El conglomerado burocrático Pnv-Eta: agentes para la penetración del imperialismo franco-español entre el Pueblo Vasco

(Texto publicado inicialmente el 20-Marzo-2019.)


El conglomerado burocrático Pnv-Eta: agentes para la penetración del imperialismo franco-español entre el Pueblo Vasco

 

(Incluido como capítulo XI de nuestra obra: ‘La burocracia Pnv-Eta, o “las familias políticas abertzales. Su evolución y degradación: desde concepciones erróneas e infrastratégicas, hasta su conversión en una mafia liquidacionista’, 2022.)


Estamos asistiendo actualmente a una agudización de la perversión intelectual y la degradación ideológica y política a las que el conglomerado burocrático Pnv-Eta está conduciendo a nuestro Pueblo desde hace cuarenta y dos años. Condicionados desde entonces por las urgencias que les marca el imperialismo franco-español con sus periódicas “convocatorias electorales”, ambos grupos rivalizan estos días: desde los monopolios mediáticos – anexos al monopolio de la violencia criminal – que el régimen pone a su disposición para el adoctrinamiento, embrutecimiento, condicionamiento e intoxicación ideológicos de masas (y sobre todo desde la televisión española que llaman “euskal-telebista”), en su esfuerzo por transmitir al Pueblo Vasco un mensaje idéntico, a saber: que “nadie mejor que ellos – según sea quien eventualmente habla – para defender al pueblo vasco y a sus intereses en Madrid”.

Es decir que todos ellos: sea quien sea el ocasional “defensor”, dan subliminalmente como ya admitido de forma “natural”: 1/ que el “pueblo vasco” (si es que llegan a decirlo así, puesto que generalmente lo esconden tras expresiones tales como “este pueblo”) que ellos están imaginando es una parte más del “pueblo español” (o el francés); y 2/ que, “naturalmente”, a donde hay que ir para defender los intereses de ese pueblo es a Madrid” (o a París), cuando ocurre que el instinto más básico dicta al Pueblo Vasco, desde hace por lo menos doce siglos, que de los centros del poder franco-español sólo llegan y pueden llegar para nosotros la destrucción y desaparición como Pueblo; y que, no habiendo en el ecosistema imperialista español y francés el menor lugar para el Pueblo Vasco como no lo hay, lo único sensato que cabe hacer es escapar de él. ¡Y sin embargo éstos hacen todo lo contrario!

Estamos por tanto ante una funesta mutación degenerativa: consistente en la concepción de la política vasca como algo a realizar DENTRO de la política española (o francesa) y no CONTRA el secular y actual imperialismo fascista español y francés, la cual está siendo impulsada por las burocracias políticas pre-señaladas como “vascas”. Éste es el hecho catastrófico fundamental que está operando desde la pérdida de la Guerra contra el Nazi-Fascismo clerical, español e internacional en 1936-7; algo que fue percibido ya por el jeltzale Telesforo Monzón al menos desde 1951 (y que en consecuencia lo llevó a dimitir aquel año como miembro del Gobierno Vasco en el exilio bajo presidencia del Lehendakari Agirre), y que fue expresado por él en estos términos: “El PNV lleva camino de convertirse en un Partido Republicano Regionalista Español. Nuestra política es exageradamente intervencionista en los asuntos españoles, y está creando – y sobre todo puede llegar a crear – en nuestras propia filas un confusionismo que acabe por apagar o deformar la conciencia nacional de nuestro pueblo”. (Citado por Pako Sudupe, ‘Telesforo Monzon: aristokrata abertzalea; EAJtik HBra, bilakaera politiko-kulturala’; Ed. Txertoa, 2018.)

(Incidentalmente, el “intervencionismo” es la intromisión en la política de un País realizada por otro País, sobre la base de la dominación o posibilidad de injerencia de éste sobre aquél debida a su superioridad sobre él. La política Pnv, al “intervenir en los asuntos españoles”, era entonces y sigue siendo ahora de absoluta claudicación y dejación nacional vasca; lo cual de ningún modo es “intervencionismo” sino todo lo contrario. El mismo Monzón lo reconocía en el artículo de opinión que en Julio de 1978 publicó en ‘Egin’ bajo el título ‘Paz igual a reconocimiento de soberanía’, al decir: “Yo también fui diputado en Madrid. [Hablaba de los años 1933-5.] Por eso no volveré a serlo. Porque ya lo fui una vez. Y no olvidaré nunca aquella terrible impresión que quedó para siempre en mis oídos [cuando me espetaron]: ‘Pero, bueno, ¿son o no son españolas sus Señorías? Si lo son – y se consideran demócratas – ¿por qué no han de someterse como los demás a lo que acuerde la mayoría de los españoles? Y si no lo son, ¿quieren decirnos qué hacen Vds. aquí?’” A eso se reducía todo el “intervencionismo Pnv en los asuntos españoles”: a admitir que eran españoles y a someterse “a lo que acuerde la mayoría de los españoles”. Esto era así en aquella época y sigue siendo exactamente así, o incluso peor, en la época actual.)

Esta mutación degenerativa se ha agudizado con la actual burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites, y ha conducido a la situación actual por intermedio de la transición intra-totalitaria del Segundo Franquismo que dichas burocracias han admitido como “democracia”. Bajo esas premisas, en los últimos ochenta años el Pueblo Vasco ha sufrido heridas más importantes que en toda su inmemorial historia. Hola segituz, gureak egin du.

El inicio de esta degeneración, por lo que a la burocracia Pnv se refiere, es inseparable de la gestión del burukide Ajuriaguerra ya desde la misma rendición del Ejército Vasco en Santoña; la cual él “pactó” por su propia cuenta – y riesgo de los demás – con el General fascista italiano Mario Roatta (“Mancini”) en Agosto de 1937 contra y a espaldas del Gobierno Vasco. Esta acción y la mentalidad que implica, a saber: fiarse de la “promesa” o el “pacto entre caballeros” obtenidos en este caso de un militar fascista (lo cual costó la vida de muchos de sus hombres pero no la de él mismo), son características que han continuado después en la pretendida clase política de este País, y ponen de relieve su incapacidad para comprender el mundo imperialista y fascista en el que viven. Según lo cuenta Anasagasti:

“En 1976 estaba Juan de Ajuriaguerra en la clínica Guimón y fui a llevarle el Euzkadi clandestino que todavía editábamos sin permiso. Era el aniversario de Santoña y quise destacar aquella conducta. Cuando se lo entregué, cambió el semblante y me echó una de sus broncas. No quería se le ensalzara cuando tantos gudaris habían sido fusilados y él, siendo el responsable [de esos fusilamientos], había salvado la vida”. (Deia; 2-Abril-2017.)

Lo que Anasagasti no cuenta – aparte de que “quiso destacar aquella conducta” como si hubiera sido una heroicidad o al menos como un consumado acierto por el que Ajuriaguerra debía ser ensalzado, ocultando por tanto que fue un acto de traición de un jefe en tiempo de guerra que debió ser castigado como tal – es que éste había preferido su “pacto” con el General fascista, en quien demencialmente confió, y por tanto el desarme del Euzko Gudarostea: con las mencionadas consecuencias fatales posteriores para muchos gudaris, antes que hacer que su ejército conservara las armas y defendiera su retirada y evacuación en los barcos ingleses que acabaron llegando, como se hizo tres años más tarde en Dunkerque, en Junio de 1940. Y todo porque Ajuriaguerra creyó – al igual que lo hace Anasagasti – que lo “normal” era confiar en aquel criminal fascista; y porque creyó además: como corresponde al burócrata autoritario y obtuso que siempre fue y que sus sucesores siguen siendo, que no estaba en la obligación de someter su “creencia”: con la que ponía en juego la vida de los demás, a la consideración de nadie. Veamos la exposición de estos hechos en nuestros textos de referencia:

“Tras la rendición de Santoña y sus trágicas consecuencias, el burukide Ajuriaguerra le expuso su pensamiento político y teológico en una carta al General italiano Mario Roatta. Según aquél, los individuos son castigados en el otro mundo; pero los Pueblos, que son sujetos colectivos exclusivamente terrenales, tienen que encontrar su castigo sobre la Tierra. Lo cual le hacía presagiar un negro porvenir para el pueblo italiano, pues ‘ustedes, a los que creíamos justos y honrados’ no habían cumplido su palabra. Es decir que, en opinión de Ajuriaguerra, los militares fascistas italianos eran ‘justos y honrados’. Se ignora la reacción que el General fascista tuvo en privado, preguntándose sin duda en qué manicomio había ido a hacer la guerra.

“Así pues, cincuenta y dos años después de la expedición de Massawa (1885): que preparó el terreno al imperialismo de Francesco Crispi, Giovanni Giolitti, Benito Mussolini y sus Generales Morra, Baratieri y Badoglio para la agresión, la guerra, la conquista, la colonización, el protectorado o la anexión de Eritrea, Etiopía, Libia y Somalia; quince años después de la Marcha sobre Roma (1922) seguida de la dictadura fascista de Mussolini, y de la agresión, la guerra y la conquista de Abisinia; después del apoyo militar y diplomático del Gobierno de la Italia fascista a la sublevación del ejército español en 1936; y con el recuerdo aún reciente de sus propios compatriotas que apenas unos meses antes habían sido aplastados y abrasados bajo las bombas convencionales e incendiarias, en el bombardeo, el incendio y la destrucción de Durango y Gernika por los raids de castigo y terror ítalo-germanos al servicio del imperialismo genocida español; incluso después de todo ello, Ajuriaguerra había estado creyendo todavía que los políticos y los militares italianos eran ‘justos y honrados’, según sus propias palabras.

“De este modo, y según el concepto de justicia y honradez de Ajuriaguerra, los políticos y militares pueden practicar el fusilamiento o el bombardeo terrorista de poblaciones civiles sin dejar por eso de ser justos y honrados; sin embargo, dejan de serlo si no cumplen la palabra dada a Ajuriaguerra. Esta curiosa mentalidad, con algunas variantes, ha sido aquí habitual en la supuesta clase política de este País, y muestra de su incapacidad para enterarse del mundo en que viven.

“Lo más asombroso y significativo es que miles de hombres pusieron su libertad y su vida en manos de este personaje, y muchos las perdieron. Ajuriagerra hacía política por su cuenta, no reconocía señor en lo temporal, y decidía autoritariamente, sin contar con nadie. Prefirió su imaginario ‘pacto internacional con Italia’, al embarque inmediato en los barcos ingleses que estaban esperando. La ‘capitulación’ de Santoña fue cosa suya, en contra y a espaldas del Gobierno Vasco. Meses más tarde, éste ignoraba todavía el contenido del ‘pacto’, y tuvo que movilizar y arriesgar sus improvisados Servicios secretos para obtener una simple copia del Acta. Se pretendía con ello ‘desacreditar’ a los italianos, pero sólo se puso en evidencia la incapacidad del Pnv para entender y afrontar la realidad política. No es extraño que los militares italianos intervinieran ante los españoles para evitar el fusilamiento del principal responsable: un dirigente así debe ser cuidadosamente preservado, conservado y devuelto al enemigo. Si éste lo acepta, es lo peor que le puede pasar. Desde entonces el régimen de Franco, con muy buen sentido, ‘ignoró o toleró’ la presencia y las actividades de Ajuriagerra en el interior.

“En cualquier País normal, el ‘viejo zorro’ artífice del desastre de Santoña habría sido discretamente internado por los servicios psiquiátricos del Gobierno o del ejército en el teatro mismo de sus diplomáticas hazañas. Pero en este País y en ese Partido, la inepcia teórica y práctica, los fracasos, las derrotas y los desastres: de terribles consecuencias para el Pueblo y las personas, cuentan como méritos, confortan la autoridad y el prestigio de los responsables, y fabrican nuevos piraos que reemplazan con ventaja a sus predecesores; los cuales el régimen vigente tiene todo interés en preservar de las correspondientes adecuadas medidas de internamiento.” [A vs A (Aginaga vs Arzalluz).]

Viendo las características de aquel espécimen, según quedaron de manifiesto en aquellas “negociaciones”, uno se pregunta si el hecho de que el franquismo preservara su vida no fue un calculado acto de largo alcance destinado a sabotear, mediante tan insigne y letal nulidad, el futuro del Pnv y del País como así ocurrió. (Posteriormente el régimen ha potenciado igualmente ante el País: mediante su persecución aparente, a otras nulidades en la burocracia del Eta que, una vez libres, han cumplido un papel de sabotaje semejante en su propio sector, ya sea en “la política” o en la universidad etc. Otegi es uno de esos ejemplos.)

Incomprensiblemente libre de toda responsabilidad, e incluso artificialmente mitificado: lo que en ninguna parte habría sido posible de no mediar el obscurantismo impuesto por el fascismo, Ajuriaguerra siguió haciendo de las suyas y no dejó de aumentar su poder, hasta que no quedó nadie en el Pnv para ponerle freno. Así pues, siguió dirigiendo el Pnv de esa misma manera burocrática y autoritaria; y, tras la muerte del Lehendakari José Antonio de Agirre en 1960, él fue el “artífice” del segundo pacto de París (“Unión de Fuerzas Democráticas”, 1961) y el pacto de Múnich (1962) con la “oposición” Nacionalista e imperialista española (fundamentalmente PsoE), los cuales liquidaron el Gobierno Vasco en el exilio a fin de incorporar al Pnv en la auto-reforma del Franquismo. Esta línea de completa liquidación estratégica de nuestra política nacional y democrática: prefijada en el Pacto de Múnich y basada en el reconocimiento del carácter democrático del régimen transitivo español neo-franquista y fascista de ocupación militar, se visualizó con la participación del Pnv en las “elecciones generales” totalitarias de Junio-1977, en las que el mismo Ajuriaguerra – así como Arzalluz – se presentó y resultó elegido “diputado de la legislatura constituyente” española.

Es decir que, para cuando le llegó su muerte en 1978, Ajuriaguerra había dejado firmemente asentada la “línea política” del Pnv en esa suicida senda de fatal extravío y liquidación estratégicos, que consiste en su absoluta inserción, integración y dependencia DENTRO de la política española que antes hemos indicado, y que ha sido siempre mantenida después: desde Garaikoetxea (con su actuación en la Asamblea Nacional del Partido celebrada en Iruinea en Marzo-1977, preparatoria para su participación en las “elecciones generales” del Segundo Franquismo el siguiente mes de Junio), siguiendo con el paracaidista jesuita Arzalluz y con sus sucesores hasta llegar al día de hoy. A partir de ahí, la infiltración en el partido y su recuperación por sectores – ideológicos, religiosos, económicos y políticos – que representan intereses espurios, ajenos y contrarios al Pueblo Vasco: desde la Compañía de Jesús hasta grandes corporaciones e intereses económicos, se realizó sin problemas hasta llegar al paradigmático caso de Josu Jon Imaz, sucesor de Arzalluz.

Es así como Ortuzar (al igual que Otegi) y sus secuaces: auténticos zombis reprogramados – como si fueran inconscientes autómatas – no para defenderlo sino para liquidarlo, engañan al Pueblo Vasco y le piden estos días el voto para que sus respectivos “equipos electorales” puedan – como si ello fuera lo más lógico y natural – “ir a defenderlo en Madrid”, o sea: a cobrar un miserable salario del régimen por haber reconocido que ese régimen es democrático, que el Pueblo, la Nación y el Estado españoles son los únicos que existen, y que el Pueblo Vasco y su propio Estado: el Reino de Nabarra, ni existen ni hay por tanto imperialismo alguno sobre ellos.

En cuanto a la burocracia del grupo Eta, su incapacidad ideológico-estratégica fue siempre clamorosa desde su nacimiento mismo a partir del seno del Pnv; y, como inevitable consecuencia de ello, las campañas de infiltración en su interior realizadas por el imperialismo de todo pelaje – incluso policial – han sido constantes. Por otra parte la soberbia de su absurdo mesianismo los llevó a despreciar, ignorar y atacar siempre – incluso calumniándolos y llamándolos “agentes de la Cia, opus vasco” – a quienes desde posiciones democráticas y vascas hacían la crítica teórica del “terrorismo” individual: necesariamente funesto para un pueblo aherrojado bajo las terribles condiciones del fascismo; una crítica, por cierto, que había comenzado en este País y fuera de él incluso antes del nacimiento del Eta. Todo esto sin olvidar tampoco su radical desprecio de la capacidad y resistencia políticas del Pueblo, las cuales negaron siempre, falsamente afirmando por el contrario su absoluta postración: condición necesaria para la afirmación de su propia auto-proclamada (y delirante) función prometeica que iba a sacar a este Pueblo de esa situación.

Pero este nuevo “activismo”: que “iba a sacar de la postración, la inconsciencia y el letargo a un Pueblo completamente alienado, embrutecido, vencido, rendido y sumiso, restaurando su conciencia y su voluntad perdidas” (según demencial y falsamente pretendían sus “dirigentes”), era ya, desde el inicio, el producto infantil, retardatario, refractario, reductor, reaccionario y suicidiario de la espontaneidad popular ascendente, que no encontraba cualificación ni definición ideológico-política. En realidad la misión fundamental del Eta: desde su nacimiento hasta su auto-disolución, ha consistido siempre en llevar al País a poner la cara en el lugar más apropiado para que se la rompan. Así el Pnv parió al grupo Eta, teniendo al Nacionalismo imperialista español y a sus Padrinos Occidentales como comadronas.

En cualquier caso, la inexorable capitulación  empezando por la electoral  del Eta en pos de la estela Pnv, y su “vuelta a casa del padre”, o sea: la “operación retorno”, quedó bien visible con su participación en las subsiguientes “elecciones generales” de Marzo-1979; momento en el que idearon su fraudulenta coartada de “la lucha institucional y la lucha armada”: bietan jarrai. Pero esos trucos de creerse más listos que nadie y jugar a todo a la vez: a un supuesto pacifismo gandhiano y sus tan innumerables como falsas “huelgas de hambre”, y al mismo tiempo a la “lucha armada”, no han engañado nunca a nadie que no sean sus propios adeptos y víctimas, a quienes han llevado al cementerio y a la cárcel y – al igual que ha hecho la burocracia Pnv con los suyos propios – han burlado, embrutecido, parasitado y explotado hasta el presente; ni han podido ocultar su identificación fundamental con su matriz original jelkide y su concepción euskadiana (que deplorable y funestamente ha ignorado siempre los datos y principios políticos fundamentales de nuestro Pueblo y su Estado); ni han impedido tampoco su deriva hasta la situación actual, que los ha llevado a todos ellos a reconocer la legitimidad del monopolio franco-español imperialista y fascista de la Violencia criminal: establecido a lo largo de los siglos sobre el Pueblo Vasco y su Estado – el Reino de Nabarra – mediante crímenes imprescriptibles, agresiones y conquistas militares, como si fueran un sistema, un régimen y un Estado (ya sean los de España o los de Francia) no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos, y a esos Estados imperialistas como los Estados propios; todo ello hasta el día de hoy.

En ambos momentos clave: “elecciones generales” de 1977 y 1979, los manifiestos puntualmente realizados por quienes pedían el boycott a las elecciones totalitarias fueron atacados: con la más sucia campaña de calumnia y descrédito y con la ayuda del monopolio mediático imperialista, por los agentes del grupo Pnv-Eta, recuperados por el régimen y a su servicio; los cuales iban a hacer posible, desde entonces y “desde dentro”, la penetración del imperialismo entre el Pueblo Vasco. Porque los Pueblos se atacan y arruinan desde fuera, pero se derrumban y se hunden desde dentro: el colaboracionismo y la complicidad indígenas los debilitan, los humillan y los ponen de rodillas.

La banda burocrática Pnv-Eta y sus satélites armados y desarmados apoyaron, aceptaron y reconocieron por adelantado – tácita y expresamente – como efectivo, legítimo, democrático y no-violento el Franquismo auto-reformado por la transición intra-totalitaria. Igualmente han falsificado también la idea misma del derecho de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos sojuzgados, llamándolo “derecho a decidir” con la vana esperanza de hacerlo así “compatible” con el régimen imperial-colonialista, y negando con ello tanto la realidad del imperialismo: incompatible con la Autodeterminación o Independencia de los Pueblos, así como la entidad nacional y política del Pueblo sojuzgado. A partir de ahí, los sucesos de los últimos cincuenta años son el simple desarrollo: deductible y deducido, previsible, previsto y declarado, de la estrategia imperialista y fascista establecida, que la burocracia Pnv-Eta ha asumido y la ha endosado al Pueblo Vasco.

En la cuestión cardinal de determinar el Pueblo, la Nación y el Estado, los portavoces aborígenes del amplio y multiforme conglomerado institucionalista armado y desarmado Pnv-Eta: en uso de los privilegios de propaganda que el “nuevo” régimen otorga a quienes de palabra o de hecho, parcial o totalmente lo reconocen y legitiman, dicen y hacen lo mismo que establecen el derecho y la propaganda del imperialismo, con algunas precauciones formales. Y ante todo y sobre todo, aceptan y reconocen como legítimo, democrático, no-Nacional-imperialista y no-violento el régimen de ocupación militar y el Franquismo auto-reformado por la transición intra-totalitaria, y al criminal Estado español totalitario, imperialista, colonialista y fascists como “el Estado” propio.


Como consecuencia de su conciencia de todo ello, los “radicales y los moderados” armados y desarmados han sido en todos estos años naturalmente adversarios de toda libertad de expresión. Saben que la libertad de crítica y el más mínimo debate ideológico harían imposible la dominación ideológica que ellos han impuesto, y pondrían de manifiesto su propia incapacidad teórica y práctica para afrontar legal e ilegalmente un conflicto político que han llevado a su punto de putrefacción.


Si en este País las ideas fundamentales sobre la realidad política siguen ignoradas, después de más de cuarenta años de pretendida democracia, ello es ciertamente por obra de los institucionalistas armados y desarmados, los cuales – junto con señalados periodistas mercenarios y renegados – se han asociado con el fascismo exógeno para asegurarse substanciosa participación en los monopolios de la propaganda, falsificar la realidad de los hechos realmente ocurridos, e impedir la irrupción de todo pensamiento libre. Y si en este País se ha dejado pasar una crisis intra-totalitaria del Franquismo por simple incomparecencia, y dos inmensas olas de decolonización a escala planetaria no han dejado aquí mas que su consiguiente resaca, ello es porque el Pueblo estaba debilitado por la guerra, la ocupación y el Terrorismo de guerra y de Estado, ciertamente; pero ante todo porque sufrió un sabotaje interno al estar dirigido, aturdido, infantilizado e idio[E]tizado por una supuesta clase política derrotista, corrompida, incapaz, ignorante, engreída, mesiánica, exhibicionista y recuperada por el imperialismo, e impuesta, publicitada, dirigida y financiada por los agentes y propagandistas del régimen de ocupación y las Potencias Occidentales. Una clase política vasca que no tenía la menor idea de aprovecharlas, ni el menor interés en descubrir la forma de hacerlo; mucho menos aún si ello implicaba tener que escuchar a alguien que no formara parte de su organización sectaria, dogmática, autoritaria y mafiosa.


Los institucionalistas moderados y radicales, armados y desarmados: componentes de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta, hicieron creer a sus seguidores y víctimas hace ya medio siglo que los agentes del imperialismo y el fascismo español – en versión Nacional-socialista de Falange-PsoE – eran en realidad nobles y dignos aliados democráticos con cuya real y fiable alianza una estrategia política viable podía y debía fundarse, y en cuyas instituciones y monopolios jurídicos ( = parlamentos) totalitarios: incompatibles con los derechos humanos fundamentales y ante todo con el derecho de autodeterminación o independencia del Pueblo Vasco (¡y que de hecho niegan la existencia misma del Pueblo Vasco y de su Estado, el Reino de Nabarra!), era posible desarrollar una política democrática. ¡Ésa es la quimera por la que Ajuriaguerra sacrificó el Gobierno vasco en el exilio! ¡Ésa fue la emponzoñada mentalidad y “estrategia” que él estableció y afincó en las burocracias Pnv y en sus hijuelas! Y en ésas mismas siguen hoy en día sus sucesores, a pesar de todo lo que ha llovido. Ni siquiera la reciente y rotunda afirmación del representante de Falange-PsoE: en el sentido de que con ellos en el Gobierno Catalunya jamás será independiente, los hará cambiar de opinión.


(Obviamente, el imperialismo ni se molesta ya en hablar de la independencia de nuestro País, porque nadie en su sano juicio habla de un problema que no existe: si ni siquiera los propios “partidos nacionalistas vascos” se reclaman independentistas, entonces el asunto está resuelto por ellos mismos! Bien entendido: no son los partidos del imperialismo – que son simplemente humo – los que garantizan su continuidad, ya sea en el Principado de Catalunya o en el Reino de Nabarra. Una cosa es que, por supuesto, esos partidos deban decirlo así ante su clientela, dado el Nacionalismo imperialista virtualmente universal del pueblo español y ante todo de su Ejército: única clase política y poder reales, a los cuales esos partidos se deben y que se ven obligados a contentar con “patrióticas” – léase imperialistas – proclamas; y otra bien distinta es lo que ellos pintan en esa realidad imperialista, garantizada estrictamente por la ocupación militar que dichos partidos simplemente gestionan/camuflan. En última instancia, lo que desde 1977 está haciendo posible la continuidad del imperialismo en los Estados ocupados es el colaboracionismo de las pretendidas clases políticas indígenas “catalana y vasca”: integrantes auxiliares del régimen fascista de ocupación militar al que ellos llaman democracia. Sin su decisiva ayuda, jamás habría podido el actual régimen del Segundo Franquismo consolidarse como lo ha hecho.)


Mientras tanto, la burocracia liquidacionista Pnv-Eta suspira por echarse en brazos de Falange-PsoE, sus franquicias locales, o similares agentes del nacional o el social-imperialismo español; y correría emocionada hacia ellos a su más leve – e incluso renuente – insinuación o señal de llamada. La supuesta clase política indígena ha eliminado así hasta la capacidad del Pueblo Vasco para hacer la distinción decisoria y decisiva entre “amigo-enemigo” y para comprender la naturaleza misma del régimen imperialista; ha desconectado o invertido sus instintos básicos de conservación y fuga y su sistema inmunitario; y ha destruido sus defensas naturales o artificiales, bio-sociológicas y político-ideológicas. El colaboracionismo: desde el Pnv tradicional u oficial hasta su corolario el Eta, es el SIDA del Pueblo Vasco frente al imperialismo.


Frente a esta obstinada y endurecida banda de cretinos y/o sinvergüenzas agentes del imperialismo, el Pueblo Vasco mantendrá siempre la constante afirmación de su originario, imprescriptible e inalienable derecho internacional de independencia, libre disposición o autodeterminación, el cual implica COMO CONDICIÓN PREVIA la exigencia de retirada incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de subyugación imperial-colonialista de las Potencias ocupantes, fuera de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado ocupado, el Reino de Nabarra.

Simultáneamente, y mientras tanto, es preciso mantener una total negativa a colaborar con el imperialismo y sus instituciones totalitarias, y con cualquier ente individual o colectivo que, por rechazar – bien sea en la teoría o en la práctica – estas posiciones democráticas mínimas, se constituye por ello mismo y desde ese mismo momento en agente al servicio del imperialismo español y francés.

 

DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!


¡BOYCOTT TOTAL LOS IMPERIALISTAS FASCISTAS, SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR! –  ALDE HEMENDIK!


¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!

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