Nuestra posición ante las elecciones locales y territoriales en nuestro País
Nuestra posición ante las elecciones locales y territoriales en nuestro País
Introducción
Ante la próxima convocatoria a elecciones locales (así como las territoriales o “autonómicas”), y dado que – bien sea por desconocimiento o por deliberada mala fe – nuestras posiciones sobre ellas aparecen frecuentemente distorsionadas y presentadas falsamente y sin ningún tipo de matiz como un “boycott total” contra ellas, exponemos aquí esta cuestión para evitar equívocos.
Como es natural, y así lo hemos expuesto con frecuencia, nuestra consigna de BOYCOTT TOTAL se dirige en primer lugar contra las “elecciones generales” colonialistas que, presentadas como democráticas, son convocadas por el régimen imperialista franco-español establecido sobre nuestro País; y a continuación contra sus instituciones y monopolios jurídicos totalitarios – Parlamentos de España y de Francia – y contra sus partidos y agentes ideológico-políticos imperialistas y fascistas, puesto que unas y otros establecen que tanto nuestro propio Estado independiente y su Parlamento soberano, así como la realidad de ese imperialismo que nos sojuzga mediante ocupación militar permanente, no existen; algo que por supuesto JAMÁS debemos aceptar. En cambio, nunca hemos formulado esa consigna de boycott contra las elecciones municipales y “autonómicas”. Para estas elecciones, lo que hemos propugnado en el pasado y volvemos a solicitar ahora: dadas las desgraciadas circunstancias que todavía concurren en nuestro País y que volvemos a exponer a continuación, es la abstención activa. (Véase nuestro texto: ‘Elecciones locales y territoriales bajo el imperialismo’, publicado el 8 de Junio de 2020.)
O bien candidaturas de Unidad Nacional, o abstención activa. Posibilidades y condiciones
Efectivamente, esta abstención activa viene determinada NO por una posición de principio contra esas elecciones locales y territoriales en nuestro País (algo que SÍ mantenemos para las “elecciones generales” imperialistas franco-españolas que pretenden legitimar su ocupación de nuestro País), sino por la actual inexistencia de una candidatura de unidad nacional para ellas. Dado que, como es innegable, esto propicia la división interna del Pueblo Vasco y el bloqueo de toda política de liberación frente al imperialismo, la respuesta que de forma natural se produce entre el Pueblo como mecanismo de auto-defensa ante esa falta de unidad vasca es la abstención espontánea de amplios y cualificados sectores de nuestra sociedad en esas elecciones; una respuesta que, mientras no se supere esa división mediante la oferta de una candidatura de unidad nacional vasca, es sin duda progresiva y preferible a la participación y el apoyo a las burocracias divisionistas y liquidacionistas Pnv-Eta y sus satélites.
Sin embargo, como fácilmente puede entenderse, para estas elecciones con las que se eligen los ayuntamientos y otros cargos de nuestro País (los cuales por supuesto nos interesa que estén en nuestras manos y no en las de los agentes del imperialismo franco-español), lo deseable sería el concurrir a ellas pero siempre que pueda hacerse bajo una condición imprescindible. Ésta consiste en que el País debe presentar en cada municipio – o Territorio – UNA ÚNICA candidatura de Unidad Nacional Vasca. Una unidad que – frente al imperialismo franco-español y toda la integrada clase social que lo constituye y mantiene sobre nuestro País – viene determinada por la superior cohesión social de nuestra base nacional, pero que sólo podrá conseguirse en función estratégica.
Esto significa que esa unión progresista y estratégica de todos los sectores democráticos – y en consecuencia anti-imperialistas – de nuestro País: siendo como lo es posible y necesaria, debe estar ineludiblemente basada en una posición a-partidista universalmente aceptada por todos los grupos abertzale, y fundada por tanto en un único principio estratégico de doble afirmación nacional-estatal del Pueblo Vasco, capaz de aglutinar y galvanizar en torno a él a TODA la oposición democrática de nuestro País frente al imperialismo franco-español en su conjunto.
Este principio estratégico básico, en el que se fundamenta el Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional (MVRSN), ha sido formulado y expuesto con total nitidez en su Manifiesto, publicado en Euskara, Español, Francés e Inglés, así como en los textos publicados en esta página; y todo grupo auténticamente abertzale y demócrata lo admite de forma natural y espontánea (del mismo modo que es rechazado por el imperialismo fascista franco-español).
Sus dos afirmaciones son:
1/ Afirmación del derecho de libertad, LIBRE disposición, independencia nacional o autodeterminación del Pueblo Vasco/Euskal Herria.
“Piedra angular de la democracia”, el derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos es un derecho que es originario, fundamental, inherente, de costumbre, inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e imprescriptible para todos los Pueblos sojuzgados bajo un régimen imperialista y extranjero; que es la misma cosa que la incondicional e inmediata independencia de éstos contra/frente a toda dominación o intromisión extranjera contraria a su libertad nacional; y que ha sido reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas: desde el Artículo Primero de su fundacional Carta de San Francisco así como por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General, como EL PRIMERO DE LOS DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y LA CONDICIÓN PREVIA PARA EL PLENO DISFRUTE DE TODOS ELLOS.
En nuestro País, su corolario y aplicación práctica consiste, como requisito ineludible para su realización, en la EXIGENCIA DE EVACUACIÓN INCONDICIONAL E INMEDIATA de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes: España y Francia, FUERA de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado. Y
2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro Estado propio: el Reino de Nabarra, sucesor del Reino de Pamplona – “el Reino de los Vascos” – constituido por una Confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos histórica y libremente reunida en torno a él. Internacionalmente reconocido durante mil años, el Reino de Nabarra sigue siendo el único Estado de la Nación Vasca, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro.
Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: el “Reino de España” y la “República francesa”, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas, y no como los propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos, según está haciendo hasta el día de hoy la pretendida “clase política oficial vasca” formada por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites.
Naturalmente, dado que el imperialismo fascista franco-español no accederá a retirar voluntariamente sus fuerzas de ocupación fuera de nuestro País, la única acción coherente que nos queda, que está en nuestras manos y que es perfectamente realizable con el mínimo de coste social y el máximo de eficacia revolucionaria, es – según se ha indicado y como propone el MVRSN – el BOYCOTT TOTAL a los imperialistas y a las instituciones del imperialismo franco-español.
Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional, y Consejo Nacional de la Resistencia. Estructuración y funciones
En cambio, la unidad nacional y estratégica de todas las fuerzas democráticas de nuestro País en un MVRSN: establecido sobre la aceptación de esas dos afirmaciones por todas las fuerzas que lo integran, nos permite alcanzar candidaturas de unidad nacional para nuestras instituciones locales. Por supuesto, todos los colectivos abertzale del País integrados en el MVRSN tendrán representación paritaria en su órgano rector, el Consejo Nacional de la Resistencia (CNR). Esos colectivos podrán conservar su personalidad dentro del CNR, para exponer su propia posición cuando el País recupere su libertad; pero, mientras el País continúe sin independencia, el objetivo de ese Consejo consistirá en mantener esas dos afirmaciones y velar por su cumplimiento.
Este objetivo es estratégico para el sojuzgado Pueblo Vasco, y es además el único que puede concitar la reunión de todas sus fuerzas de oposición democrática para recuperar la independencia nacional y restaurar nuestro Estado propio. Otra cosa será cuando la independencia nacional sea ya efectiva, el Imperialismo Nacionalista franco-español haya quedado abolido, y nuestro País se encuentre en una situación de real libertad, en cuyo momento las diferentes opciones partidistas podrán presentar sus propuestas políticas; pero, hasta ese momento, toda división interna del Pueblo sojuzgado lleva y sólo puede llevar a su debilitamiento, y por tanto a perpetuar la actual dominación del Imperialismo Nacionalista franco-español sobre el Pueblo Vasco y su Estado.
Candidaturas de Unidad Nacional. Su designación
Sobre cómo pueden designarse esas candidaturas únicas, elegidas de entre los colectivos representados en el CNR, eso es completamente irrelevante: bien podrán alcanzarse por consenso entre los grupos, estableciendo turnos, o, si no hay otra forma, simplemente por sorteo entre las personas relevantes – incluso independientes – que se propongan para cada candidatura. Y, una vez presentadas de esta forma las candidaturas unitarias, la consigna del Consejo Nacional de la Resistencia será pedir a nuestro Pueblo su apoyo total a ellas y no dejar un solo voto en casa por pereza.
En cambio, en los lugares donde no se consiga sacar adelante esa candidatura única de unidad nacional, porque el egoísmo de las burocracias de los partidos – nunca mejor dicho, “partidos” – Pnv-Eta y sus satélites: Ea-EH Bildu-Sortu-Geroa bai etc., los lleva a competir entre ellos y a partir y re-partir el voto abertzale al presentarse por separado (para después aliarse y formar “mayorías” con los partidos imperialistas en contra de sus competidores vascos y de todo programa de liberación anti-imperialista, como así ocurre), en esos casos la consigna del CNR será de abstención, que se promoverá – y muy activamente – contra ellos en esos lugares. Y ello porque ésta es la única forma que tenemos para desbaratar su traición y oportunismo que están destruyendo nuestro País desde hace casi cincuenta años; y para promover y realizar en su lugar la unión de todo el Movimiento abertzale en torno a una Resistencia estratégica, evitando su utilización en pos de cálculos egoístas y divisionistas que sólo pueden perpetuar nuestro actual estado de sometimiento al imperialismo franco-español.
Conclusión
Todo esto no son utópicas elucubraciones o fantasías; es el horizonte al que debemos tender y que es perfectamente posible, si este País tiene fuerza nacional como para comprender cuál es el ÚNICO camino que puede llevarlo a su liberación; un camino que sólo es posible con la unidad nacional frente a la ocupación militar del imperialismo franco-español sobre el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra.
Por supuesto, no sólo la absoluta necesidad sino también la posibilidad real de estructurar un Movimiento de Resistencia y Salvación del País Vasco, bajo la dirección de un Consejo Nacional de la Resistencia, se basan en nuestra situación nacional, perfectamente explicada en nuestros textos. Según ha quedado expuesto en ellos, en un País sometido bajo un régimen imperialista extranjero de ocupación militar sólo hay lugar para dos Partidos reales, a saber: por un lado, el de la integración con el criminal poder establecido sobre esa ocupación militar (que en nuestro País es sostenida por todas las diversas manifestaciones aparentemente enfrentadas de ese Partido: desde la “extrema izquierda” hasta la “extrema derecha” Nacional-imperialistas franco-españolas); y por el otro, el Partido de la Resistencia, fundado tanto sobre el rechazo absoluto de la ocupación militar imperialista extranjera, así como sobre la afirmación del derecho internacional de autodeterminación o independencia incondicional e inmediata del Pueblo sojuzgado, que son apoyados por toda su base nacional.
Así pues, bajo el régimen franco-español que ocupa nuestro País, y hasta no liberarnos de él, la división interna de nuestro País entre partidos vascos de “izquierda” y de “derecha” en las elecciones locales no sólo es absurda sino además suicida. Es por tanto una absoluta necesidad llegar al establecimiento de ese partido de la Resistencia, y a la superación del divisionismo interno en las elecciones locales y “autonómicas” de nuestro País. En realidad, esa unidad estratégica en torno a las dos indicadas afirmaciones nacional y estatal del Pueblo Vasco es la condición previa y el primer paso para la liberación de nuestro Pueblo. Sin dar ese paso y sin llegar a esa unidad, es imposible salir del atolladero donde estamos.
En cambio, las burocracias Pnv-Eta y sus satélites Ea-EhBildu-Sortu-Geroa bai etc.: criaturas del régimen imperialista y fascista franco-español de ocupación militar que sojuzga a nuestro Pueblo, han crecido y prosperan en ese régimen, y ellas a cambio lo reconocen como legítimo y democrático y le dan la necesaria “estabilidad” para que se perpetúe sine die. Para estas burocracias: auténticas agencias de colocación y corrupción para sus enchufados, nuestros ayuntamientos e instituciones locales significan sólo puestos de trabajo y sabrosos sueldos con los que beneficiarse dentro del marco de la legalidad imperialista que ellos han aceptado ya como puerto final de llegada; aunque sigan aún ocasionalmente fingiendo y mintiendo – cada vez más débil y cínicamente – a nuestro Pueblo sobre ello. Sus “pactos post-electorales” con los auto-declarados partidos españoles en nuestro País – según ellos, todos “legítimos y democráticos” – para excluir a sus “competidores vascos”, al ser absolutamente incompatibles con toda política de unidad, reafirmación y liberación anti-imperialista, ponen de manifiesto la auténtica realidad de esas mafias y garantizan la continuidad de nuestra dominación; lo que es respondido a nivel popular con la abstención espontánea ante ese espectáculo.
Esta posición popular de absentismo: que es la actitud natural que los Pueblos sojuzgados adoptan espontáneamente en rechazo del fraude político, y la imposición y el condicionamiento totalitarios del imperialismo, se tornaría inmediatamente en apoyo entusiasta y unánime a un auténtico programa de liberación, si sus clases políticas fueran capaces de visualizarlo y a continuación se lo ofrecieran al Pueblo con honestidad y humildad. Por tanto, “las burocracias” deben entender que, o bien aceptan ir todas unidas dentro de ese Movimiento cívico, aglutinado bajo el único principio fundamental que lo hace posible y constituye; o tendrán enfrente a dicho Movimiento, que se unirá a la abstención popular espontánea y convocará a nuestro Pueblo a una activa abstención total frente a las corruptas burocracias divisionistas “vascas”: agentes locales auxiliares del imperialismo franco-español.
El MVRSN no es un partido más para aumentar aún más la división del País. Por tanto, mientras esa división partidista siga siendo mantenida por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites, y en los lugares donde esa división sea mantenida, la posición del MVRSN será la de una abstención activa contra esos traidores, por supuesto, y no la de presentarse contra ellos con una candidatura propia, ya que eso aumentaría el divisionismo. Como se ha dicho, no somos un partido más y no proponemos aún más división sino acabar con nuestra artificial, innecesaria y suicida división interna, mientras sigamos bajo la ocupación militar del imperialismo franco-español.
Por el contrario, las burocracias Pnv-Eta y sus satélites sólo buscan el voto para su propio beneficio corporativo y el perjuicio de sus “competidores vascos”, haciendo imposible con ello cualquier acumulación estratégica de fuerzas, imprescindible para lograr la independencia nacional. Votar a esas burocracias “vascas”: material y moralmente corruptas e ideológicamente arruinadas, perversamente enfrentadas entre sí y que a continuación pactarán con alguno de esos mencionados componentes del Partido imperialista en nuestro País, es alimentar el infernal mecanismo creado por el imperialismo franco-español para mantenernos divididos y dominados: “divide y vencerás”.
En consecuencia, abstenerse de apoyar a esas burocracias y dejar de votar a sus candidatos es una necesidad absoluta y previa para conseguir nuestra liberación; un objetivo que ellas han abandonado en su competición por el único propósito de conseguir puestos y sueldos, dividiendo para ello el voto abertzale.
Negarse a ver que esto es así, sólo puede ser debido a consciente complicidad en la corrupción, o a insensata necedad o locura. Desde aquí hacemos un urgente llamamiento al Pueblo Vasco para que les dé la espalda, y no su voto, a dichas burocracias Pnv-Eta y a sus satélites Ea-Ehbildu-Sortu-Geroa bai, mediante una ABSTENCIÓN NACIONAL Y ACTIVA.
DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡Ejército de ocupación ni con música!
¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!
¡BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS, Y A SU RÉGIMEN FRANCO-ESPAÑOL DE OCUPACIÓN MILITAR! – ALDE HEMENDIK!
¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!
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