Abandono de todo principio nacional por la burocracia Pnv-Eta en los “debates electorales”


Abandono de todo principio nacional por la burocracia Pnv-Eta en los “debates electorales”


Las burocracias que integran la banda mafiosa Pnv-Eta se encuentran permanentemente colocadas “en modo campaña electoral” y dedicadas a “cerrar las filas y cargar las pilas” de su clientela de seguidores obnubilados, a los que dichas burocracias se dedican a engañar; la verdad es que sin molestarse ya demasiado en ello, puesto que el embrutecimiento que han conseguido instalar en el País y en las propias bases de sus partidos son tales que el “lehendakari” (y candidato a “lehendakari”) Urkullu se permite declarar públicamente en la prensa que “ve ‘desfasado’ hablar de independencia” (para el Pueblo Vasco, por supuesto, que no para el Español, Francés o Alemán), sin que nadie en su partido diga “esta boca es mía”.

Y en cuanto a la candidata Iriarte, hace tiempo que denuncia sin pudor alguno que “se han cruzado las líneas”, cada vez que la exasperación de nuestro Pueblo se manifiesta en forma de ataques o protestas públicas contra los Renegados Vascos y auto-proclamados Españoles que, protegidos por las fuerzas de ocupación del Reino de España, defienden el régimen Nacional-imperialista español que hace al menos nueve siglos cruzó las líneas fronterizas de nuestro Estado, el Reino de Pamplona-Nabarra, y agredió al Pueblo Vasco y sigue agrediéndolo hasta el día de hoy. Un régimen de ocupación militar y un Estado imperialista españoles a los que, igualmente, ella y toda su banda reconocen: desde hace cuarenta y un años ya, como el régimen y “el Estado” propios, no-nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos sin que nadie en la pretendida “izquierda abertzale” mueva una ceja. Su identidad básica con la banda mafiosa Pnv es absoluta.

Una buena muestra de todo ello son los recientes “debates electorales” mantenidos por sus representantes – en la televisión española que llaman “euskal telebista” – con esos auto-proclamados españoles y representantes de los partidos del imperialismo español en nuestro País, que está sostenido mediante un régimen fascista basado en el monopolio de la violencia (y en los monopolios mediáticos anexos al monopolio de la violencia) que le proporciona la ocupación militar armada y permanente de nuestro Estado, el Reino de Nabarra.

Ante todo ello, parece oportuno traer a colación un análisis sobre la naturaleza y la realidad auténticas de las burocracias liquidacionistas Pnv-Eta, por lo que reproducimos a continuación un extracto del Capítulo XXX – Degeneración burocrático-activista, y ruina político-estratégica’, de nuestra obra Euskal Herria y el Reino de Nabarra, o el Pueblo Vasco y su Estado, frente al imperialismo franco-español Euskal Herria and the Kingdom of Nabarre, or the Basque People and its State, against French-Spanish imperialism, que a continuación ofrecemos a los lectores:

“En el Segundo Franquismo, al igual que ocurría en el Primero, las organizaciones políticas y sindicales oficiales son órganos regulados y financiados por el poder político establecido, que cuentan con el apoyo de las instituciones ‘internacionales’ correspondientes. Quienes creen que los Gobiernos, Partidos, Sindicatos y mafias funcionan todavía como lo hacían en el siglo XIX, mal pueden comprender que en los actuales Estados el papel político de estas organizaciones se ha visto reducido al de correas auxiliares de transmisión, control, información e intoxicación ideológica al servicio del Gobierno real, el cual las fabrica y del cual dependen para existir y subsistir.

“De este modo, y bajo el régimen salido de la ‘transición’, las organizaciones del colaboracionismo indígena son corporaciones que tratan de explotar en provecho propio las condiciones del orden político-económico imperialista y fascista en el que han nacido y que han aceptado, asumido y reconocido: un orden al que todo deben y que defenderán por todos los medios de que disponen.

“La corrupción es la función primera que cohesiona y engrasa los órganos y la clientela de las Administraciones ‘autónomas’, las cuales han creado capas sociales enteramente dependientes de ellas y dispuestas a todo para conservarlas. Tales tramas se benefician del monopolio de la violencia y el terror; del monopolio de propaganda y de la resultante ruina de la libertad de expresión; de la protección política de sus actividades; de la financiación oficial, oficiosa o fraudulenta de sus Organizaciones mediante el correspondiente monopolio de extorsión, corrupción y sinecuras administrativas; así como de una enorme clientela de funcionarios ‘públicos’ y de su red de empresas ‘privadas’.

“La redistribución del producto social se efectúa según el esquema de costumbre: por intersección y colusión de funcionarios, ‘políticos’, empresarios privados y mafia especializada en la organización y explotación del filón. El sistema de ‘puertas giratorias’: que – tras el ejercicio de las más ‘altas magistraturas’ – dan paso a dorados cometidos nominales en grandes Corporaciones, es sólo el ejemplo más llamativo y escandaloso de recompensa en este sistema de corrupción institucional. Por desgracia, una vez que esos beneficiarios han demostrado sumisión al poder imperialista y fascista establecido: única competencia básica que era necesaria para ejercer sus anteriores cargos, cualquiera puede imaginar la ‘decisiva’ aportación que tales ‘figuras’ de la ‘alta política’ pueden hacer a las finanzas y el management industrial-comercial en sus nuevos puestos.

“El grupo Pnv y sus satélites, comprendido el Eta, son un caso de cultura agropecuaria en una sociedad industrial. Un País relativamente primitivo y rural como éste, donde estamos todos a un paso del bas-herri’ o el pueblo más o menos grande, es natural y fundamentalmente hostil al pensamiento teórico o científico. Además, y como consecuencia fundamental del reaccionarismo/obscurantismo inherente a la Contra-Reforma española-ignaciana-jesuítica (y luego peneuvista): desgraciadamente instaurada en este País tras su total ocupación militar hispánica desde 1512, tener ideas es lo peor que le puede ocurrir a quien pretenda alcanzar aquí la estima de sus convecinos; y pretender decirlas, una temeridad que se le hará pagar muy caro. Entre el Pueblo, la eventual y equívoca admiración por el ilustrado – eskolatua – cede siempre ante el recelo despectivo y desconfiado, que fácilmente se convierte en odio o resentimiento.

El modelo social de este País: la ‘personalidad de base’ o su versión política, es el rústico maltzur, desaprensivo, marrullero, artero, ignorante y grosero que engaña a los adversarios políticos, económicos o culturales (supuestamente mejor equipados intelectualmente que él), y a quienes finalmente se impone por la astucia, la fuerza, el robo y la traición. Personifica el triunfo romántico, legendario, pan-recurrente y populista del débil contra el fuerte. Incluso los trucos más deshonestos – que son económica y culturalmente funestos para una sociedad evolucionada – como son la difamación, el espionaje industrial o el plagio político, literario o científico, son mostrados como ‘simpáticas habilidades’, en otras palabras: como la legítima revancha que restaura y restituye los justos derechos del injustamente privado de ellos. (En cualquier caso, los bienes culturales afectados son demasiado ‘inmateriales’ como para merecer otra cosa que la regocijada chacota del malicioso observador: mientras no se roben las gallinas o los bueyes, o sus modernos trasuntos mecanizados, aquí todo vale.) Esto ‘proviene más de los alcances naturales de una raza que nunca ha aprendido los modernos conceptos éticos, antes que de cualquier defecto decisivo en su estructura moral’. Ahora, con el moderno imperialismo y la globalización, conceptos y estructura se han ido todos ya al demonio, y los rurales deculturados mienten y roban si pueden tanto y tan bien como los plebeyos aculturados; sobre todo si ‘la vía institucional’ y la corrupción administrativa se lo ponen al alcance.

El Pnv y sus satélites son adeptos indefectibles de tales procedimientos, con los que tratan de paliar su indigencia teórica y práctica. Lo malo, para ellos, es que el pillaje – político, económico o cultural – debería implicar estructuras receptivas de las que ellos carecen por completo. La simple y penosa consideración de sus ‘ideas’ y ocurrencias sugiere diversas patologías mentales, oligofrenias o psicopatías, y evoca estados delirantes, ya sean agudos o crónicos. Pero no son deficientes mentales que vivan al margen de toda realidad, ni están tan locos ni son tan tontos como parecen. Bien al contrario, la barrera populista del Pnv y su vasto conglomerado de satélites se apoya en una estructura de clase, financiera, política y clerical cuyos mentores y rectores – si bien no sus seguidores – saben muy bien lo que se hacen y a dónde van: a acomodarse con el fascismo y ‘sentirse cómodos en el Reino de España’ tras haber tirado a la papelera su propio Estado: el Reino de Nabarra.

“A unos y otros el coste social de todo ello para el País les tiene sin cuidado: poco les importa la evidencia de que bajo el ecosistema del Nacionalismo imperialista español y francés no hay el menor lugar para el Pueblo Vasco como tal Pueblo, con sus características nacionales propias. Ellos no son en realidad otra cosa que la red de colaboración, represión, corrupción, espionaje y propaganda del poder extranjero, al amparo y al servicio del régimen establecido; la red que el imperialismo español montó con la colaboración del Pnv y sus satélites: instrumentos auxiliares y necesarios – vendidos o manipulados – de los que el régimen fascista se sirve para mantener al Pueblo Vasco en la sumisión, la inactividad y el embrutecimiento políticos, y para la congelación, la recuperación y el desgaste de sus fuerzas populares.

“La identidad de una clase o un Partido políticos se funda sobre su contenido ideológico y político, no sobre las distinciones formales, personales o burocráticas de sus virtualmente innumerables dependencias y filiales nominales. El Pnv ha sido siempre, ante todo, una amplia base popular, virtualmente extensible a la mayor parte del Pueblo Vasco. Es una institución social antes que política. Todos los que han creído poder substituirlo o terminar con él, sin tener una alternativa ideológica y política, han fracasado inevitablemente porque no juegan en el mismo terreno.

“Contra toda esperanza, el Pnv se ha mostrado incapaz de generar una voluntad política: estratégicamente determinada, y una cualificación ideológica y política de una clase dirigente, que no existe. Estas notas son inseparables de la degeneración burocrática y la impotencia estratégica de la organización jeltzale, con la determinación imperialista como su única clave política. Su base tradicional se genera espontáneamente y sigue ciegamente al Partido y sus siglas: no porque entienda su política, sino porque no entiende nada de ninguna. En los últimos sesenta años la burocracia peneuvista ha tomado opciones estratégicas decisivas, de la mayor gravedad y transcendencia, sin que su ‘base’ se haya enterado de nada. No cabe ninguna duda de que, si hubiera tomado las decisiones contrarias, habría obtenido también la misma ‘adhesión’ de sus seguidores; en tales circunstancias, las condiciones para la suplantación de la base por una burocracia autoritaria se dan de forma absoluta.

“La base del Pnv: ignorando siempre por completo lo que sus pretendidos representantes tramaban a sus espaldas, no ha sido capaz de ver y comprender – y sigue siendo incapaz de hacerlo – el hecho decisivo de que esos “representantes”, mientras aparentemente invocaban la defensa del Pueblo Vasco (un concepto totalmente desaparecido ya en ellos y suplantado por la palabra vacía ‘Euskadi’, que en realidad consiste en una comunidad “autónoma” tri-provinciana española), habían sido recuperados y están al servicio de intereses religiosos, económico y políticos que buscan la integración totalitaria del Pueblo Vasco en la masa de Francespaña, donde su desaparición como Pueblo con sus caracteres nacionales propios y con su derecho de autodeterminación o independencia está asegurada.

“Si acaso en el Pnv la democracia interna ha existido alguna vez, no queda noticia de ello. En su lugar, el burocratismo tradicional es visto como un alivio por muchos, que ‘delegan’ en sus ‘representantes’ las funciones dirigentes; y como un atractivo por otros: especialmente por los que buscan el medio adecuado para unas ambiciones autoritarias que no encuentran otra salida. Como ya hemos visto, la separación entre base y dirigentes no se da en el fascismo establecido del mismo modo que en la oposición clandestina. La ‘democracia’ interna del Franquismo ha sido siempre mucho más efectiva que la del Pnv de la guerra y la postguerra, sin lo cual aquél no habría podido imponerse y mantenerse durante cuarenta años, más otros cuarenta y dos de amejoramiento, por ahora.

“Un Partido así se ve fatalmente reducido a la impotencia, el inmovilismo y el anquilosamiento; a la conducta ‘práctico-inerte’, y a la recuperación ideológico-política por las fuerzas dominantes del régimen de ocupación militar; pero puede subsistir por tiempo indefinido sin estrategia propia y sin estructura básica realmente organizada. Su evolución, renovación y capacitación ideológico-políticas no pueden efectuarse burocráticamente, puesto que los métodos burocráticos y ‘digitales’: nomenklatura, cooptación o ‘dedocracia’, producen por su propia naturaleza la ‘selección natural a contrario’ de elementos ineptos, arribistas, venales y corruptos. Efectivamente, las ‘cualidades’ de docilidad, sumisión y limitada capacidad son condición para la promoción orgánica; por el contrario, iniciativa, innovación y creatividad: avatares del sentido crítico, acarrean la proscripción en el seno de un sistema burocrático.

“Toda evolución endógena o exógena en el seno del Pnv se ha mostrado inviable frente al absoluto bloqueo interno, puesto que, inevitablemente, una burocracia absoluta – ya sea individual o colegiada – sólo se siente tranquila y segura si los neófitos y subordinados son más tontos y más ineptos que sus superiores y predecesores orgánicos. Las consecuencias de esta ‘selección natural a contrario’ están a la vista, pero pueden también deducirse sin agotadores esfuerzos de observación. Esta deriva degenerativa es inherente al burocratismo, y facilita también la penetración de los Servicios oficiales o secretos del aparato de ocupación en la propia burocracia.

“Nomenklatura, cooptación o ‘dedocracia’ no es un método de transmisión, reproducción o sucesión: es un método de fosilización y sólo produce fósiles, periódicamente revitalizados con injertos de la Compañía de Jesús. Pero la Compañía sólo produce o aporta jesuitas, como el Athletic sólo produce o aporta futbolistas.

“Según los adictos incondicionales, el exceso de capacidades constituye un handicap para el Partido: ‘Tenemos dos genios, pero los genios no se entienden entre ellos’, llegó a afirmarse en los momentos en que su rivalidad acabó finalmente en escisión del Partido. Se tiene por ‘genio’ – religioso, científico, artístico, político o militar – a quien realiza una aportación extraordinaria, eminente y exorbitante de la capacidad común o normal de una sociedad, en virtud (según los tiempos, los casos y los intérpretes) de un don o una inspiración de los dioses, de excepcionales condiciones individuales, del trabajo largo y paciente sublimado en creación, o de la expresión individual de la obra colectiva. (Pero, si bien los criterios son difíciles de establecer a gusto de todos, la clasificación de Arzalluz y Garaikoetxea como genios se sale del campo de las apreciaciones para caer en el del ridículo.) El culto a la personalidad es siempre nefasto, sobre todo cuando no hay personalidad.

“Un modelo en el que puedan [co]existir por un lado pluralismo y democracia internos en el seno de su propio partido, junto con un bi-partidismo vasco externo a nivel del País, no ha funcionado nunca en el Pnv ni es posible con él. La burocracia peneuvista no puede aceptar que otro movimiento vasco llene el espacio ideológico y político al que su propio Partido no llega; lo cual la lleva a apoyar en su contra a cualquier Partido con tal de que sea abiertamente español. Recientemente hemos visto a la burocracia Pnv apoyarse sin el menor pudor en el Pp (‘He conseguido más en catorce días con Aznar que en trece años con Felipe González, y eso tampoco lo vamos a olvidar.’ Arzalluz, 1996); sin embargo y desde siempre, el Pnv buscó un imaginario aliado estratégico en el PsoE, al que hizo el juego y la corte contra cualquier otra presencia o tendencia vasca que pudiera amenazar sus respectivos monopolios y ‘terrenos de caza’, a saber: el ‘nacional’, para el Pnv; y el ‘social’, para el PsoE. Igualmente, desde el primer momento, el Eta buscó un modelo y aliado imaginario en el PcE, con oposición a toda alternativa autóctona.

“El Pnv ha propagado y rentabilizado siempre una imagen moral de acrisoladas virtudes cristianas, probidad e incorruptibilidad, respeto a la verdad y al adversario, irreprochables métodos ideológicos y políticos, educadas maneras, amor al prójimo, perdón y olvido, y pactos entre caballeros (cristianos). Con ella se han adornado siempre sus dirigentes: hipócritas o fariseos, acreditados por los cuerpos eclesiásticos. En realidad, la más leve experiencia muestra que la burocracia peneuvista es educada, respetuosa, considerada, atenta, complaciente y sumisa con los Nacionalistas españoles y franceses. En cambio los métodos que usa para hundir y desacreditar a los disidentes, fuera y dentro del Partido, escapan a toda limitación moral de fondo y de forma. Ni en los procesos de Moscú y Berlín se difundieron calumnias tan groseras, ni se pronunciaron insultos personales tan despreciables, abyectos y sucios. Pero el recurso a los poderes del régimen imperialista de ocupación es el factor político y económico decisivo y permanente para resolver las querellas ‘internas’.

“En la reaccionaria ‘división del trabajo’ ideológico-político que se ha establecido y desarrollado entre los institucionalistas armados y los desarmados, ‘la vía institucional’ del Pnv ha conducido a la sumisión estratégica, la corrupción y la incorporación al orden establecido. Por su parte, las burocracias Eta de ‘la lucha armada y la guerra revolucionaria’ han recuperado los inevitables ‘excedentes’, diezmado sistemáticamente la base de la resistencia, y convertido a los más ingenuos, incautos o atolondrados de sus seguidores: defraudados por la colaboración o exasperados por la represión y la provocación fascistas e imperialistas, en desperados a los que han llevado a poner la cara en el lugar más adecuado para que se la rompan; con la tortura, las prisiones lejanas, los cada vez más problemáticos exilios y ‘los cementerios bajo la luna’ como fatal destino. Si es que la quema continua e injustificada de militantes, el agotamiento y la destrucción de recursos: exorbitantes de los resultados, la provocación, la delación y la autodelación – que son su inevitable efecto – no los transforman antes en arrepentidos, tránsfugas y renegados al servicio del fascismo en el poder. Cretinismo ‘institucional’ e infantilismo ‘armado’ no integran dos términos de una alternativa política: son, por carencia constitutiva, la misma cosa.

“El ‘institucionalismo’ y los atentados son expresión y consecuencia de la ocupación militar bajo el régimen imperialista, y del incurable conflicto político que el imperialismo entraña mientras no se consiga su liquidación; pero son también producto y coartada de la incapacidad política y de la sumisión, la colaboración, la complicidad y la traición estratégicas de las burocracias que los preconizan y mantienen. Por sí mismos, son excluyentes de toda alternativa política real al fascismo y al imperialismo. Por cualquier lado que se tome, la ideología de ‘la derecha y la izquierda abertzale’ revierte a la negación y el disfraz del imperialismo y del fascismo como la realidad política actual y real en nuestro País; y a su tenaz, pertinaz y demencial afirmación: estúpida o comprada, como ‘democracia’.

“Podría pensarse que el Eta, por su mismo componente decisivo consistente en ‘la lucha armada y la guerra revolucionaria’, es decir: los atentados, escaparía cuando menos a la mencionada deriva degenerativa inherente al burocratismo. Pero si sólo variaciones externas pueden interrumpir la inmovilización y deriva burocráticas del Pnv oficial, igualmente sólo variaciones externas pueden afectar al ‘movimiento continuo’ que resulta de los atentados y su represión. (Como en todo activismo, la apariencia de movimiento encubre la realidad del inmovilismo.) En el Eta, la promoción y selección internas se realizan según la capacidad demostrada para efectuar atentados. Ahora bien, los atentados no producen – no más que el football o las ciencias físicas – la capacidad política. En cambio los atentados facilitan y provocan de tal modo la represión fascista que la burocracia no tiene tiempo de estabilizarse y desarrollarse; esto significa que es la violencia imperialista la que se encarga de imponer la renovación de las burocracias dirigentes a partir de nuevos adherentes sin pasado ni experiencia. Pero ese mismo factor es el que impide la evolución y el progreso escalonados, puesto que la nueva ‘capa dirigente’: que substituye a la que la represión ha puesto fuera de circulación, empieza siempre del mismo nivel y deja el hueco libre tal como lo ocupó, de modo que la siguiente vuelve a empezar sin aprender nada en la experiencia. Por otra parte la infiltración social-imperialista en el Eta, muy activa en los años sesenta, penetró tan fácilmente en una organización sin defensas ideológicas que intentó su recuperación integral; algo que la Falange sí logró hacer con el PsoE. Aquélla encontró el límite que el propio método de selección del Eta conlleva, instalándose luego en su ambiguo y más discreto entorno.

“Finalmente, con el abandono de los atentados (resultado de un largo proceso), y con la tregua o el alto el fuego unilaterales y definitivos, el Eta no se diferencia en nada del Pnv y revierte fatalmente a la casa paterna, de la que es sección y reacción defraudada pero coyuntural; a no ser que sus renegados – como efectivamente ha ocurrido – busquen salida, consolación y justificación en las sinecuras del partido franquista tradicional o en las filas de Falange/PsoE, que lo mismo da. De este modo la ‘guerra revolucionaria’, la ‘excitación-concienciación’, el marxismo-leninismo ‘de pega’, y los votos tantas veces aportados a la ‘legitimación electoral’ del Segundo Franquismo, acaban volviendo al punto de partida: la casa familiar del Pnv. Continuas, vacías y repetitivas ‘propuestas de construcción de Euskal Herria, de resolución democrática’ – en el Anaitasuna o en Anoeta, en Altsasu o en Lizarra-Garazi etc. – tratan de ocultar la realidad tras esos ejercicios de sugestión colectiva. A falta de base estratégica, de nada les sirven ya las concesiones obtenidas y las fintas que puedan hacer, porque el imperialismo los tiene cogidos por el cuello y no soltará la presa mientras no abandonen y condenen su única referencia identitaria: los atentados. Entre el Pnv oficial y el Eta, las numerosas sectas ‘intermedias’ no son sino relais y autobuses que facilitan el retorno y la recuperación de desengañados, frustrados, rebotados y renegados de ‘la lucha armada y la guerra revolucionaria’, haciendo más discreto y menos doloroso para ellos el inevitable tránsito hacia el Pnv.

“A decir verdad, esto de ‘combinar colaboracionismo institucional y atentados’ (que no es lo mismo que compaginar legalidad e ilegalidad), sin tener una base estratégica combinatoria, se ha puesto imposible. ‘Moderados y radicales armados y desarmados’ niegan consciente o inconscientemente la realidad política imperialista y dan por resuelto o inexistente ese problema, puesto que pretenden que puede resolverse ‘por la palabra y el diálogo en ausencia de toda violencia’. Es decir: los protagonistas y panegiristas de ‘la guerra revolucionaria y la lucha armada’ siguen dándonos lecciones, pero ahora se han convertido al ‘pacifismo y la no-violencia’ (la no-violencia de los dominados, por supuesto, no la de los dominadores, la cual aceptan continúe como siempre) y predican las bondades de su nueva religión. Ello significa hacer creer al Pueblo que los ocupantes Estados imperialistas, colonialistas y fascistas de España y de Francia van a retroceder ante la palabra y el diálogo, y que van a renunciar unilateral y generosamente a su monopolio de la violencia criminal y a su dominación y explotación del Pueblo Vasco, o sea: que también ellos se han convertido al Cristianismo (democrático), y que ya no son Estados criminales, imperialistas y fascistas. Todo lo cual es lo mismo que desconocer y – más radicalmente – negar la esencia y la existencia del imperialismo y el fascismo español y francés sobre el Pueblo Vasco y su Estado: el Reino de Nabarra.

“Y ello, simplemente porque el imperialismo y el fascismo NO DIALOGAN: si lo hicieran, no serían el imperialismo y el fascismo. Si el imperialismo y el fascismo dialogaran, y si respetaran incondicional e inmediatamente los derechos humanos fundamentales y ante todo el derecho de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos, entonces no serían el imperialismo y el fascismo, y no habría problema imperialista que resolver. Pero por desgracia lo son y ese problema existe, y en consecuencia no dialogan excepto para llamar ‘diálogo’ a la incondicional e inmediata aceptación de su criminal dominación imperialista y de las ‘leyes y Constituciones’ que la ‘legitiman’; lo cual es la antítesis del auténtico diálogo, que está basado en el reconocimiento y la aceptación de la alteridad de la persona con la que uno establece el diálogo, mientras que el imperialismo está basado en la negación y el rechazo de la alteridad y por tanto los derechos de los Pueblos sojuzgados, y en la correlativa afirmación de su cosificación o en cualquier caso en el establecimiento sobre él de la eterna dialéctica Nacionalista amo-esclavo.

“Los imperialistas y los fascistas no dialogan; lo que hacen es imponer su dominación mediante agresión, monopolio de la violencia imperialista, e innumerables, horrendos e imprescriptibles crímenes contra las leyes de la guerra, contra la paz y la seguridad de los Pueblos y sus Estados legítimamente constituidos como es el caso del Pueblo Vasco y su Estado el Reino de Nabarra, y contra la Humanidad; a todo lo cual ellos: confortados por la complicidad estúpida o comprada de los colaboracionistas Pnv-Eta, desde hace cuarenta y dos años llaman ‘democracia’. Los imperialistas y los fascistas no dialogan. A veces, cuando la relación estratégica los obliga irremediablemente a ello, negocian; lo cual está muy lejos de ocurrir en los territorios ocupados del Pueblo Vasco, que el grupo Pnv-Eta ha reducido a la indefensión política e ideológica.

“En materia de ‘pactos’ (y tras haber aceptado los pactos de liquidación de París en 1957-61 y de Múnich en 1962), las persistentes invocación y reivindicación de unas supuestas y erróneamente llamadas ‘Leyes Paccionadas’: que habían sido impuestas a nuestro Pueblo a partir de 1839 tras nuestra derrota militar, fundaron un siglo de espera en la Plena Restauración Foral. Incapaces de comprender que todo ello era y es imposible de obtener en los Estados imperialistas-fascistas español y francés: incompatibles con el derecho de autodeterminación de los Pueblos; y tras haber aceptado la liquidación y el abandono de la propia estatalidad: la del Estado de Nabarra, en cuyo seno esas garantías e instituciones forales surgieron y se respetaron, el pretendido ‘Pacto constitucional entre iguales de Euskadi con España’, la ‘Disposición adicional’, y actualmente la ‘Nación foral’, siguen coleando – cuarenta años después de ‘la transición’ española – en la propaganda del ‘gran’ Pnv, como ‘fundamento jurídico’ del nuevo ‘Pacto de libre asociación de Euskadi con España’.

“Los incondicionales realistas-posibilistas-minimalistas: adherentes a ‘la persuasión, el diálogo y la no-violencia (unilateral del vencido), y al Plan de Libre Asociación de ‘Euskadi’ (es decir: de las Provincias Vascongadas de la Cav) con España, que habían devuelto – según decían – la esperanza y la ilusión a este País’, ‘descubren poco a poco’ los límites de la ‘democracia no-nacionalista y no-violenta’ española que ellos han aceptado, apoyado y legitimado desde hace cuarenta y tres años; con la cual, a fuerza de vanas ilusiones y amargas desilusiones, han sumido al País en la desesperación. Y los incondicionales radicales-maximalistas: promotores del recurso infantil y suicidario a los atentados (consecuencia, síntoma y causante a la vez del subdesarrollo cultural y político), faltos de caución o coartada ilegal tras ‘el derrumbe’ militar, político e ideológico de su demencial ‘estrategia’, dan pretextos para justificarse y facilitan el espionaje y la represión; vacían la Resistencia y llenan los exilios, las cárceles y los cementerios; esquilman y agotan las flacas reservas materiales y morales de la oposición democrática bajo el imperialismo; pero además corresponden al interés: común entre las fuerzas fascistas, de que la violencia monopolista que constituye el régimen imperialista franco-español de ocupación militar quede tapada y encubierta por ‘la violencia de los atentados’ infrastratégicos del Eta.

“Pero este grupo ya no engaña a nadie: los ‘planes para solucionar de una vez el conflicto político mediante un proceso de autodeterminación en ausencia de toda violencia, ya sea legalizada o de respuesta’ etc. consisten en limitarse a adoptar, una tras otra, todas las condiciones que les imponen para la conservación o la recuperación de las rentas y privilegios de la legalidad imperialista, sin los cuales no pueden subsistir. En realidad han renunciado hace tiempo a una política de liberación nacional en la que no creen. Sólo pretenden conservar o recuperar los privilegios y las rentas de la colaboración. (La burocracia del Eta anuncia sin parar desde hace cuarenta años que está dispuesta a negociar, lo que todo el mundo sabe. El que no está dispuesto es el Régimen. Esto recuerda las ‘condiciones’ del Pnv, el PcE etc. para participar en la ‘transición’, cuando sólo pedían que les dejaran participar. El intento de hacer creer otra cosa no les ha dado resultado ni a los unos ni a los otros.)

“En la medida en que el oportunismo colaboracionista debilita la oposición real, se debilita fatalmente también a sí mismo hasta desaparecer con ella. En los años setenta el Gobierno de la transición intra-totalitaria se desvivía para hacer que colaboracionistas armados y desarmados participaran en la farsa electoral y demás instituciones totalitarias. Finalmente también el Eta acabó consolidando el régimen español fascista de ocupación militar como “democrático”, y aceptó sin condiciones la participación institucional en él a despecho de su ‘guerra revolucionaria’ como absurda ‘coartada’ (con su hecatombe de militantes muertos o encarcelados, y sus finales y unilaterales treguas-rendición como resultado), hasta acabar por creerse que estaba negociando. Vanamente intentó el Eta justificarse por haber acabado diciendo y haciendo en 1979 lo que dos años antes, frente a las ‘elecciones generales’ españolas de 1977, había calificado correctamente de traición, a saber: colaboracionismo. A continuación, ahora que ‘hemos avanzado muchísimo’ hacia atrás, el Franquismo tradicional: considerando que podía prescindir de la cooperación del Eta e incluso de su propio maquillaje de ‘transición’, sacaba a patadas de la cancha a los que hizo entrar para que lo ‘legitimaran’. Al ver el desmantelamiento de la autonomía-trampa y sus recompensas en peligro, el Eta mendigó el retorno a las delicias y los réditos de la legalización y la colaboración, para beneficio de todos ellos y fundamentalmente del Pnv: en permanente alianza con los Terroristas-Nacionalistas-Fascistas españoles, ya sean de Falange/PsoE o del Pp.

“El despotismo, el imperialismo y el fascismo tienen unas características propias tan manifiestas, que tratar de disfrazarlas de democracia sería una empresa perdida: incluso ante la crítica profesional o amateur menos capacitada. Sin embargo la ‘oposición’ conjunta Pnv-Eta: por su inepcia ‘técnica’ y voluntad política deliberadas y perversamente obstinadas (y gracias al monopolio mediático de embrutecimiento de masas del que disponen), ha instaurado semejante superchería en nuestro País, a saber: que el Imperialismo y el Fascismo español que continúa bajo el Segundo Franquismo es la democracia, hasta anular toda tentativa de poner públicamente en cuestión la condición ‘democrática’ del régimen de ocupación militar imperialista y fascista al que ellos están fundamentalmente unidos desde que en 1977-1979 se incorporaron al Segundo Franquismo. Un régimen que desde entonces y hasta hoy ellos están sosteniendo como el régimen y “el Estado” propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos. Todavía estos mismos días hemos tenido que soportar que el jeltzale Erkoreka, en funciones de portavoz del ‘gobierno vasco’ y desde la televisión ‘vasca’, califique la retirada de la momia del dictador Franco como ‘una decisión acertada, satisfactoria, en la medida en que pone fin a una situación que era absolutamente insostenible en un Estado democrático’ etc.

“El grupo Pnv-Eta no puede ni quiere salir de su condición presente porque no tiene a dónde ir; a menos que haga una revisión de tal calibre que sería el fin de su entidad e identidad. Su propia estructura corporativa y burocrática correspondiente les cierra toda posibilidad de evolución o adaptación ideológica o política. Por lo que a los títeres del grupo Pnv-Eta respecta, no piden ya cosa mejor que continuar en esta situación de marasmo, ruina y liquidación estratégica de las fuerzas democráticas del Pueblo ocupado: un resultado que está necesariamente implicado en su negocio de colaboracionismo, corrupción y sumisión al imperialismo franco-español, que ellos niegan y al cual garantizan la situación y la estabilidad para los restos, es decir: mientras siga necesitando de su insoportable asistencia. Esta necesidad estará en evaluación permanente, y su continuidad dependerá exclusivamente de la fuerza residual de resistencia que el imperialismo vaya comprobando en el Pueblo sometido.

“En la resistencia al fascismo y al imperialismo, un Pueblo que no se asegura un espacio interno de construcción y participación teórica e ideológica, de crítica, reflexión y comunicación (por mínimo o clandestino que sea), está perdido. Las consecuencias de tal carencia las sufren siempre los Pueblos sojuzgados, que pagan el precio del subdesarrollo cultural y político. La censura, el obscurantismo cultural, el adoctrinamiento interno y externo, el dogmatismo autoritario y sectario, la demagogia, la ‘discreción’ y el secretismo burocráticos impiden la renovación de la conciencia política, la difusión del conocimiento socio-político, y el acceso popular a él, en un País cultural y políticamente subdesarrollado. Siglos de ocupación militar, despotismo, reacción, clericalismo, contra-Reforma, obscurantismo, Inquisición y Fascismo han marginado a este País de las grandes corrientes y aportaciones que constituyen el lado positivo de la cultura occidental, y le han acarreado la incomunicación, el retroceso y la ruina de la cultura política. Y medio siglo de mandanga colaboracionista Pnv-Eta con la ‘democracia’ imperialista y fascista franco-española ha dejado a este País al borde del colapso, y a la cola de la lista y del atlas estratégico correspondiente al escenario de la lucha actual por la independencia nacional.

“Después de haber reconocido – no sólo ‘de facto’ sino también ‘de jure’ – el régimen unitario español: Nacionalista-Fascista de ocupación militar; y de haberlo presentado como legítimo, democrático, no-Nacionalista y no-violento a partir de tres funestos momentos de nuestra historia reciente: Pacto de Múnich-1962 y “elecciones generales”-1977/1979, las sectarias burocracias colaboracionistas ‘moderadas y radicales’ Pnv-Eta artífices del desastre (que ya habían colaborado con el fascismo: incluso en los tiempos de la dictadura personal del General Franco, para atacar y calumniar a quienes en este País denunciaban el engaño que se estaba montando y advertían de la catástrofe que iban a causar, y a quienes en todos y cada uno de esos momentos trataron de evitarla) condujeron a la demoralización, parálisis y ruina políticas de un País indefenso, sin instituciones ni estrategia propias, dejado en la orfandad ideológica, entregado a una brutal explotación y represión terrorista a manos del fascismo ‘democrático’, y hundido en una negra desesperación por la traición y el abandono de su supuesta clase política, mientras ésta prosperaba en amistosas relaciones con el régimen transitivo español.

“Mientras ‘moderados y radicales’ juegan a democracias imaginarias: a “modelos de representación propios de las democracias liberales y de autogestión” (que es como ellos llaman a la falsificación con la que ellos mismos están ocultando el régimen imperialista y fascista de ocupación militar que sojuzga a nuestro País), el bulldozer nacionalista, fascista e imperialista español y francés prosigue día a día su obra de demolición; y el rodillo económico, político, racial, lingüístico y cultural de su apisonadora colonial avanza a paso de gigante hacia la completa destrucción del Pueblo sojuzgado. En los últimos ochenta años el Pueblo Vasco ha sufrido heridas más importantes que en toda su precedente e inmemorial historia. ‘Hola segituz, gureak egin du.’

“Es indudable que las fuerzas populares vascas han quedado sumidas en la confusión y la impotencia; pero se encuentran ahí porque el grupo Pnv-Eta: partidarios de ‘la vía institucional y la lucha armada’, las han reducido a ello. Su pretensión de que ése era el único camino posible, basándose en que es precisamente el que sucedió, constituye una grosera y burda petición de principio tras la cual esa retaguardia de traidores colaboracionistas intenta esconder su responsabilidad en el desastre. Una responsabilidad que sólo podrán paliar poniéndose al servicio de una verdadera política de liberación nacional basada en la afirmación nacional y estatal del Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra (apoyada en el imprescriptible derecho internacional de independencia, libertad, libre-disposición, autogobierno o autodeterminación de todos los Pueblos, y de integridad y continuidad de sus Estados legítimamente constituidos sobre la Libre-Disposición o Autodeterminación de todos los Pueblos); así como en el no-reconocimiento, con todas sus consecuencias, de los Estados y regímenes de ocupación militar de España y de Francia, criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas.

“‘Más vale tarde que nunca’, pretenden decir ahora. Empero, una tal sentencia es sospechosa en política, donde llegar tarde es igual o peor que no llegar nunca; pero es además completamente hueca, e incluso un sarcasmo, cuando el retardatario llega con las manos tan vacías como cuando se ausentó. ‘Demasiado tarde es una gran palabra, una palabra terrible de la historia.’ El Pueblo Vasco, bajo ‘dirección’ Pnv-Eta, ha llegado tarde – en realidad sigue sin llegar – a la moderna conciencia nacional y estatal (que en Lituania había quedado establecida estratégicamente ya desde 1918); a la crítica de las ilusiones pseudo-democráticas y del ‘terrorismo’ individual; al sentido de la realidad política fundamental; y a la percepción elemental de la naturaleza y las necesidades de la estrategia.

“Si bien el Pueblo vasco tiene todavía recursos potenciales: materiales y morales, para realizar una verdadera política democrática, su situación es mucho peor ahora que hace treinta o cincuenta años. Su subdesarrollo político: resultante de siglos de agresión, dominación y colonización bajo el imperialismo franco-español; y la implementación de una falsa oposición  a él dirigida por una pretendida clase ideológica y política que – incapaz y corrompida – está en realidad recuperada por él y al servicio de la dominación imperialista, son handicaps que nuestro Pueblo nunca ha sabido superar.

“Sólo una oposición capaz de movilizar y estructurar sus fuerzas vivas; de crear y restaurar sus instituciones nacionales y estatales propias; de restablecer la libertad y la democracia internas; y de desarrollar una Resistencia de nivel estratégico frente al imperialismo, podría sacarlo de la trampa totalitaria, imperialista y fascista en que se ha dejado encerrar.”

Como es innegable, actualmente la primera condición para la regeneración política y la constitución de esa Resistencia de nivel estratégico: imprescindibles para la liberación del Pueblo Vasco y la restauración de su Estado, el Reino de Nabarra, consiste en deshacerse de la burocracia mafiosa-liquidacionista Pnv-Eta. Y el primer paso para ello es no seguir sus consignas y dejar de votarlos.

Frente a la pandemia del imperialismo; NO VOTES, QUÉDATE EN CASA.

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