De “mesas de diálogo” y otras supercherías

De “mesas de diálogo” y otras supercherías

El funcionario Pere Aragonès: viendo las orejas del lobo que aparecen en el horizonte, ha dicho en su discurso navideño que en 2022 tiene que haber “avances tangibles en la mesa de diálogo”, para que “esa mesa no encalle”... o se desplome. (Aun así su posición, como todo el mundo sabe, se sitúa a distancias siderales de las del burócrata funcionario español Iñigo Urkullu, quien es un fiel agente del fascismo español que él llama “democracia” plena y punto.)

Pero esa “mesa” nació ya encallada y sin patas; y lo que él anuncia es una venda “por si se produce una herida” o una realidad que se ha producido ya. Esa “mesa” no va a ninguna parte, porque mientras que Aragonès la plantea como un instrumento “para conseguir avances tangibles” en la agenda hacia la independencia de Catalunya, en cambio para el Nacional-socialista español Sánchez y su partido Falange-PsoE esa “mesa” consiste estrictamente en “su agenda para el reencuentro con Cataluña y para que disminuya la pulsión por la secesión”. Es decir: para debilitar y dinamitar la Autodeterminación o Independencia del Pueblo Catalán, que él – como buen agente ideológico del imperialismo español que es – llama “secesión”. ¿Es posible una mayor disparidad y contradicción a la hora de ver y valorar una misma cosa? En cualquier caso, ¿qué importancia puede tener lo que crea – o diga creer – al respecto quien NO tiene el poder, frente a lo que dice y mantiene quien – respaldado por su ejército de ocupación – SÍ lo tiene?

Príncipe Faisal: “Es de todos conocido que el Consejo Árabe tomó el poder [Damasco, 1-Octubre-1918] en mi nombre.”

General Allenby: “No tiene el poder, Señor, es una ilusión.” (Lawrence de Arabia.)

¡Pero, al menos, los imperial-colonialistas británicos no pretendían que el régimen que les imponían a los Árabes en sus propias tierras era la democracia, como sí hacen los neo-Franquistas españoles en el Reino de Nabarra y el Principado de Catalunya gracias a los traidores autóctonos!

El hecho de que tales trucos y engaños puedan tener el mínimo curso entre la opinión pública, y consigan su finalidad de hacer perder el tiempo debatiéndolas, muestra el grado de intoxicación ideológica y degradación mental al que se ha llevado al Pueblo, de la mano de una pretendida clase política intelectual y moralmente corrompida y recuperada por el imperialismo franco-español. Ahora bien, sólo los incorregibles visionarios del voluntarismo irracional pueden creer que la auténtica realidad de los hechos corresponde a las ensoñaciones de Aragonès; y que es Sánchez y el PsoE quienes se engañan y engañan a los Españoles, y no aquél quien se engaña a sí mismo (?) y desde luego a los Catalanes.

El wishful thinking de Aragonès, quien – “por si esa negociación encalla” – hace “un llamamiento a construir alternativas” basándose para ello en la “incorporación de las enseñanzas que proporciona la experiencia reciente”, muestra en realidad que no incorpora ninguna enseñanza; y ello porque o bien es incapaz de aprender nada, o porque simplemente no le interesa hacerlo, ya que de ese modo pondría en peligro su nómina como representante ordinario del Estado español en su “comunidad autónoma” española.

Y sin embargo, lo cierto es que, aunque Aragonès esté totalmente desprovisto de poder real: como la criatura del régimen fascista de ocupación que es, éste lo necesita para que siga haciendo creer al Pueblo Catalán en esta farsa de “democracia” en la que vive; para impedirle que visualice la NECESIDAD Y POSIBILIDAD de su BOYCOTT TOTAL a ese régimen como ÚNICO CAMINO para liberarse de él; y para que, al contrario, siga llevándolo a las urnas fascistas cada vez que el régimen llama a las “elecciones generales”. Es por ello, en particular: para cumplir esos fines del régimen imperialista y fascista mientras hace creer al Pueblo que busca su liberación, por lo que Aragonès sigue planteando la dicotomía y separación entre “las dos cosas a las que los Catalanes no pueden renunciar”: según lo dice él como si fueran dos cosas distintas y separadas, CUANDO SON UNA Y LA MISMA COSA.

Estas dos cosas: según él separadas y distintas, son por un lado “la democracia”, que él erróneamente identifica y ha asumido que es “las votaciones” y lo que él llama “el referendum de autodeterminación”; y por el otro “la independencia de Catalunya”, que según él lo plantea no sería lo mismo que la democracia. En otras palabras, está diciendo que el régimen imperialista y fascista español de ocupación militar no es tal sino que es democrático: que es lo que ante todo el régimen NECESITA que diga. Y a partir de esa posición que es la piedra angular del régimen del Segundo Franquismo: la cual desde 1977-79 hasta el día de hoy está siendo asumida por la pseudo clase política vasca y catalana debido a su estupidez, alienación y corrupción (en la medida en que todo ello no sólo es compatible sino que mutuamente se retro-alimenta y refuerza), la ruina de toda política democrática es inevitable.

(Véase el texto ‘El olmo no puede dar peras; ni el imperialismo, democracia’, publicado en esta página el 1-Septiembre-2018.)

A partir de esta intoxicación ideológica y corrupción a todos los niveles, la implementación de una estrategia de liberación nacional frente al imperialismo franco-español deviene imposible. A este respecto, reproducimos un párrafo del texto ‘Derechos humanos y democracia’, cuyo texto completo – en Español e Inglés – puede verse en el blog de Nabarra-ko Erresuma:

“Los derechos humanos y las libertades democráticas en general son inconciliables con el imperialismo y el colonialismo. El imperialismo no es ‘compatible ni incompatible’ con la democracia, es excluyente de ella: imperialismo y democracia son contradictorios. La idea de ‘democracia imperialista o colonialista’ es contradictoria en los términos: si hay democracia, no hay imperialismo; si hay imperialismo, no hay democracia. Por tanto, la Autodeterminación o Independencia de los Pueblos frente al imperialismo no es un fin o resultado aleatorio de la democracia, es constitutiva de ella: sin Autodeterminación o Independencia de los Pueblos sojuzgados, no hay democracia. Un ‘imperialismo democrático’ es una simple contradicción en los términos: no existe ni puede existir, no ha existido ni existirá jamás. El imperialismo no es una ‘opción’ democrática sino todo lo contrario.”