A los héroes que en el Castillo de Amaiur defendieron la independencia del Reino de Nabarra, luz perpetua - 1522

A los héroes que en el Castillo de Amaiur defendieron la independencia del Reino de Nabarra, luz perpetua - 1522

 

Ésta, con alguna variación que nos hemos permitido introducir, es la traducción de la inscripción en Euskara que figura – que debería figurar expresamente, además de estar contenida implícitamente – en el monolito erigido en 1922 en el lugar donde estuvo el Castillo de Amaiur, que en un día como hoy de hace quinientos años: 19 de Julio de 1522, cayó en manos de los agresores hispanos contra el Reino de Nabarra, tras haber hecho saltar por los aires sus defensas previamente minadas y hechas estallar con pólvora. No fue éste el último foco de resistencia que mantuvieron los defensores de la independencia de nuestro Estado, puesto que la bandera roja del Reino de Nabarra continuó ondeando aún en la fortaleza de Hondarribia hasta el 29 de Abril de 1524.

 En cualquier caso eso no significó el final del Reino de Nabarra. Bien al contrario continuó existiendo como tal Reino y era internacionalmente reconocido, incluso por sus agresores. Es decir, según la Monarquía Católica, a partir de su conquista el Reino de Nabarra simplemente tenía otra dinastía de reyes, la hispana: algo que ni siquiera fue reconocido JAMÁS por la Santa Sede; pero, por lo demás, el Reino de Nabarra subsistía como otro reino más, agregado “en la corona real destos dichos reinos de Castilla, e de León, e de Granada etc. [...] para siempre jamás”, según la fórmula acuñada en aquellas auto-denominadas “Cortes de Incorporación” de Burgos en 1515, celebradas sin la presencia ni la aquiescencia de un solo natural del reino ocupado. Por tanto, el Reino de Nabarra no fue nunca “incorporado”, “unido” ni “reunido” al Reino de Aragón o al Reino de Castilla; ni se habló jamás para nada de “Reino Unido” sino que fue agregado como otro Reino más, según los propios actos de los ocupantes. Actos por supuesto criminales y nulos de pleno derecho: ‘Ex iniuria ius non oritur’. (Del acto ilícito no surge derecho.)

 La auténtica realidad era bien distinta de lo que la Monarquía Católica pretendía imponer y que de hecho – es triste tener que decirlo – su labor propagandística consiguió imponer: incluso en las mentes de pretendidos “nabarristas”, hasta el día de hoy. Esta distorsión consistió en identificar y confundir el Reino de Nabarra (es decir un Estado: la persona jurídica de máximo rango en el derecho internacional) con LOS TERRITORIOS sud-pirenaicos de ese Estado; y, finalmente, en hacer desaparecer de la mente de nuestros compatriotas la idea fundamental de que el Reino de Nabarra continuó plenamente efectivo e internacionalmente reconocido, fuera del alcance de la Monarquía Católica. Porque, incuestionablemente, después de esa conquista nuestro Estado continuó vigente y operativo con sus propias Instituciones, dinastía legítima y territorio propio – aunque reducido – al norte de los Pirineos, a partir de 1530. Y tras la imposición del Reino unido de Francia y de Nabarra por el Edicto de Pau (“Edicto de Unión”) en 1620: una fusión impuesta mediante ocupación militar por quien era – en simple unión personal – Rey de Francia y de Nabarra (pero que fue inmediatamente rechazada por nuestros Estados Generales y que quedó por lo tanto igualmente ilegal y nula de pleno derecho), nuestro Estado perduró de todos modos, y siguió siendo formal e internacionalmente reconocido hasta 1830 en la forma de Reino de Francia y de Nabarra.

(Véase, a este respecto, nuestro trabajo ‘Restauración de nuestra estatalidad: un proceso que comienza por la de-colonización mental’, publicado en el blog de Nabarra-ko Erresuma el 9-Febrero-2021 en Español, Francés e Inglés.)

La ficción de “cesión” a la Monarquía Católica de los territorios del Reino de Nabarra que ilegal y criminalmente ocupaba al sur de los Pirineos, más el Valle de Valcarlos: realizada por Mazarino como representante plenipotenciario del rey de Francia y de Nabarra en el llamado “Tratado de los Pirineos” (1659), constituyó un nuevo acto de traición a las leyes fundamentales del Reino – y por tanto nuevamente ilegal y nulo de pleno derecho –  que definitivamente deponía ‘per se’ a aquel monarca y a sus sucesores como reyes legítimos de Nabarra; quedando nuestro Estado a partir de entonces y hasta el día de hoy como un Reino con sede vacante: un Reino sin rey. (Como es evidente, mientras que no puede haber rey si no hay un Reino, por el contrario puede perfecta e indefinidamente haber un Reino sin rey o monarca, que puede ser re-emplazado con la Institución de una Cancillería electiva que represente la jefatura del Estado.)

Sin embargo, en la ficción creada por la propaganda de los agresores hispanos: una propaganda que han conseguido sea asumida por la imaginación y el universo mental y conceptual de nuestro Pueblo e incluso de quienes se dicen contrarios a la agresión y conquista hispanas, aquello fue el final del Reino de Nabarra, que – según todos ellos dicen – “existió pero ya no existe”. (En esa inscripción del monolito que hemos indicado, ni siquiera aparece el nombre de nuestro Estado: Reino de Nabarra.) Naturalmente, esa concepción global de lo sucedido – en línea con la propaganda de los ocupantes – no sólo es falsa, es además funesta, puesto que está diseñada precisamente para hacer desaparecer todo recuerdo y afirmación de la continuidad y actualidad de nuestro Estado, como corresponde a la auténtica realidad que el imperialismo español debe destruir. Hemos expuesto ampliamente estas cuestiones en el ‘Manifiesto del Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional’, recientemente publicado en Español, Euskara, Francés e Inglés.

Nos enfrentamos por tanto a una tarea que consiste en restaurar la visión de nuestra propia realidad histórica-sociológica, distorsionada en la mente de nuestro Pueblo por la acción del imperialismo franco-español. Éste, con el apoyo de sus agentes auxiliares autóctonos estúpidos y/o corruptos (éste es un dato crucial), trabaja por el contrario en la constante recuperación y destrucción de hechos y símbolos que puedan servir para la instauración de una ideología consecuente de liberación frente a su criminal dominación.

 

El dato-clave – en esa recuperación/destrucción del hecho histórico que estamos con-memorando – consiste en que, en el planteamiento que estos agentes establecen, su recuerdo queda reducido a una “emocionada (e hipócrita) celebración” del pasado, y lo que presentan es simplemente “el recuerdo” de un hecho lejano sin ninguna conexión con la realidad actual, que para ellos es legítima y democrática dentro de lo que llaman “el Estado” (español o francés: precisión que ellos jamás indican por juzgarla innecesaria, puesto que para ellos son los Estados propios y los únicos que hay). Esto corresponde a la posición global que mantienen estos agentes locales del imperialismo franco-español, los cuales NIEGAN cualquier imperialismo real y actual sobre nuestro Pueblo y Estado, y ACEPTAN la realidad actual; la cual, “si acaso fue en otro tiempo injusta, ilegal y cruel”, ahora ya ha quedado moral y jurídicamente “sanada”, convalidada, legitimada y democrática, según vienen a decir. A fin de cuentas, si ni siquiera los franquistas españoles son ya fascistas sino que desde 1977 pasaron todos a ser demócratas de toda la vida de la noche a la mañana, ¿a qué viene hacer ahora aspavientos y ‘revival’ sobre lo que ocurrió hace quinientos años? 

 La desvergüenza alcanza cotas inimaginables. Según se aproximaba “la conmemoración”, una nube de carroñeros ha visto la posibilidad de rentabilizar la muerte y la desgracia de aquellos patriotas; y así, mientras tienen buen cuidado de no hacer crítica alguna contra EL ACTUAL régimen español de ocupación militar: fundado sobre la agresión que aquellos patriotas combatieron y que no pudieron repeler, se han lanzado a producir una serie de sub-productos en forma de “cómics” o libros con los que intentan “hacer caja” y beneficiarse.

Por supuesto, nada tenemos contra la auténtica divulgación de ideas: que amplifica la expresión de las tesis del progreso democrático frente a las de la reacción totalitaria, representada por la ocupación española de nuestro País y “legitimada” actualmente por “el voto y las elecciones” (dentro de España). Pero en tal caso, la divulgación POTENCIA el planteamiento global de la Resistencia, es decir: su BOYCOTT TOTAL frente a la dominación extranjera franco-española; en cambio, en el caso de estos oportunistas sin escrúpulos, sus sub-productos SUPLANTAN ese planteamiento global, que queda oculto “para no molestar a nadie”. En el prólogo de uno de esos libros, su autor dice que se aproxima a aquellos hechos “al margen de la posición que cada cual pueda tener sobre ellos”. Como si se tratara de una “historia neutra”, vamos, cuando de lo que se habla es de crímenes imprescriptibles contra nuestro Pueblo y su legítimo Estado.

Según hemos indicado, el objetivo de estos mercaderes no es contribuir a armar una ideología y una estrategia que hagan frente a la agresión, la dominación y “la legalidad” ACTUALES del imperialismo español, fundadas sobre sus agresiones del pasado; un objetivo que ellos ni están capacitados para implementar, ni se plantean, ni tienen el menor interés en asumir o apoyar; ni siquiera cuando saben que ha sido formulado ya por el Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional, lo cual por el contrario se dedican a ocultar y sabotear. El verdadero objetivo de estos farsantes: mientras fingen oponerse al régimen de ocupación con un simulacro de “resistencia” que se limita a “denunciar” sólo agresiones DEL PASADO, consiste en explotar económicamente – mientras sigan dando resultados – las vetas que les ofrece la situación de dominación de nuestro Pueblo (o sea, los acontecimientos desgraciados que jalonan nuestra historia), para abandonarlas a continuación cuando se agotan y pasar a explotar otras nuevas bajo esas mismas premisas. Obstaculizan con ello al Pueblo Vasco la correcta comprensión de su realidad actual: desviando su atención sobre “los injustos sucesos del pasado”; y sabotean así la respuesta estratégica global que debe oponer, aquí y ahora, al imperialismo franco-español. La total negativa de ellos a denunciar al actual régimen fascista español de ocupación militar, y a la burocracia liquidacionista Pnv-Eta que lo sostiene como “legítimo y democrático”, es reveladora.

En esta funesta línea de actuación, una de las estampas más obscenas que nos ha dejado “la conmemoración” por el quinto centenario de la Batalla de Amaiur es su desvergonzada utilización por “políticos abertzales vascos” quienes, tras haber reconocido como legítimo, democrático y propio el Estado que se creó con aquella invasión y aquellos crímenes (y con todos los que había habido antes de ellos desde la agresión de Atapuerca en 1054 y que continuaron después, hasta la última agresión de 1936-7), aprovechan la efeméride para venir a Amaiur a posar, hacerse fotos y salir en la televisión española que llaman “euskal telebista”: iimágenes que aprovecharán para adornarse y engañar mejor a nuestro Pueblo cuando, en “las próximas elecciones” españolas que acabarán llegando, ellos le pidan una vez más el voto con el que desde hace medio siglo estos impostores y traidores están reconociendo el criminal régimen fascista español como el régimen y “el Estado” propios del Pueblo Vasco, según ellos, y por supuesto no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos.

Ahora bien, estos miserables son la negación y antítesis de lo que significó la resistencia de aquellos héroes. Aquéllos mantuvieron la posición de aquel castillo, que defendía el Reino, y se negaron por completo a rendirse y reconocer la legalidad de la situación que los conquistadores imponían mediante armas y crímenes, y algunos perdieron la vida y todos su prosperidad. Ahora no se nos pide tanto. Lo único que se nos pide es que, a tenor de los nuevos tiempos que afrontamos, seamos capaces de mantener sin concesión alguna la actual posición inexpugnable que nosotros tenemos a nuestro alcance, que debemos defenderla y podemos hacerlo sin costo alguno (como no sea tener que renunciar a un sueldo de traición), y que se concreta en el mantenimiento de un principio fundamental y elemental de doble afirmación nacional y estatal del Pueblo Vasco y de su Estado:

 

1/ Afirmación nacional del Pueblo Vasco, o sea: su imprescriptible e irrenunciable derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos: primero de los derechos humanos fundamentales y condición previa de todos ellos, según la ley internacional, cuya condición previa de posibilidad implica la exigencia de evacuación incondicional e inmediata de las fuerzas de ocupación españolas y francesas, fuera de los Territorios históricos del Pueblo Vasco, y

2/ Afirmación estatal de nuestro Estado que sigue siendo el mismo que ellos defendieron, el Reino de Nabarra, con absoluto rechazo a reconocer y admitir el Estado fascista de ocupación militar de España y de Francia, sea cual sea su forma.

 

Entonces, cuando su actuación política concreta consiste precisamente en LA NEGACIÓN O EL ABANDONO de esas dos afirmaciones, ¿a qué han venido a Amaiur traidores como Garaikoetxea y Ortuzar, Aizpurua y Pozueta: representantes de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites, quienes reconocen el criminal régimen español de ocupación militar instaurado sobre el Pueblo y el Estado Vascos como legítimo y democrático, y participan en el monopolio jurídico o parlamento español que niega nuestro Pueblo, nuestro Estado y nuestras leyes; a qué han venido, decimos, si no es a profanar el recuerdo de aquellos héroes? Como hemos indicado, en los tiempos actuales no es preciso ni se nos pide que demos la vida defendiendo un castillo; nos basta con defender y mantener, en la teoría y en la práctica, esos principios con valentía y honestidad. Pero esos “abertzales”, y los partidos a los que ellos representan, llevan casi cincuenta años reconociendo el régimen fascista español de ocupación militar, y a su Estado criminal del Segundo Franquismo, como democracia y “el Estado” propio del Pueblo Vasco, y están siendo pagados por ello.

Iniciaron su traición en 1977, a pesar de haber sido advertidos de lo que iban a hacer, y siguen haciéndolo a día de hoy con plena conciencia de lo que hacen. ¡Y aun así, tienen el atrevimiento de presentarse en Amaiur cuando recordamos a aquellos héroes por la independencia de nuestro Pueblo y Estado que éstos han abandonado y liquidado, aceptando por el contrario como legítima y democrática la legalidad criminal que aquellos criminales agresores establecieron precisamente sobre la conquista y sobre la muerte o la terrible desgracia de aquellos héroes, a los que fingen homenajear pero de los que en realidad se mofan mientras siguen cobrando de los conquistadores y reconociéndolos como sus legítimos amos!

¿Puede haber mayor oprobio, puede haber mayor ignominia? Los ediles o representantes municipales de Amaiur: que han sido sorprendidos en su buena fe al recibir en su localidad y agasajar a estos traidores, deberían haber sido más prudentes y haber evitado esas imágenes para la posteridad, que los avergonzarán. ¿De verdad creen esos vendidos que la infamia que llevan haciendo desde hace casi medio siglo va a salirles gratis, y que no quedará para la historia de nuestro Pueblo, sólo por el hecho de que ellos tienen a su disposición su televisión española local con la que día tras día están españolizando e idiotizando a la población?

 

Que nadie se llame a engaño. Sin romper con el régimen imperialista y fascista español de ocupación militar y con su criminal Estado ocupante; sin abandonar INMEDIATAMENTE – sacudiéndose hasta el polvo de él – su parlamento imperialista que afirma tener jurisdicción legítima sobre nuestro País y nuestro Pueblo; y sin abrazar una política de Unidad popular y Salvación nacional: establecida – tras haber dejado de lado todo divisionismo interno – ÚNICAMENTE sobre esas dos afirmaciones y sobre el BOYCOTT TOTAL, tanto contra quien total o parcialmente no los asuma públicamente así como contra las “instituciones y elecciones generales” totalitarias españolas; sin hacer todo eso, no habrá la menor posibilidad de conciliación. Cuanto más tiempo pasen sin hacerlo, tanto peor será para todos pero también para ellos, porque su denuncia jamás cesará. ¡Ningún voto para los traidores!

 

El Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional hace un llamamiento al Pueblo Vasco y a los representantes de sus Territorios históricos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Laburdi y Zuberoa: sujetos constituyentes del Reino de Nabarra junto con sus seis Merindades (y sus disjecta membra, a quienes también convocamos), para realizar un gran movimiento de unidad y de restauración de nuestro Estado, el Reino de Nabarra. Un instrumento que nos es más que nunca imprescindible – en este mundo globalizado y de enormes desafíos – para la protección y el desarrollo de nuestro Pueblo. El Espíritu de la Defensa de Amaiur, que – por encima de cualquier diferencia particular que pudiera haber entre ellos – aquellos patriotas mantuvieron y pusieron en práctica: con su unión frente al criminal agresor extranjero y en defensa de aquella posición estratégica que era el Castillo de Amaiur, es el mismo espíritu que debe unirnos también a todos nosotros ahora en el mantenimiento del doble principio estratégico fundamental indicado, el cual constituye actualmente un baluarte inexpugnable para nuestras posiciones, que no podrá ser minado ni destruido por el imperialismo.

 

(Véase el texto: ‘Reino de Nabarra del siglo XXI. Frente al “nuevo” discurso pseudo-nabarrista de los Renegados indígenas: Espíritu de la Defensa de Amaiur’, publicado en el blog de Nabarra-ko Erresuma el 13 de Febrero de 2021.)

DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!

¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!

¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!

¡BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS, Y A SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR!

ALDE HEMENDIK!

¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!!  –  GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!