Manifestarse contra el Euskara ¿puede ser “perfectamente legítimo”?
(Texto publicado inicialmente el 29-Mayo-2018.)
Manifestarse contra el Euskara ¿puede ser “perfectamente legítimo”?
Bonito artículo – sobre la toponimia euskérica de barrios y términos de Pamplona – que refleja claramente la realidad euskaldun de Iruinea y de Nabarra; lo cual no es sino un trabajo de campo local que confirma la archi-conocida afirmación de los historiadores romanos: el saltus y el ager Vasconum (las montañas y los campos de los Vascones), con Calagurris – actual Calahorra – como su ciudad, corresponde a la actual Nabarra residual.
Dicho
esto, resulta realmente deplorable que en su último párrafo, y a pesar de la
aparente solidez histórico-antropológica de su autor sobre el carácter endógeno
y autóctono del Euskera en Nabarra, él acabe mostrando finalmente su inseguridad,
fragilidad y vulnerabilidad ante la propaganda y la guerra psicológica del
imperialismo ocupante con esta sorprendente frase: “Manifestarse contra el
Euskara puede ser perfectamente legítimo”.
¿Cómo
puede afirmarse que “puede ser perfectamente legítimo” algo que es y sólo puede
ser perfectamente ilegítimo? ¿Qué acomplejamiento ridículo, o qué especie de
estúpido masoquismo, unido a una completa ignorancia de los derechos humanos,
tenemos instalado entre los supuestos defensores del Euskera y los derechos
fundamentales de nuestro Pueblo?
“El
uso de la fuerza para privar a los pueblos de su identidad nacional [lo que
incluye los ‘actos de hostilidad dirigidos contra los monumentos históricos,
obras de arte o lugares de culto que constituyen la herencia cultural o
espiritual de los pueblos’] constituye una violación de sus derechos
inalienables y del principio de no-intervención.” (Resolución 2625 [1970] de la
Asamblea General de las UN, en la que se aprueba la Declaración sobre los
Principios de Derecho Internacional referentes a las Relaciones Amigables y la
Co-operación entre los Estados en conformidad con la Carta de las Naciones
Unidas.)
Nadie
lo afirma, pero ¿qué dirían quienes todos sabemos si afirmáramos que puede ser
perfectamente legítimo manifestarse aquí contra el Español?; para lo cual
ciertamente SÍ hay motivos, mientras que no hay ninguno para hacerlo contra el
Euskera!
En
el Prólogo a su Gramática, publicada en 1492, su autor Antonio Nebrija dejó
escrito:
“Y
cierto así es que no solamente los enemigos de nuestra fe, que tienen la
necesidad de saber el lenguaje castellano, sino que también los vizcainos,
navarros, franceses, italianos y todos los otros que tienen algún trato y
conversación en españa y necesidad de nuestra lengua, si no vienen desde niños
a aprenderla por uso, podrán saberla fácilmente por esta obra mía.”
Así
pues hemos pasado a afirmar que nuestro idioma el Euskera, que era reconocido
por los extranjeros como universal y propio de la inmensa mayoría de los
Nabarros, pueda – tras haber sido perseguido y prohibido por los Estados
ocupantes de nuestro País – ser atacado al parecer “de forma perfectamente
legítima” en su propia tierra; y que ello sea mantenido no sólo por quienes
están en contra de él por motivos injustificables e ilícitos sino incluso por
sus supuestos defensores! ¿Sería simplemente imaginable una afirmación
semejante a ésa entre los franceses e italianos mencionados en el texto citado?
Sin duda no. ¡Es realmente increíble y vergonzoso!
Una
vez más: la buena voluntad no es bastante a la hora de escribir sobre
determinados temas. La falta de cualificación general, y el acomplejamiento y
retroceso ante la penetración ideológica del imperialismo colonialista, son
cuestiones que se constatan cada día incluso en recientes supuestos “manifiestos
en defensa del euskera”. Esta “defensa” consiste en conceder al colonialismo no
solamente mucho más de lo que se reivindica en ella (lo cual de todos modos
tampoco será aceptado jamás por el poder establecido, que únicamente busca – ahora
como a lo largo de toda la historia – la destrucción del Euskera), sino
simplemente lo que de ninguna manera puede ser concedido sin comprometer
fatalmente la viabilidad de nuestro idioma y los derechos humanos fundamentales
de nuestro Pueblo, empezando por el derecho de autodeterminación o
independencia. Es hora de ir cambiando de mentalidad.
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