Un ejemplo práctico de discurso “de oposición” recuperado

(Texto inicialmente publicado el 11-Septiembre-2019.)


Un ejemplo práctico de discurso “de oposición” recuperado


El “president” Quim Torra, representante ordinario del Reino de España al frente del montaje político que llaman “generalitat de Catalunya”: por el que se establece que el sojuzgado y anexado Principado de Catalunya es una de sus regiones “autónomas”, ha ofrecido ayer una muestra acabada de lo que es un discurso de “oposición” recuperado y neutralizado, auto-limitado, censurado y reprimido; bien sea como resultado de una decisión consciente y deliberada de lo que hace, o simplemente por incompetencia y desconocimiento de lo que se trae entre manos. Con ocasión de los actos que se celebran la víspera de la Diada, él ha declarado que “Catalunya será lo que quieran los Catalanes. Si todavía no somos libres es porque todavía no hemos acabado el camino. Os pido que no nos paremos y que avancemos juntos para hacer realidad nuestros sueños y nuestros anhelos” etc.

Aparentemente, todo eso es muy loable e incluso “lógico y evidente”, y la actitud del Sr. Torra parece sincera; sin embargo, desde el respeto total y el cariño sinceros hacia el Pueblo Catalán, es preciso hacer alguna puntualización a los engaños, equívocos y ambigüedades que ese discurso objetivamente esconde. Y lo hacemos no por un afán de crítica por la crítica sino porque es inevitable que ese discurso, junto con la trampa que esconde, va a tener una traslación y aplicación inmediatas a la situación del Pueblo Vasco. De hecho, incluso Aznar en una de sus visitas a la Nabarra residual dijo aquello de que “Nabarra será lo que quieran los Nabarros”; algo que también Zapatero ha repetido hasta la saciedad.

Como es evidente, hay en ambas afirmaciones algo que chirría: algo que es clamoroso y que sin embargo se calla, algo que es patente y que sin embargo se oculta; una actitud que, siendo perfectamente coherente y natural para los citados agentes del imperialismo español sobre los Pueblos Vasco y Catalán, no lo es en absoluto para quienes se reclaman dirigentes de esos Pueblos hacia su emancipación nacional. Ese dato clamoroso que no se escucha, ese elefante en la habitación que se pretende invisible, es el régimen imperialista y fascista de ocupación militar por medio del cual ambos Pueblos están siendo mantenidos bajo la dominación española y francesa; lo cual es muy lógico que sea ocultado por los imperialistas, pero no lo es cuando quienes lo ocultan se pretenden líderes de los así dominados.

Cuando todos esos dirigentes – los unos agentes oficiales y los otros oficiosos del imperialismo – emiten esas frases de apariencia rimbombante, indiscutiblemente omiten y esconden lo que es EL QUID DE LA CUESTIÓN, a saber: es imposible que Catalanes y Vascos “sean lo que quieran ser” bajo las condiciones establecidas por los ejércitos de ocupación español y francés. Todo ello es la auténtica CONSTITUCIÓN REAL Y PRIMARIA de esos Estados imperialistas, la cual permanece impuesta de forma intocable e incluso innombrable mediante el monopolio de la violencia a fin de garantizar que esos Pueblos SÓLO PUEDAN SER “españoles” o “franceses”, según queda declarado en petición de principio por la respectiva “Constitución” formal y secundaria de esos Estados imperialistas.

Todo el aparente “embrollo” es tan simple y burdo como eso: han establecido sobre los Pueblos y Estados sojuzgados una nueva “legalidad” totalitaria, imperialista y fascista, NULA DE PLENO DERECHO, a partir de la ocupación armada y el monopolio de la violencia criminal. “A partir de ahí” se les dice que “pueden ser lo que quieran”, y que “tienen todo el derecho del mundo a pensar libremente y de manera diferente”, es decir: a “pensar” como quieren que piensen los imperialistas españoles, que son “mucho más libres, mucho más iguales, mucho más plurales, mucho más diferentes y mucho más fascistas que los demás”. La evidente superchería sobre la que todo eso está basado no requiere demasiada demostración para una mente sana y honesta.

Los Pueblos desean siempre continuar siendo lo que son, pero a veces no pueden serlo porque en la Historia de la Humanidad hay algo llamado imperialismo, que consiste en hacer que los Pueblos no sean lo que son y quieren ser sino lo que los predadores pueblos imperialistas – que se imponen sobre ellos por las armas, crímenes incontables e imprescriptibles, colonialismo, desnacionalización y posterior “ordenamiento legal” aferente – quieren que sean. Es el criminal y cínico escenario descrito por Nebrija a Isabel I de Castilla: “después que vuestra Alteza metiesse debaxo de su iugo muchos pueblos bárbaros y naciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento, aquellos tendrían necessidad de recebir las leies quel vencedor pone al vencido, y con ellas nuestra lengua”.

Tras el genocidio, la “asimilación” de los Pueblos sojuzgados por el imperialismo colonialista es la forma más “civilizada” de canibalismo que los humanos han sido capaces de inventar. A consecuencia de ello se consigue que los Algonquinos, Catalanes, Mapuches, Quechuas o Vascos, por ejemplo, no puedan ser lo que son y quieren seguir siendo, ni hablen su propios idiomas como debería ser lógico y natural, sino que hablen Francés, Español o Inglés; lo cual es por el contrario lo “lógico y natural” para el “orden” impuesto por el Nacionalismo imperialista de los conquistadores. La “normalidad” del imperialismo consiste en la aberración y destrucción de la realidad sociológica de los Pueblos; se opone absolutamente a la Democracia y a la diversidad ecológica de la especie humana. La victoria definitiva del Nacionalismo imperialista implica, a veces en tiempo muy breve, la destrucción irreversible e irreparable de Estados y civilizaciones, Naciones, Pueblos y razas, culturas y lenguas pluri-milenarias.

“¿Qué deberíamos hacer? Vivir justamente. Pero ¿qué es justicia? Justicia es permitir que los pueblos vivan en la forma para la que evolucionaron. Los seres humanos tienen una necesidad emocional y física de hacerlo así: es su expectativa biológica. Ellos pueden vivir sólo de esta manera, o todo el tiempo luchan consciente o inconscientemente para hacerlo así. Eso es lo esencial que quiero decir, porque ello significa que de hecho nuestra sociedad y su moralidad: que niegan esto, y su tecnología: que cada vez más lo impide, susurran todo el tiempo al oído del pueblo: ‘No tienes derecho a vivir’. Eso es lo que se encuentra bajo el esplendor del mundo moderno. Igualdad, libertad y fraternidad deben ser reinterpretadas a la luz de esto; de lo contrario, el cambio realmente revolucionario es imposible.” Etc. (E. Bond.)

Los Pueblos sometidos bajo el imperialismo no pueden ser lo que por naturaleza Y LIBREMENTE han decidido ser y quieren seguir siendo, ni lo serán: y ello a despecho de su imprescriptible derecho de autodeterminación, a menos que se libren de su ocupación militar. Decir que un Pueblo será lo que quiera ser, y exigir la aplicación del derecho internacional de autodeterminación de todos los Pueblos, es exigir la evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación que el imperialismo mantiene sobre un Pueblo sojuzgado.

La eliminación de la ocupación militar del imperialismo es la condición previa y sine qua non’ para que un Pueblo pueda ser lo que quiere ser, es decir: para que recupere la independencia y pueda vivir y desarrollarse libremente; lo cual ES LO MISMO que la Autodeterminación de un Pueblo. Creer que ello puede ser substituido por un supuesto “referéndum de autodeterminación”, que es como llaman a una “consulta” realizada (incluso aunque fuera “consentida”) bajo las condiciones del régimen imperialista y colonialista establecido sobre un Pueblo y su Estado sojuzgados mediante secular ocupación militar y colonización con todas sus consecuencias, y mientras se mantiene intacta esa ocupación armada, eso sólo puede hacerlo un colonizado estratégicamente arruinado y que ha perdido ya toda cordura por efecto de la intoxicación ideológica imperialista, o un agente al servicio del imperialismo.

Los derechos humanos fundamentales no se someten JAMÁS a votación ni “referéndum”; y el derecho internacional de autodeterminación de todos los Pueblos es el primero de los derechos humanos fundamentales y la condición previa de todos ellos. Ni las “mayorías” ni las “minorías” tienen ABSOLUTAMENTE NADA que decidir ni nada que votar sobre el derecho de independencia, libre disposición o autodeterminación de los Pueblos sojuzgados, que es un derecho fundamental, imprescriptible e irrenunciable y que, como tal, PRECEDE Y CONSTITUYE las “elecciones, mayorías, minorías y democracias”, las cuales sólo pueden existir y tienen sentido a partir del respeto y la vigencia de los constitutivos derechos humanos fundamentales. Sin embargo los “líderes independentistas radicales” de la llamada “izquierda abertzale” de este País: que reconocen el régimen de ocupación militar imperialista y fascista como “democrático” etc., incapaces no ya de un desarrollo teórico elemental respecto al derecho de autodeterminación sino ni siquiera de aprender de los errores ajenos al respecto, siguen diciendo que “lo volveremos a hacer” (eso que llaman “referéndum de autodeterminación”) y haciendo rodar su bola de estiércol ideológico destinado a intoxicar, atontar y bloquear al Pueblo Vasco: como vienen haciendo desde hace más de cuarenta años, con una terca obstinación que haría palidecer de envidia al escarabajo pelotero.

Según resulta evidente, es “lógico y natural” que Aznar o Zapatero oculten la ocupación militar del Reino de Nabarra y del Principado de Catalunya, y afirmen que sus Pueblos “serán lo que quieran ser”, eso sí: conservando intacta su ocupación militar bajo el Nacionalismo imperialista español que se mantiene oculto. Y lo hacen así precisamente porque saben que bajo la ocupación militar del imperialismo esos Pueblos no van a ninguna parte, y que ella es la única garantía de la liquidación final de esos Pueblos: fagocitados como “españoles” o “franceses”. Pero, en cambio, no es lógico y natural que la oculten los pretendidos líderes independentistas de los Pueblos sojuzgados. Y si a pesar de ello lo hacen, como así ocurre, entonces es que o bien son traidores corruptos, o son incompetentes. Pero ¿cómo pueden ser sólo incompetentes, cuando se da la circunstancia de que, precisamente por serlo, están cobrando espléndidamente del régimen de ocupación? La frase correcta y no mutilada que unos líderes honestos y competentes deberían forzosamente pronunciar (cada cual en la parte que le corresponde) ante esta situación es: “El Reino de Nabarra y el Principado de Catalunya serán lo que LIBREMENTE quieran los Vascos y los Catalanes, y por tanto los ejércitos de ocupación de España y de Francia deben evacuar incondicional e inmediatamente los Territorios de sus Estados ocupados”. ¿Es tan difícil decirlo?

En su lugar, el Sr. Torra (quien, por cierto, dice infinitamente más que dicen juntos todos los componentes de la banda mafioso-burocrática Pnv-Eta encabezada por Ortuzar y Otegi) añade a continuación que “si todavía no somos libres es porque todavía no hemos acabado el camino”; lo cual, en el mejor de los casos, es hacerse trampas al solitario. La alternativa que queda es peor, pues implica que intenta engañar a sus administrados. Porque, de toda evidencia, hablando con propiedad y dejando a un lado las metáforas, es forzoso afirmar bien distintamente que si no somos libres es porque estamos sometidos a dominación bajo un régimen imperialista y fascista de ocupación militar y de instituciones totalitarias, instauradas e impuestas hasta el día de hoy mediante esa ocupación armada. Una ocupación e “instituciones” que los burócratas que formaban la “clase política” vasca y catalana fueron corrompidos hace cuarenta y dos años para que no las vieran como lo que son (algo imposible para unos supuestos líderes políticos, que además fueron advertidos de ello), y en cualquier caso para que no dijeran esa realidad al Pueblo; para lo cual contaron con la complicidad de todo el imperialismo español: tradicional y transitivo, y de sus monopolios mediáticos. Por el contrario, le hicieran creer que toda esa estructura política del Segundo Franquismo: de base, imposición y naturaleza irremediablemente criminal, militar, imperialista, colonialista y fascista, mantenida intacta y sin la menor depuración, y declarada “democrática” de la noche a la mañana por la “transición”; que “eso”, decimos, proporcionaba un “camino” a la liberación nacional de los Pueblos sojuzgados. Y en ésas mismas siguen ellos y sus sucesores hasta la fecha.

Un esclavo lúcido y no mentalmente alienado nunca diría “si soy esclavo es porque todavía no he acabado el camino”, sino: “soy esclavo porque tengo puestas unas cadenas”; o “porque estoy metido en un campo de trabajos forzados” del que naturalmente se le impide por la fuerza poder salir. Por mucha épica que se le eche, un camino: todo lo largo que se quiera, pero siempre que esté cercado o vigilado por un ejército de ocupación, seguirá siendo parte del territorio y del dominio esclavista. Ese camino no conduce a la libertad sino que es parte externa de la jaula y revierte a ella. Si encima un “líder” político dice que eso es un régimen “libre, no-violento y democrático”, entonces apaga y vámonos. Porque, si de metáforas se trata, un toro encerrado en una plaza lo suficientemente grande (y desde luego en el trayecto vallado hacia ella) hasta podría tener la sensación de estar libre y de que, excepto por el “pequeño” detalle de que hay siempre un “obstáculo” hacia un lado o hacia el otro de su corta visión, él puede trotar en línea recta y en libertad. Una imagen a vista de pájaro le haría comprender la realidad de su encierro.

Pues esto es exactamente lo que ocurre: si los Pueblos Vasco y Catalán siguen sin ser libres, mientras son constantemente animados a caminar hasta la extenuación dentro de su rueda de ardilla sin avanzar un milímetro (“Os pido que no nos paremos y que avancemos juntos” etc.), ello es porque, estando como están bajo un régimen imperialista y fascista de ocupación militar, su pretendida “clase política” está formada por unas burocracias de traidores y/o incompetentes que le ocultan e impiden que vea esa ocupación militar; que desde hace cuarenta y dos años continúan diciéndole que no existe imperialismo alguno sobre ellos y que el régimen imperialista y fascista franco-hispano bajo el que están sometidos es “legítimo, no-violento y democrático”; que colaboran con él llevando al Pueblo a votar en sus “elecciones generales” y a participar en los monopolios jurídicos (“parlamentos”) de España y Francia, a lo cual lo llaman “avanzar”; y que, al aceptar su “Constitución” y sus “instituciones”, están aceptando que no existen Pueblos y Estados sojuzgados sino únicamente los pueblos y Estados ocupantes: España y Francia, los cuales esas burocracias admiten como propios.

Bajo estas condiciones de traición y embrutecimiento que esas burocracias hacen posible, el Pueblo Vasco y el Catalán: que tienen una bien demostrada capacidad de movilización en manifestaciones y concentraciones de masa, son sin embargo incapaces de descubrir que LA ÚNICA MOVILIZACIÓN que el régimen teme es el BOYCOTT TOTAL a esa participación en las “elecciones generales” totalitarias que el régimen propone y necesita; que la única catástrofe para la dominación del imperialismo “democrático” es la aplastante concentración de todo un Pueblo en sus propias casas durante la “jornada electoral”: sus calles y plazas vacías en una gigantesca movilización y concentración a la inversa realizada en respuesta a la correspondiente convocatoria del Movimiento de Resistencia Nacional, justo cuando el imperialismo quiere que el Pueblo esté ordenadamente concentrado ante los señuelos y las trampas de sus “urnas electorales de la democracia española y francesa”. Unas urnas en las que se escenifica: de forma si se quiere equívoca y ambigua, como lo es toda recuperación, pero oficialmente clara e inequívoca, que los Pueblos Vasco y Catalán entierran “voluntariamente” en ellas su Libertad nacional, y que votan como Españoles y Franceses a la llamada de Gobiernos que reconocen como propios y legítimos; algo que un Pueblo sojuzgado pero con una dirección incluso mínimamente competente jamás debería avenirse a aceptar.

Pero si esa auténtica catástrofe para el régimen imperialista y fascista franco-español: que supondría el boycott total y que se produciría además sin coste alguno para el Pueblo sojuzgado; si esa catástrofe, decimos, no se produce en la realidad, ello es precisamente gracias a la colaboración de esas burocracias corruptas y mentalmente alienadas y embrutecidas; las cuales: absolutamente dependientes de los sueldos y cargos que obtienen del régimen de ocupación, colaboran con él e impiden que ese camino sea visualizado y puesto en práctica por el Pueblo.

Como es inevitable, cada vez tendrán más difícil el poder ocultar todo esto. Pero de momento consiguen el bloqueo y la esterilidad de toda movilización popular, reducida a mera agitación ritualizada sin sentido ni finalidad; y también la exasperación de los sectores populares, cada vez más frustrados. Ahora bien, ¿qué ignorancia no-culpable – ¡en unos supuestos “líderes”! – podrán aducir para justificar todo esto cuando llegue el día de la liberación? ¿O creen acaso que ésta vendrá del “camino” que ellos proponen: un demencial camino de colaboración y sumisión al régimen imperialista y fascista franco-hispano de ocupación militar que les paga para que hagan lo que hacen; y que después, tras haberlo reconocido como “democrático” etc. y por tanto como no-imperialista, incitan al Pueblo a desafiarlo en una agitación absurda cuya correspondiente represión: presentada ante el mundo entero como una mera cuestión de policía frente al desorden, la delincuencia y el “terrorismo contra las legítimas leyes establecidas”, es por tanto plenamente “justificada”?

Por lo que a nosotros respecta, frente a la traición y/o la incompetencia de las burocracias liquidacionistas Pnv-Eta: las cuales llevan más de cuarenta años colaborando con el régimen imperialista y fascista de ocupación militar que niega la existencia del Pueblo Vasco y su Estado, afirmamos los dos únicos principios fundamentales para un auténtico Movimiento de Resistencia Nacional integrado por toda la oposición democrática, ineludibles para hacer posible la unidad estratégica de las fuerzas populares del Pueblo Vasco. Una unidad estratégica no se materializa automáticamente, como por arte de magia, por el solo hecho de utilizar esas palabras como si ellas fueran el sortilegio para crearla. La unidad estratégica sólo puede conseguirse y fundarse en función estratégica, es decir: establecida sobre la actual capacidad y cooperación de TODAS LAS FUERZAS DEMOCRÁTICAS frente a las fuerzas de la reacción totalitaria, y orientada a un fin estratégico: la liquidación del imperialismo y la liberación nacional del Pueblo Vasco, y no a la obtención de “transferencias pendientes” concedidas por el imperialismo que queda así reconocido y perpetuado.

“Toda política implica una estructura estratégica de fines y medios, la cual produce, conserva o modifica socialmente la relación de fuerzas en que está fundada. La naturaleza de esa política: progresista o reaccionaria, depende del resultado real al que está orientada. Sólo la modificación estratégica de la relación de fuerzas en favor de las clases populares constituye la realidad del progreso político. Medios y fines estratégicos se implican y constituyen mutuamente: los fines constituyen los medios; la profundidad de los fines condiciona y produce la extensión de los medios.

Los Pueblos y las Naciones sólo se movilizan para fines que merecen su esfuerzo. Para un Pueblo sojuzgado y bajo las condiciones de un régimen de ocupación militar imperialista y colonial (ya sea en Irlanda como en Argelia, o en las Colonias americanas, donde el terrorismo de los colonos y los Padres Fundadores dio origen a los actuales USA), la independencia nacional es un fin que – como puede comprenderse – encuentra dificultades naturales de agregación de medios, hasta conseguir reunir los recursos sociales necesarios. Pero, por arduo que resulte realizar ese esfuerzo de agregación, no hay alternativa que permita ahorrarlo, puesto que el abandono de ese fin implica la liquidación de la política y la ideología democráticas, del derecho internacional de autodeterminación o independencia, y de la política de libertad nacional.

“El Pueblo Vasco se movilizará – tal vez – con análoga dificultad por la restauración de su Estado histórico frente a la ocupación, la dominación y la colonización nacionalista franco-española; pero no se movilizará nunca por un “departamento” francés con un prefecto, o por una falsa autonomía otorgada, regional y provinciana del Estado español. Los Pueblos se movilizan por grandes causas y, en todo caso, por la Libertad; no lo hacen por humillantes platos de lentejas.” ((Véase Cap. XXXIII – ‘Estrategia y táctica; clase y unidad políticas (XXXIII).)

Todo lo cual implica la unión de toda la oposición democrática en torno a la aceptación de dos principios fundamentales, complementarios y absolutamente indisociables, a saber:

1/ Afirmación del derecho internacional de autodeterminación del Pueblo Vasco. Un derecho que es fundamental, originario, inherente, inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e imprescriptible para todos los Pueblos; que es la misma cosa que su libre disposición o independencia inmediata contra/frente a cualquier dominación o intromisión política extranjera constituida por el imperialismo; que ha sido reconocido – no constituido – por el derecho internacional de las Naciones Unidas como el primero de los derechos humanos fundamentales y la condición previa de todos ellos; y cuyo corolario y aplicación práctica implica, como condición previa para su realización, la exigencia de evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes, España y Francia, fuera de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado; y

2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de su propio Estado histórico, libérrimamente constituido sobre una confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos reunida en torno al Reino de Pamplona: “el Reino de los Vascos”, al que sucedió el Reino de Nabarra, el cual sigue siendo en la actualidad el único Estado del Pueblo Vasco, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro. Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: España y Francia, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas.

Simultáneamente y mientras tanto, es preciso mantener un BOYCOTT TOTAL: a toda colaboración con quienes, por rechazar en la teoría o en la práctica los dos principios fundamentales antes citados, forman objetivamente – algunos incluso de forma subjetiva y confesada – parte del imperialismo; y a toda participación en las instituciones del régimen colonial-imperialista y especialmente en sus monopolios jurídicos (“parlamentos”) establecidos mediante su monopolio de la violencia, así como en sus “elecciones generales” totalitarias que “legitiman” todo ello.

DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!


¡BOYCOTT TOTAL LOS IMPERIALISTAS FASCISTAS, SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR!

ALDE HEMENDIK!


¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!

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