El “federalismo asimétrico”: nuevas maniobras de intoxicación ideológica imperialista

(Texto publicado inicialmente el 26-Marzo-2020.)


El “federalismo asimétrico”: nuevas maniobras de intoxicación ideológica imperialista



Como es sabido, para el imperialismo español y francés toda cuestión pública: incluso las que afectan a los conflictos civiles e individuales más alejados de las cuestiones políticas fundamentales, quedan inexorablemente impregnadas por su Nacionalismo imperialista y supeditadas a su salvaguarda; por tanto, la gestión de la actual “emergencia sanitaria” sólo podía quedar enfocada desde el primer momento bajo los parámetros de su obsesión Nacional-imperialista, como ya ha quedado expuesto en el texto bilingüe anterior a éste: “Crisis sanitarias” e Imperialismo Nacionalista’ / ‘Health crisis and Nationalist Imperialism’.

Esto ha hecho que los llamados “gobiernos autonómicos” hayan quedado, ante los ojos de todo el mundo, relegados a su verdadera función del cero a la izquierda que ellos son para todo lo que no sea engañar a su propio Pueblo, bloquear su marcha a la liberación, y proporcionar enchufes y sueldos a las mafias que ejecutan esa tarea: lo cual es su única función real y para eso los aguantan y les pagan.

Ahora bien, como es evidente e inevitable, la gestión militar de la crisis, la jerga y las arengas cuarteleras dirigidas desde la televisión a millones de personas como si fueran niños a engañar o desde luego adultos sub-normales: lo cual es el producto propio de las “recias virtudes” castrenses hispanas, no podían ser garantía de eficacia sino todo lo contrario. Aun así, todo ello debía ser admitido por el Ejecutivo Nacional-socialista español, cuyo “primer ministro” declaraba (excusatio non petita) este pasado martes ante la tele: “También [están presentes] las Fuerzas Armadas, las Fuerzas de Seguridad del Estado, que ahora percibimos como un escudo insustituible y no como un gasto superfluo”.

Frente al sistema de organización social realmente democrático, que es el único que puede ofrecer respuestas válidas a una sociedad avanzada, este modelo de gestión militar-totalitaria de la sociedad civil: consustancial con el Estado imperialista franco-español, ha fracasado repetidamente a lo largo de la historia por ser totalmente incompatible con la eficacia, el progreso general y los derechos humanos fundamentales que una sociedad moderna y avanzada demanda y necesita. Sin embargo el Nacionalismo imperialista español y francés ha decidido durante siglos y hasta el día de hoy que todas esas exigencias de progreso, y la correspondiente organización social democrática que necesitan como condición de desarrollo, debían quedar descartadas ante la necesidad de mantener el régimen totalitario externo – pero inevitablemente también interno para su propia sociedad – que exigía su dominación sobre las colonias que finalmente se independizaron, y que actualmente sigue siendo necesario para mantener su dominación y explotación sobre el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra. Lo cual ha llevado históricamente – en particular a España – a interminables regímenes despótico-asiáticos, totalitarios y dictaduras, y a una ruina y bancarrota permanentes, por su empeño en mantener las colonias “hasta el último hombre, hasta la última peseta”. Aun así, ello no ha impedido que sus “intelectuales” hayan defendido siempre el sistema Nacional-totalitario, como es el caso del charlatán español Unamuno con su arrogante exclamación “¡que inventen ellos!”, dirigida a los Países de estructura y organización democrática de la sociedad; y como sigue siendo el caso de toda la clase política e “intelectual” española: totalmente Nacional-imperialista y fascista salvo excepciones individuales que confirman la regla.

“En España, donde ‘casi no hubo feudalismo’, y donde la revolución-invasión francesa fue el factor destabilizador efectivo del régimen, se abrió así la crisis de su Despotismo oriental al igual que había ocurrido en Francia con el ‘Antiguo Régimen’. En ambos casos el resultado: propio de los Países políticamente subdesarrollados, no fue la homologación con los Estados democráticos históricamente constituidos sino la constitución de sus Ejércitos en clase política real, y la construcción de regímenes militares y burocrático-administrativos característicos del totalitarismo ‘moderno’, con o sin disfraces y coberturas formales. El Ejército español era ya la clase política real y la columna vertebral de España desde 1812. El sentido – ausente – de la democracia, de la libertad y del poder popular reales desapareció, substituido por el vacío y el irracionalismo peculiares de los modernos despotismos: ‘consenso, Asambleas Constituyentes y Constituciones formales, elecciones, bi-partidismo y alternancia’ a la española; los cuales quedaban establecidos en la realidad sobre una estructura política y una constitución real predeterminadas por la guerra, la represión y el pillaje: domésticos y coloniales. El interminable cortejo de guerras, Dictaduras, Imperios, Restauraciones, Repúblicas, revoluciones derrotadas y contra-revoluciones triunfantes que siguió, no hizo sino desarrollar y consolidar ese poder, con el Fascismo contemporáneo como resultado acabado.

“El Ejército del Segundo Franquismo abandonó mucho lastre en materia de fe y costumbres, represión sexual y moralismo clerical, a fin de adoptar armas más modernas y efectivas de dominación ideológica; pero su Nacionalismo no ha hecho sino concentrarse y endurecerse, al verse reducido a la custodia de los restos próximos de un imperio colonial otrora inmenso: adquirido y conservado por medio de la violencia y el terror, y perdido por causa de la destrucción sistemática de las fuerzas productivas, la resistencia de los Pueblos, y la emergencia de las nuevas Potencias comerciales e industriales.

“Sin fuerzas armadas, el imperialismo está desprovisto de movimiento político. Es su violencia específica: lo cual es la naturaleza misma de las fuerzas armadas, y no las declaraciones y las inauguraciones de sus burocracias “políticas”, lo que constituye la realidad del movimiento político del imperialismo. Son el Ejército, la Guardia Civil y las Compañías Republicanas de Seguridad: brazo armado del Nacional-socialismo español y francés, su violencia ‘revolucionaria’.” (EUSKAL HERRIA Y EL REINO DE NABARRA, O EL PUEBLO VASCO Y SU ESTADO, FRENTE AL IMPERIALISMO FRANCO-ESPAÑOL.)

Por todo ello, ése es el modelo que – desvergonzadamente travestido de una “democracia” que ya no se cree nadie, pero que sigue siendo apoyado por la burocracia mafiosa-liquidacionista Pnv-Eta y todos sus satélites “sociales y culturales” – el régimen totalitario sigue utilizando hasta el día de hoy, porque es el que corresponde de forma inevitable a la naturaleza Nacional-imperialista y fascista del sistema: tóxico, repugnante y totalmente i-reciclable.

Sin embargo, precisamente a continuación de la citada intervención del “primer ministro” español servida desde la televisión española que llaman “euskal telebista”, entraba en acción en ese mismo medio el “intelectual” aborigen de turno con el objeto de sostener al régimen imperialista español (puesto que de forma cada vez más peligrosamente evidente está mostrando su verdadera naturaleza ante todo el mundo que sea capaz de ver y entender lo que ve), y por tanto de engañar al Pueblo Vasco, al presentar el régimen español como reciclable y homologable – según los estándares democráticos europeosmediante una serie de supercherías ideológicas revestidas de una palabrería “federalista” absolutamente insolvente, camuflada tras el siguiente discurso aparentemente crítico:

“Hay una obsesión anti-autonomías que surge de vez en cuando. Las medidas que aquí se han adoptado por el Gobierno español mediante un Real Decreto, en Alemania se han adoptado por un acuerdo entre el Gobierno federal y los gobiernos de los Länder: eso es el federalismo, que aquí no se ha entendido. [...] El Ejecutivo español ha optado por una gestión centralizadora de la crisis, que contrasta con otros modelos como el alemán, basado en el acuerdo con los Länder”. (Iñaki Lasagabaster, “catedrático de derecho administrativo en la EHU-UPV”.)

Pero lo que esa persona está escamoteando al decir “aquí” (de forma incluso huidiza, pues su “que aquí” suena más bien “qu’aquí”), es indudablemente la palabra “España”, que es lo único que en su mentalidad él admite que puede contraponerse a “Alemania”. Pero tras ese evasivo, equívoco y culpable “aquí”, no es “España” lo que él está insidiosamente sugiriendo y lo que él quiere que – sin que él tenga que decirlo – sus oyentes de la “telebista” entiendan. Lo que él desea dar a entender con su “aquí”: sin atreverse a decirlo y visiblemente sin creer tampoco en ello como sujeto de derecho internacional, es “aquí en el País Vasco”. O sea, hablando en serio y de Estado a Estado: aquí, en el Estado del Pueblo Vasco, en el Reino de Nabarra.

Ahora bien ¿qué tiene que ver la situación de los actuales Länder (o Bundesländer): sucesores de los históricos Ducados Raíces – o más bien Tribales: StammesherzogtümerGermánicos; los cuales, sobre la base de su derecho de libre disposición o autodeterminación, son sujetos VOLUNTARIAMENTE CONSTITUYENTES de la República Federal de Alemania que es por tanto un Estado democrático; qué tiene esa situación que ver, decimos, con la del Pueblo Vasco y su Estado el Reino de Nabarra: criminalmente agredido, desmembrado y anexado por la Monarquía Hispano-Católica, y mantenido bajo su dominación por su sucesor, el actual Reino de España, mediante ocupación militar permanente contra el derecho de autodeterminación del Pueblo Vasco y contra toda legalidad nacional (del Pueblo Vasco) e internacional, y que es por tanto un Estado criminal, imperialista, colonialista y fascista? O, planteado de forma simplificada: el Estado alemán, que está fundado en su constitución real y primaria sobre el derecho de autodeterminación de los Pueblos y la vigencia de los derechos humanos fundamentales que constituyen la democracia, ¿qué tiene que ver con el Estado imperialista, colonialista y fascista español, o el francés, que por el contrario están fundados en su constitución real y primaria sobre crímenes imprescriptibles de guerra, contra la paz y contra la humanidad; sobre la conculcación del derecho internacional de independencia, LIBRE disposición o autodeterminación de todos los Pueblos; y en particular sobre la opresión (entre otros) del Pueblo Vasco y la ocupación militar permanente de su Estado, el Reino de Nabarra? Digámoslo claramente: NADA EN ABSOLUTO.

Así pues, ambas situaciones no tienen nada que ver y ambos Estados son completamente distintos por su esencia y su naturaleza, y no sólo por su apariencia. Sin embargo las palabras del mencionado jurista-ideólogo trasladan al oyente, en beneficio del régimen español, la idea falsa de que el Estado Nacional-imperialista y fascista español es tan democrático como el alemán: éste con una organización interna de Länder; y aquél con sus “autonomías” o sus “anti-autonomías” pero democrático al fin, aunque no “adopte sus medidas” mediante acuerdos con los “gobiernos autónomos” sino mediante “Real Decreto”. Naturalmente, no nos extraña que los “catedráticos y especialistas” de derecho positivo español: ya sea administrativo o constitucional, que es por tanto un derecho imperialista (“las leies quel vencedor [im]pone al vencido, y con ellas nuestra lengua”; A. Nebrija, 1492), no quieran o no sean capaces de ver las diferencias fundamentales que hay entre ambos Estados, puesto que sus espléndidos sueldos y orondos títulos y cargos en la EHU-UPV les van en ello. Por desgracia – como ya hemos tenido ocasión de poner de manifiesto en textos anteriores – la llamada “Universidad del País Vasco” es una dependencia más de la universidad española: infiltrada y carcomida por el Nacionalismo y el social-imperialismo español.

Aun así (y – bien entendido – sin esperar que el ejemplo pueda ser útil para ellos pero sí con la confianza de que lo sea para nuestro Pueblo), diremos que, teniendo en cuenta la naturaleza de nuestro Estado histórico que permanece vigente: la Confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos libremente reunida en torno al Reino de Pamplona, el cual fue sucedido por el Reino de Nabarra, el equivalente de la relación entre cualquiera de los históricos Ducados Tribales o actuales Bundesländer Germánicos (Sajonia o Baviera, por ejemplo) y la República Federal de Alemania, sería la relación del Señorío de Bizkaia – o cualquier otro de los Territorios Históricos del Pueblo Vasco – no con el Estado imperialista de España o de Francia, con los que NUNCA HAN ESTADO LEGAL NI REALMENTE INTEGRADOS, sino con el Reino de Nabarra, del cual todos ellos son sujetos constituyentes.

Lo que ocurre es que, con toda seguridad, estos “catedráticos” no reconocen nuestro Estado ni tampoco el derecho de independencia, LIBRE disposición o autodeterminación del Pueblo Vasco. Ellos prefieren afirmar que – por ejemplo – Alaba o Bizkaia son “provincias autónomas” (del Latín pro-vincia: por victoria, por conquista) o componentes del “Euskadi” tri-provinciano español, “democráticamente” pertenecientes al Reino de España. Pero, como es natural, sus falsedades: ignorantes, delirantes o de mala fe, nos tienen absolutamente sin cuidado. Lo único que nos preocupa es que puedan engañar al Pueblo; pero ante esa eventualidad deben saber que no descansaremos en la tarea de desenmascararlos como lo que son: agentes al servicio del régimen franco-español de ocupación militar imperialista, colonialista y fascista contra el Pueblo Vasco.

Es por eso que a continuación debemos abordar la tierna idea que este “catedrático” formula también en su falsa propaganda cuando afirma: “eso es el federalismo, que aquí no se ha entendido”. Y debemos hacerlo puesto que está claro que quien no lo ha entendido, o tal vez quien quiere dar gato por liebre, es quien eso dice, ya que reduce el federalismo al hecho de adoptar decisiones “por un acuerdo entre el Gobierno federal y los gobiernos de los Länder”; lo cual es incurrir en la superficialidad de substituir la definición de su naturaleza con la exposición de una característica. Probablemente él cree de buena fe que sabe de lo que habla; pero la realidad es que no entiende la cuestión: no más que la entendía Landaburu, según se expuso en el texto “La burocracia Pnv-Eta, o ‘las familias políticas abertzales’ (VI)” publicado en esta página el día 16-Febrero-2020. El problema es que siempre nos quedará la sospecha de que, en realidad, no la entiende porque – debido a las razones ya expuestas más arriba – no le interesa entenderla.

https://nabarrakoerresuma.blogspot.com/2021/03/vi-la-burocracia-pnv-eta-o-las-familias.html

Así pues, y aunque esta cuestión ha sido ya explicada en textos anteriores, nos vemos obligados a abordar de nuevo el tema del federalismo; el cual es el engaño que los agentes del imperialismo español (mayormente los camuflados como “demócratas y socialistas” del partido neo-Franquista y Nacional-socialista Falange-PsoE, junto a sus hijuelas los del actual PsoE-bis con coleta) imaginan es el definitivo contra el Movimiento de Resistencia Nacional del Pueblo Vasco y contra su derecho de autodeterminación o independencia.

Como se recordará, porque fue ampliamente publicitada en los mass-media, señalados agentes al servicio del actual régimen neo-Franquista – en la versión Nacional-socialista del PsoE y sus franquicias locales neo-falangistas, junto con otras sucursales componentes del social-imperialismo español – lanzaron recientemente una nueva campaña de intoxicación ideológica para uso local destinada a confundir y recuperar la oposición nacional y democrática del Pueblo Vasco, al objeto de paralizarla en su permanente rechazo y lucha contra el régimen imperialista y fascista de ocupación militar. Como siempre, el objetivo consistía y consiste en conseguir que las fuerzas populares se desvíen y agoten comprometiéndose en una lucha absurda e inútil: una más, de las muchas que se nos proponen, pero esta vez “a favor de una reforma constitucional para crear un sistema federal asimétrico” (por supuesto español), según declaraban.

Los agentes utilizados para avalar esta maniobra: catedráticos, altos funcionarios y magistrados de derecho constitucional español, junto con una lista de pretendidos intelectuales (“Rectores de Universidad, historiadores y sociólogos” et al. operando en las “instituciones académicas y políticas vascas”), mostraban así tanto su afirmación e identificación con el Nacional-imperialismo español en el País Vasco: el cual esos agentes declaran “democráticamente” integrado en España y su Estado totalitario; así como su negación en primer lugar del Pueblo Vasco en cuanto titular del derecho originario, fundamental e imprescriptible de independencia, libre disposición o autodeterminación de todos los Pueblos, y también de su Estado propio, el Reino de Nabarra. Este objetivo queda patente tras una tediosa y vacía palabrería: no sólo completamente agotada sino además burdamente falsa, aunque ellos la imaginan incuestionablemente cierta y aplastante; la cual, en sus propias palabras, limita esa “reforma constitucional al ineludible reconocimiento de peculiaridades y especificidades, de asimetrías”; porque un sistema federal – dicen – “no es sinónimo de uniformidad”. Pero, por supuesto, siempre que esas singularidades no afecten a la “coherencia del conjunto ni a la equidad en el trato”; lo cual equivale a camuflar tras esa cháchara el dogma del Nacionalismo imperialista español de siempre: “España, una unidad de destino en lo universal”; y a reafirmar que esa “coherencia del conjunto” de la España que en pura petición de principio ellos tienen en mente no puede ser negada ni debilitada.

Estos agentes: Ocupantes, Colonos metropolitanos y Renegados indígenas al servicio del imperialismo franco-español sobre el Pueblo Vasco, han borrado la historia y la sociología auténticas, y en su lugar han fabricado unos cuentos falsificados y una “conciencia nacional” enfermiza y dolorosa: la cual choca con la realidad de los Pueblos que tienen sojuzgados, pero que prefieren mantener por encima de todo y afrontar durante siglos los insanos síndromes y fatales consecuencias que ella conlleva, antes que admitir y poner fin a su auténtica realidad imperialista, colonialista y militarista-fascista:

“[...] después que vuestra Alteza metiesse debaxo de su iugo muchos pueblos bárbaros y naciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento, aquellos tendrían necessidad de recebir las leies quel vencedor pone al vencido, y con ellas nuestra lengua; [...]. I cierto assí es que no sola mente los enemigos de nuestra fe, que tienen la necessidad de saber el lenguaje castellano, mas LOS VIZCAINOS, NAVARROS, franceses, italianos, y todos los otros que tienen algún trato y conversación en españa y necesidad de nuestra lengua, si no vienen desde niños a la deprender por uso, podrán la más aina saber por esta mi obra.” Etc. (Antonio de Nebrija; de la dedicatoria de su ‘Grammatica Antonii Nebrissensis a la reina Isabel I de Castilla; 1492. Énfasis añadido.)

De esa manera afirman ahora con todo desahogo que el “país vasco” es una región de España (o de Francia); que “los navarros y los vascos”, tal como ellos los conciben, son los Españoles (o Franceses) residentes en la “provincia de Navarra” y en las “provincias vascas” españolas (o en “departamentos” franceses), y lo que es más: que aun sin saberlo, los Vascones y los Territorios de los Vascones eran ya Españoles (o Franceses) desde el Paleolítico; que el Estado de los Vascos no existe ni ha existido nunca; que los Españoles (y los Franceses) no son ni han sido nunca Nacional-imperialistas ni se han impuesto sobre otros Pueblos a los que han privado de sus propios caracteres nacionales, idiomas, leyes y Estados, imponiéndoles los de los conquistadores; y que los Españoles (y los Franceses) en el “país vasco” están en su propia casa y tienen “perfecto derecho a la equidad en el trato”, es decir: que ellos no sólo tienen derecho a ser Españoles (o Franceses) en un País que no es España (ni Francia), sino que lo tienen además para obligar a ser Españoles (o Franceses) a quienes no lo son y a pesar de que no lo son.

Así pues nos aplican lo mismo y otro tanto que afirmaban en otro tiempo respecto a los Países Bajos, Cuba, Filipinas, Vietnam o Argelia, por poner sólo esos ejemplos; países que, tras haberlos ocupado militarmente, ellos declararon igualmente que eran parte de España y de Francia hasta que esos Países pudieron librarse de esa repugnante opresión. Al igual que hacen ahora estos embaucadores, también a aquéllos – tras haberlos sometido a sangre y fuego – les predicaban su bazofia contra el “separatismo”, y les cantaban las virtudes de la “unidad” imperialista hispano-francesa; la cual estuvieron dispuestos a mantener y mantuvieron “hasta el último hombre, hasta la última peseta” (A. Cánovas del Castillo), en todos los Países en los que impusieron su repugnante Nacionalismo imperialista mediante el Terror de guerra y de Estado, crímenes innumerables y atroces contra las leyes de la guerra, contra la paz y contra la humanidad, y ocupación militar permanente. En definitiva, no nos proponen nada distinto a lo que los Nacionalistas españoles y franceses han dicho y hecho siempre que han podido, en todos los Países que han tenido la desgracia de ser dominados por su odioso imperialismo colonialista.

En nuestro País, el hecho de que todas esas afirmaciones que ellos propalan han sido impuestas, constituidas (su constitución real y primaria) y mantenidas durante siglos mediante la agresión armada de ejércitos contra el Pueblo Vasco y su Estado: el Reino de Pamplona/Nabarra, eso es algo que nuestro Pueblo sabe de sobra y que jamás olvidará. Ésa es la verdadera constitución real y primaria del régimen actual. El sistema mantenido sobre esa realidad consiste por tanto en un criminal régimen imperialista y fascista de ocupación militar con su posterior “Constitución” formal y secundaria y su correspondiente sistema jurídico positivo: los cuales niegan los Pueblos y sus Estados sojuzgados como distintos de España y Francia; un sistema imperialista y colonialista cuya última imposición genocida se materializó en este País mediante la agresión del Nazismo y el Fascismo clerical, español e internacional durante la guerra civil e internacional de 1936-7. Que este régimen y su Estado son inseparables y están basados en la comisión de imprescriptibles crímenes de guerra, contra la paz y contra la Humanidad, y en la liquidación de nuestro Pueblo y de todas sus características nacionales empezando por nuestro propio idioma el Euskera y nuestra cultura, eso es algo demasiado evidente como para que perdamos más tiempo en comentarlo. En cuanto al régimen del Segundo Franquismo actualmente reinante tras la “transición” intra-totalitaria, éste consiste en la continuación del Primero: mantenido intacto desde 1977/9 bajo la obscena denominación de “democracia” gracias a los traidores indígenas de la burocracia mafiosa-liquidacionista que forma el grupo Pnv-Eta y sus satélites, los cuales son el actual partido del régimen en este País; y a los agentes auxiliares oficiales: Colonos metropolitanos y Renegados autóctonos, que le dan esa cobertura.

Por tanto los protagonistas de esta nueva maniobra: desde quienes son plenamente conscientes de su papel en ella hasta los ignorantes o insensatos manipulados que han sucumbido a la propaganda y al engaño de la aparente solvencia intelectual de esos charlatanes, deben saber que quedan perfectamente desenmascarados como los agentes del fascismo español que objetivamente son: apologistas, beneficiarios y/o encubridores de los innumerables, atroces e imprescriptibles crímenes mediante los que el régimen de España está constituido y mantenido en nuestro País.

En cuanto a sus pretensiones de estar respaldados por el derecho internacional, y sin extendernos ahora demasiado en cuestiones que ya hemos desarrollado con más detalle en otros trabajos en esta página (el lector que lo desee, puede consultarlas más ampliamente en el blog de Nabarra-ko Erresuma), no obstante expondremos aquí brevemente la impostura de estos pretendidos intelectuales y juristas del “derecho constitucional” del imperialismo español; “derecho” que consiste en su derecho positivo de conquista, es decir: el “derecho” a conquistar y conservar lo conquistado con pretensiones jurídicas de licitud en “virtud” del derecho positivo de la Potencia ocupante, es decir: su legislación aferente promulgada con el respaldo y a partir de la instauración de su monopolio de la violencia criminal.

Ahora bien, como establece el principio de derecho internacional, Ex injuria, jus non oritur; es decir: “del acto ilícito no surge derecho”. La ley o el derecho positivo que un régimen imperialista instaura ilícitamente en un País ocupado y anexado contra todo derecho nacional (del propio País ocupado) e internacional, como ocurre con la ley española y francesa en el País de los Vascos y su Estado, es una ley inicua y por tanto nula de pleno derecho. Es preciso tener en cuenta que “El acto por el que un Pueblo es un Pueblo es el verdadero fundamento de la sociedad”. (Una vez más nos permitimos indicar, al lector interesado, que esta cuestión ha sido tratada en el texto publicado en esta página el 21-Febrero-2019 bajo el título ‘Recuperación, para la ideología del imperialismo, del XXVI Congreso de la Asociación Mundial de Juristas’.)

Como es evidente, los Pueblos preceden políticamente y constituyen jurídicamente los Estados y los Gobiernos. Son los Pueblos los que se dotan de sus propias leyes en Paz, Libertad y sin imposiciones foráneas, y eventualmente fundan sus propios Estados, Y NO A LA INVERSA; lo cual constituye la Autodeterminación de los Pueblos. Frente a ello, el imperialismo es la negación de los Pueblos y de sus Estados; es la negación de la Autodeterminación o independencia de los Pueblos, y la correlativa afirmación del derecho imperialista a dominarlos mediante la violencia criminal y a abolir sus leyes y sus Estados, imponiéndoles en su lugar los del imperialismo. El imperialismo español y francés niega el Pueblo Vasco y su Estado: el Reino de Nabarra, que han ocupado y anexado criminal, ilícita e ilegalmente; y sus legistas y panegiristas – como los que nos ocupan: sucesores de Nebrija (“Belli Navarrensis libri duo”) y su escuela – son precisamente los encargados de encontrar las falaces argumentaciones teóricas que puedan justificarlo. Sin embargo, innumerables crímenes imprescriptibles, y el propio derecho internacional, se oponen a ello puesto que el Pueblo Vasco, al igual que todos los Pueblos del mundo, es sujeto agente de un imprescriptible derecho internacional de autodeterminación o independencia, así como de integridad de su Estado propio. Ésta es la posición crucial y definitiva que determina la naturaleza de una propuesta o una actitud políticas: democrática, cuando esa posición es afirmada y mantenida en la teoría y en la práctica; o imperialista y fascista, cuando de cualquier modo es negada y combatida.

En efecto: frente a la negación de la Autodeterminación impuesta por el imperialismo, surge inmediatamente el derecho de autodeterminación (DA) que detenta todo Pueblo dominado, el cual es su derecho de independencia incondicional e inmediata frente a toda agresión y dominación imperialistas. El DA surge necesaria y automáticamente como consecuencia de la conculcación-negación de la Autodeterminación, que es lo propio del imperialismo. Así pues, si hay imperialismo, hay DA; si no hay imperialismo, entonces la Autodeterminación está vigente y por tanto no hay DA ni falta que hace reivindicar lo que ya está vigente. El derecho de autodeterminación de todos los Pueblos ha sido reconocido – no constituido – en el Capítulo I, Artículo 1.2 de la Carta de las Naciones Unidas (1945), y por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General (UNGAR), como el primero y la condición previa de todos los derechos humanos fundamentales:

Por cuanto el derecho de los pueblos y las naciones a la autodeterminación es condición indispensable [a prerequisite] para el pleno disfrute de todos los derechos humanos fundamentales, [...] La Asamblea General recomienda que: 1. Los Estados Miembros de las Naciones Unidas deberán mantener el principio de autodeterminación de todos los pueblos y naciones;” etc. [UNGAR 637 A (1952).]

Claro que en 1952 España no pertenecía a las Naciones Unidas. ¿Por qué sería?

Por tanto “los Pueblos y las Naciones” que están dominados bajo el imperialismo de un régimen extranjero deben ante todo recuperar su independencia para poder gozar de todos los derechos humanos fundamentales, esto es incuestionable. Así pues, el régimen imperialista, colonialista y fascista de ocupación militar: instaurado sobre el Pueblo Vasco y su Estado el Reino de Nabarra por España y Francia, debe ser abolido, empezando por la retirada incondicional e inmediata de sus fuerzas de ocupación. En la Resolución sobre los “Factores que deberían ser tomados en cuenta al decidir si un Territorio es o no es un Territorio cuyo pueblo no ha alcanzado todavía una completa medida de auto-gobierno [self-government]”, se establece:

La Asamblea General, [...] 6. Considera que la manera en que los Territorios referidos en el Capítulo XI de la Carta [aquéllos ‘cuyos pueblos no han alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio’] pueden llegar a ser plenamente auto-gobernados [fully self-governing, aunque la versión oficial en Español, ideológicamente orientada, evita esta traducción y dice ‘plenamente autónomos’ cuando no es ése: autonomous, el término utilizado en la versión original en Inglés] es primordialmente [o ante todo: primarily] por medio del logro de la independencia, aunque se reconoce que el gobierno propio [self-government] puede también ser alcanzado mediante la asociación con otro Estado o grupo de Estados si este acto se realiza libremente y sobre la base de igualdad absoluta; 7. Reafirma que si bien esos factores [mencionados en el Título de la Resolución y listados en su Anexo] deben servir de guía para determinar si han de regir las obligaciones expuestas en el Capítulo XI de la Carta, de ninguna manera han de interpretarse como obstáculo para que un Territorio No-Auto-Gobernado alcance la plenitud del gobierno propio;” etc. [UNGAR 742 (1953)]

Por lo tanto esta Resolución: absolutamente ignorada como todas las demás por la burocracia – derrotista y políticamente arruinada – Pnv-Anv que poblaba el exilio, deja bien claro que la forma en que un Pueblo puede llegar al pleno auto-gobierno o gobierno propio es primordialmente o ante todo mediante el logro de la independencia, como no puede ser de otra manera; lo cual implica que el imperialismo debe ser ante todo abolido. Naturalmente también se reconoce algo que es obvio: que el gobierno propio de un Pueblo no es incompatible con una asociación con otro Estado o grupo de Estados. Pero deja bien claro que ello SÓLO ES POSIBLE SI ESE ACTO SE REALIZA LIBREMENTE Y SOBRE LA BASE DE IGUALDAD ABSOLUTA: lo cual es absolutamente incompatible con la naturaleza del imperialismo.

Se afirma por tanto, sin el menor equívoco, que esa asociación: “realizada libremente y sobre la base de la igualdad absoluta”, no substituye sino que IMPLICA LA INDEPENDENCIA PREVIA del Pueblo que accede al pleno auto-gobierno; es decir: que esa asociación es simplemente una forma posible más de implementar la independencia, no de negarla. Ese Pueblo, si así lo desea, puede decidir asociarse, del mismo modo que puede decidir no asociarse; o, si así lo decide posteriormente, anular la asociación inicialmente decidida. Es decir, que tales decisiones de libre asociación, integración, confederación o federación: libremente adoptadas en uso de la independencia originaria que todo Pueblo tiene frente a cualquier poder extranjero, no suprimen ni interrumpen el derecho inherente y permanente de autodeterminación como independencia fundamental ante el imperialismo, y no impiden ulteriores decisiones diferentes. Y ello es así porque la asociación, o la federación etc., no es una alternativa que se contrapone a la independencia, lo cual es absurdo; no implica la renuncia ni la pérdida de la independencia SINO QUE ES UNA FORMA DE EJERCER LA INDEPENDENCIA, y sólo puede establecerse LIBREMENTE Y A PARTIR DE LA INDEPENDENCIA ORIGINARIA que corresponde a todo Pueblo. Proponer la asociación/federación como una “solución” compatible con el mantenimiento de la subyugación inherente y constitutiva del régimen imperialista es una patraña absurda que implica la negación y destrucción de la Autodeterminación de los Pueblos: la asociación/federación implica necesariamente la independencia y la previa abolición del imperialismo, no la dependencia y subyugación bajo el imperialismo y la continuación del imperialismo.

Como se ve, la falsificación de estos agentes del imperialismo español no puede ser más burda, puesto que ellos por el contrario presentan una “federación” que, en contra de esa formulación de las NU y de toda lógica democrática, consiste en una substitución/negación de la independencia con el fin de que el régimen imperialista pueda continuar intacto sólo que con otro nombre. Para que la cosa cuele mejor, al hecho de continuar bajo la dominación del imperialismo de España lo llaman “federarse asimétricamente” con España, y lo plantean además como una obligación, y no como una decisión que el Pueblo Vasco pueda adoptar libremente y sobre la base de una igualdad absoluta; cosa que ni siquiera así la aceptaríamos dado el historial imperial-colonialista español contra nuestro Pueblo. Lo cual, por otra parte, el Reino de España y la República francesa: Estados imperialistas y criminales que basan su existencia en la negación del Pueblo Vasco (entre otros) como titular del derecho internacional de autodeterminación de todos los Pueblos y distinto del español y el francés, también rechazan de plano puesto que – al igual que ha ocurrido siempre con todos los Pueblos que han dominado – ni han estado jamás ni están dispuestos a reconocer de ningún modo el Pueblo y el Estado vascos.

Pero no hay que extrañarse de que estos charlatanes embaucadores al servicio del fascismo propongan algo que es absolutamente disparatado, puesto que esta campaña de intoxicación y embrutecimiento está destinada a nuestro Pueblo y no al régimen imperialista español, que sabe perfectamente que el asunto no va a ninguna parte y por tanto lo permite y promueve. Lo hace a sabiendas de que la función de esos agentes ideológicos “pasivos” es engañarnos y hacernos perder el tiempo a nosotros, para que dejemos que el tiempo y la confusión corran en nuestra contra al aceptar: en pleno delirio y bajo el señuelo de una falsa federación, la secular dominación imperialista y fascista de España sobre el Pueblo Vasco y su Estado. Mientras tanto, los agentes “activos” de su Nacional-imperialismo fascista prosiguen su tarea hasta nuestra liquidación total: su objetivo histórico permanente e invariable.

Siendo esto incuestionablemente así, como lo es, no caben atenuantes en la calificación de esos agentes. Porque no parece posible que personas que se dicen juristas puedan creer de buena fe en la superchería de la “federación asimétrica” que proponen, ya que eso es pura y simplemente un burdo disfraz nominal para ocultar el fascismo imperialista de siempre. Y si no lo ven así, entonces es que son necios (del Latín ne-scio = no saber) que ignoran lo que deberían saber: es el precio que uno paga cuando cierra los ojos – del cuerpo y de la mente – y acepta que su solvencia y honestidad intelectuales y morales queden supeditadas a la prioridad o el sueldo del Nacionalismo imperialista que oprime y busca la liquidación de nuestro Pueblo como tal; como cualquier Vasco sensato debería saber por una experiencia histórica de siglos. Porque debería ser evidente – más aún para ellos, oficialmente juristas – que la federación, al igual que el matrimonio, es un contrato bilateral, y que su celebración válida implica la LIBERTAD E IGUALDAD PREVIAS de los contratantes; lo cual implicaría la desaparición previa del Estado imperialista español (o francés) al que esos agentes objetivamente (algunos incluso oficialmente) sirven, el cual niega de partida la existencia misma del Pueblo Vasco y por tanto de todos sus derechos, puesto que lo que no existe no tiene derechos. Además proponen que sea el dominado quien “luche” por imponer al dominador – no se ve muy bien cómo, lo que revela aún más el fraude de la propuesta – “una reforma constitucional para crear un sistema federal” que el Estado imperial jamás aceptará: siendo así que él dispone del monopolio de la violencia para mantener su dominación, y que mediante repetidas guerras de agresión se ha asegurado de que eso siga siendo así sin contradicción.

Como acertadamente señala Lenin: “Por cierto, no es difícil ver por qué, desde un punto de vista Social-Demócrata, el derecho a la ‘autodeterminación’ no significa NI federación NI autonomía (aun cuando, hablando en abstracto, ambos conceptos aparezcan bajo la categoría de ‘autodeterminación’). El derecho a la federación es simplemente un sinsentido, puesto que la federación implica un contrato bilateral. Huelga decir que los marxistas no pueden incluir la defensa del federalismo en general en su programa. Por lo que se refiere a la autonomía, los marxistas defienden no el ‘derecho’ a la autonomía sino la autonomía misma, como principio universal general de un Estado democrático con una composición nacional variada y una gran variedad de condiciones geográficas y otras. En consecuencia, el reconocimiento del ‘derecho de las Naciones a la autonomía’ es tan absurdo como el reconocimiento del ‘derecho de las Naciones a la federación’.” (El derecho de las Naciones a la Autodeterminación, 1914)

Todo esto fue suficientemente aclarado en el texto que bajo el título “Autodeterminación de los Pueblos: único fundamento de la democracia”, fue publicado en esta página el 27-Julio-2018.

Los imperialistas y los esclavistas no se federan o casan con sus oprimidos o sus esclavos, cuando pueden – y quieren – mantenerlos en esa situación al tener y conservar su monopolio de la violencia que les permite ejercer su opresión y explotación. Si así no lo quisieran, entonces renunciarían a ese monopolio en lugar de reforzarlo constantemente: que es lo que Españoles y Franceses han hecho a lo largo de la historia y siguen haciendo. Por su parte los oprimidos: los dominados o los esclavos, no aman sino que odian la opresión y por ende a los opresores; son dignos y no aspiran a federarse o casarse con ellos aunque se lo pidieran (una suposición demencial), sino a liberarse de su odiosa y repugnante opresión y vivir libres de ella.

Proponer el “derecho (¡obligatorio!) a la federación”, al igual que al matrimonio, es caer en el ridículo de proponer un “derecho” que depende de la libre aceptación de la otra parte y que ésta puede perfecta y lícitamente rechazar: por mucho “derecho” que el “proponente” crea tener a celebrar ese contrato. En cambio el derecho perfectamente lógico, coherente, inmediato e imprescriptible: que sí tienen todos los Pueblos oprimidos del Mundo, es el derecho de autodeterminación, cuyo ÚNICO CONTENIDO NECESARIO es la independencia incondicional e inmediata frente a toda dominación imperialista. Todo lo que sea ocultar u obstaculizar este derecho, como estos agentes hacen, forma parte de las constantes falsificaciones ideológicas que los agentes del imperialismo implementan contra los Pueblos sojuzgados; algo que la mencionada Resolución 742 (1953) rechaza expresamente en su punto 7 al negar “argumentos” que puedan “interpretarse como obstáculo para que un Territorio No-Auto-Gobernado alcance la plenitud del gobierno propio”, a saber: “por medio del logro de la independencia”.

Frente a estas maniobras que una vez más se nos proponen, y en perfecto desprecio de ellas y de los agentes y lacayos que las promueven e instrumentan al servicio del imperialismo y el fascismo, el Pueblo Vasco reivindica y reivindicará siempre su derecho de libre disposición o autodeterminación, que es derecho de independencia frente al criminal imperialismo de España y de Francia, así como la vigencia y continuidad de su propio Estado histórico al que jamás ha renunciado ni ha reconocido ningún otro: el Reino de Nabarra. En consecuencia, la retirada incondicional e inmediata: fuera de los Territorios Históricos de los Vascos, de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de subyugación imperial-colonialista que las Potencias imperialistas España y Francia mantienen sobre nuestro Estado ocupado, es la primera exigencia para una solución democrática, y actualmente es la única posición de confluencia y de partida para todo colectivo o individuo que en este País pretenda mantener una posición progresiva y democrática frente al totalitarismo fascista.

Es en estas dos posiciones mínimas e irrenunciables donde el Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional se encontrará firmemente asentado siempre:

1/ Afirmación del derecho de libertad, LIBRE disposición, independencia nacional o autodeterminación del Pueblo Vasco/Euskal Herria.

“Piedra angular de la democracia”, el derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos es un derecho que es originario, fundamental, inherente, de costumbre, inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e imprescriptible para todos los Pueblos sojuzgados bajo un régimen imperialista y extranjero; que es la misma cosa que la incondicional e inmediata independencia de éstos contra/frente a toda dominación o intromisión extranjera contraria a su libertad nacional; y que ha sido reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas: desde el Artículo Primero de su fundacional Carta de San Francisco así como por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General, como EL PRIMERO DE LOS DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y LA CONDICIÓN PREVIA PARA EL PLENO DISFRUTE DE TODOS ELLOS.

Su corolario y aplicación práctica consiste, como requisito ineludible para su realización, en la EXIGENCIA DE EVACUACIÓN INCONDICIONAL E INMEDIATA de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes: España y Francia, FUERA de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado. Y


2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro Estado propio: el Reino de Nabarra, sucesor del Reino de Pamplona – “el Reino de los Vascos” – constituido por una Confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos histórica y libremente reunida en torno a él. Internacionalmente reconocido durante mil años, el Reino de Nabarra sigue siendo el único Estado de la Nación Vasca, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro.

Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: el “Reino de España” y la “República francesa”, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas, y no como los propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos, según está haciendo hasta el día de hoy la pretendida “clase política oficial vasca” formada por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites.

Simultáneamente, y mientras el imperialismo no retira sus fuerzas de ocupación, es preciso mantener un BOYCOTT TOTAL:

– a toda colaboración con quienes, por rechazar en la teoría o en la práctica uno o ambos principios fundamentales antes citados, o por abstenerse ante su exigencia, forman objetivamente – algunos incluso de forma subjetiva y confesada – parte del imperialismo; y

– a toda participación tanto en las instituciones del régimen colonialista y fascista de ocupación militar y especialmente en sus monopolios jurídicos imperialistas: Cortes Generales españolas y Parlamento francés, establecidos a lo largo de los siglos mediante el Monopolio de la Violencia y el Terror de guerra y de Estado, e imprescriptibles crímenes constitutivos; así como en sus “elecciones generales” totalitarias que “legitiman” todo ello.

DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!


¡BOYCOTT TOTAL LOS IMPERIALISTAS FASCISTAS, SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR!

ALDE HEMENDIK!


¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!

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