Elecciones locales y territoriales bajo el imperialismo

(Texto publicado inicialmente el 8-Junio-2020.)


Elecciones locales y territoriales bajo el imperialismo


Como hemos expuesto en textos anteriores y venimos reiterando sin descanso, el Pueblo Vasco se encuentra frente a la grave crisis que le plantea la necesidad urgente de hacer frente al imperialismo franco-español, y de hacerlo además bajo una situación sociológica adversa que podemos describir de forma sucinta como de ausencia total de una clase política y una intelligentsia’ competentes y honestas, que están substituidas por unas camarillas Pnv-Eta de burócratas cretinos y desaprensivos – en la medida en que ambas cosas pueden ser compatibles – a sueldo de ese imperialismo, las cuales plantean por el contrario frente a él una respuesta que implica la liquidación de toda auténtica estrategia real para la liberación del Pueblo Vasco.

Bien sea por pasotismo, absentismo o incomparecencia de esas burocracias en unos casos, y en otros por su derrotismo o incapacidad – congénitos o adquiridos – como resultado de la colonización padecida por nuestro Pueblo durante siglos bajo el régimen imperialista franco-español y su ideología; ya sea por su orgullo y soberbia: que se resuelven en ataques indecentes contra quienes ponen en evidencia la estupidez y la mala fe caracterizadas de esos pretendidos líderes intelectuales o políticos “vascos”; o debido a la negra, consciente y deliberada traición de esas camarillas: hipócrita e incluso cínicamente escondida tras falsas y ridículas coartadas “abertzales” que difunden por los monopolios mediáticos de la televisión española – y ante todo por su sucursal local que llaman “euskal irrati-telebista” – que tienen a su disposición, destinadas a un Pueblo ya aturdido por la represión y la frustración de siglos, el caso es que todas esas situaciones nos llevan al mismo resultado, a saber: la falta de una clase política e intelectual digna de ese nombre, que esté ideológica y estratégicamente cualificada como para ser capaz de generar una respuesta política adecuada para liberar al Pueblo Vasco y a su Estado del imperialismo franco-español que nos tiene sometidos.

Desde hace más de cuarenta años ya, y como una cuestión real y actual, la integración de la “política” que realiza la burocracia mafiosa-liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites en la política del Segundo Franquismo: el cual desde 1977-1979  dichos burócratas admitieron y siguen sosteniendo hasta el día de hoy como un régimen “legítimo y democrático”, y en el Estado fascista e imperialista español que ellos han adoptado como no-Nacionalista, no-violento, también legítimo, democrático y como “el Estado” propio; todo esto, decimos, es un hecho demasiado evidente como para que sea necesario insistir en ello.

Efectivamente, desde hace cuarenta y tres años y hasta hoy, la participación de esas burocracias Pnv-Eta y sus satélites – actualmente Ea-Eh Bildu-Sortu-Geroa bai etc. – en las “elecciones generales” y en las instituciones del régimen fascista franco-español de ocupación militar sobre el Pueblo Vasco y su Estado, que ellos reconocen como legítimo y democrático, y ante todo en sus monopolios jurídicos imperialistas que constituyen los Parlamentos de España y de Francia (los cuales parten afirmando directamente la inexistencia del Pueblo Vasco y de su Estado, o en cualquier caso su integración como parte del pueblo español o el francés y como regiones dentro de su respectivo Estado, que son los únicos que hay y cuya soberanía esos Parlamentos representan); dicha actuación de esos burócratas durante casi medio siglo ya, decimos, deja absolutamente claro y en evidencia que cualquier tipo de subterfugio que puedan aducir para negar la realidad, es decir: para negar que han liquidado toda política de liberación del Pueblo Vasco y que se han convertido en una mafia a la búsqueda de sueldos y chanchullos dentro del régimen de ocupación al que ellos se han vendido y al que a todas horas llaman y aceptan como “el Estado” propio etc., es algo que sólo puede consistir en demencia, desvergüenza, mala fe y/o cinismo. Abundar más sobre ello sólo serviría a sus fines de embrollar lo que ellos mismos y toda persona no aducida por su propaganda saben que está claro como el día.

“Es sabido que un poder político establecido, en gran medida por el solo hecho de estarlo, aparece como evidente, necesario y ‘natural’. Su base y estructura políticas parecen estar dotadas de una ‘realidad’ socio-geológica y pre-política que ‘escapa’ al conocimiento y la actividad propiamente históricos, sociológicos, políticos y jurídicos. En ese contexto, las ‘evidencias’ que ofrecen las ciencias sociales se presentan como revestidas de la misma ‘necesidad objetiva’ que se postularía si se tratara de o si fueran ciencias naturales.

 “Por ello, la ideología de ese poder trata de representar la política – al igual que la producción e intercambio de bienes – ‘como encerrada en leyes naturales, eternas, independientes de la historia’. ‘Es decir, los órganos del poder o la violencia organizada armonizan hasta tal punto con las condiciones de vida (económicas) de los humanos, o se presentan ante ellos con una superioridad aparentemente tan insuperable, que éstos los experimentan como fuerzas naturales, como el entorno necesario para su existencia. Por consiguiente se someten voluntariamente a ellas. (Lo cual no quiere decir en modo alguno que estén de acuerdo con ellas.)’

“Pero, aparte de ilusiones, alucinaciones o juegos de manos ideológicos, el Estado dominante – con mucha más razón el Estado imperialista – ‘en modo alguno constituye por tanto el entorno-ambiente natural del hombre sino simplemente un hecho real cuyo poder efectivo debe ser tenido en cuenta, pero que no puede pretender ningún derecho intrínseco a determinar nuestras acciones.’ ‘Por consiguiente, se trata de ver en él una simple constelación de poder con la cual, por una parte, hay que contar en los límites de su poder y solamente en los límites de su poder efectivo; y cuyas fuentes de poder, por otra, deben ser estudiadas de la manera más precisa y más amplia, a fin de descubrir los puntos donde ese poder puede ser debilitado y minado. Y los puntos de fuerza, o más bien dedebilidad del Estado se encuentran precisamente en el modo como éste se refleja en la conciencia de los humanos. Así pues, la ideología [que sustenta ese Estado imperialista] no es en este caso mera consecuencia de la estructura económica de la sociedad sino que es también la condición de su tranquilo funcionamiento’.” (Citas de Georg Lukács; ‘Historia y consciencia de clase.)

Sin embargo ahora, en su constante disputa interna por los puestos en “instituciones y parlamentos” locales, lo que los componentes de la burocracia mafiosa Pnv-Eta nos plantean es la necesidad de acudir a votar en las próximas elecciones “autonómicas vascas” para “renovar” dichas “instituciones autonómicas” y dar estabilidad al régimen fascista que las ha instaurado; y, naturalmente, de apoyarlos a ellos – según sea el que ocasionalmente habla – frente a sus no menos incompetentes, deshonestos y/o corruptos compañeros de traición. Así pues, dado que sobre estas “elecciones autonómicas” no hemos tratado con la misma amplitud que lo hemos hecho sobre las “elecciones generales” imperialistas franco-españolas: en las que jamás y bajo ninguna circunstancia debemos participar excepto con nuestro BOYCOTT TOTAL a ellas, conviene que abordemos esta cuestión con algún detenimiento.

En primer lugar, es preciso poner de manifiesto que el sistema llamado “autonómico” en su conjunto, consistente en una autonomía-trampa, fue proyectado e impuesto – dentro del plan general de estabilización y continuidad del Franquismo al que llamaron “la Transición” intra-totalitaria – como una de las piezas claves del actual régimen del Segundo Franquismo; y consiste fundamentalmente en un medio de confusión, condicionamiento, fijación, contención, represión, desgaste, reducción, manipulación, corrupción, desviación y recuperación de las fuerzas populares vascas por el imperialismo español, al objeto de conducirlas a la ruina y la nulidad estratégicas.

Dado que la centralización y concentración efectivas del poder político unitario están garantizadas por el control total del Monopolio de la Violencia criminal en manos de su régimen de ocupación militar – al que la burocracia de traidores Pnv-Eta llama “democracia” – y de su ejército, la tranquilidad del régimen del Segundo Franquismo sobre el resultado de cualquier “emergencia” – social o sanitaria – que pueda presentarse está asegurada: en los momentos críticos se recupera carrete sin contemplaciones y de forma indisimulada; y, cuando la situación está ya bajo control, puede largarse hilo para que el pez siga creyendo que puede moverse libremente, es decir: para que siga agotándose en vano dentro de una situación de pesca y captura que está resuelta de antemano.

El funcionamiento de este mecanismo fue expuesto ya en el artículo que bajo el título: Falsificación histórica y política con ocasión del cuarenta aniversario de la vuelta del ‘lehendakari’ Leizaola, se publicó en esta página el 15-Diciembre-2019, al que remitimos al lector interesado.

Por otra parte, las disfunciones socio-económicas y el handicap general que este sistema de falsificación y engaño necesariamente crea en todos los órdenes: también para los propios Estados imperialistas hasta el punto de comprometer su futuro, han sido también expuestos en varias ocasiones, y más recientemente en el texto Nuevas maniobras de intoxicación ideológica imperialista: el ‘federalismo asimétrico’, publicado el día 26-Marzo-2020.

Como todo el mundo ha podido ver con ocasión de la presente “emergencia sanitaria”, la patente nulidad de los llamados “gobiernos autonómicos” los ha dejado perfectamente en evidencia como las criaturas del régimen que son y sin la menor capacidad de reacción y respuesta; algo que los monopolios mediáticos se esfuerzan en disimular, a fin de que pueda seguir funcionando el engaño que esos “gobiernillos” mantienen hacia sus administrados: sus propios Pueblos sojuzgados. Una vez que los partidos “de gobierno y de oposición” que sustentan esos “gobiernillos” mordieron el anzuelo del Franquismo “democrático” hace más de cuarenta años, la absoluta indigencia de tales marionetas ante el poder político real es clamorosa.

Como reveladoramente reitera por televisión el neo-Franquista y Nacional-socialista Sánchez: dirigente de Falange-PsoE (una afirmación que los monopolios mediáticos repiten después obsesivamente): “de esta crisis saldremos unidos”. No dice que “saldremos más sanos”, como instintivamente debería decir si estuviera honestamente pensando en la superación de la pandemia. No; lo que él dice es que “saldemos más unidos”, porque – fingiendo que habla a “la ciudadanía” – está en realidad dirigiéndose al Ejército español y confortando su Nacionalismo imperialista, puesto que lo único que realmente le preocupa es preservar la continuidad de la pandemia del imperialismo español sobre el Pueblo Vasco. Todo esto quedó también explicado en los textos ‘Crisis sanitarias e Imperialismo Nacionalista’ y ‘Health crisis and Nationalist Imperialism’, que publicamos en esta página los 23 y 24 de Marzo pasado; y La ‘re-constitución’ del Estado imperial-totalitariopublicado igualmente el 26-Abril-2020.

Una vez que el sistema “autonómico” ha quedado descrito en sus grandes líneas, debemos centrarnos a continuación en la descripción de los llamados “parlamentos autonómicos”, para cuya renovación se llama actualmente a elecciones a “la ciudadanía vasca” (que no el Pueblo Vasco). De entrada estamos, como es innegable, ante un nuevo y completo engaño al Pueblo Vasco, hecho posible por la burocracia mafiosa de traidores Pnv-Eta y sus satélites. Esta burocracia le oculta que un auténtico Parlamento es, estrictamente, un órgano soberano, es decir: un monopolio jurídico, cuya función es dictar leyes y que no reconoce autoridad superior en su ámbito de actuación. Por el contrario, la función de los llamados “parlamentos autonómicos” consiste en acatar las leyes españolas y hacerlas acatar, o de lo contrario son desautorizados y sus miembros son incluso procesados y encarcelados (o más bien primero encarcelados y luego procesados, como ya ha ocurrido) por desacato al “tribunal constitucional” y a “las leyes quel vencedor [im]pone al vencido” (Nebrija), impuestas a nuestro Pueblo y Estado por el régimen imperialista franco-español establecido mediante ocupación militar. (Esto también fue expuesto, entre otras ocasiones, en el artículo El imperialismo español impone su ‘diálogo’, publicado el 22-Noviembre-2019.)

Así pues, los únicos Parlamentos auténticos: los únicos monopolios jurídicos que operan en nuestro País son los Parlamentos imperialistas y fascistas de España y de Francia, en los cuales – como es evidente y hemos expuesto hasta la saciedad – JAMÁS Y BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA debemos estar presentes. En cuanto a los llamados “parlamentos autonómicos vasco y navarro”, éstos son instituciones auxiliares y dependientes del régimen español (el régimen imperialista francés simplemente consideraría insoportable el rebajarse a tolerar tales mascaradas en sus dominios), establecidos por tanto bajo las condiciones y la “legalidad” del régimen imperialista y fascista de ocupación militar que sojuzga a nuestro País, y que lo divide y “organiza” según le conviene, al objeto de mejor conseguir su negación-liquidación.

Incuestionablemente, estos simulacros de “parlamentos autonómicos” están instaurados sobre la base de la aceptación y el reconocimiento PREVIOS de la “Constitución” formal española como propia y legítima; y, por tanto, de que el régimen criminal, imperialista, colonialista y fascista de ocupación militar (lo cual es su auténtica constitución real y primaria), junto con todos sus agentes y Partidos que a sí mismos se proclaman españoles en nuestro propio País Vasco, son “no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos”, y “expresión libre de la ciudadanía vasca”. Esto es lo que han aceptado y reconocido los agentes de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites Ea-Eh Bildu-Sortu-Geroa bai etc.

Dicho esto, la cuestión que se nos plantea es saber si, a pesar de tratarse de instituciones del régimen fascista español de ocupación militar, nuestra participación en tales “parlamentos autonómicos” podría servir a la causa de la liberación del  Pueblo Vasco frente al imperialismo. Y la respuesta es que, en algún grado, podría; pero sólo en la medida en que, siendo nosotros capaces de situar en ellos la presencia de la realidad sociológica de nuestro Pueblo: vertebrado en torno a una posición estratégica y unánime de liberación nacional, como resultado de ello pudiéramos convertir esas “instituciones” extranjeras en cajas de resonancia de nuestra reivindicación nacional. De esta forma se podría conseguir que – aunque fuera sólo parcialmente y de forma limitada – nuestra realidad nacional fuera repercutida por los representantes del Pueblo Vasco en el seno de esos “parlamentos autonómicos”, y amplificada por éstos. Pero, como se ha indicado, para lograr ese propósito, nuestro Pueblo debería estar presente en ellos no dividido en distintas opciones partidistas, como ocurre en la actualidad, sino unido en torno a una única formulación política de unidad nacional; puesto que nuestra actual división interna en diferentes y estériles “opciones”, contra-restándose mutuamente, nos debilita sin remedio.

Ahora bien, no es posible fundar una “unidad” política sin referencia constitutiva a la unidad estratégica que la fundamenta, ni tiene sentido sin ella. La unidad del Pueblo Vasco sólo puede establecerse en función estratégica, es decir: para acometer una función o un objetivo estratégicos, como lo son el conseguir restablecer la libertad nacional y estatal; porque, si de lo que se trata es de servir objetivos infrastratégicos, entonces nuestra unidad es imposible y además indeseable. La “unidad” no es un fetiche al que se deba servir necesariamente. Ciertamente, si de lo que se trata es de hacer las cosas bien, para ello es preciso estar unidos; pero si es para hacer las cosas mal, entonces más vale estar desunidos y fomentar además la desunión frente a quienes nos llevan “unidos” al desastre. En una tal situación, las llamadas a la unidad son palabrería vacía e hipócrita: más vale una división neta y progresiva, que una “unión” falaz y reaccionaria. La unión reaccionaria tras un flautista de Hamelin que nos conduce al despeñadero debe ser combatida: en ese caso, es precisamente esa “falta de unidad” la que nos permite preservar los factores de restauración y regeneración ideológica y política, los cuales no podrían ser salvados si siguiéramos todos unidos hacia el desastre.

Por otra parte, la unión progresiva y estratégica de nuestra base sociológica no es sólo necesaria, es además posible. En un País sojuzgado bajo un régimen imperialista, Nacionalista y fascista de ocupación militar, que parte de la pura y simple NEGACIÓN TEÓRICA de la existencia misma del Pueblo sojuzgado, como un recurso ideológico para mejor destruirlo en la práctica tras haber intentado también su destrucción física, sólo hay lugar para dos Partidos reales, a saber: el de la integración al poder totalitario, por un lado (es decir, el Nacional y social-imperialista de la metrópolis, arteramente desdoblado en una diversidad de franquicias locales que – apoyadas en las fuerzas de ocupación, en los Colonos metropolitanos y en los Renegados autóctonos – se camuflan tras una falsa fachada pretendidamente “democrática, liberal, progresista, socialista, comunista” etc. que oculta su auténtica realidad Nacionalista-imperialista española o francesa); y el de la Resistencia, por otro, cuyo objetivo fundamental en nuestro País es y sólo puede ser el conseguir la expulsión de las fuerzas de ocupación militar del Imperialismo Nacionalista franco-español que está dominando a nuestro Pueblo y Estado.

Este objetivo es estratégico para el sojuzgado Pueblo Vasco, y es además el único que puede concitar la reunión de todas sus fuerzas de oposición democrática para recuperar la independencia nacional y restaurar nuestro propio Estado, el Reino de Nabarra. Otra cosa será cuando la independencia nacional sea ya efectiva, el Imperialismo Nacionalista franco-español haya quedado abolido, y haya una situación de real libertad, en cuyo momento podrán manifestarse diferentes opciones partidistas; pero, hasta ese momento, toda división interna del Pueblo sojuzgado lleva y sólo puede llevar a su debilitamiento y por tanto a perpetuar la actual dominación del Imperialismo Nacionalista sobre él.

Esto significa que la unión progresista y estratégica de todos los sectores democráticos – y por tanto anti-imperialistas – de nuestro País, siendo como es posible y necesaria, debe estar necesariamente basada en una posición a-partidista y universalmente aceptada: fundada en dos principios estratégicos capaces de aglutinar y galvanizar en torno a ellos a TODA la oposición democrática del Pueblo Vasco frente al imperialismo franco-español. Estos principios estratégicos mínimos, mantenidos actualmente por el Movimiento de Resistencia y Salvación Nacional, han sido constantemente expuestos en los textos publicados en esta página. Consisten en:

1/ Afirmación del derecho de libertad, LIBRE disposición, independencia nacional o autodeterminación del Pueblo Vasco/Euskal Herria.

“Piedra angular de la democracia”, el derecho internacional de autodeterminación o independencia de todo los Pueblos es un derecho que es originario, fundamental, inherente, de costumbre, inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e imprescriptible para todos los Pueblos sojuzgados bajo un régimen imperialista y extranjero; que es la misma cosa que la incondicional e inmediata independencia de éstos contra/frente a toda dominación o intromisión extranjera contraria a su libertad nacional; y que ha sido reconocido – no constituido – por el Derecho Internacional contemporáneo de las Naciones Unidas: desde el Artículo Primero de su fundacional Carta de San Francisco así como por numerosas y relevantes Resoluciones de su Asamblea General, como EL PRIMERO DE LOS DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES Y LA CONDICIÓN PREVIA PARA EL PLENO DISFRUTE DE TODOS ELLOS.

Su corolario y aplicación práctica consiste, como requisito ineludible para su realización, en la exigencia de evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes: España y Francia, FUERA de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado. Y


2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro Estado propio: el Reino de Nabarra, sucesor del Reino de Pamplona – “el Reino de los Vascos” – constituido por una Confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos histórica y libremente reunida en torno a él. Internacionalmente reconocido durante mil años, el Reino de Nabarra sigue siendo el único Estado de la Nación Vasca, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro.

Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: el “Reino de España” y la “República francesa”, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas, y no como los propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos, según está haciendo hasta el día de hoy la pretendida “clase política oficial vasca” formada por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites.

Estos principios son inmediatamente comprensibles y adoptables por nuestro Pueblo, y por tanto toda negativa a admitir ambos o uno de los principios dejará desenmascarado a quien la mantiene como un agente objetivo al servicio del imperialismo. A continuación, la madurez política de nuestro Pueblo debe manifestarse tanto en su capacidad de comprender la necesidad de esa candidatura única popular basada en ambos principios: ya sea en las elecciones locales o en las “autonómicas”, así como en su resolución de castigar a las burocracias políticas “vascas” que se nieguen a facilitarla. Si no hay candidatura única nacional, y las burocracias mafiosas-liquidacionistas Pnv-Eta (o aunque sólo sea una de ellas) insisten en ir a esas elecciones territoriales o locales/municipales de forma individual y dividiendo al País, entonces la posición del Movimiento de Resistencia Nacional ante ese divisionismo consistirá no en oponerle otra candidatura – lo cual sería tanto como crear otro “partido” y otra división más en el País – sino en solicitar al Pueblo la abstención en las “elecciones” territoriales o locales.

Ante el divisionismo interno provocado por esas burocracias liquidacionistas “vascas”, que insisten en dividir al País en las “elecciones” territoriales y locales, y en no presentar una candidatura unitaria frente al imperialismo, la posición correcta será solicitar una abstención masiva del voto vasco, y dejar que esas burocracias se las vean en solitario – en los “parlamentos autonómicos” o incluso en los ayuntamientos – frente a los partidos fascistas que organizan políticamente a los Renegados autóctonos y a los Colonos metropolitanos y Nacional-imperialistas españoles: ya sea por medio de la versión Fascista tradicional del Partido del Movimiento español, de la Nacional-socialista de Falange-PsoE y sus franquicias coloniales, o de la de sus desdoblamientos eco-social-imperialistas locales. Ello pondrá en evidencia ante el Pueblo que esas burocracias “vascas” Pnv-Eta etc. reconocen como demócratas a los partidos e individuos que en nuestro País se auto-proclaman imperialistas españoles: negando el derecho de autodeterminación del Pueblo Vasco y apoyando el mantenimiento de la ocupación militar de nuestro País; y que los aceptan como “demócratas y vascos”. Por supuesto, la denuncia pública de esa traición ante el Pueblo Vasco deberá ser implacable, y algún día esas burocracias mafiosas “vascas” tendrán que hacer frente a las consecuencias.

El Pueblo Vasco está perdido si no comprende que los traidores que forman las burocracias liquidacionistas Pnv-Eta: los Ortuzar-Urkullu-Esteban etal., y los Otegi-Iriarte-Aizpurua etal., sólo aspiran a perpetuarse dentro del régimen imperialista de ocupación militar que ellos han aceptado como “democracia”, y a ser los gestores de nuestra dominación bajo el imperialismo franco-español como las mafias locales a su servicio que son, a cambio de sus sueldos y chanchullos; apoyándose para ello – según sea el caso y la oportunidad – en cualquiera de los partidos declaradamente Nacional-imperialistas españoles. Su falta de toda clase de decencia es clamorosa. El Pueblo Vasco debe abandonarlos a su suerte y dejar de votar a esos desaprensivos sin vergüenza que cínicamente declaran su visión de la política como “jugadores de mus a la grande o a la pequeña”, con sus orondas y auto-satisfechas figuras, sus miradas bovinas y sus caras abotargadas, hasta que comprueben que sus cargos y chanchullos se han terminado ante un nuevo despertar a la conciencia política del Pueblo Vasco.

Las bases populares que apoyan a los partidos políticos “vascos” por el hecho de que éstos se declaran “abertzales”, cuando están en realidad sosteniendo el criminal régimen franco-español de ocupación militar de nuestro País al reconocerlo como democrático, deben comprender que tales partidos no tendrán futuro alguno en un País Vasco libre si, en el presente momento histórico, no se deshacen de esas burocracias que los tienen confiscados y puestos al servicio del imperialismo, al dividir al País en las “elecciones” locales y territoriales, y aliarse a continuación con los partidos abiertamente imperial-metropolitanos. Si en la fase actual esos partidos no se integran en el a-partidista Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional, adhiriéndose a los dos principios expuestos, deben ser masivamente abandonados y dejados caer por sus respectivas bases sociales como los elementos mentirosos, perniciosos y mafiosos que son, al estar estrictamente dedicados a beneficiarse de una situación que consiste en permitir que continúe la pandemia imperialista franco-española. Esta peste imperialista niega, oprime y destruye nuestro Pueblo y Estado desde hace doce siglos; pero lo trágico es que desde hace casi cincuenta años dichos partidos “abertzales” engañan al Pueblo Vasco diciéndole que eso es “la democracia”, para poder así perseguir su propia prosperidad, engorde y reproducción, que es lo único que hacen.

Dadas las nefastas consecuencias que ellos han traído a este País, a saber: reconocimiento y aceptación del régimen imperialista y fascista franco-español de ocupación militar como legítimo, democrático y el nuestro propio; división y desorientación del Pueblo; y traición a los principios estratégicos básicos de Autodeterminación o Independencia del Pueblo Vasco así como negación de la continuidad y vigencia de su Estado propio, el Reino de Nabarra, para afirmarlos por el contrario como democráticamente integrados en el pueblo y el Estado español o francés, ante todo ello, la posición el Pueblo Vasco ante las próximas “elecciones autonómicas” debe ser la de ABSTENCIÓN MASIVA Y TOTAL.

La actitud del Pueblo Vasco ante la actual convocatoria de “elecciones autonómicas”, las cuales lo convocan para que camine “unido” hacia el abismo por la senda que le marcan los flautistas de Hamelin/txistularis del Euskadi tri-provinciano español Ortuzar-Urkullu y Otegi-Iriarte, es decir: para que acuda a esas urnas dividido y cada uno por su lado, sólo puede ser el darles la espalda quedándose en casa, o yendo al monte o a la playa.

DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!


¡BOYCOTT TOTAL LOS IMPERIALISTAS FASCISTAS, SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR!

ALDE HEMENDIK!


¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Regeneración política, frente a nuevos “debates electorales” bajo el fascismo

EL ABERRI-EGUN, O LA UNIDAD ESTRATÉGICA DEL PUEBLO VASCO

Ideología del colaboracionismo “vasco”: “vía institucional y lucha armada” (XXVI)