El Pueblo Vasco bajo el Imperialismo franco-español (extractos)
(Texto publicado inicialmente el 19-Septiembre-2020.)
El Pueblo Vasco bajo el Imperialismo franco-español (extractos)
“Los Pueblos sólo se movilizan por grandes causas y en todo caso por la Libertad nacional; no lo hacen para fines que no lo merecen. Un Pueblo sojuzgado puede tener conciencia de su realidad nacional, política, histórica y sociológica, sin llegar por eso a acceder al ‘momento’ político, es decir: a la condición de actor de nivel estratégico, que es lo único que lo capacita para ser el protagonista de su propia política. Y es que la política o bien es estrategia, o de lo contrario no es nada.
“El Pueblo que
carece de estrategia propia hace necesaria e inevitablemente la de los demás. Es
por ello que si un Pueblo ya sojuzgado bajo el imperialismo no afronta el imperativo
estratégico, es decir, si no desarrolla su voluntad de libertad nacional DENTRO
de una estrategia propia: ÚNICA realidad que lo cualifica permanentemente para
las luchas ideológicas y políticas internacionales, entonces más pronto o más
tarde está fatalmente perdido. Y ello aunque se agite y agote en permanentes acciones,
afirmaciones, investigaciones o performances – folklóricas, sociales,
históricas o culturales etc. – de nivel infrastratégico.
“Sin base
estratégica propia, y en la sociedad ideológica y psicológicamente enferma y
maltrecha que corresponde a un Pueblo sojuzgado bajo un imperialismo absoluto –
Nacionalista, colonialista y de ocupación militar durante siglos – como lo es
el español y el francés sobre el Pueblo Vasco, su oposición: desviada,
extraviada y bloqueada por una pretendida intelligentsia y una ‘clase política’
incompetente, corrupta y recuperada, se agota, degrada y desintegra; oscila
entre colaboración y atentados. En estas condiciones, las inevitables
consecuencias siguen dándose en todos los campos, y legalidad e ilegalidad se
destruyen mutuamente. Las prestaciones de una tal ‘intelligentsia y clase
política’: consistentes en oportunismo, demoralización, demovilización e inhibición,
llevan a la sumisión, la colaboración, la complicidad y la traición, en un
proceso acelerado e irreversible de liquidación política, letal para toda
oposición democrática. Los Pueblos se atacan y se arruinan desde fuera, pero se
derrumban y se hunden desde dentro: el colaboracionismo y la complicidad
indígenas los debilitan, los humillan y los ponen de rodillas.
“Un Pueblo
sojuzgado que bajo el monopolio de la violencia resultante de la guerra y la
ocupación militar – ya sea extranjera o doméstica – no es capaz de afrontar
moral y materialmente la realidad del imperialismo y el fascismo, ha elegido ya
la sumisión, fase primera de su liquidación. Si, prefiriendo las ilusiones a la
realidad, no quiere o no puede ver y afrontar el imperativo estratégico, nadie
lo hará por él.
“En política, y ante la realidad del imperialismo y el fascismo, la simple voluntad de los Pueblos no cuenta para nada, a menos que éstos sean
capaces de constituir la fuerza: estratégicamente estructurada, con que pueden
realizar su voluntad. El Pueblo que – como base y estructura de su
comportamiento – renuncia al imperativo estratégico; o que carece de estrategia
propia, inevitablemente adopta la estrategia y hace la política del fascismo y el
imperialismo; el resto es palabrería.
“Sin
estrategia no hay política, y la pretendida clase política vasca: formada por
la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites y sucursales, desde hace
más de cuarenta años por lo menos no es que tenga una estrategia equivocada, es
que no tiene ninguna excepto la del poder imperialista establecido. Guiado por
dicha ‘clase política’, toda la virtualidad popular del Pueblo Vasco se ha
visto arruinada por retraso, primitivismo y subdesarrollo cultural, ideológico
y político, gracias al decisivo concurso de los institucionalistas ‘moderados y
radicales’, armados y desarmados.
“Sin
estrategia no hay tampoco táctica: las opciones tácticas, que sólo existen
dentro de un planteamiento estratégico, desaparecen con la ruina de éste. Sólo
una oposición estratégicamente diferente del imperialismo permite combatirlo
desde dentro y desde fuera, “legal” e ilegalmente. Una estrategia con algún
contenido auténtico puede en mayor o menor medida estar equivocada; pero su
propia dinámica y su efecto: ideológica y políticamente integrador, son ya un
avance inestimable sobre la ausencia de estrategia
“En el mundo
en que vivimos no hay trucos, atajos, rodeos ni soluciones de facilidad que
permitan a las fuerzas populares hacer la economía de una línea estratégica
acorde con la realidad de las fuerzas en presencia; y – como todos los Pueblos
del Mundo han comprendido – aparte de la independencia nacional garantizada por
un Estado propio, no hay ningún sucedáneo que pueda asegurar la pervivencia
nacional de un Pueblo que ha sido sojuzgado por el imperialismo. El que todavía
no se ha enterado de eso, es un peligro mortal para el grupo social que dice
representar o defender.
“Por desgracia, la historia moderna del Pueblo Vasco es exponente de su dificultad e incapacidad recurrentes para acceder al nivel estratégico – e incluso para comprender la naturaleza misma de la política – bajo las nuevas condiciones creadas por el ‘moderno’ imperialismo-totalitarismo de Españoles y Franceses: los Pueblos y Estados predadores de siempre. En tales circunstancias, la ‘intelligentsia’ y la supuesta clase política vascas iban a mostrarse incapaces incluso de comprender la naturaleza de las nuevas falsificaciones y armas ideológicas contra la libertad de los Pueblos, surgidas desde el comienzo mismo de la Edad Contemporánea; y por supuesto también incapaces de proporcionar a nuestro Pueblo protección alguna frente a ellas.
“Creadas y puestas al día estas falsificaciones y armas ideológicas por teóricos de Pueblos y Estados dominantes y predadores, tales mistificaciones fueron inmediatamente adoptadas para ocultar y “legitimar” el imperialismo de Franceses y Españoles; cuyo eterno y criminal Nacionalismo imperialista y colonialista: camuflado ahora como ‘libertad, igualdad, fraternidad, derechos humanos y democracia’ gracias a las manipulaciones ideológicas elaboradas por la “revolución francesa”; y como ‘socialismo y comunismo’ según las de la “revolución rusa”, era aceptado y asumido por las incompetentes y minadas ‘clases dirigentes vascas’, y repercutido por ellas al Pueblo Vasco para su confusión y debilitamiento.
“La simple
consideración de sus productos culturales permite apreciar que no le han
faltado a nuestro Pueblo cronistas y documentalistas, más bien que
historiadores; ni etnógrafos, más bien que sociólogos. Y que ha tenido
filólogos, más que lingüistas; leguleyos y administradores, más que juristas; y
teólogos y moralistas, más que políticos; pero la cuestión estratégica: objeto
final del arte y la ciencia aplicados de la guerra y la política en general, ha
sido constantemente ignorada. En su lugar, discursos idealistas, wishful
thinking, cuentos chinos, novelas rosa y poemas románticos ocupan la literatura
y los discursos oficiales. Campión y Arana-Goiri no escapan a esta triste
realidad.
“En las
condiciones políticas, económicas y culturales que siguieron a la conquista de
nuestro País por el imperialismo franco-español, la ausencia de una escuela
propia de las ciencias sociales se hace cruelmente notar, y ello no se ha
subsanado nunca. En vez de ello, todas las facciones ‘institucionalistas
vascas’: vitalmente unidas al régimen imperialista franco-español de ocupación
militar, tienen manifiesto interés en mantener a nuestro País en el subdesarrollo
cultural e ideológico; el cual es efecto – y a su vez causa – del subdesarrollo
político.
“Políticamente
aherrojado, e ideológicamente amordazado por el fascismo internacional, el
Pueblo Vasco ha demostrado de nuevo, durante los últimos cincuenta años
correspondientes al Segundo Franquismo, su incapacidad estratégica para
afrontar el imperialismo franco-español. Su inteligencia política: lastrada por
el subdesarrollo y la perversión de la cultura, y embotada por la dominación
alienígena y el colaboracionismo indígena, está hoy tan deteriorada que le
impide comprender, cuando más falta le hace, la naturaleza misma de la política
y el imperialismo.
“Majaderías y
engañabobos ideológicos tales como ‘la vía institucional y la lucha armada, la
no-violencia, el derecho a la vida como valor supremo y sagrado, el diálogo y
la persuasión como medio para resolver los problemas políticos’ etc. ponen en
evidencia el retraso de la supuesta clase política sobre la situación y la
capacidad reales del Pueblo que dicen representar, al que han reducido a la
indefensión, la división y la nulidad ideológicas y políticas. Han arruinado
así tanto la resistencia ilegal como la legal, a las que han privado de toda
referencia estratégica. La revolución democrática derivó en reformismo fascista
y cretinismo electoralista y parlamentario. Cretinismo ‘institucional’ e
infantilismo ‘armado’ no integran dos términos de una alternativa política;
son, por carencia constitutiva, la misma cosa.
“Frente al
imperialismo y al fascismo, la vía institucional y los atentados no tienen la
menor posibilidad de éxito. La vía institucional, que pretende amansar al
ocupante mediante la sumisión, la colaboración y la complicidad en sus
crímenes, sólo consigue aumentar el desprecio que los aborígenes serviles y
corrompidos inspiran al conquistador. En cuanto a los atentados, cuya propia
incapacidad los hace políticamente inofensivos, sólo exasperan la natural
ferocidad, la irritación, la impaciencia y el furor xenófobo del predador.
“‘Vía
institucional’ y ‘lucha armada’ eran el letal sucedáneo ofrecido al Pueblo
Vasco por las burocracias que pretendían dirigirlo, tras haber abandonado y
liquidado a partir del Pacto de Múnich (1962) la estrategia de
institucionalización nacional en que se había fundado la unidad democrática de
sus fuerzas populares. Una unidad que había sido posible sólo sobre la base de
la oposición estratégica al imperialismo, y cuyo restablecimiento: imposible a
partir de la liquidación de esta oposición, no se ha logrado nunca desde
entonces; habiéndose producido por el contrario la mayor división y más
completa incomunicación entre la base política del movimiento abertzale, junto
a un descrédito internacional sin precedentes. Las bases para la consolidación
del Segundo Franquismo quedaban así establecidas.
“En tales
condiciones, la nueva ‘oposición’ oficial: desde el Pnv tradicional al Eta (junto
con sus diversos satélites, sucursales y dependencias en general), constituye
un conglomerado solidario. Sus denominaciones de uso general – impuesto o
aceptado por todos ellos – de ‘derecha e izquierda abertzale’, muestran que sus
componentes se reconocen mutuamente en su política e ideología respectivas. La
complementariedad funcional de ‘moderados y radicales’ hace de ellos ‘rivales’
ideales: cada grupo presentándose como remedio a la inepcia e incapacidad del
otro.
“Ambos grupos se
producen y reproducen mutuamente, y se nutren de la noria genética de
movimiento continuo – si no perpetuo – que produce partidarios de ‘la lucha
armada y la guerra revolucionaria’ con los desengañados y desesperados
desechos: frustrados, rebotados y renegados de la ‘vía democrática
institucional’; y que reproduce partidarios de ‘la vía institucional’ con los
desechos desesperados y desengañados: frustrados, rebotados y renegados de ‘la
lucha armada y la guerra revolucionaria’. La frustración institucional impulsa
los atentados. El fracaso de los atentados devuelve a la vía institucional.
Recurrencia asimétrica y mal equilibrada, de evolución inevitable y fatal desenlace.
“La subclase
política en funciones de colaboración ha desangrado y explotado este País
durante cincuenta años. Medio siglo de ‘vía democrática institucional y lucha
armada revolucionaria’ ha diezmado los recursos humanos, culturales,
económicos; obstruido y destruido las condiciones, los medios y las fuentes de
la oposición política; y terminado con toda libertad de comunicación y
expresión crítica, con toda iniciativa e innovación, en beneficio del
fanatismo, el obscurantismo, el dogmatismo, la inercia y el fascismo
ideológicos. Y por si esto fuera poco, ‘la vía institucional y la lucha armada’
permiten además ocultar la realidad del régimen, servir su propaganda,
dosificar la ‘democracia’, cultivar las falsas ilusiones en un mundo político
imaginario, y desarrollar la corrupción, el clientelismo y la creación de capas
sociales enteramente dependientes de la Administración ‘autónoma’ y dispuestas
a todo para conservarla.
“El resultado
es el colapso del proceso democrático y la parálisis sin remisión de las
fuerzas de libertad; la congelación de su expansión en las zonas políticamente
subdesarrolladas; y la demoralización inevitable de las masas invariablemente
frustradas y burladas, una vez más reducidas a expectativas tan falsas como
invalidantes y catastróficas. La oposición oficial ha inutilizado, demoralizado
y puesto en ridículo a las fuerzas populares, hasta llevarlas a la
culpabilización y la vergüenza de su identidad nacional. El pulpo corporativo y
burocrático multiformato de ‘moderados y radicales’ Pnv-Eta ha apresado entre
sus tentáculos el cuerpo social, devora insaciable sus órganos vitales, consume
sus fuerzas vivas, y destruye de antemano toda virtualidad estratégica.
“‘La vía
institucional y la lucha armada’ son manifestaciones e instrumentos
complementarios de la incapacidad del Pueblo Vasco para acceder al nivel
estratégico que le permita constituirse en agente político e ideológico real.
Son pretextos, coartadas, provocaciones que hacen el juego a la represión y el
Terrorismo de Estado. Ni la ‘vía política e institucional’ (es decir las ‘elecciones’
etc. que los cómplices del imperialismo pretenden ‘democráticas y no-violentas’)
ni su consecuencia, complemento y corolario: ‘la lucha armada y la guerra
revolucionaria’ (entiéndase por ello los atentados individuales), ni juntos ni
separados, tienen entidad estratégica para llenar el vacío político frente a la
ocupación y el terrorismo fascistas e imperialistas.
“Efectivamente,
si no hay base política real para implementar una oposición estratégica frente
al imperialismo, ‘la estrategia de la vía institucional y la lucha armada’ es
un absurdo de penosas consecuencias. Y si tal base existe, entonces el absurdo
es mucho mayor y las consecuencias tanto más lamentables, graves y desastrosas;
pero su coste añadido es una catástrofe suplementaria que ciega las vías de la
conciencia, la acción y la restauración políticas. Ambas ‘vías’ son excluyentes
de toda alternativa política real al fascismo y al imperialismo. ‘Institucionalismo’
y atentados son expresión y consecuencia de la ocupación militar y el conflicto
político imperialistas que oprimen a nuestro País; pero son también producto y
coartada de la incapacidad política, y de la sumisión, la colaboración y la
complicidad estratégicas de la ‘clase política vasca’ Pnv-Eta.
“La ‘vía
institucional’ y su corolario y complemento, ‘la lucha armada’, no son un error
en la política democrática de liberación nacional. Son el abandono de la
política de liberación nacional, y la integración artera en la política
imperialista de liquidación del Pueblo Vasco. Son la ruina de la idea misma de
libertad nacional y democracia, y la falsificación del derecho fundamental e
inherente de autodeterminación de todos los Pueblos, para adaptarlo al régimen
– que califican de democrático y no-violento – mediante su substitución
fraudulenta por un ‘derecho a decidir’ que se han inventado, en un esfuerzo
vano para obtener la benevolencia y la homologación del imperialismo hacia un
proyecto ‘compatible’, aceptable, conciliable, negociable, recuperable y
asimilable para lo que llaman ‘el Estado’, es decir: los Estados imperialistas
y fascistas español y francés que colaboracionistas y cómplices aborígenes del
imperialismo reconocen como los suyos propios. Son una trampa mortal, un
callejón sin salida ni esperanza de encontrarla.
“‘La vía
institucional y la lucha armada’ no conducen a la libertad nacional del Pueblo
Vasco, conducen inexorablemente a su liquidación. Sus valedores han reducido
las fuerzas populares vascas a la ruina estratégica. El resultado de medio
siglo de sabotaje estratégico es la indefensión ideológica y política del
Pueblo Vasco: sin piloto, brújula ni timón, es un corcho a merced del oleaje en
el mar del imperialismo. Medio siglo de mentiras, falsas ilusiones y esperanzas
vanas han llevado a sus propias, inevitables y terribles consecuencias.
“Tales
procedimientos son el producto de una visión fantástica de la política y una
visión romántica de la historia, que hacen inútil la experiencia propia e ignoran o falsifican el ejemplo de los demás. El ‘gran Pnv’: todos sus satélites
incluidos, es el instrumento auxiliar, necesario, vendido o manipulado, del que
el imperialismo se ha servido para mantener en la sumisión y la inactividad
estratégicas al Pueblo Vasco durante ese mismo decisivo periodo. El objetivo
real del Pnv y sus satélites, al amparo del régimen establecido, es la
amortiguación, el desgaste, la congelación y la corrupción de las fuerzas
populares del Pueblo Vasco.” Etc. (Extracto del Capítulo XXVI – ‘Ideología del colaboracionismo “vasco”: “vía institucional y lucha armada” (XXVI)’.)
Epílogo: Ante esta situación de emergencia, es absolutamente necesario lograr la unidad estratégica de todas las fuerzas de oposición democrática frente al imperialismo. Una unidad estratégica que sólo puede realizarse en función también estratégica, es decir: en torno a un objetivo o fin estratégico y fundamental – no parcial o secundario – que haga posible la acumulación de todas esas fuerzas democráticas, unánimes en su aceptación; mientras que su rechazo sólo pueda hacerse por los sectores comprometidos con el mantenimiento de las posiciones del imperialismo, lo cual los dejará fatalmente en evidencia. Y el único fin estratégico y fundamental que el sojuzgado Pueblo Vasco tiene ante sí es poder ejercer su Autodeterminación, es decir: realizar la liquidación del régimen imperialista de ocupación militar español y francés, y la restauración de su Estado propio: el Reino de Nabarra; lo cual le permitirá garantizar su supervivencia nacional como un actor más de la escena internacional, en pie de igualdad con todos los Pueblos del Mundo.
Ahora bien, no es posible hacer frente al imperialismo si los conceptos fundamentales – teóricos, ideológicos y políticos – de una oposición democrática: que ha de estar forzosamente basada en la defensa de los derechos humanos fundamentales (y ante todo del derecho de autodeterminación de los Pueblos sojuzgados, así como de independencia e integridad de sus Estados legítimamente constituidos sobre dicho principio), están siendo constantemente falsificados, distorsionados o ignorados. La actual “clase política oficial vasca” está formada, en el mejor de los casos, por ignorantes e incompetentes absolutos en todas estas cuestiones fundamentales; lo peor es que, además, son corruptos que están económica, ideológica y simbióticamente integrados en el régimen de ocupación militar al que, suceda lo que suceda, no se cansan de confortar y reconocer como “legítimo, democrático” etc. Sin deshacerse de esa camarilla de sinvergüenzas y/o incompetentes, no es posible una política de liberación nacional.
“Una guerra entre clases: originalmente diseñada para la sociedad industrial y abortada allí, se ha convertido en el patrón dominante de las relaciones internacionales entre las ‘democracias’ establecidas y el tercer mundo.” (Reinhold Niebuhr, en ‘La lucha internacional de clases’; ‘The Irony of American History’, 1952.)
El imperialismo es la lucha de clases a nivel internacional: es la dominación y explotación de un País por otro. Y el Nacionalismo imperialista: Nacionalismo en sentido estricto, consiste además en la destrucción de la Nación dominada y la imposición sobre ella de los caracteres nacionales de la nación opresora. Por lo tanto, en las condiciones establecidas en un País sojuzgado bajo un régimen Nacional-imperialista y fascista de ocupación militar: como lo es el español y el francés sobre el Pueblo y el Estado Vascos, y hasta conseguir nuestra liberación nacional y restauración estatal, sólo caben dos Partidos reales, a saber: el de la integración al criminal poder totalitario, por un lado (con todos sus diversos avatares “a la derecha y a la izquierda”), que se apoya en las fuerzas militares de ocupación y se camufla como democrático tras una fachada de cartón-piedra que oculta la verdadera realidad imperialista; y el de la Resistencia, por el otro, cuyo objetivo es y sólo puede ser conseguir la expulsión de las fuerzas de ocupación: el factor decisivo y condición previa para implementar nuestra Autodeterminación o Independencia nacional.
Sin embargo, los
agentes de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta: además de instaurar el
extravío ideológico-estratégico que implica admitir el régimen fascista de
ocupación militar como democracia, potencian la división partidaria interna del
Pueblo sojuzgado; con lo cual lo que consiguen es arruinar necesariamente la
unidad estratégica en torno al mencionado objetivo fundamental de
Autodeterminación o Independencia del Pueblo Vasco. Esto no es extraño en
absoluto, puesto que ése es un objetivo y un concepto en los que los
componentes de esas burocracias mafiosas no creen, y que de hecho los han
abandonado y substituido por “la contienda electoral, las urnas y el voto” en
el seno del Estado ocupante y su régimen fascista que ellos reconocen como
“propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos”, y en los
que todo lo que desean es “sentirse cómodos en España”: disputándose entre
ellos y aspirando únicamente a conseguir los sueldos y chanchullos de los que
dependen para vivir y prosperar; a todo lo cual llaman “profundizar en la
democracia vasca” y que significa realmente la destrucción del Pueblo Vasco.
Quienes
debilitan a nuestro Pueblo: fomentando y haciendo posible su división
partidista interna bajo el imperialismo, están trabajando para perpetuar la
dominación del imperialismo de España y Francia sobre él; esto es la
constatación de un hecho, y es incontrovertible. Sólo tras su liberación del
imperialismo, y una vez que su Libertad nacional es efectiva y está asegurada,
puede un País anteriormente sojuzgado permitirse una división partidista en sus
propias ELECCIONES LIBRES. Hasta entonces, y frente a ese funesto divisionismo
interno, la unidad estratégica de las fuerzas populares de oposición
democrática exige que éstas se aglutinen en un Movimiento de Resistencia
Nacional: integrado por todos los sectores de esa oposición democrática; los
cuales podrán mantener su propia personalidad, pero compartiendo y defendiendo
todos ellos en esta etapa histórica, como una sola alma, un principio fundamental de doble afirmación nacional-estatal del Pueblo Vasco.
Son esas afirmaciones las que, siendo el fundamento mismo de toda auténtica Democracia Y
PRECISAMENTE POR SERLO, son sin embargo totalmente inasumibles e irrecuperables
por el imperialismo y sus agentes ideológicos y políticos: ya sean éstos abiertos
y sinceros como esos “buenos” Renegados autóctonos que no ocultan su odio al
Pueblo Vasco; o encubiertos, como los “simpáticos vascos” que inequívocamente
son Nacionalistas españoles y/o franceses, y que tras una repugnante cháchara
intentan ocultar algo que es evidente y que ellos saben perfectamente, o sea: que
no hay ni puede haber lugar para el Pueblo Vasco y su idioma en el ecosistema
Nacional-imperialista de España y de Francia. Veamos un caso típico:
“AUTONOMÍA... ¡SÍ!
(Ya la tenemos a ambos lados del Pirineo.) INDEPENDENCIA ¡¡¡¡NO!!!! [...] Un
País Vasco independiente, y mañana será una guerra fratricida garantizada como
en la Yugoslavia de Tito. Todo va muy bien como está. No toquemos nada más... y
vivamos en harmonía... siendo autónomos.” (Fabien Oyhanetche.)
Sobre el ruido de esta “jauría de ladradores perros callejeros, cuyo aliento aborrezco como las emanaciones de las ciénagas pestilentes, cuyos afectos aprecio como los cadáveres de los hombres insepultos que corrompen mi aire”, y que es la voz de su amo, podríamos decir también junto con el poeta: “No es necesario que se os diga que tenéis muchos enemigos, los cuales no saben por qué lo son; pero que, al igual que los perros de una aldea, ladran cuando lo hacen sus compañeros”. (W. Shakespeare.) Véase, a este respecto, nuestro trabajo trabajo ‘Agentes indígenas del Nacionalismo imperialista: Renegados y Colaboracionistas’.
En cambio, y
por el contrario, esas afirmaciones son absolutamente comprensibles e inmediatamente aceptables para todas las fuerzas populares vascas de oposición democrática. Sólo hay un principio – de doble afirmación nacional-estatal – cuyo mantenimiento condiciona y permite la unidad estratégica de las fuerzas populares para la constitución de ese Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional; unas afirmaciones complementarias y absolutamente indisociables que incorporan en nuestro favor toda la potencialidad democrática y estratégica del Derecho Internacional, y que son y sólo pueden ser éstas:
1/ Afirmación del derecho de libertad, LIBRE disposición, independencia nacional o autodeterminación del Pueblo Vasco/Euskal Herria.
“Piedra angular de la democracia”, el derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos es un derecho que es originario, fundamental, inherente, de costumbre, inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e imprescriptible para todos los Pueblos sojuzgados bajo un régimen imperialista y extranjero; que es la misma cosa que la incondicional e inmediata independencia de éstos contra/frente a toda dominación o intromisión extranjera contraria a su libertad nacional; y que ha sido reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas: desde el Artículo Primero de su fundacional Carta de San Francisco así como por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General, como EL PRIMERO DE LOS DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y LA CONDICIÓN PREVIA PARA EL PLENO DISFRUTE DE TODOS ELLOS.
Su corolario y aplicación práctica consiste, como requisito ineludible para su realización, en la EXIGENCIA DE EVACUACIÓN INCONDICIONAL E INMEDIATA de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes: España y Francia, FUERA de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado. Y
2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro Estado propio: el Reino de Nabarra, sucesor del Reino de Pamplona – “el Reino de los Vascos” – constituido por una Confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos histórica y libremente reunida en torno a él. Internacionalmente reconocido durante mil años, el Reino de Nabarra sigue siendo el único Estado de la Nación Vasca, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro.
Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: el “Reino de España” y la “República francesa”, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, terroristas, imperialistas, colonialistas y fascistas, y no como los propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos, según está haciendo hasta el día de hoy la pretendida “clase política oficial vasca” formada por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites.
Al mismo tiempo, mientras el imperialismo franco-español no retira de nuestro País sus fuerzas de ocupación (dado que ellas CONSTITUYEN el elemento esencial y fundamental de su dispositivo estratégico de dominación, sin el cual todo su sistema se desploma), y puesto que evidentemente no es posible hacer una política anti-imperialista con el concurso de los imperialistas y fascistas, es decir, los quinta-columnistas y agentes al servicio de ese imperialismo infiltrados entre el sojuzgado Pueblo Vasco (quienes, mientras se niegan a asumir abiertamente esas afirmaciones que expresan los imprescriptibles y legítimos derechos nacionales y estatales del Pueblo Vasco y de su Estado, el Reino de Nabarra, afirman por el contrario como legítimo y democrático el “derecho” de imperialismo y de ocupación militar de Francespaña sobre nuestro Pueblo y Estado), el corolario y la aplicación práctica de esas dos afirmaciones estratégicas exige mantener un BOYCOTT TOTAL:
– a toda colaboración con toda persona individual o colectiva que, por rechazar – o negarse a asumir públicamente – ya sea en todo o en parte, en la teoría o en la práctica una o ambas afirmaciones fundamentales citadas, forman objetivamente – algunos incluso de forma subjetiva y confesa – parte del imperialismo franco-español; y
– a toda participación tanto en las instituciones del régimen franco-español imperialista, colonialista y fascista que sojuzga nuestro País, y especialmente en sus monopolios jurídicos o “parlamentos”: Cortes Generales españolas y Parlamento francés (establecidos a lo largo de los siglos mediante su constitución real y primaria: ocupación militar, Monopolio de la Violencia criminal y Terrorismo de guerra y de Estado, e incontables e imprescriptibles crímenes constitutivos contra nuestro Pueblo y Estado); así como en sus “elecciones generales” totalitarias que “legitiman” todo ello.
DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡Ejército de ocupación ni con música!
¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!
¡BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS, Y A SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR! – ALDE HEMENDIK!
¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!
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