La abyección es el estadio supremo de la colaboración y la sumisión
(Texto publicado inicialmente el 24-Noviembre-2020.)
La abyección es el estadio supremo de la colaboración y la sumisión
Ante la
abyecta imagen de los Ortuzar, Urkullu y Esteban, de los Otegi, Aizpurua, Matute
e Iñarritu etc. de este País: reconociendo el régimen fascista franco-español
de ocupación militar como democracia desde hace más de cuarenta años;
integrándose como españoles o franceses dentro de sus instituciones y
monopolios jurídicos o “parlamentos” imperialistas y colonialistas;
pretendiendo que luchan por la libertad nacional del Pueblo Vasco (mientras las
instituciones, las leyes, los tribunales, los partidos y la propaganda del
régimen y el Estado que ellos están reconociendo como propios, legítimos y
democráticos niegan oficialmente la existencia de nuestro Pueblo y nuestro
Estado: el Reino de Nabarra, en pie de igualdad con todos los Pueblos del mundo
y sus Estados legítimamente constituidos); y – en fin – pidiendo perdón al
fascismo criminal por el daño que se le ha causado; ante toda esta podredumbre
y miseria morales de los agentes de la burocracia mafiosa-liquidacionista
Pnv-Eta, es preciso recurrir a nuestros textos de referencia, para
comprender cómo hemos podido llegar a esta situación:
“Son el Pnv y
los burócratas de la ‘oposición pactada y la negociación inevitable’ quienes
engañaron a sus incautos seguidores, y han engañado y traicionado al Pueblo
Vasco, al que han llevado a la indefensión y la inexistencia política, y lo
siguen engañando. Y si no fue así y se dejaron ellos mismos engañar (lo cual:
estar convencido de que uno está transmitiendo la verdad, es la mejor manera de
engañar a los demás), entonces ‘todavía peor’, pues demostraron con ello un
grado de irresponsabilidad y subdesarrollo mental absolutamente incompatibles
con el ejercicio de la más limitada función política otra que la colaboración,
la complicidad y la traición. La primera cualidad y la obligación de un
político es no dejarse engañar, o de lo contrario debe dejar de decirse
político. Los habituales e insufribles lloriqueos de los políticos inocentes,
puros e intachables, realistas y posibilistas, constantemente burlados por sus
malvados y arteros aliados, malísimos ‘centralistas’ que traicionaron su
confianza, son un espectáculo demasiado lamentable y gastado como para provocar
consideración ni respeto.
“Son el Pnv y
el Eta, junto con todos sus satélites, quienes han disfrazado, acreditado,
confortado y apoyado al Partido franquista (ya sea en su versión tradicional, o
en la transitiva y Nacional-socialista de Falange-PsoE), así como a la
transición intra-totalitaria, cuyas consecuencias se manifiestan más
profundamente cada vez. Son ellos quienes hicieron de la impresentable AP
franquista de Fraga un Partido ‘honorablemente establecido’ en este País, y los
que sirvieron y apoyaron al PsoE hasta otorgarle el monopolio de la oposición
‘socialista’: reinventada, diseñada y financiada por el franquismo, el CIA y
sus aliados, cómplices e instrumentos de los Estados ‘democráticos’
occidentales. Mientras tanto, perseguían, denunciaban, difamaban y calumniaban
– y lo siguen haciendo – a cuantos, a partir de los pactos de liquidación y en
particular el de Múnich en 1962, trataban de revelar y publicar lo que se
estaba decidiendo y lo que estaba pasando en la larga transición
intratotalitaria. La libre expresión, en todas sus formas, es incompatible con
el monopolio fascista del que participan. ‘La vía institucional y la lucha
armada’ son la tapadera de la colaboración y la complicidad con el
imperialismo; de la traición y la corrupción de sus servidores.
“El reconocimiento del régimen franco-español de ocupación militar como ‘no-violento y democrático’, la persecución y la liquidación de la libertad de expresión, de comunicación y de crítica (resultado de la mala fe), el obscurantismo, el dogmatismo, el miedo y el desprecio a la verdad y al conocimiento vulgar o científico, son la obra de los institucionalistas ‘moderados y radicales’: armados y desarmados Pnv-Eta.
“Estos ‘institucionalistas vascos’ armados y desarmados han participado activa y eficazmente en la tarea – vital para el régimen fascista franco-español de ocupación militar de nuestro País, que ellos han aceptado como legítimo y democrático – de ocultar, impedir, abortar y reprimir todo planteamiento teórico
o práctico dirigido a la creación o el desarrollo de una oposición ideológica y
política de nivel estratégico frente al imperialismo franco-español. Han
sacrificado toda virtualidad político-estratégica al oportunismo, la
colaboración, la complicidad y la traición institucionales. Han arruinado los
recursos políticos e ideológicos de este Pueblo, que ha quedado abandonado así
a la indefensión y la inexistencia ideológicas y políticas. Se han aliado para
ello con las fuerzas imperialistas y su Gobierno, y han beneficiado de los
monopolios de violencia y propaganda para extender la censura, la incapacidad,
la desinformación, la confusión y la división a su base popular: aterrorizada,
venal o resignada. Han logrado así, por una parte, las compensaciones que la
corrupción burocrático-corporativa necesita; y por otra, la frustración y
desesperación de la clientela populista.
“Por otra
parte, sus vacías provocaciones han exasperado la violencia represiva de las
fuerzas de ocupación; han movilizado, reorganizado, radicalizado y potenciado a
los colonos; y multiplicado el número y la acción de los renegados. Finalmente,
el derrotismo inherente a una ideología y una política de perdedores, y la
experiencia del fracaso manifiesto y constante, han arruinado la credibilidad
nacional e internacional del Movimiento vasco de libertad y democracia;
entorpecido su posible desarrollo efectivo en los medios sociales que mejor
preparados estaban para ello; y limitado su expansión a las zonas cultural y
políticamente más duramente castigadas.
“No ha sido la
simple superioridad material e ideológica del imperialismo y el fascismo
internacional, el factor decisivo de la actual catástrofe política. Bien
entendido: su ‘superioridad ideológica’, como ya ha quedado expuesto, nada
tiene que ver con ninguna clase de superioridad-honestidad epistemológica y
científica, sino con las patrañas conscientes y deliberadas que sus monopolios de
adoctrinamiento y propaganda fascistas – anexos a su monopolio de violencia
criminal – les permiten difundir a todas horas y en sesión continua sobre una
población indefensa.
“En realidad,
el fascismo y el imperialismo no habrían podido aquí alcanzar hasta ese punto
sus objetivos sin haber tenido la participación decisiva y la colaboración, la
cooperación y la complicidad: continuadas y obstinadas, de las bandas
institucionalistas que han protagonizado ‘la vía institucional y la lucha
armada’. Es decir: sin haber contado con el apoyo de la organización
burocrática-corporativa moderada y activista de la “oposición” oficial, desde
el Pnv tradicional hasta el Eta. Sin ellos, la confirmación y el desarrollo del
imperialismo franquista no habrían sido posibles. De no haber sido por la
traición del Pnv y sus satélites, no habría podido el Segundo Franquismo: que
dura ya tanto como el Primero, establecerse, mantenerse, consolidarse y
desarrollarse como lo ha hecho en los últimos cincuenta años; y los más
terribles y funestos errores habrían podido evitarse. Han sido el burocratismo,
el corporatismo, la corrupción y la traición, la colaboración, la complicidad y
el apoyo deliberados de la burocracia del Pnv y de sus cómplices y satélites
armados y desarmados, los que han acarreado la indefensión total: ideológica y
política, del Pueblo sojuzgado. Sin su apoyo decisivo en la tarea de liquidar
la libertad de expresión, esos sub-productos de propaganda de tan deleznable
contenido no habrían podido alcanzar ni siquiera una mínima parte de sus
objetivos.
“Salvo exterminio o expulsión totales, el imperialismo y el fascismo no pueden reducir a los Pueblos si no media el oportunismo y la incapacidad institucional y estratégica por parte de éstos. La inepcia política e ideológica, la corrupción y la recuperación imperialistas, la colaboración, la complicidad y la traición indígenas continuadas y obstinadas los debilitan, los humillan y los ponen de rodillas. Los Pueblos se atacan y se arruinan desde fuera, pero se derrumban y se hunden desde dentro. Como todo totalitarismo, un régimen de ocupación militar o colonización tiene necesidad de la inhibición, sumisión, colaboración, complicidad o traición de parte de los Pueblos y Estados sojuzgados.
“Los componentes de la pretendida ‘vanguardia política’ Pnv-Eta, que han llevado a tales resultados, tratan ahora de ocultar su papel – y de conservar sus miserables privilegios – diciendo tarde y mal algo de lo que ellos no han dejado decir – o al menos que el pueblo pudiera escucharlo – pronto y bien. Hablan ahora, a todas horas, ‘de estrategia y táctica, de posibilismo, minimalismo, realismo y pragmatismo’. Pero no hay estrategia ni táctica posibles sin libre comunicación y asociación; ni libre asociación y comunicación sin principio estratégico, que ellos han eliminado por completo.
“Dichas burocracias ‘vascas’ pretendidamente abertzales tratan de hacer olvidar que no hay política democrática que valga sin una Resistencia organizada, independiente, y con contenido estratégico: algo que sus agentes son incapaces de concebir, y cuya simple evocación no pueden siquiera soportar. Hablan de ‘unidad democrática’; pero su corporatismo, sectarismo, elitismo, burocratismo y liquidación estratégica han hecho que las fuerzas democráticas se encuentren hoy más aisladas, incomunicadas, divididas y desamparadas de lo que nunca estuvieron bajo el Franquismo primitivo.” Etc.
(Véase el Capítulo XXVII – ‘Tarea del colaboracionismo Pnv-Eta y su resultado: reforzamiento del Frente Nacionalista (XXVII)’, de nuestro texto general ‘Euskal Herria y el Reino de Nabarra, o el Pueblo Vasco y su Estado, frente al imperialismo franco-español’.)
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