Recuperación, para la ideología del imperialismo español, del XXVI Congreso de la Asociación Mundial de Juristas
(Texto publicado inicialmente el 21 de Febrero de 2019.)
Recuperación, para la ideología del imperialismo español, del XXVI Congreso de la Asociación Mundial de Juristas
La XXVI
edición del Congreso de la Asociación Mundial de Juristas (World
Jurist Association – WJA / World Law Congress – WLC)
que se clausuró ayer (20 de Febrero de 2019) en Madrid: auténtico conciliábulo confiscado por la
Internacional Imperialista contra el Derecho de Autodeterminación de todos los
Pueblos, y destinado a dar cobertura propagandística e ideológica al
imperialismo franco-español, se ha convertido en el escaparate donde se han presentado como
incuestionables y absolutamente democráticas las tesis que constituyen la
quintaesencia del sistema ideológico-político imperialista contra la libertad
de los Pueblos sojuzgados, a saber: el “Estado de derecho” y el “imperio de la
ley”; las cuales son mistificaciones para engañarlos y ocultar lo único que hay
tras ellas en el Reino de España y la República francesa, concretamente: el
Nacionalismo imperialista y el “derecho y la ley” de su imperio, establecidos a
partir de la ocupación militar sobre los Pueblos sojuzgados por esos Estados
imperialistas.
“Una norma
[ley] nunca se establece por sí misma (éste es un modo fantástico de hablar)
como caída del cielo”. “La forma de expresión según la cual no gobiernan los
humanos, sino las normas y leyes” es una fraudulenta manera de solventar los
problemas. Incuestionablemente, no son las leyes o normas las que mandan sino
quienes las fabrican e imponen: los humanos hacen la ley. Efectivamente, la ley
no es la base del Estado sino su componente complementario y tardío. (Véase
publicación de fecha 22-Diciembre-2018 en esta misma página bajo el título:
Declaración de una ministra Nacional-socialista española: “No existe el derecho
de autodeterminación”.) La conciencia de que las leyes de un régimen
imperialista son impuestas a los Pueblos sojuzgados a partir de su conquista
era expuesta de este modo a Isabel I de Castilla:
“[...] el mui
reverendo padre Obispo de Ávila me arrebató la respuesta; y respondiendo por mí
dijo que después que vuestra Alteza metiesse debaxo de su iugo muchos pueblos
bárbaros y naciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento, aquellos
tendrían necessidad de recebir las leies quel vencedor pone al vencido, y con
ellas nuestra lengua; entonces, por esta mi arte, podrían venir en el
conocimiento della, como agora nosotros deprendemos el arte de la gramática
latina para deprender el latin. I cierto assí es que no sola mente los enemigos
de nuestra fe, que tienen la necessidad de saber el lenguaje castellano, mas
los vizcainos, navarros, franceses, italianos, y todos los otros que tienen
algún trato y conversación en España, y necessidad de nuestra lengua, si no
vienen desde niños a la deprender por uso, podrán la más aina saber por esta mi
obra.” (Antonio de Nebrija; prólogo a su Gramática dedicada a la reina Isabel I
de Castilla; 1492.)
Es realmente
deplorable el hecho de que organizaciones internacionales en principio
bien-pensantes y bien-intencionadas hayan caído, debido a insuficiencias y
confusiones teórico-conceptuales graves, bajo el control o la manipulación de
los ideólogos del imperialismo y al servicio de los Estados totalitarios,
imperialistas y fascistas. “Un Mundo regido por la Ley, no por la Fuerza” (‘A
World ruled by Law, not Force’), se nos anuncia desde la primera línea de la
página de WJA. Pero la ley, o el derecho, “es la determinación de la condición
y el comportamiento de los sujetos mediante el monopolio de la violencia” (I.
Aginaga); lo cual pone en evidencia que tan “juiciosa” Asociación está fundada
sobre un lema o afirmación solemne que descansa sobre una contradicción en los
términos.
Veamos: frente
a la aparente oposición enunciada en el lema de WJA entre “ley”, por un lado; y
“fuerza/violencia”, por el otro, es preciso afirmar que la ley (y el derecho)
ES violencia o fuerza: términos éstos cuyos conceptos son idénticos por cuanto
ambos descansan sobre una misma realidad material. Todos los derechos, incluso
los derechos humanos fundamentales, implican, SON violencia actual o virtual
(para empezar, contra quienes intentan violarlos), o de lo contrario no son
nada. (El desdoblamiento ideológico de un mismo concepto en dos términos
distintos, como ocurre con “violencia” y “fuerza”, al objeto de posibilitar su
manipulación destinada a impedir que el pueblo perciba su esencia idéntica
induciendo en él la idea simplista “puesto que ‘se’ llaman de forma distinta,
serán cosas distintas”, es en sí mismo un truco ideológico imperialista.)
Así pues – y partiendo de la base de que todo derecho y toda ley es violencia actual o virtual – una primera cuestión a contemplar es el hecho de que existe, por una parte, una VIOLENCIA LÍCITA, que es aquélla que se ejerce EN DEFENSA de los derechos humanos fundamentales que constituyen el derecho perentorio o ius cogens: un derecho originario, inherente, imprescriptible e inmanente en el ser humano “del que no es posible abdicar ni con el propio consentimiento” (Spinoza), y que genera obligaciones universales e invalida la pretensión de los Estados en imponer sobre él limitaciones según su propio derecho [dis]positivo. Y, por otra, una VIOLENCIA ILÍCITA: aquélla que se ejerce EN VIOLACIÓN de los derechos humanos fundamentales, como así ocurre en todos los Estados criminales como lo son los totalitarios y necesariamente todos los imperialistas por su propia esencia, constituidos desde su misma constitución real y primaria sobre la agresión y dominación de “muchos pueblos bárbaros y naciones de peregrinas lenguas”.
Por
tanto, y para empezar, el equívoco e inadecuado término “Force” presente en el
lema de WJA: A World ruled by Law, not Force,
debería ser cambiado por el más preciso y apropiado “Despotism”: A
World ruled by Law, not Despotism, cuyo
contenido es unívoco y siempre y necesariamente condenable, por consistir en la
persecución y violación de derechos humanos fundamentales; esto, por supuesto,
si es que el objetivo de WJA es la defensa de estos derechos fundamentales,
cosa que naturalmente corresponde a esa Asociación dilucidar.
Pero es que, por otra parte, es preciso tener presente que la ley” no es garantía de nada. Efectivamente, todos los Estados: incluso los totalitarios/imperialistas, están “regidos por la ley” y su respectivo derecho positivo, según preconiza el lema de WJA, y por tanto ese lema ampararía tanto al Estado Nazi como al Bolchevique, y condenaría la rebelión contra ellos realizada mediante “la fuerza”. O sea que, como lema en el que confiar y sobre el que establecer un mundo basado en los derechos humanos fundamentales, el de WJA no parece muy tranquilizador... Porque, si no es lícito utilizar la fuerza contra el tirano y sus leyes inicuas, pero en cambio el tirano sí puede utilizar la fuerza y las leyes (impuestas por la fuerza): las cuales deben ser respetadas siempre en ese “mundo regido por la ley, no por la fuerza” que WJA preconiza, entonces estamos admitiendo el monopolio de la violencia del tirano y entregando la libertad y todos los derechos fundamentales, atados de pies y manos, a su arbitrariedad.
En cuanto al lema del World Law Congress:
“Paz mediante la Ley” (Peace Through Law),
tenemos la misma deliberada y leguleya mistificación. Efectivamente: no es “la
ley” del derecho positivo la que puede garantizar la Paz verdadera; puesto que
la “ley” y la “paz” de ese derecho reflejan eventualmente el final de la guerra
por victoria de uno de los beligerantes y el subsiguiente establecimiento de su
monopolio de violencia, es decir: de su derecho positivo; lo cual por desgracia
no necesariamente significa EL FINAL DE LA VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS
FUNDAMENTALES ni – como es natural y en consecuencia – tampoco el final de la
resistencia “por otros medios” contra esa opresión triunfante. ¿Será necesario,
a este respecto, recordar la sangrienta celebración de los primeros “25 años de
paz” franquistas?
Frente a ello,
la única Paz auténtica es la que se consigue a través del respeto de los
derechos humanos fundamentales y ante todo del derecho internacional de libre
determinación de todos los Pueblos. ¡La corrupción ideológica de estas dos
Asociaciones WJA y WLC: recuperadas por el imperialismo que se presenta a
través de ellas como “democracia” tras haberlas intoxicado inoculándoles su
virus latente en un absurdo sofisma que ellas son incapaces de ver y que han
aceptado (consistente en presentar “la ley” del derecho positivo de un Estado
como necesariamente sinónimo de “justicia, democracia y derechos humanos”), es
deplorable y vergonzosa! Así pues, he aquí una sugerencia para sus respectivos
lemas que esas Asociaciones deberían adoptar, en substitución de los que
actualmente ostentan: A World ruled by Fundamental Rights,
not Despotism / Peace through Fundamental Rights.
Por otra parte, y como es sabido, en Inglés ambas expresiones: “Estado de derecho” e “imperio de la ley” son equivalentes y se vierten ambas por igual como “rule of law”. Ahora bien, el sofisma ideológico que subyace en las posiciones de estas Asociaciones de Juristas consiste en la idea – y aquí está la fuente del problema – de que, en el ‘mainstream’ ideológico imperante, la idea de “rule of law” está confusa e inconscientemente identificada con toda naturalidad como si fuera equivalente a “democracy”. Sin embargo, un “Estado de derecho” y su “imperio de la ley”: su “rule of law”, no es sinónimo de Democracia.
La Democracia (Demos= Pueblo, y kratía= poder) es el poder político del Pueblo
y está fundada por la vigencia y el respeto de los derechos humanos
fundamentales. La democracia no funda o permite los derechos humanos
fundamentales; son éstos los que fundan y constituyen la democracia, que no
existe sino por el respeto y la vigencia de ellos y a consecuencia de ellos. La
democracia tampoco es “el respeto a las leyes” del derecho positivo, lo cual es
absurdo puesto que éstas pueden ser, y de hecho con demasiada frecuencia son,
inicuas: “Never forget that everything Hitler did in
Germany was legal.” (Martin Luther King.)
La Democracia consiste en la constitución de unas leyes y un derecho positivo que estén fundados en el respeto al derecho perentorio y los derechos humanos fundamentales, y ante todo en la Autodeterminación o Independencia de todos los Pueblos, que es la condición previa de todos ellos. La democracia consiste no sólo en que los ciudadanos “son iguales ante la ley”; consiste, más radicalmente, en que los ciudadanos “son iguales antes de la ley”: iguales para hacerla, iguales para padecerla. La Autodeterminación, es decir: la Libertad o Independencia de los Pueblos ANTES DE LA LEY, es la condición previa y la piedra angular sobre las que ellos POSTERIORMENTE constituyen libremente sus leyes y Estados propios, y sobre las que se asienta y descansa una auténtica Demo-Kratía/Poder del Pueblo.
Someter a un Pueblo independiente y hacer tabla rasa de sus leyes y Estado propios, e imponerle a continuación “la ley y el Estado que el vencedor impone al vencido” pretendiendo que eso es Igualdad, Fraternidad y Convivencia, y que desde ese momento “todos son iguales ante la ley”, ése es el sarcasmo criminal que el imperialismo español y francés lleva imponiendo a su víctima el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra, desde hace más de ocho siglos hasta el día de hoy.
La tan cínicamente publicitada (y radicalmente imposible en un régimen totalitario e imperialista) “igualdad de todos ante la ley” debe estar precedida por LA IGUALDAD DE TODOS ANTES DE LA LEY; que es lo que desde el Capítulo 1 de la Carta de las Naciones Unidas, que aborda sus Propósitos y Principios, y en su Artículo 1 (así como en innumerables Resoluciones de su Asamblea General), se establece: “Los propósitos de las Naciones Unidas son: [...] 2 Desarrollar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otras medidas adecuadas para fortalecer la paz universal;” etc.
La expresión “Estado de derecho” consiste en un pleonasmo. Efectivamente, todo Estado es un “Estado de derecho”: constituido por SU derecho; y todo Estado invoca “el imperio de la ley”: de SU ley. También Stalin, Hitler y Franco tenían sus respectivos Estados, su derecho y sus leyes que los legitimaban. Pero, para empezar, el derecho – así como su manifestación normativa en forma de leyes – NO PUEDE legitimar al Estado, entiéndase: A NINGÚN ESTADO, excepto en petición de principio; puesto que, como es innegable, es el Estado ya pre-existente el que, ‘a posteriori’, crea su propia ley para auto-justificarse. Es decir, la ley es una creación de un Estado previamente existente, y por tanto no puede justificar a su creador sino de forma retro-activa y en petición de principio. Lo único que legitima a un Estado es su lícita constitución real y primaria, fundada sobre la vigencia y el respeto de los derechos humanos fundamentales y ante todo sobre la Autodeterminación o Independencia de los Pueblos.
Así pues, esas
fórmulas “Estado de derecho”, “imperio de la ley” y “rule of law”: comunes a todos los Estados, no nos revelan su naturaleza real, la
cual puede o bien ser criminal-totalitaria y por tanto indefendible, como ocurre con
el Estado imperialista, constituido sobre la dominación de otros Pueblos y sus
Estados y sobre la abolición violenta y criminal de sus leyes de ellos; que es lo que han hecho el “Reino de España” y la “República francesa” contra el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de
Nabarra. O puede ser legítima-democrática: constituida sobre el respeto de los
derechos fundamentales y sobre la libertad e independencia de los Pueblos, y en
ese caso es por supuesto totalmente defendible.
Por tanto, de
lo que se trata es de determinar si un Estado está fundado, DESDE SU
CONSTITUCIÓN REAL Y PRIMARIA, sobre el respeto y la observancia de los derechos
humanos fundamentales y ante todo del derecho de autodeterminación o
independencia de los Pueblos garantizado por su derecho de legítima defensa, en
cuyo caso el Estado, su ley, su derecho positivo y su “rule
of law” son legítimos y democráticos. O si, por el
contrario, desde su origen está fundado sobre la conculcación y persecución de los derechos
humanos fundamentales y ante todo del derecho de autodeterminación de todos los
Pueblos: primero de los derechos humanos fundamentales y condición previa para
el disfrute de todos ellos; en cuyo caso estamos ante un criminal Estado
despótico-imperialista, su “imperio de la ley” es la ley de su imperio criminal, y su “rule of law” es “the law of the criminal rulers”. O sea: “la ley que el vencedor [im]pone al vencido”, por supuesto criminal y
anti-democrática y nula de pleno derecho. Desde la primera, su “Constitución”
formal y secundaria, hasta la última de sus leyes, son nulas de pleno derecho porque descansan todas sobre una constitución real y primaria establecida mediante criminal agresión, sojuzgamiento y
anexión de Pueblos y sus legítimos Estados.
Por otra parte
el tan cacareado respeto a “las formas y procedimientos de la ley” en un
“Estado de derecho” es también un formalismo hueco más que no garantiza nada,
si su derecho positivo no está PREVIAMENTE en concordancia y respeto con los
derechos humanos fundamentales. Y es que la democracia no consiste en la celebración
de “elecciones” u otros ritos formales; la democracia, como ya se ha dicho, es
el poder político del Pueblo, y está fundada en el respeto de los derechos
humanos fundamentales. Y sin respeto en primer lugar de su derecho de
autodeterminación: primero de los derechos humanos y condición previa de todos
ellos, no hay poder del Pueblo, hay poder del imperialismo, eventualmente
camuflado tras la celebración de “elecciones” o “referenda” totalitarios como
ocurre en el actual Estado imperialista y neo-franquista español.
Afirmar, como
se ha hecho en el conciliábulo imperialista de WJA / WLC en Madrid, que “el
respeto al Estado de Derecho, en un régimen democrático, no sólo es garantía de
los derechos y las libertades, sino pilar esencial del regular funcionamiento
de las instituciones y fundamentos de la convivencia y del progreso en paz y en
libertad de sus ciudadanos” (F. Borbón); o que “quienes no están de acuerdo con
el marco constitucional [imperialista] tienen que respetarlo para intentar
cambiarlo. Fuera de ese marco la democracia es mentira” (F. González); toda esa
repugnante cháchara es puro charlatanismo nacionalista y fascista español de
principio a fin; es establecer en petición de principio un resultado que no se
ha demostrado y que es imposible de demostrar, a saber: el carácter democrático
del Estado imperialista español; una pretensión ideológica y un modo de
“demostrarla” que no son sorprendentes viniendo de quienes vienen: herederos y
agentes actuales del imperialismo fascista español, y de la dominación
establecida históricamente mediante criminal agresión militar, desmembramiento
y anexión contra el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra.
Lo
sorprendente (o tal vez no) es que WJA / WLC se hayan prestado a respaldar tan
indecente maniobra de cobertura del régimen imperialista español. Aun así, ello
no nos preocuparía mayormente si no fuera porque también la burocracia Pnv-Eta
viene participando en las instituciones y monopolios jurídicos – “Asambleas nacionales/Parlamentos/Senados” – del régimen imperialista franco-español (las cuales niegan la existencia del Pueblo Vasco, de su derecho de autodeterminación y de su Estado); y reconociendo al auto-reformado régimen fascista y neo-franquista español, desde 1977-79 hasta el día de hoy, como “Estado de derecho legítimo, no-violento, democrático y el propio”: un reconocimiento que sin
embargo hipócritamente niegan y ocultan ante el Pueblo Vasco.
En cualquier
caso, el Pueblo Vasco no se dejará impresionar por la colusión entre estos
traidores indígenas, los agentes del imperialismo hispano-francés, y sus
“distinguidos juristas” aliados actuales, al igual que no se ha dejado
impresionar ni se ha sometido a lo largo de toda su historia bajo la criminal
acción de Bulas papales y sus anatemas, ni por Concilios y las Cruzadas
franco-hispano-romano/vaticanas dirigidas contra él.
¡Derecho de
autodeterminación! Es decir: Retirada incondicional e inmediata de todas las
fuerzas de ocupación militar y de todo el aparato de subyugación y colonización
imperial-colonialista de las Potencias ocupantes, fuera de los Territorios
históricos del Pueblo Vasco y de su Estado: el Reino de Nabarra. Simultáneamente,
y mientras tanto:
¡BOYCOTT TOTAL
al régimen de ocupación militar y a toda participación en sus “elecciones
generales” y en sus instituciones y monopolios jurídicos: “Parlamentos, Cámaras
y Senados” totalitarios!
DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO/EUSKAL HERRIA!
¡Ejército de ocupación ni con música!
¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!
BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS, Y A SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR! – ALDE HEMENDIK!
¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!
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