LA CUESTIÓN DE FONDO (LAN DEYA; Abril-1977)
LAN
DEYA
E.L.A. – S.T.V.
EUZKO LANGILLEEN ALKARTASUNA – SOLIDARIDAD DE TRABAJADORES VASCOS
*
La cuestión de fondo
La evolución de la situación política en el Estado español
lleva hoy al PsoE y sus aliados a reforzar los elementos de guerra psicológica,
dentro del conjunto de su lucha contra las libertades nacionales y sindicales
de los trabajadores de Euzkadi. La propaganda social-imperialista, procedente
de dentro o de fuera de ese Estado, se presenta ante todo como una permanente
cortina de humo destinada a ocultar los problemas, las posiciones de fondo que
sus autores no se atreven a presentar abiertamente ante los trabajadores y el
pueblo. Ciertamente, no les faltan motivos para ello.
El problema real
Como nuestra función consiste precisamente en
aclarar las cosas, he aquí, una vez más, el fondo de la cuestión, los motivos
reales que impulsan al PsoE y sus aliados dentro y fuera del Estado español a
una campaña contra ELA-STV que en su forma actual dura desde hace 15 años.
ELA-STV afirma que, dada la relación de fuerzas en
el Estado español durante la presente etapa histórica, la única alternativa
viable y estable al sistema totalitario consiste en un régimen de progreso
democrático que incluye, como elemento constitutivo, la autonomía inmediata del
sur de Euzkadi. Fuera de ello, el consensus de los trabajadores y el pueblo
vascos es estructuralmente imposible y no cabe acumulación de fuerzas capaz de
fundar la alternativa. Las formaciones políticas no pueden sino dar expresión y
cauce a esta realidad o hacer el juego a la regresión totalitaria. Es ésta la
cuestión democrática, la cuestión estratégica decisiva de la presente etapa
histórica en Euzkadi. Y está claro que esta posición estratégica perfectamente
concreta y precisa nada tiene que ver con las vaguedades sobre la
“autodeterminación”, el “derecho a la autonomía” y otras, que forman parte del
material engañabobos de la propaganda imperialista en Euzkadi.
Por ello, desde 1936, la unidad de las fuerzas
vascas se fundó en la exigencia de autonomía inmediata como condición de su
reconocimiento de un régimen político para el Estado español. A la entrada de
los años 60, diversos sectores burocráticos se sumaron a la política del PsoE,
proponiendo su apoyo a un régimen pretendidamente “democrático” que conservase
“de momento” las instituciones unitarias del sistema totalitario. Posición que
debilita desde entonces la lucha general por la democracia, supeditándola a los
logros y fines del extremismo nacionalista.
Es ésta la clave del pretendido “problema de
ELA-STV”, que es, en realidad, el problema de la oposición del PsoE y sus
aliados a una política democrática consecuente.
Bien entendido, otras diferencias han existido
siempre, a nivel de principios, de estrategia o de táctica. Pero es implicadas
en la cuestión estratégica antes definida donde cobran la vinculación
particular que hoy revisten.
La recuperación de ELA-STV
Desde su fundación en 1911, ELA-STV mantiene el
principio de la plena independencia sindical de los trabajadores de Euzkadi. Se
trata, por supuesto, de una independencia de hecho y no de palabra, real y no
simplemente formal.
Los mismos que no aceptaron el nacimiento de un
sindicalismo vasco auténtico e independiente buscan hace tiempo formas más
solapadas de asimilación, por la recuperación de sus aspectos formales y la
constitución de un organismo burocrático cuya dependencia en todos los campos
respecto del PsoE, en las condiciones creadas por el gran capital monopolista,
es un simple dato objetivo.
Al margen de todo fetichismo de siglas o de
personas, que nunca nos han preocupado, recordamos que ELA-STV es un movimiento
sindical independiente constituido por los trabajadores vascos para la defensa
de sus intereses. Su organización, recursos, estrategia, ideología les
pertenecen exclusivamente a ellos. Es por esto que ni el PsoE ni las
CIOLS-CMT-CES, no más que
El sindicalismo vasco no es una investidura que la
burocracia de Bruselas confiere a su capricho. Cuarenta años de represión
fascista no han borrado el sentido de la dignidad nacional ni han hecho de
Euzkadi tierra feudal.
La
cuestión de la participación en los organismos de Bruselas
La posición de ELA-STV a este respecto es
perfectamente clara, aunque la naturaleza de estos organismos no permite una
declaración tan sencilla como la que acabamos de formular en relación con el
sindicalismo vasco. En efecto, la definición de aquéllos corresponde en fondo y
forma a sus propios trabajadores.
O bien dichos organismos se definen en la práctica,
como en sus principios y estatutos formales, como confederación internacional
al servicio de los trabajadores, y nada vemos entonces que objetar a la
participación en ellos del sindicalismo vasco. Las “internacionales” en Euzkadi
no son, así, otra cosa que los trabajadores vascos mismos y no, por supuesto,
institución alguna situada por encima de ellos. Toda actitud burocrática en
contrario constituye una infracción a las normas confederales y es, naturalmente,
nula. En cuyo caso no hay problema en cuanto al fondo de la cuestión.
O bien dichos organismos se definen en la práctica
como entidades multinacionales de naturaleza imperialista, al menos en lo que a
Euzkadi concierne. En cuyo caso tampoco hay problema de participación, ni de
siglas ni de nada, pues nada pinta el sindicalismo vasco en semejantes
instituciones.
En las condiciones del régimen fascista, que hacía
imposibles la participación e información mínimas necesarias para garantizar el
funcionamiento normal de las instituciones supranacionales en lo que a Euzkadi
respecta, ELA-STV decidió mantener el principio de una adhesión que se heredaba
de una situación diferente, dejando en todo caso a los organismos con sede en
Bruselas la responsabilidad de cualquier modificación. Y esto a pesar de que
ningún beneficio, bien al contrario, se obtenía de ello.
Con el proceso de liberalización, que hizo posible
el Congreso Extraordinario de Lejona, estimamos establecidas las condiciones
mínimas de una normalización, fijando un período para ello a cerrar en la fecha
de nuestra legalización sindical. Fecha que esperamos preceda a la del próximo
Congreso Ordinario llamado a poner fin a la ordenación provisional de ELA-STV.
A partir de ahí la actitud, burocrática o no, de los
citados organismos de Bruselas quedará consolidada, cada palo tendrá que
aguantar su vela, y el “terrible problema de las internacionales” quedará
resuelto. De seguir así, pronto los verdaderos problemas van a quedar al
descubierto.
Los “nuevos” métodos del PsoE
Hasta hace bien poco, la represión fascista contra
las fuerzas populares bastaba para ocultar la verdad a la opinión; la
provocación y la intimidación se hacían en condiciones inmejorables. Hoy las
cosas no están tan fáciles, como pudieron comprobar quienes trataron de impedir
el Congreso de Lejona denunciando su carácter “ilegal” ante la autoridad
gubernativa. Métodos también renovados son necesarios para obtener de la
administración, en las condiciones establecidas por el gran capital monopolista,
el reconocimiento y el apoyo que no pueden obtenerse del pueblo.
Los sindicalistas vascos han sabido siempre
distinguir entre el “derecho burgués”, expresión de las clases dominantes, y
los derechos fundamentales de los trabajadores. Pero las cuestiones legales
son, no sólo para el PsoE y sus aliados, sino también para ELA-STV, simples
cuestiones tácticas, y en este juego puede el PsoE, como ya lo ha hecho,
cogerse los dedos mejor que nosotros.
Con todo ello, el PsoE y sus aliados logran mostrar
tan sólo que son incapaces de presentar los verdaderos problemas y las
posiciones reales ante los trabajadores, dejando que éstos decidan. La
resistencia a un democratismo consecuente en lo que respecta al problema vasco
implica necesariamente posiciones antidemocráticas contra las más elementales
libertades de información, decisión y organización de las clases laboriosas.
(Abril,
1977)
LAN
DEYA
E.L.A. – S.T.V.
EUZKO LANGILLEEN ALKARTASUNA – SOLIDARIDAD DE TRABAJADORES VASCOS
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