Nuevo engaño a los Pueblos sojuzgados por el imperialismo: la “multi-polaridad” imperialista

Nuevo engaño a los Pueblos sojuzgados por el imperialismo:  la “multi-polaridad” imperialista



Las crisis que actualmente sacuden el mundo ponen de manifiesto una y otra vez: con la terquedad de la realidad de los hechos, por una parte, la imposibilidad de establecer un sistema estable de convivencia y progreso pacíficos entre los seres humanos al margen – y mucho menos en contra – de los derechos humanos fundamentales y ante todo del que es el primero y la condición previa para el pleno disfrute de todos ellos, a saber: el imperativo – ius cogens’ e internacional derecho de autodeterminación (DA), libre disposición o independencia de todos los Pueblos, así como el derecho de integridad e independencia de sus legítimos Estados; según han establecido numerosas y relevantes Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGAR) desde su misma fundación por la Carta de San Francisco en 1945.


Y, por otra parte, tales crisis muestran también la absoluta incapacidad y ruina política, estratégica, intelectual y moral de la pretendida “izquierda” europea y mundial para defender esos derechos humanos fundamentales y ante todo el DA de todos los Pueblos y de integridad e independencia de sus Estados. Una incapacidad que les impide reivindicar – y ni siquiera ver – que la aplicación práctica de esa justicia que ellos dicen defender frente a “la ley de la selva” imperialista exige como condición previa tanto la evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación del imperialismo, así como la finalización de toda agresión mantenidas por él en contra de los Pueblos y Estados que aún sigue sojuzgando y/o agrediendo. Esta ruinosa situación mundial ha resultado trágicamente agravada en la actualidad por la degradación que se ha instalado en el Gobierno de Usonia (United States Of North Independent America), que ya ha sido analizada en nuestros textos:


[...] Aparentemente, Usonia ha abandonado o traicionado su veleitaria vocación inicial de libertad y democracia, para adoptar con todo cinismo la de hegemonía y dominación universales. La joven República ha madurado o envejecido, abandonando sus virtudes o debilidades originales, y adquiriendo el cinismo y los resabios – y adoptando los métodos– de las Naciones cargadas de historia que la precedieron y le mostraron el camino. Para bien o para mal (pese a quien pese y tómese como se quiera), Usonia es ya mayor de edad y una Nación como las otras. No peor que otras y ni siquiera tan mala como otras, si se quiere recordar lo que han hecho los Españoles y los Franceses (o imaginar lo que harían, en posesión de un arsenal político-bélico comparable).

Y sin embargo, un País que – con todas sus limitaciones – surgió movido por valores de libertad y que tanto ha aportado al progreso de la democracia en el mundo ¿puede hundirse sin resistencia en el fascismo y el imperialismo? ¿Puede ese País aceptar de buen grado un modelo de democracia burocrática y administrativo-militar, como las viejas tiranías de Francia o España? ¿Es ello en efecto pasajero de luchas y traumatismos circunstanciales, o se trata de una implantación nueva y profunda de maniáticos e irresponsables adeptos del Imperialismo, la Violencia criminal, la guerra de agresión y el Terrorismo? El gangsterismo fascista e imperialista que se ha apoderado del Gobierno y la Administración Usonianos ¿puede o no ser frenado y rechazado, y puede o no esperarse la reacción posible del fértil espíritu puritano, liberal y democrático tradicional? Ésta es la cuestión.” Etc. (Véase nuestro texto: La crisis hegemónica, publicado el 13 de Septiembre de 2021.)


Frente a esta funesta situación de generalizado marasmo imperialista y fascista, es angustiosamente urgente que el mundo adopte los expresados principios fundamentales de Autodeterminación o Independencia de todos los Pueblos, según hemos puesto constantemente de manifiesto en nuestros textos de referencia:


“[...] La afirmación tanto de la Autodeterminación o Independencia incondicional e inmediata de los Pueblos y las Naciones sojuzgados por el imperialismo (un derecho perentorio reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas como ‘el primero de los derechos humanos fundamentales’ y ‘la condición previa para el pleno disfrute de todos ellos’); así como de la independencia e integridad de sus legítimos Estados que se conducen ellos mismos en conformidad con el principio de derechos iguales y de libre Autodeterminación de los Pueblos [Carta de las NU, Capítulo I, Artículo 1, 2; UNGAR 545 (VI-1951); 637-A (VII-1952); 2625 (XXV-1970) etc.], no es una ‘opción’ del DA sino su contenido necesario: es idéntica del DA. Fuera de ello no cabe auténtica Democracia sino criminal sojuzgamiento de Pueblos y anexión de sus legítimos Estados por el Imperialismo, que por cierto se presenta actualmente bajo una falsificada y burda etiqueta de ‘democracia y elecciones’; poco importa que este modelo sea ‘occidental’ u ‘oriental’.


“La Independencia de los Pueblos sojuzgados por el Imperialismo – y por tanto la previa evacuación incondicional e inmediata de todas sus fuerzas de ocupación militar y de todo su aparato de colonización – no ‘sigue’: ni eventual ni necesariamente, como resultado de ‘la democracia’. Estrictamente hablando, la Independencia simple, completa, incondicional e inmediata de los Pueblos sojuzgados bajo/por el imperialismo es el punto de partida y el único contenido: tautológicamente posible y necesario, del DA y de toda auténtica Democracia; tanto para los dominados como para los dominadores. La continuación del imperialismo antes, durante y después de la Autodeterminación no es una elección democrática, no es una ‘opción’ del DA: es su negación absoluta.” Etc. (Véase el texto completo en el Capítulo XII – Derechos Humanos Fundamentales y Democracia (XII) de nuestra obra ‘Euskal Herria y el Reino de Nabarra, o el Pueblo Vasco y su Estado, frente al imperialismo franco-español’.)


En su lugar, esos auto-proclamados sectores “de izquierda” y en particular sus lacayos “vascos” herederos del grupo Eta: en realidad agentes al servicio del social-imperialismo español y de un sistema de imperialismo “multi-polar” que ellos presentan como “progresista”, lo que nos proponen no es la afirmación universal y la defensa, en la teoría y en la práctica, del mencionado derecho de independencia e integridad de todos los Pueblos y de sus legítimos Estados sino que cerremos los ojos ante “la ley del más fuerte” cínicamente afirmada, las agresiones, las contantes amenazas de agresión y los crímenes que realizan esos imperialismos según ellos “progresistas”; y que nos sumemos al criminal sistema actual de “multi-polaridad” imperialista por ellos preconizado. Todo ello en aplicación del “edificante principio” que podría expresarse como “allá cada cual” o que cada cual se arregle como pueda dentro de los “Lebensraum, Zonas de Influencia o Esferas de Co-Prosperidad de la Gran Asia Oriental (y en definitiva de todo el Globo) que ya llevaron a la Humanidad a la Segunda Guerra Mundial; y sobre la aberrante base ideológica de que hay sólo un “imperialismo perverso”, que es el “occidental”, al que debemos combatir por el procedimiento de apoyar a los “imperialismos progresistas”, que serían los “orientales”.


Estos supuestos “imperialismos progresistas”, según lo pretenden esos agentes ideológicos “de izquierda” que están al servicio de ellos (desde que esos agentes asumieron como válida y propia “La síntesis leninista entre ausencia de libertad [es decir: ausencia de libertades y derechos humanos fundamentales] y socialismo, [la cual] aturdió más al mundo que el descubrimiento de la energía atómica”, según lo expresa el autor Vasili Grossman en su obra ‘Todo fluye’); tales “imperialismos progresistas”, según nos dicen, están representados fundamentalmente por los criminales sistemas totalitarios, reaccionarios y despótico-asiáticos de las llamadas “Federación de Rusia” (anteriormente designada como “URSS”) y “República Popular de China”, que oprimen brutal y despiadadamente tanto a otros Pueblos y Estados sojuzgados bajo su imperialismo así como a sus propios Pueblos. Se une a ellos la criminal y constante agresión que desde su fundación misma lleva a cabo el Ente sionista, racista y fascista que llaman “Israel” en contra del Pueblo Palestino y su Estado; una agresión recientemente agudizada y realizada tras la estela de la realizada por el dictador Putin contra el Pueblo Ucraniano desde Abril de 2014, y que los sionistas lanzaron en Julio de 2014 con el nombre “Operación Margen Protector”.


« En la auténtica realidad, no hay tal “orden mundial occidental”: el cual sería – según implícita y subliminalmente pretende la propaganda de aquellas Potencias – el único imperialista y al que se opondría un “orden mundial oriental” y pretendidamente anti-imperialista. Bien distintamente, lo que hay es UN ORDEN GLOBAL IMPERIALISTA basado en lo que es la esencia del imperialismo, a saber: la conculcación tanto de los derechos humanos fundamentales y ante todo de la Autodeterminación o Independencia de los Pueblos, así como de la integridad y seguridad de sus legítimos Estados constituidos sobre el principio de derechos iguales y Autodeterminación de todos los Pueblos, según ha establecido reiteradamente el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas. Un orden global y una estructura imperialistas que incluyen tanto a Potencias imperialistas occidentales así como a Potencias imperialistas orientales.


« A ese orden imperialista global se opone la Resistencia democrática de los Pueblos que están siendo agredidos por dicho orden imperialista, sea cual sea el agresor: oriental u occidental; una Resistencia que debería ser apoyada por todos los Pueblos libres del mundo. Esta Resistencia Nacional y Democrática: basada en la defensa de los derechos humanos fundamentales y ante todo de la independencia nacional de esos Pueblos agredidos por el imperialismo, está representada ahora por la Resistencia del Pueblo Ucraniano a ser deglutido por el Imperialismo Moscoviano, que aspira a lograrlo mediante su criminal guerra de agresión contra ese Pueblo, para destruir en primer lugar su legítimo Estado y a continuación al Pueblo mismo. Y por supuesto, está representada también por la oposición y Resistencia Nacional del Pueblo Vasco y de su Estado, el Reino de Nabarra, frente al criminal imperialismo colonialista y fascista de España y de Francia.


« Por tanto, estamos sólo ante un mero re-dimensionamiento geográfico del orden mundial imperialista en el que no es posible afirmar con seriedad que ese supuesto “nuevo orden mundial post-occidental” consista en un orden democrático anti-imperialista, ya que el Gobierno de la llamada “Federación de Rusia” pretende imponerlo sometiendo al Pueblo Ucraniano y destruyendo su legítimo Estado mediante una inicua guerra de agresión e imprescriptibles crímenes contra las leyes de la guerra, crímenes contra la paz y la seguridad de los Pueblos y de sus legítimos Estados constituidos y “que se conducen ellos mismos sobre el principio de derechos iguales y autodeterminación de los Pueblos”, y crímenes contra la Humanidad. » Etc.


(Véanse nuestros textos: Agudización de la actual crisis geo-política: nueva agresión del Imperialismo Moscoviano contra el Pueblo Ucraniano y su Estado’, publicado el 25 de Febrero de 2022; El Imperialismo Chino contra el derecho de autodeterminación de los Pueblos’, publicado el 6 de Agosto de 2022; El Ente Sionista pide la dimisión del Secretario General de las Naciones Unidas’, publicado el 24 de Octubre de 2023; y Declaraciones de Mr. Raji Sourani, abogado palestino en la acusación contra “Israel” presentada por la República de Sud-África ante la Corte Internacional de Justicia, en La Hayapublicado el 23 de Enero de 2024.)


Frente a esos obstinados y fanáticos orates defensores del imperialismo multi-polar: que durante medio siglo han arruinado a este País predicándole la demencia sectaria y suicida del Eta (sin que ello los haya llevado a adoptar ahora la más mínima prudencia, humildad y honestidad ante sus terribles errores del pasado, que en su estúpida soberbia no quisieron reconocer cuando se les advertía de ellos al igual que tampoco reconocen los de ahora); frente a tales agentes del imperialismo, nosotros mantenemos la afirmación de la validez y vigencia universales de los arriba expresados principios de Autodeterminación o Independencia de todos los Pueblos, el Pueblo Vasco entre ellos, y de Independencia e Integridad de sus legítimos Estados y del nuestro en particular, el Reino de Nabarra.


Así pues, en contra de los agentes del imperialismo español y francés, que combaten estas posiciones, y según hemos indicado frente a sus agentes auxiliares locales e indígenas: que se presentan como “nacionalistas y abertzales vascos” (a saber, los componentes de la burocracia mafiosa-liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites Ea-Ehbildu-Sortu-Geroabai y el resto de las asociaciones “sindicales, sociales y culturales” que les dan cobertura) pero que niegan también dichas posiciones al igual que hacen sus mencionados amos imperialistas a quienes de hecho están aceptando como demócratas, nosotros las afirmamos como el fundamento mismo del Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional, según ha quedado expuesto en nuestro Manifiesto del Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional, publicado en EspañolEuskaraFrancés e Inglés.


Por todo ello, y dada su actualidad, volvemos a publicar un extracto del mencionado texto sobre la nueva agresión del Imperialismo Moscoviano contra el Pueblo Ucraniano y su Estado:


*

[...]

Simultáneamente, la grotesca pretensión de que los Colonos “rusos” – esparcidos por Ukraina y otros Países gracias al expansionismo y el colonialismo imperialista y militar del Imperio Moscoviano – tienen el “derecho de autodeterminación” que reivindican los colonialistas-imperialistas (un inexistente “derecho” que, según pretenden ellos, prevalece sobre los legítimos derechos de autodeterminación, independencia e integridad nacional de los Pueblos autóctonos y de sus Países, dominados y colonizados por el Imperialismo Moscoviano durante toda su historia; Pueblos y Estados que por añadidura ese Nacionalismo imperialista niega); tal pretensión absurda, decimos, es el cáncer que corroe esa “alma rusa” sin remisión posible y que lleva a ese Pueblo a la locura imperialista.


Los Colonos “rusos” del Donbas en Ucrania, o los de Transnidstria en Moldova, o los asentados en los Estados Bálticos y en Georgia; no más que los Colonos “rusos” en Prusia Oriental (que los imperialistas moscovianos denominan “Kaliningrado”), Chechenia/Ichkeria, Tatarstán, Udmurtia, Buriatia, Yakutia etc. etc. NO TIENEN DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN NI NINGÚN OTRO DERECHO POLÍTICO. Exactamente del mismo modo que no lo tenían los colonos germanos en Prusia Oriental y los Sudetes: descendientes o sucesores de los Caballeros Teutónicos y sus criminales Cruzadas propiciadas – desde Conrado I de Mazovia – por el Nacionalismo imperialista y expansionista polaco contra los autóctonos Pueblos Bálticos Prusianos; en consecuencia, aquellos colonos fueron expulsados de dichos territorios. Y del mismo modo que los colonos franceses y españoles en Argelia, Indochina, Cuba, Filipinas y el Reino de Nabarra NO TIENEN DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN NI NINGÚN OTRO DERECHO POLÍTICO.


El derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos: reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas (desde el Artículo Primero de su fundacional Carta de San Francisco así como por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General) como el primero de los derechos humanos fundamentales y la condición previa para el pleno disfrute de todos ellos, pertenece a los Pueblos autóctonos establecidos en sus propios Países, NO A LOS IMPERIALISTAS Y COLONIALISTAS establecidos en los Países que ellos han invadido, ocupado por “derecho de conquista”, y posteriormente colonizado mediante guerras de agresión y crímenes imprescriptibles; nombradamente: crímenes de guerra, crímenes contra la Paz, y crímenes contra la Humanidad.


Y ese derecho internacional de autodeterminación o independencia de los Pueblos consiste en el derecho originario e inmanente – no derivado u otorgado – de independencia incondicional e inmediata que esos Pueblos autóctonos tienen frente a toda agresión o interferencia extranjeras contrarias a su independencia nacional. Consiste, por tanto, en la evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas extranjeras de ocupación militar, y no en efectuar burdos referenda – impropiamente llamados “de autodeterminación” – bajo esas fuerzas de ocupación militar del imperialismo, los cuales son la negación del auténtico derecho de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos. EN CUANTO TALES, LOS IMPERIALISTAS NO TIENEN DERECHOS. ¡Fuera los imperialistas de los Pueblos y Estados sojuzgados!


La desvergonzada reivindicación de un pretendido derecho de autodeterminación de los Colonos “rusos” que ha hecho el agresor Putin, para “justificar” su criminal agresión contra el Pueblo Ucraniano y su legítimo Estado mientras niega que eso sea una guerra (y además una guerra de agresión, para más señas), es idéntica y se basa en la misma “argumentación” que fue utilizada por Hitler en 1938 para “justificar” su reivindicación de “la vuelta de la región de los Sudetes – Sudetenland – a la madre-patria alemana”. Es la misma afirmación de “unidad constitucional” establecida por la esclavista, colonialista y racista “Constitución” formal o secundaria española de 1812, cuando en su Artículo 1 afirma que “La nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios”. Y es la misma afirmación que fue utilizada por el Nacionalismo-Imperialismo de Francia sobre sus colonias: “Es indispensable fundar la colonización sobre la dominación”, había dicho Jules Ferry en su discurso ante la Cámara de Diputados en Julio de 1885, al objeto de justificar la criminal represión nacionalista y colonialista francesa sobre Argelia.


(“En 1885 el ‘socialista’ Jaurès había votado los créditos de guerra para Tonkín. En 1887, en el momento del affaire Schnæbelé, él estaba en favor de los créditos militares para Argelia en ‘el silencio [no-oposición] patriótico de los parlamentarios’. En 1903, él pedía el presupuesto para ‘la penetración pacífica’ en Marruecos. En 1904, Jules Guesde le reprochaba el ‘haber votado los presupuestos de la guerra y la marina’; lo que personalmente Jaurès había evitado hacer. Pero ‘los [parlamentarios] de ustedes los han votado – argumentaba Guesde aquel año dirigiéndose a Jaurès y al PsF. Vuestro error está en vuestra concepción socialista, que no tiene nada de socialista. Vosotros hacéis surgir vuestro socialismo de la República, mientras que nosotros lo hacemos surgir de la evolución capitalista. ¡Vuestro método es el nacionalismo bajo una forma más peligrosa que otra!’. Finalmente, en 1908 Jaurès rechazó los créditos militares suplementarios.” Etc. Cita tomada del Capítulo XI del texto Nationalisme et National-socialisme’, de Iñaki Aginaga; publicado también en Español e Inglés en el blog de Nabarra-ko Erresuma el 17 de Enero de 2021.) [...]


Por su parte, el “socialista” Mitterrand respondía así al desafío que el Frente de Liberación Nacional de Argelia le acababa de plantear a Francia con su Proclama del 1 de Noviembre de 1954, por “el objetivo de la Independencia Nacional dentro del marco Norte-Africano”:


“[...] ¿Debe también Argelia entrar en el ciclo de este mundo que desde hace quince años está en rebelión contra las naciones que reclaman ser sus guardianes? [Alusión al proceso de regresión del imperialismo y de decolonización, mencionado en la cita con la que abríamos este texto; un proceso que había conducido a la humillante derrota francesa en Dien Bien Phu en Mayo de aquel mismo año de 1954 y al subsiguiente Tratado de Ginebra en el mes de Julio, y que resultó en la retirada francesa de Indochina.]

“Bueno, de hecho, no; ¡no es eso lo que sucederá! Porque sucede que Argelia es Francia; porque sucede que los departamentos de Argelia son departamentos de la República francesa. Desde Flandes hasta el Congo, incluso si hay alguna diferencia en la forma en que se aplican nuestras leyes, la ley sigue reinando en todas partes, y esa ley es la ley francesa; es la ley por la que ustedes [los diputados] han votado, porque en nuestros territorios de ultramar hay un solo parlamento y una sola nación, al igual que en los departamentos de Argelia, al igual que en la metrópolis. Ésa es la regla que nos guía; no sólo porque la Constitución lo exige sino porque así queremos que sea.” Etc. (Del discurso de François Mitterrand, Ministro del Interior del Gobierno Mendes-France, pronunciado desde la tribuna de la “Asamblea Nacional” francesa el 12 de Noviembre de 1954.)


“La única negociación es la guerra”, acabó afirmando este personaje “socialista”. “Por tanto”, su Gobierno invocaba los derechos de autodeterminación y de legítima defensa del Pueblo francés frente a la “agresión interna” que decía sufrir en Argelia, a fin de justificar aquella infame “no-guerra” colonial de Argelia (o sea, su Guerra de Independencia, de 1954 a 1962), que el imperialismo francés había declarado era “parte integrante del pueblo francés”.


Ésta es la descripción que hace Aron de aquella mentalidad:


“Estamos en presencia de una nacionalidad armada y vivaz que es preciso apagar mediante la asimilación, [...] la dislocación del Pueblo Bereber y la fusión. [...] La simplicidad aparente de la cuestión – independencia o no – disimula la complejidad de la situación. Si la independencia del protectorado o de la colonia fuera considerada por el Estado imperial como un mal absoluto, una derrota irremediable, se volvería a la dualidad elemental amigo-enemigo. El nacionalista – tunecino, marroquí, argelino – sería el enemigo: no ocasional ni siquiera permanente, por retomar los términos que hemos definido más arriba; sería el enemigo absoluto, aquél con quien ninguna reconciliación es posible, cuya existencia misma es una agresión y que, en consecuencia, si se siguiera la lógica hasta el final, habría que exterminar. Delenda est Carthago: la fórmula es la de la enemistad absoluta, la enemistad de Roma y de Cartago; una de las dos ciudades está de más. Si Argelia debe permanecer definitivamentefrancesa, los nacionalistas que quieren una Argelia independiente deben ser eliminados sin piedad. Para que millones de Musulmanes se hagan Franceses, en la mitad del siglo XX, es necesario que no puedan ya soñar en una nación argelina, y olviden a los testigos ‘que se hicieron degollar’.” Etc. (Raymond Aron; ‘Paix et guerre entre les nations’, 1962.)


Una vez establecido a priori el dogma de que “Argelia es Francia, y de que en Francia no hay más Pueblo que el francés”, de ahí se deducía con pretensiones de “lógica cartesiana” la ridícula y absurda afirmación de que “Francia no puede luchar contra sí misma”; y que, por tanto, la guerra colonial-imperialista de Argelia era una no-guerra. Del mismo modo, la actual agresión que la llamada “Federación de Rusia” ha acometido contra el Pueblo Ucraniano y su Estado, con el nombre de “operación especial militar” y “no-guerra”, es la continuación de aquella misma línea de imperialismo, crimen, desvergüenza y destrucción de la razón desarrollada por el imperialismo francés contra Argelia. Y es también idéntica a las posiciones de Hitler, quien en el programa del “Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán-NSDAP” (que él mismo co-escribió y leyó en su primer mitin multitudinario celebrado en Múnich en Febrero-1920), reivindicaba la “unificación de los Alemanes” (Germanos de Austria y de Sudetenland-Checoslovaquia) invocando esa misma falsificada versión imperialista del derecho de autodeterminación, y que llevó al Pueblo Alemán a su mayor miseria. (Véase el Capítulo XV – ‘El imperialismo frente al derecho internacional’ de nuestra obra general ‘EUSKAL HERRIA Y EL REINO DE NABARRA, O EL PUEBLO VASCO Y SU ESTADO, FRENTE AL IMPERIALISMO FRANCO-ESPAÑOL.)


Todo esto está reproduciéndolo actualmente la criminal agresión del Estado putinista con la finalidad de restaurar los logros imperialistas y colonialistas moscovianos sobre el Pueblo Ucraniano y su Estado. Unos criminales logros que habían quedado establecidos en Poltava en 1709, hacía trescientos cinco años; y que, tras el levantamiento del Pueblo Ucraniano en el Maidán de 2014 por su independencia nacional y la soberanía de su Estado (y en contra de los lacayos del imperialismo moscoviano infiltrados en el Gobierno de Ukraina), podían quedar nulificados si no se intervenía sobre ello.


Así pues, frente al nuevo derecho internacional precariamente establecido tras el final de la Segunda Guerra Mundial, con la afirmación del derecho de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos (y por tanto también de los Pueblos Ucraniano, Checheno etc.), y frente a los mencionados Tratados internacionales – en última instancia el mencionado Memorándum de Budapest de 1994 – por los que la llamada “Federación de Rusia” reconocía la independencia e integridad del Estado de Ucrania, los nuevos amos del Kremlin llegaron a la conclusión de que había que restablecer su Imperio – que ellos llaman “la defensa de nuestros intereses nacionales” – basándose en la afirmación de “zonas de influencia y de soberanía limitada”, y en definitiva en el “derecho de imperialismo” sobre los Pueblos y Estados de esas zonas; al igual que Stalin lo hizo en 1939 con su pacto secreto con Hitler para repartirse Europa entre ellos.


La consecuencia del reconocimiento de esos criminales intereses es la consolidación en todo el mundo de “Reservas Coloniales” en las que los derechos humanos fundamentales – y ante todo y sobre todo el primero y la condición previa de todos ellos: el derecho de autodeterminación (DA) o independencia de todos los Pueblos – no tienen vigencia alguna; así como la renovación o estabilización de “Zonas de influencia, Protectorados, Espacios vitales/Lebensraum/Spazio Vitale, Esferas de Co-Prosperidad de la Gran Asia Oriental, Zonas de Seguridad” y demás viejos conocidos de la expansión imperialista, subyacentes también en la “doctrina Brézhniev de soberanía limitada”. Pero eso es llevar de nuevo al mundo a una situación inaceptable para la mayoría de los Países, y desde luego a su destrucción.


Frente a ese funesto desatino que implica la afirmación del inexistente y criminal “derecho de imperialismo de la santa Rusia” sobre todos sus vecinos, el Pueblo Moscoviano y sus dirigentes sensatos y no criminales deberían comprender que su verdadero interés radica en incorporarse a un mundo establecido sobre la afirmación de los principios del respeto a los derechos humanos fundamentales y la cooperación entre los Pueblos y las Naciones del Mundo, y ante todo sobre el derecho de autodeterminación o independencia nacional de todos los Pueblos, y no sobre los falsos “derechos” del colonialismo imperialista; y que un “futuro” construido sobre la imposición de su Nacionalismo imperialista moscoviano sobre otros Pueblos consiste sólo en crímenes horrendos, corrupción, y finalmente en destrucción, ruina material y moral, y muerte. También para ellos mismos.


Etc.


(Volvemos a indicar el link para acceder al texto completo: Agudización de la actual crisis geo-política: nueva agresión del Imperialismo Moscoviano contra el Pueblo Ucraniano y su Estado’, publicado el 25 de Febrero de 2022.)

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