El agente español Urkullu, y su “convención constitucional” imperialista y fascista española

El agente español Urkullu, y su “convención constitucional” imperialista y fascista española

 

Ya en ocasiones anteriores hemos puesto de manifiesto las erráticas propuestas del agente español Iñigo Urkullu para la “reforma y adaptación” del régimen español. Véase nuestro texto: “Urkullu aboga por ‘republicanizar’ la monarquía [española]” (titular en la prensa diaria de hoy, 3 de Octubre de 2020).

Y ahora este agente del Estado imperialista y fascista español sobre el Pueblo Vasco: su representante ordinario para la “comunidad autónoma tri-provinciana española” que ese régimen y la burocracia Pnv llaman “Euskadi”, acaba de proponer una nueva “convención contitucional” para el Estado español. Frente a este despliegue de supercherías del impostor, charlatán y funcionario español Iñigo Urkullu, las cuales son abrumadoramente difundidas por todo el monopolio mediático fascista español de desinformación, adoctrinamiento e intoxicación ideológica de masas, volvemos a recordar algunos párrafos de nuestro texto: ‘Frente al imperialismo republicano: derecho de autodeterminación de todos los Pueblos’, publicado en nuestra página el 14 de Abril de 2019:

En un proceso y una organización democráticos de la sociedad “hay que remontarse siempre a una primera convención”: “Antes de examinar el acto por el que un pueblo elige un rey [es decir, un gobernante], sería bueno examinar el acto por el cual un pueblo es un pueblo. Pues este acto, siendo por necesidad anterior al otro, es el verdadero fundamento de la sociedad. [...] Porque, en efecto, si no hubiera una convención previa, ¿de dónde surgiría (a menos que la elección fuese unánime) la obligación de la minoría de someterse a la elección de la mayoría? Y ¿de dónde se sigue que cien personas, por ejemplo, que pudieran desear tener un amo, tendrían derecho a decidir por diez que pudieran desear no tener ninguno? La elección mediante una pluralidad de los sufragios es en sí misma un establecimiento de convención, y supone que la unanimidad ha subsistido entre ellos, al menos una vez.” (J. J. Rousseau; ‘Du Contrat Social, ou Principes du Droit Politique’, 1762.)

Dicha convención, por tanto, está fundada sobre “un supuesto esencial, cual es el de la homogeneidad substancial de todos sus miembros, que da lugar a una coincidencia concreta, fáctica”. Por el contrario, cuando esta coincidencia no se da: “cuando el desacuerdo versa sobre las instituciones básicas”, en un sistema conflictivo entre fuerzas heterogéneas antagonistas e irreductibles “que incluso luchan por una independencia total”: como es el caso de la dominación Nacional-imperialista de un pueblo predador sobre un Pueblo sojuzgado, la única alternativa es dictadura o independencia.

Bajo las condiciones de un Nacional-imperialismo endémico, como es el caso de los regímenes de España y de Francia, la salida de la dictadura política y el marasmo económico perpetuos en que se ven forzados a vivir como resultado de esa situación estructural, y el acceso a la democracia para esos Pueblos que – como es el caso de Españoles y Franceses – han llegado a identificarse con su centenaria empresa y misión históricas de dominación nacional-imperialista sobre otros Pueblos para los que no admiten existencia ni mucho menos liberación, sólo puede llegarles bien sea por la destrucción definitiva de esos Pueblos dominados por ellos (lo cual es una democracia criminal), o por su independencia. Mientras una de estas dos cosas no suceda, esas naciones predadoras: España y Francia, vivirán condenadas a la maldición de tener que renunciar a su tranquilidad y su posibilidad de desarrollo democrático en paz y armonía por causa del mantenimiento de su criminal Nacionalismo imperialista sobre los Pueblos que están sojuzgando, puesto que no podrán salir de su régimen totalitario; el cual, siendo imprescindible para el mantenimiento de su empresa de dominación imperialista, es sin embargo totalmente incompatible con un sistema de progreso pacífico y democrático.

Etc. (Véase el texto completo en: ‘Frente al imperialismo republicano: derecho de autodeterminación de todos los Pueblos’.)

Pero el Pueblo Vasco JAMÁS ha aceptado “una convención previa” con el Nacionalismo imperialista español y francés, ni con sus Estados imperialistas y colonialistas de España y de Francia; y la imposición de éstos se ha realizado mediante ocupación militar y Violencia criminal. La única convención previa que el Pueblo Vasco ha aceptado libremente lo fue para la formación e integración en el Reino de Pamplona, “el Reino de los Vascos”, el cual fue sucedido por el Reino de Nabarra, que garantizó siempre la independencia de nuestro Pueblo, y al que el Pueblo Vasco jamás ha renunciado ni ha reconocido nunca ningún otro.

Sin embargo, ocurre que, según el agente del imperialismo español Iñigo Urkullu, el Pueblo Vasco no quiere su independencia nacional: actualmente una antigualla pasada de moda, según él ha afirmado. Lo que según él nuestro Pueblo quiere es la dependencia y sumisión bajo el Estado imperialista español, que para Urkullu es el suyo propio. En realidad ocurre además que, para la burocracia liquidacionista Pnv a la que él pertenece, el Pueblo Vasco SON ELLOS MISMOS, y ellos ya están perfectamente acomodados e integrados en España, con sus sabrosos sueldos y chanchullos a cargo de los Presupuestos Generales del Estado ocupante de esa España (o Francia) imperialista y fascista que para ellos, desde hace medio siglo ya, es el Estado propio: no-Nacionalista, no-violento, legítimo y democrático.

 

Por tanto, la misión del agente del imperialismo español Urkulllu es conseguir que el Pueblo Vasco renuncie a su imprescriptible e inalienable derecho internacional de autodeterminación o independencia, y que acepte por el contrario el imperialista Estado ocupante de Francespaña como “el Estado” propio y que viva cómodo en él, como ya hace la burocracia liquidacionista Pnv; aunque ello lleve inexorablemente a su liquidación como Pueblo Vasco y a su disolución en el magma de Francia y España. Es por ello que sus absurdas y fingidas propuestas para convertir el Estado unitario imperialista y fascista español en una “monarquía republicana” o en un “Estado plurinacional” son intoxicantes nubes de humo y de opio que llevan a nuestro Pueblo a la pérdida de la noción del tiempo y de la realidad, y por ende a su extravío, “entretenimiento”, agotamiento y liquidación.

Mientras tanto, el régimen Nacional-imperialista y fascista español puede seguir ganando el tiempo que nuestro Pueblo angustiosamente necesita para restaurar su propio ser y que no puede permitirse perder; todo ello como resultado de la moratoria que la mafiosa burocracia liquidacionista Pnv decidió clandestina e ilegalmente concederle (desde sus pactos de liquidación con el PsoE: de París en 1957-61 y de Múnich en 1962), para que el mismo régimen unitario fascista español pudiera continuar como “democracia” a la muerte del Dictador General Franco; algo que desde 1977 está realizando abiertamente hasta el día de hoy, y desde 1979 con la ayuda de la burocracia del Eta y sus satélites.

Ninguna propuesta del Pnv: ya sea directa o indirecta, va a poder borrar esto. La denuncia de sus pactos de liquidación; la afirmación del imprescriptible e inalienable derecho internacional de autodeterminación o independencia del Pueblo Vasco, que Urkullu y la burocracia Pnv niegan; el rechazo de los criminales y ocupantes Estados de España y de Francia como imperialistas y fascistas de ocupación militar, que por el contrario Urkullu y la burocracia Pnv aceptan como legítimos, democráticos y los suyos propios; y la afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro Estado propio, el Reino de Nabarra, que Urkullu y la burocracia Pnv ignoran, niegan o desprecian desde la misma creación de su partido, constituyen hoy el único camino para quien honestamente decida hacer una propuesta auténtica en pro de la Libertad Nacional y la Democracia – ambas cosas son estructuralmente inseparables – del Pueblo Vasco.