El Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional frente al imperialismo franco-español
(Texto publicado inicialmente el 14-Noviembre-2019.)
El Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional frente al imperialismo franco-español
En
esta última ocasión “electoral”: al igual que viene siendo habitual en todas
ellas, la asfixiante y embrutecedora “campaña electoral” en la que la burocracia
liquidacionista Pnv-Eta tiene permanentemente metido a nuestro País, ha estado
reforzada por todo el monopolio mediático de adoctrinamiento e intoxicación
ideológica de masas, anexo al monopolio de la criminal Violencia imperialista y
fascista. Actualmente, como hace cuarenta y dos años cuando la acuñó el
emergente Segundo Franquismo transitivo, “vota a quien quieras, pero vota”
sigue siendo la consigna universal para todo el espectro que integra el actual
régimen español de ocupación militar, al que todos sus componentes describen y aceptan
como “no-Nacionalista, no-violento, legítimo y democrático”. Todos sus integrantes coinciden en
calificar como un mal absoluto todo lo que suene a “abstención” o boycott, y
todos y cada uno de ellos se dicen también convencidos de que ese fenómeno
beneficia a los demás y les perjudica solamente a ellos, por lo que animan a
todo el mundo a votar.
En
la televisión española que llaman “euskal telebista”, la incitación al voto
realizada por los mercenarios bustos parlantes de sus espacios informativos:
implicados personalmente y en primera persona en esa repugnante tarea hasta el
último minuto, es constante y desvergonzada: “Ha llegado la fecha que teníamos
señalada en rojo en el calendario”; “Todos estamos llamados a votar”; “Aún nos
quedan unas horas para poder votar esta tarde”, y otras similares. En los
editoriales de la prensa escrita pretendidamente “progresista” hemos podido
leer: “De hecho, el gran reto de la campaña es frenar la creciente desafección
ciudadana que amenaza con traducirse en una importante abstención, con el
riesgo que ello implica.” (Diario de Noticias; “Campaña en alerta”, sábado,
2/XI/2019.) “Votar en Euskal Herria para seguir siendo un refugio frente al
fascismo”, editorializaba el Diario de referencia de la pretendida “izquierda
abertzale” el mismo día 10/XI/2019.
Un
“refugio”, ése que se propugna, que al parecer no viene dado por la
autodeterminación o independencia del Pueblo Vasco y su Estado propio frente al
imperialismo y el fascismo: ÚNICA SOLUCIÓN REAL que todos los Pueblos del mundo
han entendido como la única garantía que permite refugiarse frente a él, sino
en “profundizar” en la dependencia del imperialismo, es decir: en la dominación
que supone esa “autonomía” de pega que – como gráficamente reconocía el mismo
día y en ese mismo medio (Gara) una de sus colaboradoras y letrada – “nos
permite organizar la calefacción de los palacios de justicia, sin que puedas
impartirla”. En resumen: una “autonomía” que consiste en que el imperialismo y
el fascismo: manteniendo intacta su ocupación militar que es el fundamento
sobre el que han impuesto su legalidad imperialista, consolidan su dominación
sobre nuestro Pueblo y Estado y aplican sus leyes para perseguir/discriminar
“legal y democráticamente” al Euskera en nuestro propio País, y para negar los
derechos fundamentales e inherentes de nuestro Pueblo a la Autodeterminación o
Independencia; y, mientras hacen todo eso, nuestro Pueblo: de la mano de una
mafia de traidores, acepta llamar a ese letal montaje “democracia”. Ésta es la
situación que “moderados y radicales” vienen aceptando como no-Nacionalista,
no-violenta, legítima y democrática desde 1977-79 hasta hoy mismo.
Por
sus condiciones históricas, políticas, geográficas y culturales, correspondía a
este País la tarea de aportar el modelo de autodeterminación aplicado a los
Pueblos ocupados de características semejantes, transformando y adaptando de
forma natural su larga resistencia contra el Nazismo y el arqueo-Fascismo a una
estrategia basada en el no-reconocimiento y la no-colaboración con el fascismo
y el franquismo transitivos; en el boycott a sus maniobras y contorsiones
sanatorio-novatorias encabezadas por el Nacional-socialismo y el social
imperialismo de Falange-PsoE y sus adláteres; y en la afirmación tanto de su
derecho de independencia, libre disposición o autodeterminación de todos los
Pueblos sojuzgados, así como de la vigencia y continuidad de su Estado propio
históricamente constituido: el Reino de Nabarra; con la exigencia de evacuación
incondicional e inmediata de las fuerzas de ocupación como única e inamovible
condición previa para cualquier clase de diálogo. Sin embargo, bien al
contrario, aturdido, “dirigido” y extraviado por una supuesta “clase política”
formada por sinvergüenzas y/o incapaces, no sólo se ha mostrado durante más de
cuarenta años incapaz de cumplir su misión; se ha mostrado, además,
completamente inepto para integrar y utilizar el modelo y la experiencia: bien
sea afortunada o desafortunada según los casos, de los demás. Ha “preferido”
imitar los ejemplos y modelos falseados y completamente inadaptados que se le
proponen, antes que aplicar aquéllos que convienen a sus propias
características y condiciones.
Estos
modelos – bien adaptados a los tiempos actuales – de afrontar los “modernos”
sistemas totalitarios, terroristas, brutales y armados hasta los dientes: que
benefician de pretendidas “oposiciones” intelectual, moral e ideológicamente
arruinadas y corruptas (las cuales aceptan tragar la falsificación fundamental
de esos sistemas desvergonzadamente presentados como “democráticos”), y que
señalan ante el mundo entero como “terrorismo” toda oposición democrática,
comprensiblemente exasperada como resultado de la traición de sus supuestos
“dirigentes” y de su impotencia e incapacidad para encontrar una vía efectiva
que pueda dar cauce a las legítimas aspiraciones populares; estos modelos de
oposición popular y democrática ajustados a la realidad actual, decimos, se
basan necesariamente, por una parte, en no entrar al trapo de las provocaciones
y la agitación frente a la obtusa brutalidad del régimen; y, por otra, en hacer
frente a su actual condicionamiento totalitario mediático-pavloviano de las
masas mediante una masiva desobediencia civil y pacífica: aglutinada y
galvanizada en torno a unas posiciones estratégicas suficientes.
Se
trata, en definitiva, de transformar la resistencia espontánea de base: que es
la condición primaria (y con la ayuda de adecuadas estructuras
ideológico-políticas: que es la condición secundaria), en una acción de boycott
al régimen en momentos decisivos, con la cualificación estratégica del Pueblo
como resultado. En nuestro País, la existencia de un tercio de la población
que, incluso en estas condiciones y arrostrando el condicionamiento totalitario
impulsado por el régimen y sus colaboracionistas indígenas armados y desarmados
que no retroceden ni ante el insulto, a pesar de todo se resiste a pasar por el
aro de la estupidez colectiva y a participar en la farsa “electoral” española,
es un dato sociológico insoportable que es simplemente ignorado, abandonado y
ocultado por estos agentes locales del imperialismo. Todos ellos ocultan
sistemática y cuidadosamente que sus pretendidos porcentajes de votación no lo
son sobre el 100/% del censo sino sobre el 70% o incluso menos de participación.
Los
“institucionalistas vascos” armados y desarmados han demostrado de tal modo su
“capacidad” para las maniobras electorales que han conseguido preparar,
realizar y reconocer la “victoria democrática” del Partido único nacionalista
español en territorios bajo ocupación militar, donde la actual y virtual
mayoría sociológica la haría imposible. Tratan de ocultar que, incluso sin
posibilidad de una real oposición institucionalizada, la mayoría espontánea del
Pueblo Vasco – e incluso de la “ciudadanía” administrativa – repudia la
política de liquidación que prosiguen desde la post-guerra. Prefieren
“legitimar” el Partido único español, en versión Nacional-socialista, antes que
afrontar la realidad de un 30 ó 35% de “abstenciones” de la población
administrativa en las condiciones de los monopolios de violencia, terrorismo de
Estado y propaganda; lo que evidencia que la mayoría del Pueblo Vasco rechaza
cada vez más su política de colaboración, corrupción, complicidad y traición
con el régimen de ocupación. Sus congestionadas caras de estúpida euforia en
las “noches electorales” (cuando ven que han conseguido cinco o seis
“diputados” que irán a “defender Euskadi”, ¡frente a un total de 350!) quedarán
como imágenes gráficas de la abyecta “clase política” formada por los
miserables traidores y/o ineptos cretinos de la burocracia liquidacionista
Pnv-Eta.
Pero,
para los “institucionalistas vascos” armados y desarmados, la calificación del
régimen imperialista de ocupación militar establecido sobre nuestro País como
“democrático y no-violento”, ¡y de su Estado totalitario y criminal como el
Estado propio!, es el postulado iluminista y místico sobre el que, mediante
obcecada deducción y radical exclusión de toda experiencia, se funda y
construye toda nuestra “realidad” política. Efectivamente, dado que por
intangible apriorismo han admitido que el régimen es democrático y no-violento,
de ello deduce de forma inapelable que no puede cometer actos de imperialismo,
fascismo, violencia, terrorismo etc. ya que en ese caso no sería democrático y
no-violento, y ellos ya han establecido que sí lo es. Y si a pesar de todo los
comete, entonces sólo puede tratarse de un limitado “déficit democrático” que
no afecta al sistema político como tal. Vemos así cómo la voluntad de ignorar u
ocultar la más evidente realidad mediante la creación constante de delirios,
falsas ilusiones y vanas esperanzas es lo propio de quienes prefieren ver las
cosas no como realmente son sino como ellos quieren que sean o creen que
deberían ser. Sin embargo, y como es evidente, una naturaleza falsa y postiza
no puede substituir a la auténtica realidad. El régimen imperialista y fascista
español y francés sobre el Pueblo Vasco no se transforma en democrático sólo
porque, mediante engaños y gracias a una burocracia de traidores y/o lunáticos,
haya conseguido que el Pueblo Vasco vaya a participar en sus totalitarias y
recuperadas “elecciones generales”.
El
régimen español y francés sobre el Pueblo Vasco está fundado en la ocupación
militar, que esas “elecciones” jamás pueden legitimar; y los Estados
totalitarios de España y Francia se fundan inevitable y realmente en una
dominación imperialista, y no en la democracia que es su contrario. En una tal
dimensión de desatino, sólo se engañan quienes prefieren engañarse o que los
engañen, antes que ver las cosas como realmente son; ahora bien, quienes
prefieren los paraísos – en realidad los infiernos – artificiales al mundo
real, hacen con ello el juego y la política del fascismo y el imperialismo.
Frente a ello, la única posibilidad de cambiar políticamente la dura realidad
exige, para empezar, verla como es; todo lo demás es reacción, charlatanismo,
imperialismo y fascismo. (¡Tanto desastre material y moral para llegar a esto!)
Mas
he aquí que ahora, después de más de cuarenta años de supuesta “democracia”, la
realidad que tienen delante cada vez se resiste más a ser presentada como tal,
y de hecho el régimen imperialista es ya abiertamente fascista incluso para los
mismos “radicales abertzales”, según reconocen en el editorial citado: “[...]
lo cierto es que la ciudadanía vasca no puede revertir a estas alturas la
deriva española, y debe concentrarse en construir en Euskal Herria un refugio
resistente al fascismo”. Un fascismo que ellos – en contra de toda advertencia
– llevan más de cuarenta años reconociéndolo como “democracia”·y llevando al
Pueblo Vasco (que ellos ocultan y devalúan designándolo “ciudadanía vasca”) a
admitirlo como tal, una tras otra, en todas las “convocatorias electorales de
la democracia española”. Un fascismo oficialmente consolidado como “democracia”
ante “la comunidad internacional” gracias al reconocimiento que esos
colaboracionistas le han prestado desde los primeros momentos de la transición
intra-totalitaria hasta hoy mismo. Un “refugio resistente al fascismo” que
únicamente es posible construir mediante una oposición democrática, unida
necesariamente sobre posiciones estratégicas: precisamente las posiciones que
ellos llevan más de cincuenta años saboteando y haciendo imposibles.
Tan
evidente es ya la naturaleza del Segundo Franquismo, tal es la crisis y el
descrédito actuales del régimen imperialista español de ocupación militar, que
la burocracia liquidacionista Pnv está rebasando su “tradicional” papel de
discreto acompañante externo para aparecer ya como el sostén fundamental del
régimen que es, y como la muñidora del próximo Gobierno que intentan formar los
sectores nacionalistas, imperialistas y fascistas del Nacional-socialismo de
Falange-PsoE junto con sus recientes auxiliares social-imperialistas. Éstos van
a prestarle al Gobierno español, según su propia declaración, la necesaria
“valentía” para recuperar y neutralizar la oposición democrática de los Pueblos
sojuzgados, y para atacarla y debilitarla con “otra vuelta de tuerca”, con renovadas
demagogia y falsificación ideológica “progresista” del Nacionalismo
imperialista español, por supuesto con la protección de sus ejércitos de
ocupación. Se trata de la única “función histórica” que ese sub-grupo del PsoE
tiene: para la que ha nacido y la que constituye su única justificación
funcional, dentro de la totalidad estructural del imperialismo. Frente a esta
cuadrilla de fascistas: que tras el desgaste de cuarenta y dos años y una vez
reubicada su momia pretenden remozar el Segundo Franquismo para que luzca “más
democrático que nunca”, es urgente restablecer la unidad estratégica de la
oposición democrática.
Ahora
bien, no es posible hacer frente al imperialismo si los conceptos fundamentales
teóricos, ideológicos y políticos de una oposición democrática: que ha de estar
forzosamente basada en la defensa de los derechos humanos fundamentales y ante
todo del derecho de autodeterminación de los Pueblos sojuzgados – PRIMERO de
los derechos humanos fundamentales Y CONDICIÓN PREVIA DE TODOS ELLOS – así como
de independencia e integridad de sus Estados; si esos conceptos fundamentales,
decimos, están siendo constantemente falsificados como “derecho a decidir”,
distorsionados e ignorados. La actual e ínfima “clase política oficial vasca”
está formada, en el mejor de los casos, por ignorantes e incompetentes
absolutos en todas estas cuestiones fundamentales. Lo peor es que, además, son
corruptos que están económica, ideológica y simbióticamente integrados con el
régimen de ocupación al que, suceda lo que suceda, no se cansan de confortar y
reconocer como “democrático”, una tras otra, en todas las “decisivas elecciones
generales” a las que son llamados. Sin deshacerse de esa camarilla de
sinvergüenzas y/o incompetentes no es posible una política de liberación
nacional.
Ante
esta situación de emergencia, es absolutamente necesario lograr la unidad
estratégica de todas las fuerzas de oposición democrática frente al
imperialismo; una unidad que únicamente puede realizarse en función también
estratégica, es decir: en torno a un objetivo o fin estratégico y fundamental
(no parcial y secundario) que haga posible la acumulación de todas esas fuerzas
democráticas, unánimes en la aceptación del mismo, mientras que su rechazo sólo
pueda hacerse por los sectores comprometidos con el mantenimiento de las
posiciones del imperialismo, lo cual los dejará fatalmente en evidencia como lo
que realmente son, a saber: agentes al servicio del imperialismo. Y el único
fin estratégico y fundamental que el sojuzgado Pueblo Vasco tiene ante sí: el
único que puede concitar la reunión de todas sus fuerzas de oposición
democrática, es conseguir su independencia nacional como consecuencia de su
liberación del régimen imperialista de ocupación militar, y la restauración de
su Estado propio: el Reino de Nabarra. Afirmar y reivindicar su inviolabilidad
y permanencia por encima de ilícitas y legalmente nulas agresiones extranjeras:
como la persona jurídica de máximo rango que todo Estado legítimo es según el
derecho internacional de los Pueblos declarado por la ONU, nos proporciona una
palanca decisiva para el objetivo de garantizar la pervivencia nacional del
Pueblo Vasco como un actor más de la escena internacional, en pie de igualdad
con todos los Pueblos del Mundo.
Esta
unidad estratégica corresponde además a nuestra realidad social, puesto que en
un País sojuzgado bajo un régimen Nacional-imperialista y fascista de ocupación
militar sólo hay lugar para dos Partidos reales, a saber: el de la integración
al poder totalitario, por un lado, es decir: el Nacional y social-imperialista
de la metrópolis auxiliado por todas sus franquicias locales, que se apoya en
las fuerzas de ocupación y se camufla como “democrático, liberal, progresista,
socialista” etc. tras una fachada falsa que oculta su auténtica realidad
imperialista; y el de la Resistencia, por otro, cuyo objetivo es y sólo puede
ser conseguir la expulsión de las fuerzas de ocupación: un elemento básico para
recuperar la libertad nacional. Otra cosa será cuando la independencia nacional
sea ya efectiva y haya una situación de real libertad, en cuyo momento podrán
manifestarse diversas opciones políticas; pero, hasta ese momento, toda
división interna del Pueblo sojuzgado lleva y sólo puede llevar a su
debilitamiento y por tanto a perpetuar la dominación del imperialismo sobre él.
Es
pues evidente que la labor de los agentes de la burocracia liquidacionista
Pnv-Eta: que – aparte de instaurar el extravío ideológico-estratégico que
implica admitir el régimen fascista de ocupación militar como democracia –
consiste además en potenciar la división partidaria interna en el momento
presente, lo que consigue es arruinar necesariamente la unidad estratégica ante
nuestro mencionado objetivo fundamental de Autodeterminación o Independencia
del Pueblo Vasco. Esto no es extraño en absoluto, puesto que ése es un objetivo
y un concepto en los que los componentes de esas burocracias mafiosas no creen
y que de hecho los han abandonado y substituido por “la contienda electoral,
las urnas y el voto” en el seno del Estado ocupante y su régimen fascista que
ellos reconocen como “propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y
democráticos”, y en los que todo lo que desean es “sentirse cómodos en España”:
disputándose y aspirando únicamente a conseguir los sueldos y chanchullos de
los que dependen para vivir y prosperar; a todo lo cual llaman “profundizar en
la democracia vasca” y que significa realmente la destrucción del Pueblo Vasco.
Esos
partidos: debidamente refundados y reorientados en sus principios ideológicos y
estratégicos nacionales (frente a las mafias que desde hace más de cuarenta
años los tienen confiscados y puestos al servicio del imperialismo), podrían en
su momento – si el Pueblo Vasco así lo decidiera – servir al lícito debate
político entre partidos una vez alcanzadas las condiciones de libertad
nacional; sin embargo, si en el momento actual persisten en su acción
disolvente y divisionista, y no se suman en el boycott al régimen de ocupación
militar impulsado por el Movimiento de Resistencia Nacional, serán
inexorablemente barridos y echados al basurero de la historia por el Pueblo
Vasco.
Por tanto, frente a ese funesto divisionismo interno, la unidad estratégica de las fuerzas populares de oposición democrática exige aglutinarse en un Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional: integrado por todos los sectores de esa oposición democrática, los cuales podrán mantener dentro de él su propia personalidad; pero compartiendo y defendiendo todos ellos en esta etapa histórica, como una sola alma, un único principio fundamental de doble afirmación: nacional y estatal del Pueblo Vasco.
Sólo el mantenimiento de dicho principio permite la unidad estratégica de las fuerzas populares vascas para la constitución de ese Movimiento de Resistencia Nacional; cuyas dos afirmaciones complementarias e indisociables incorporan en nuestro favor toda la potencialidad democrática y estratégica del Derecho Internacional. Estas afirmaciones son y sólo pueden ser:
1/ Afirmación del derecho de libertad, LIBRE disposición, independencia nacional o autodeterminación del Pueblo Vasco/Euskal Herria.
“Piedra angular de la democracia”, el derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos es un derecho que es originario, fundamental, inherente, de costumbre, inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e imprescriptible para todos los Pueblos sojuzgados bajo un régimen imperialista y extranjero; que es la misma cosa que la incondicional e inmediata independencia de éstos contra/frente a toda dominación o intromisión extranjera contraria a su libertad nacional; y que ha sido reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas: desde el Artículo Primero de su fundacional Carta de San Francisco así como por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General, como EL PRIMERO DE LOS DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y LA CONDICIÓN PREVIA PARA EL PLENO DISFRUTE DE TODOS ELLOS.
Su corolario y aplicación práctica consiste, como requisito ineludible para su realización, en la EXIGENCIA DE EVACUACIÓN INCONDICIONAL E INMEDIATA de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes: España y Francia, FUERA de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado. Y
2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro Estado propio: el Reino de Nabarra, sucesor del Reino de Pamplona – “el Reino de los Vascos” – constituido por una Confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos histórica y libremente reunida en torno a él. Internacionalmente reconocido durante mil años, el Reino de Nabarra sigue siendo el único Estado de la Nación Vasca, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro.
Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: el “Reino de España” y la “República francesa”, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas, y no como los propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos, según está haciendo hasta el día de hoy la pretendida “clase política oficial vasca” formada por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites.
La
afirmación de la continuidad de nuestro Estado en la forma de Reino es una
posición ESTRICTAMENTE INSTRUMENTAL Y ESTRATÉGICA, no de principio “moral”, la
cual deriva de la restauración de la legítima legalidad suprimida por los actos
de agresión del imperialismo franco-español contra el Reino de Nabarra: actos
criminales, y legalmente nulos de pleno derecho a todos los efectos según toda
legalidad nacional e internacional, temporal e intemporal; cuya retribución
(jurídico-moral) implica por tanto la reanudación de la situación legal previa;
con toda la legitimidad internacional que eso nos proporciona.
Desde
la desaparición de los últimos Reyes de Nabarra legítimos: por el asesinato en
1610 de Enrique III de Nabarra, y por la traición a las leyes, libertades y
derechos constitucionales del Reino efectuada por su hijo y sucesor Luis II de
Nabarra – contando con la instigación y el reconocimiento de la Iglesia
católica, romana y francesa, y con el ejército francés de ocupación en Biarne –
al decretar el 19 de Octubre de 1620 el llamado “Edicto de Unión” que
establecía ilegalmente el Reino unido “de France et de Navarre”, la situación
legal de nuestro Estado es de Reino con trono vacante.
Como
es innegable, esa ilegalidad constitutiva: denunciada el siguiente mes de
Noviembre por los Estados de Nabarra (que reunidos en la iglesia de San Pablo
en Donapaleu exigieron en vano la revocación del Edicto), la cual invalidaba y
hacía ilícito desde su nacimiento mismo aquel denominado “Reino de Francia y de
Nabarra”, no podía en cambio afectar en lo más mínimo a la vigencia y
continuidad del Reino de Nabarra, que se mantenía con sus instituciones propias
y trono vacante desde aquel momento hasta hoy. A partir de aquel momento, todos
los sedicentes reyes “de France et de Navarre” hasta la deposición en 1830 del
último de ellos: Carlos X de Francia y V de Nabarra, fueron impostores y
usurpadores del Reino de Nabarra; y sus actos, en cuanto afectaban a este Reino
– más aún si era en su perjuicio –, fueron nulos de pleno derecho y muy
particularmente lo fue el “Tratado de los Pirineos” firmado en 1659, por el que
el rey “de France et de Navarre” cedía los territorios sud-pirenaicos del Reino
de Nabarra a la Monarquía Católico-Hispánica. Veamos:
“[...]
2. ‘Ningún Estado independiente, grande o
pequeño, deberá quedar sujeto bajo el dominio de otro Estado por medio de
herencia, intercambio, compra o donación.’ [¡Ya sea Papal o Real!]
“Un
Estado no es, como el suelo que él ocupa, una propiedad (patrimonium). Es una sociedad humana a la que nadie más tiene derecho a mandar o
disponer excepto el propio Estado. Es un tronco con sus propias raíces. Pero
incorporarlo dentro de otro Estado, como si fuera un injerto, es destruir su
existencia como persona moral, reduciéndola a una cosa; tal incorporación así
pues contradice la idea de su contrato original [fundacional], sin el cual no
puede concebirse ningún derecho sobre un Pueblo. 1 [...].
“Nota 1. Un reino hereditario no es un Estado
que pueda ser heredado por otro Estado; si bien el derecho a gobernarlo sí
puede ser heredado por otra persona física. Como consecuencia de ello el Estado
adquiere un gobernante; pero éste, como gobernante (por ejemplo, uno que posea
ya otro reino), no adquiere [la propiedad de] el Estado.” (Immanuel Kant; Zum ewigen Frieden. Ein philosophischer Entwurf, 1795.)
Esta
situación de “trono vacante” es perfectamente posible y sostenible. Veamos: si
bien, y como es evidente, no puede haber monarca – rey o reina – si no existe
un reino, en cambio sí puede perfecta e indefinidamente subsistir un reino sin
monarca. La eventual resolución de esta situación: bien sea mediante la
creación de una institución legal que supla indefinidamente la función del
monarca, o mediante el cambio de la forma del Estado para adoptar la forma de
república, constituye un objetivo perfectamente lícito siempre y cuando se den
las dos condiciones ineludibles para realizarlo legalmente, a saber:
– 1/ eliminación
PREVIA de toda ocupación armada, mediante la expulsión todo ejército extranjero
presente en cualquier parte de nuestros Territorios; y
– 2/ reunión del
Parlamento/Estados Generales del Reino y de todos sujetos que lo constituyen,
para decidir en forma legal sobre la cuestión.
Ahora simplemente afirmamos, en coherencia con el Derecho Internacional, que el Pueblo Vasco tenemos nuestro propio Estado y que no estamos inventándonos nada, y que nuestro Estado continúa vigente a pesar de la ocupación militar del imperialismo, una situación de facto ilegal y criminal. Aparte de esto, respecto a la cuestión general sobre la forma del Estado y en particular sobre el absurdo fetichismo y la burda falsificación que generalmente van unidos al concepto de “república”, véase en esta misma página, entre otros, el texto publicado el pasado día 14-Abril-2019 bajo el título ‘Frente al imperialismo republicano: derecho de autodeterminación’.
Simultáneamente,
y mientras el imperialismo no retira sus fuerzas de ocupación, es preciso
mantener un BOYCOTT TOTAL:
–
a toda colaboración con toda persona individual o colectiva que, por rechazar – o negarse a asumir públicamente – ya sea en todo o en parte, en la teoría o en la práctica una o ambas afirmaciones fundamentales citadas, forman objetivamente – algunos incluso de forma subjetiva y confesa – parte del imperialismo franco-español; y
–
a toda participación tanto en las instituciones del régimen colonial-imperialista y
especialmente en sus monopolios jurídicos (“parlamentos”) establecidos mediante
su monopolio de la violencia, así como en sus “elecciones generales”
totalitarias que “legitiman” todo ello.
Sin
establecer ese boycott total al régimen de ocupación y a los partidos
imperialistas que lo camuflan, no es posible dar siquiera un paso para librarse
de él. La idea funesta en que se basa la trampa de la transición
intra-totalitaria del fascismo español, es decir: “primero reconocimiento del
régimen (imperialista) del Segundo Franquismo como democrático, y a
continuación se podrá hablar de todo”, sigue siendo la piedra angular en que
descansa toda la falsificación y el bloqueo políticos actuales, que jamás darán
el menor resultado aparte de la corrupción, los sueldos y chanchullos que
obtienen del régimen quienes aceptan su trucado planteamiento, unidos al
aumento de la crisis y el desastre generales para los Pueblos que esa situación
necesariamente entraña. Unos regímenes históricamente ultra-Nacionalistas e
imperialistas de ocupación militar, como lo son el español y el francés: que
disponen del monopolio absoluto de LA VIOLENCIA CRIMINAL Y FASCISTA y del
monopolio de adoctrinamiento e intoxicación ideológica de masas anexo a ese
monopolio de la violencia, y que están constitutiva y declaradamente basados en
la negación y liquidación de las Naciones y los Estados de los Pueblos
sojuzgados, una vez que han sido reconocidos como “democracia” (y cualquiera
que sea el partido que esté en su Gobierno: todos ellos incuestionablemente
identificados con su histórica empresa Nacional-imperialista), obviamente jamás
admitirán nada que suponga su VOLUNTARIA liquidación, como ocurriría con su
reconocimiento del derecho de autodeterminación de los Pueblos sojuzgados, el
cual absurda y demencialmente se pretende que acepten.
En
particular el Reino de España: siendo imperialista, explotador y
totalitario/fascista como lo es por su naturaleza, por su constitución real y
primaria, por su esencia y su existencia, JAMÁS PODRÁ COMPORTARSE COMO LO QUE
NO ES, a saber: democrático, por más ilusionismo que se le eche al asunto. Por
lo tanto el régimen de ocupación militar y su Estado imperialista, colonialista
y fascista no deben ser reconocidos como lo que no son: lo cual es simplemente
suicida para la oposición democrática, puesto que no queda nada de lo que
hablar a partir de su reconocimiento como democrático. Y ello porque, a partir
de ahí, lo único que queda es la sumisión y la desaparición del Pueblo Vasco y
de su Estado: oficial, unánime y constantemente negados por la “Constitución”
formal y secundaria, las leyes, la jurisprudencia y la propaganda de los
Estados y los partidos de España y de Francia, que los
traidores-colaboracionistas “vascos” del grupo burocrático-liquidacionista
Pnv-Eta llevan más de cuarenta años confortando como democráticos. El régimen
franco-español de ocupación militar sobre el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino
de Nabarra, es un régimen incurablemente criminal, imperialista, colonialista,
cleptocrático, y necesariamente totalitario-absolutista-fascista: unas
características cuya comprensión y aceptación resultan perfectamente claras y
naturales para nuestro Pueblo desde hace por lo menos ocho siglos.
Por ello, el boycott total al régimen fascista de ocupación militar es un objetivo perfectamente factible y “natural” para el Pueblo Vasco. Se trata además de un objetivo que no puede ser reprimido y que no tiene coste social alguno para la producción y la economía del País. Un Pueblo sojuzgado que se moviliza como respuesta a un llamamiento de su Movimiento de Resistencia Nacional, y que decide hacer una gigantesca concentración – virtualmente del 100% de su población – simplemente quedándose en sus propias casas durante la “jornada electoral”, en la que el imperialismo quiere que esté concentrado ante esas “urnas” que él le ofrece (para que acepte la “democracia” del ocupante y entierre por tanto en esas urnas su libertad nacional y su propia y auténtica democracia); y que, frente a toda la maquinaria mediático-opresiva y los monopolios de condicionamiento totalitario de masas del ocupante, rechaza cívica y masivamente esas urnas ante la vista del mundo entero mostrando avenidas, calles y plazas vacías, ciudades, pueblos y aldeas desiertos en una jornada de lucha pacífica secundando la consigna de INDEPENDENCIA NACIONAL recibida de una clase política competente e incorruptible, todo ello, decimos, constituye un dato sociológico imposible de superar por el régimen imperialista y totalitario, cuya ficción “democrática” colapsaría sin remedio frente a él.
La única
incógnita que esta acción plantea es saber cuánto tiempo tardará en ser
comprendida e implementada, no si lo será. Los pretendidos “líderes políticos
vascos”: que, con sus llamamientos a la colaboración con el régimen fascista franco-español de
ocupación militar, llevan retrasando durante cuarenta años ya esta respuesta
que en sí misma es LÓGICA, “NATURAL”, E INMEDIATAMENTE COMPRENSIBLE POR EL
PUEBLO VASCO, tendrán que dar cuenta de su acción ante él. Al igual que en el
pasado, podemos decir hoy con idéntica vigencia:
“Las
condiciones subjetivas y objetivas en general, y la resistencia histórica
permanente, han demostrado que el boycott total de las elecciones totalitarias
es posible y ‘natural’ en el País Vasco. A partir de esta realidad: bien sea
por su desarrollo o por su degradación, se determina el carácter progresivo o
reaccionario de una actitud ideológico-política. Sin embargo, para el
colaboracionismo, la subestimación de las fuerzas populares es condición necesaria
de su propia ‘función histórica’ en el marco del totalitarismo integrado.
[...].
“En las ‘elecciones’ se manifiesta de forma notable la contradicción entre la colaboración y el desarrollo de una política democrática consecuente en el País Vasco. Un solo voto más – vota a quien quieras pero vota – es un arma más en el arsenal totalitario, un paso más en el camino de la sumisión. Un solo voto menos es un factor de resistencia, de dignidad nacional y de democratismo consecuente que el imperialismo no ha podido ni podrá nunca recuperar.” (“Otra vez “elecciones generales” (IPARLA núm 1)”, Febrero-1979; texto inicial de las PUBLICACIONES IPARLA.)
DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡Ejército de ocupación ni con música!
¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!
¡BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS, Y A SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR! – ALDE HEMENDIK!
¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!
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