Mensajes de fin de año de los “presidentes autonómicos vascos” al servicio del régimen español de ocupación militar
(Texto publicado inicialmente el 7-Enero-2019.)
Mensajes de fin de año de los “presidentes autonómicos vascos” al servicio del régimen español de ocupación militar
El saludo del “lehendakari” no se emite desde el País de los Vascos: formulación completamente ausente también en su discurso; se emite y va dirigido “desde Ajuria Enea a la comunidad vasca en todos los países del mundo”. “Ajuria Enea” se convierta así pues en una especie de Sede central del “gobierno” de una comunidad mundial extra-territorial: una especie de “Santa Sede” de esa comunidad pero sin tener siquiera una “Ciudad vaticana” como territorio propio. Al objeto de camuflar esas omisiones plenamente deliberadas y harto notorias (en primer lugar para el propio “lehendakari” y sus colaboradores), se repite hasta en cinco ocasiones la palabra hueca “Euskadi”: un término en cuyo crecimiento ese fantasmal “gobierno” dice confiar, pero después de haberlo liquidado y reducido al territorio de “tres provincias españolas” en absoluta traición al concepto que con él designó su creador, del que esa burocracia de traidores se reclama sucesora. La falsificación de ese término corre pareja con la de los términos “lehendakari”, “gobierno” y “autogobierno” (con mayúscula inicial todos ellos en el “mensaje”), totalmente vaciados de todo contenido real y auténtico que al Autogobierno/Self-government corresponde – según relevantes resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas – como independencia real y efectiva. La burocracia Pnv, tras haber liquidado los principios y toda política nacionales, ha falsificado y confiscado así – a fin de utilizarla en su propio beneficio – toda la terminología y la simbología que representa a este Pueblo y este País, sobre cuyo engaño y explotación esa burocracia basa su existencia y prosperidad.
Ocultando/negando
igualmente la absoluta inclemencia del imperialismo para cualquier Pueblo
sojuzgado como lo está el nuestro, y el hecho de que es totalmente imposible la
simple existencia del Pueblo Vasco en la glaciación/desertización que para los
Pueblos sojuzgados impone el ecosistema totalitario y fascista del Nacionalismo
imperialista español y francés, el “lehendakari” no tiene empacho en afirmar
por el contrario que existe realmente un “microclima político vasco”. “Un
microclima positivo”, por cierto (expresiones que se transcriben
entrecomilladas en el “mensaje”), el cual “sólo se consigue con personas
positivas. [En negrita en el original] Dispuestas a ceder parte de sus
pretensiones individuales al servicio de acuerdos beneficiosos para la
comunidad”. Así pues, según este “mensaje”, en los Países de los Vascos no
existe opresión imperialista: el sol de la Libertad y la Democracia brilla
radiante y vivificante para todos en el “microclima político vasco”, y todo
consiste en ser “personas positivas”, o sea: en no hacer ni hacerse preguntas
ni pensar por uno mismo, y estar dispuesto a ceder todo eso y dejarse guiar
bajo la paternal, desprendida, abnegada y sobre todo sabia dirección de los
burócratas positivamente liquidacionistas Pnv; una dirección que ellos seguirán
ejerciendo a través de los autómatas prefabricados que ensamblan en las cadenas
de montaje de los batzoki
y que de hecho han ido colocando como “lehendakari” o “burukide” de sus “gobiernos”
desde 1978. Llegados a este punto no vale la pena entrar en argumentaciones
contra las afirmaciones del “lehendakari”: únicamente desde el auto-engaño
construido sobre la mala fe, el fanatismo o la alucinación (componentes todos
de la colaboración y la traición) pueden sostenerse tales posiciones.
El
contenido de su “mensaje”, por lo demás, es un deleznable bodrio compuesto de
pretenciosos lugares comunes en forma de simples enunciados (algunos absurdos)
a partir de un infinitivo, y aun así con reveladores lapsus como por ejemplo: “encauzar
las soluciones con realismo, rigor y responsabilidad. Siempre desde la
colaboración”. [En negrita en el original] Indudablemente, la colaboración
con el imperialismo y el fascismo españoles es el fuerte del Pnv desde el Pacto
de Múnich en 1962; esto es algo que jamás ha podido negar nadie sin faltar a la
verdad. “La fragilidad del modelo de Estado” (del Estado ocupante, claro está)
es algo que al Pnv preocupa sinceramente y que por supuesto están también
ansiosamente dispuestos a subsanar “siempre desde la colaboración”; no sea que
el Estado fascista ocupante colapse y el Pueblo Vasco se vea libre sin el
permiso de esa burocracia de traidores y a pesar de su concienzudo empeño por
evitarlo. Porque “La política no consiste en crear problemas, – nos aleccionan –
sino en tratar de resolverlos”. Ciertamente la política imperialista y fascista
no ha consistido nunca en crear ni en permitir problemas planteados por las
fuerzas democráticas sino en resolverlos como lo han hecho siempre, sólo que
ahora llamándolo “democracia” con la ayuda del Pnv. El hecho de que con estos –
más que sumisos colaboracionistas – traidores, orates y lunáticos al frente del
País el Pueblo Vasco está condenado a ser engullido por el totalitarismo del
Nacionalismo imperialista español y francés, ello es algo sobre lo que nadie
medianamente sensato y honesto puede dudar ya.
En
cuanto al “mensaje” de “la presidente de la Comunidad foral” Sra. Barcos, a
todos los engaños, las ocultaciones, dejaciones y falsedades que conforman el
mensaje del “lehendakari de Ajuria Enea” Sr. Urkullu – latentes también en este
otro – es preciso añadir además una auto-complacencia insufrible y un
provincianismo español simplemente repugnante; características en las que sin
embargo ella nada tan fresca y con tanta naturalidad como el pez en el agua. La
ocultación y el abandono de nuestro Estado: el Reino de Nabarra, substituido
por una “cosa” que ella llama “comunidad foral” – por supuesto española – son
completos, y con eso está dicho todo. Y para completar el cuadro, la pretendida
“memoria crítica del pasado” y de la violencia del presente que ella proclama,
limitada simplemente a la “violencia sexista”, es un desvergonzado sarcasmo que
tiene la función de ocultar la realidad histórica de la secular agresión y
violencia: de los crímenes y la opresión del imperialismo, el colonialismo, el
clericalismo y el fascismo franco-hispano-romano/vaticanos contra nuestro
Pueblo y Estado, los cuales llegan hasta el presente pero que ella ignora por
completo y tiene la misión de ocultar a cambio de un substancioso sueldo.
El
pretendido “mensaje” de felicidad para el nuevo Año, de estos dos agentes de la
colaboración a sueldo del régimen imperialista y fascista de ocupación militar,
es un ignominioso insulto al Pueblo Vasco que ellos ignoran y desprecian. No tendrán
posibilidad de negarlo.
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