La extradición de Gulliver/Puigdemont
La extradición de Gulliver/Puigdemont
Leyendo este pasaje de “Los viajes de Gulliver”, uno no puede menos de evocar acontecimientos mucho más próximos:
“Pero él [su Majestad Imperial de Lilliput] sintió finalmente una gran pena por mi larga ausencia; y, tras consultarlo con el Tesorero y el resto de aquella Camarilla [su Gobierno], decidió que una persona de calidad fuera enviada [a Blefuscu] con la copia de los artículos [aprobados] contra mí. Este emisario tenía instrucciones de hacer ver al monarca de Blefuscu la gran benevolencia de su señor, quien se consideraba satisfecho de castigarme nada más que con la pérdida de mis ojos [en una situación actual, podríamos dejarlo en la pérdida de la libertad sólo por treinta años]; que yo había huido de la justicia, y que si no volvía en dos horas, sería privado de mi título de Nardac [máximo título nobiliario en Lilliput], y declarado traidor. El emisario añadió además que, a fin de mantener la paz y la amistad entre ambos imperios, su señor esperaba que su hermano de Blefuscu daría órdenes para que yo fuera enviado de vuelta a Lilliput, atado de pies y manos, para ser castigado como traidor.” Etc.
Como se ve, la sátira de Jonathan Swift contra las prácticas de la política inglesa de principios del siglo XVIII tiene plena vigencia y aplicación, en pleno siglo XXI, trasladada ahora al “Reino” al sur de los Pirineos…
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