Falsificación del derecho de autodeterminación de todos los Pueblos por la llamada “izquierda abertzale”

 (Texto publicado inicialmente el 7-Octubre-2019.)

Falsificación del derecho de autodeterminación de todos los Pueblos por la llamada “izquierda abertzale”


Ante las actuales declaraciones de miembros de la llamada “izquierda abertzale” en favor de la celebración de un llamado “referendum de autodeterminación”, que en realidad implica la destrucción pura y simple de la Autodeterminación de los Pueblos sojuzgados por el imperialismo, parece oportuno ofrecer al lector unos extractos de nuestros textos que desarrollan este tema de forma apropiada y que ponen en evidencia, una vez más, el funesto papel de estos impostores: objetivamente agentes al servicio del imperialismo franco-español que ellos reconocen como un régimen “legítimo, no-violento y democrático”.


Las próximas “elecciones generales” totalitarias del imperialismo fascista español, en las que nuevamente van a participar, son la enésima ocasión en la que van a prestar su sostén y apoyo a un putrefacto régimen imperialista y fascista de ocupación militar, el cual se mantiene en nuestro País con su falso disfraz de “democracia” gracias a ellos. Son datos históricos que jamás podrán borrar.


(Véase el Capítulo ‘XII – Derechos humanos y Democracia‘, de nuestra obra ‘Euskal Herria y el Reino de Nabarra, o el Pueblo Vasco y su Estado, frente al imperialismo franco-españolEuskal Herria and the Kingdom of Nabarre, or the Basque People and its State, against French-Spanish imperialism’.)


No es posible hacer frente al imperialismo si los conceptos fundamentales – teóricos, ideológicos y políticos – de una oposición democrática: que ha de estar forzosamente basada en la defensa de los derechos humanos fundamentales (y ante todo del derecho de autodeterminación de los Pueblos sojuzgados así como de independencia e integridad de sus Estados legítimamente constituidos sobre dicho principio), están siendo constantemente falsificados, distorsionados o ignorados. La actual “clase política oficial vasca” está formada, en el mejor de los casos, por ignorantes e incompetentes absolutos en todas estas cuestiones fundamentales. Lo peor es que, además, son corruptos que están económica, ideológica y simbióticamente integrados en el régimen de ocupación militar al que, suceda lo que suceda, no se cansan de confortar y reconocer como “legítimo, democrático” etc., y de hecho dentro de pocos días esa mafia liquidacionista Pnv-Eta va a llevar al Pueblo Vasco, una vez más, a reconocer el repugnante régimen fascista español como democrático en otras “decisivas elecciones generales”. Sin deshacerse de esa camarilla de sinvergüenzas y/o incompetentes, no es posible una política de liberación nacional.


Ante esta situación de emergencia, es absolutamente necesario lograr la unidad estratégica de todas las fuerzas de oposición democrática frente al imperialismo. Una unidad estratégica que sólo puede realizarse en función también estratégica, es decir: en torno a un objetivo o fin estratégico y fundamental – no parcial o secundario – que haga posible la acumulación de todas esas fuerzas democráticas, unánimes en su aceptación; mientras que su rechazo sólo pueda hacerse por los sectores comprometidos con el mantenimiento de las posiciones del imperialismo, lo cual los dejará fatalmente en evidencia. Y el único fin estratégico y fundamental que nuestro Pueblo tiene actualmente ante sí es la liquidación del régimen imperialista de ocupación militar español y francés, y la restauración de nuestro Estado propio: el Reino de Nabarra; un fin que nos proporciona una palanca decisiva, en el contexto del derecho internacional de los Pueblos declarado por la ONU, para el objetivo de garantizar la pervivencia nacional del Pueblo Vasco como un actor más de la escena internacional, en pie de igualdad con todos los Pueblos del Mundo.


“La lucha de clases, originalmente diseñada para la sociedad industrial y abortada allí, se ha convertido en el patrón dominante de las relaciones internacionales entre las ‘democracias’ establecidas y el tercer mundo.” (Reinhold Niebuhr, en ‘La lucha internacional de clases’; ‘The Irony of American History’, 1952.)


El imperialismo es la lucha de clases a nivel internacional: es la dominación y explotación de un País por otro; y el imperialismo Nacionalista consiste además en la destrucción de la Nación dominada y la imposición sobre ella de los caracteres nacionales de la Nación opresora. Por lo tanto, y en estas condiciones, en un País sojuzgado bajo un régimen Nacional-imperialista y fascista de ocupación militar, como lo es el español y el francés, y hasta conseguir la liberación nacional y la restauración estatal, sólo caben dos Partidos reales, a saber: por un lado, el de la integración al criminal poder totalitario (en todos sus diversos avatares “a la derecha y a la izquierda”), que se apoya en las fuerzas militares de ocupación y se camufla como “democrático” tras una fachada de cartón-piedra que oculta la verdadera realidad imperialista; y el de la Resistencia, por otro, cuyo objetivo es y sólo puede ser conseguir la expulsión de las fuerzas de ocupación: un elemento básico para recuperar la libertad nacional. Otra cosa será cuando la independencia nacional sea ya efectiva y haya una situación de real libertad, en cuyo momento podrán manifestarse diversas opciones políticas; pero hasta ese momento, toda división interna del Pueblo sojuzgado lleva y sólo puede llevar a su debilitamiento y por tanto a perpetuar la dominación del imperialismo sobre él.


Es pues evidente que la labor de los agentes de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta, que consiste también en potenciar la división partidaria interna en el momento presente, arruina necesariamente nuestro mencionado objetivo fundamental en el que esas burocracias no creen, y que de hecho han abandonado y substituido por “la contienda electoral, las urnas y el voto” en el seno del Estado ocupante que ellos reconocen como propio, no-violento, legítimo y democrático; a todo lo cual ellos llaman “democracia vasca”.


Por tanto, frente a ese funesto divisionismo interno, la unidad estratégica de las fuerzas populares de oposición democrática deberá aglutinase en un Movimiento de Resistencia Nacional integrado por todos los sectores de esa oposición democrática, los cuales podrán mantener su propia personalidad pero compartiendo y defendiendo todos ellos en esta etapa histórica, como una sola alma, dos únicos principios fundamentales, complementarios y absolutamente indisociables. Sólo hay dos principios cuyo mantenimiento condiciona y permite la unidad estratégica de las fuerzas populares para la constitución de ese Movimiento de Resistencia y Salvación Nacional: unos principios que incorporan en nuestro favor toda la potencialidad democrática y estratégica del Derecho Internacional. Estos principios son y sólo pueden ser:


1/ Afirmación del derecho de libertad, LIBRE disposición, independencia nacional o autodeterminación del Pueblo Vasco/Euskal Herria.

“Piedra angular de la democracia”, el derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos es un derecho que es originario, fundamental, inherente, de costumbre, inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e imprescriptible para todos los Pueblos sojuzgados bajo un régimen imperialista y extranjero; que es la misma cosa que la incondicional e inmediata independencia de éstos contra/frente a toda dominación o intromisión extranjera contraria a su libertad nacional; y que ha sido reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas: desde el Artículo Primero de su fundacional Carta de San Francisco así como por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General, como EL PRIMERO DE LOS DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y LA CONDICIÓN PREVIA PARA EL PLENO DISFRUTE DE TODOS ELLOS.

Su corolario y aplicación práctica consiste, como requisito ineludible para su realización, en la EXIGENCIA DE EVACUACIÓN INCONDICIONAL E INMEDIATA de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes: España y Francia, FUERA de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado. Y


2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro Estado propio: el Reino de Nabarra, sucesor del Reino de Pamplona – “el Reino de los Vascos” – constituido por una Confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos histórica y libremente reunida en torno a él. Internacionalmente reconocido durante mil años, el Reino de Nabarra sigue siendo el único Estado de la Nación Vasca, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro.

Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: el “Reino de España” y la “República francesa”, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas, y no como los propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos, según está haciendo hasta el día de hoy la pretendida “clase política oficial vasca” formada por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites.


Simultáneamente, y mientras el imperialismo franco-español no retira de nuestro País sus fuerzas de ocupación (dado que ellas constituyen el elemento esencial y fundamental de su dispositivo estratégico de dominación, sin el cual todo su sistema se desploma), el corolario y la aplicación práctica de estos dos principios implica mantener un BOYCOTT TOTAL:


– a toda participación, tanto en las instituciones del régimen imperialista-colonialista y fascista de Francespaña, que criminalmente los conculcan desde su constitución real y primaria (y especialmente en sus monopolios jurídicos o “parlamentos”: Parlamento francés y Cortes Generales españolas, establecidos a lo largo de los siglos mediante su Monopolio de la Violenciacriminal y el Terror de guerra y de Estado, e incontables e imprescriptibles crímenes constitutivos); así como en sus “elecciones generales” totalitarias que “legitiman” todo ello, y


– a toda colaboración con toda persona individual o colectiva que total o parcialmente, en la teoría o en la práctica, se niegue a asumir públicamenteuno o ambos principios fundamentales antes citados. Como es evidente, no es posible hacer una política anti-imperialista con el concurso de los imperialistas y fascistas – infiltrados agentes quinta-columnistas del imperialismo franco-español; quienes, al negarse a asumir esos principios que afirman nuestros derechos nacionales, afirman por el contrario su “derecho de imperialismo” y ocupación militar sobre nuestro Pueblo y Estado,y forman objetivamente– algunos incluso subjetivamente – parte de ese imperialismo.


DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO/EUSKAL HERRIA!


¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!


BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS, Y A SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR!  –  ALDE HEMENDIK!


¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!

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