El “lehendakari” Urkullu y el “juicio al procés”

(Texto publicado inicialmente el 1-Marzo-2019.)


El “lehendakari” Urkullu y el “juicio al procés”


El “lehendakari” Urkullu ha declarado como testigo en el “juicio al procés”. Según se afirma, “más que mediar, intermedió”; o sea que realizó un papel de inter-mediador, go-between o correveidile. Según sus propias palabras, “Yo (…) tuve mi intuición de cuál sería la disposición del Presidente del Gobierno español, que no era muy – eeeh – dado a la aplicación del artículo 155 realmente.” Sin embargo, a continuación pasa a negar esa “intuición”  de que Rajoy “no era muy dado a la aplicación de ese artículo” – y a afirmar la “intuición” contraria, para después volver a negarla de este modo: “La intuición se basaba en la posibilidad de que, disuelto el ‘parlament de Catalunya’ y convocadas las elecciones [autonómicas] por el ‘president’ Puigdemont, aun cuando se aprobara la aplicación del 155, la disposición entre las formaciones políticas mayoritarias en aquel momento … entre Pp y el PsoE hiciera que no se aplicara definitivamente el 155” etc.

Pero si tenemos en cuenta que no era el artículo lo que se aprobaba (el cual ya estaba aprobado junto con toda la “Constitución” formal de la que forma parte) sino que era LA APLICACIÓN DEL ARTÍCULO, ¿por qué “intuía” Urkullu que no iba a aplicarse algo cuya aplicación esos partidos – gobierno y “oposición” unidos en su Nacionalismo imperialista por igual – ya habían dicho hasta la saciedad que sí iban a aprobar, y que él además manifiesta haber sido consciente de que iban a aprobar? En realidad ¿para qué habrían de aprobar la aplicación – que él da por hecha – de un artículo que no iba a “aplicarse realmente”, a menos que sí fuera para aplicarse definitivamente?!

En otras palabras: o bien el “lehendakari” miente como un bellaco a sabiendas de que lo hace (y podría decirse que se traiciona y enreda a sí mismo en su propia mentira), en el sentido de que él percibió que la aplicación de ese artículo ERA SEGURA, mientras que ahora dice todo lo contrario; o bien fabula como un lunático sobre lo que él en aquellos momentos, contra toda cordura y verosimilitud, imaginó o quiso imaginarse que iba a ocurrir. Con “la intuición de cuál sería la disposición del Presidente del Gobierno español”, le ocurre a Urkullu lo mismo que a Ortuzar, cuando quiere ver a Rajoy – y así lo presenta – como una persona “asequible y con la que se puede hablar”, a diferencia de los nuevos trompeteros del imperialismo “de derechas” que babean sin complejos su histeria fascista, igualando a duras penas el similar babeo de las viejas glorias del imperialismo “de izquierdas” como González y Guerra y sus célebres “cepillados”. Y así, las mentiras o fantasías de estos orates llevan a que este País – como ocurre con “el poli bueno y el poli malo” – añore y desee la vuelta del “imperialista bueno”; lo cual – según se quiere dar a entender con esas supercherías – sería una suerte puesto que al menos con él se podría hablar y no babearía su odio de forma visible…

Es evidente que un País sojuzgado, que depende de “dirigentes” como estos burukide que están encaramados en la burocracia liquidacionista Pnv, está perdido; porque, tanto si es por mentira consciente y deliberada como si es por afabulación y delirio, el resultado que ellos proporcionan es el mismo, a saber: la ocultación o el enmascaramiento de la realidad imperialista franco-española contra nuestro Pueblo y País; una realidad que, muy al contrario, nos es preciso tener bien clara para poder afrontarla. Mientras tanto, y contrariamente a los delirios que se imaginan cuando se trata de las urgencias de nuestro País, ellos siguen bien atentos, cuidadosos y lúcidos en todo lo que concierne a sus propios intereses y ante todo a sus bolsillos particulares. ¡Qué vergüenza de gente!

Contrariamente a la funcional y selectiva demencia que transmiten estos agentes al servicio del imperialismo franco-español, al objeto de embrutecer a nuestro Pueblo e impedirle percibir la realidad, el hecho fundamental a no perder de vista por cualquiera que pretenda estar dedicado a la defensa de este Pueblo es que el imperialismo es siempre el imperialismo, y consiste en la conculcación de los derechos humanos fundamentales y ante todo del derecho de independencia, libre disposición o libre determinación de un Pueblo sojuzgado. El Nacionalismo imperialista y el fascismo hispano-francés no dependen, para su calificación como tal, de su grado o forma de implantación concretos, o de su aspecto: más o menos brutal, declarado y repulsivo; simplemente, AMBOS SON, SIEMPRE Y ABSOLUTAMENTE, EL CORRELATIVO CONTRARIO del derecho de autodeterminación del Pueblo Vasco, que los regímenes español y francés por su propia naturaleza niegan – a la vez que el propio Pueblo Vasco – y que conculcan mediante su criminal sistema mejor o peor adaptado de opresión de nuestro Pueblo y de ocupación militar de nuestro Estado: el Reino de Nabarra.

Frente a todo ello: Afirmación del originario, imprescriptible e inalienable derecho internacional de independencia o libre disposición del Pueblo Vasco, que implica la exigencia de retirada incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de subyugación imperial-colonialista de las Potencias ocupantes, fuera de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado ocupado, el Reino de Nabarra. Simultáneamente, y mientras tanto:

¡BOYCOTT TOTAL al régimen de ocupación militar y a toda participación en sus “elecciones generales” y en sus instituciones y monopolios jurídicos: “Parlamentos, Cámaras y Senados” totalitarios!

¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!

¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!

ALDE HEMENDIK!!!

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