócrata”, como sí hacen los actuales
Nacionalistas, sus herederos y continuadores…
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