“Gure Esku [Dago]”, o la falsificación del derecho de autodeterminación
(Texto publicado inicialmente el 8-Abril-2019.)
“Gure Esku [Dago]”, o la falsificación del derecho de autodeterminación
I
La
“plataforma ciudadana Gure Esku Dago” (GED), que después de una actividad de seis años había anunciado el
pasado mes de Febrero su “renuncia a organizar más consultas en ciudades y
municipios vascos sobre el ‘derecho a decidir’ tras los últimos fracasos de
participación”, se ha reunido el pasado día 31-Marzo-2019 en el Palacio
Euskalduna de Bilbo donde sus nuevos representantes han declarado que ven “la
oportunidad de abrir una nueva etapa”, la cual presentan bajo el lema ‘Egizu
posible – Hazlo posible’, con el objetivo de “legalizar el derecho a
decidir para poder votar en un referéndum”. Según lo han expresado:
“Nos
marcamos un objetivo claro para esta nueva etapa: hacer posible decidir nuestro
futuro en referéndum. Queremos convertir el derecho a decidir en ley; tenemos
como objetivo que tenga base legal en el nuevo estatus jurídico-político”,
aseveraron sus portavoces. “Es más, queremos que se convierta en norma en todos
los ámbitos de la vida pública, desde hoy en adelante”, aseguraron.
Como se ve, esta organización GED: un componente más que surge del infecto humus que ha creado la degeneración intelectual e ideológica y la corrupción política de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta, se muestra desde su creación particularmente activa en su – objetivamente – tenaz, pertinaz y obcecada incomprensión, falsificación, descrédito y sabotaje del originario, inherente, imprescriptible, inalienable y fundamental derecho internacional de independencia, LIBRE disposición o autodeterminación de TODOS los Pueblos.
Se trata de un derecho que en nuestro caso, y como tantas veces ha quedado explicado en textos
anteriores, consiste pura y simplemente en el derecho de independencia
incondicional e inmediata del Pueblo Vasco y de su Estado: el Reino de Nabarra,
frente a la dominación del Nacionalismo imperialista-colonialista
franco-español y de sus totalitarios Estados ocupantes: el Reino de España y la
República francesa. Sin embargo, GED lo hace consistir en realizar
“votaciones sobre el derecho a decidir” completamente falseadas y en
condiciones imposibles pero ante todo suicidas para nuestro Pueblo, a la vez
que básicamente inofensivas y favorables para el imperialismo. En efecto, tales “votaciones” parten del reconocimiento de ese criminal régimen imperial-colonialista y fascista franco-español de ocupación militar, y del resultado de sus imposiciones
mantenidas durante siglos, como si todo ello fuera “legítimo, no-violento y
democrático”; y de los Estados ocupantes como si fueran los Estados propios del
Pueblo Vasco y el punto de partida de toda legalidad legítima y democrática.
Para empezar, es llamativo que, cuando prácticamente todo el mundo ha abandonado esa fraudulenta invocación de un pretendido “derecho a decidir”, y se ha acogido a su correcta formulación: constantemente consagrada y refrendada en el derecho internacional como “derecho de autodeterminación”, la organización GED siga obstinadamente utilizando por el contrario – con la vana esperanza de que así el régimen imperialista franco-español lo aceptará – su versión falsificada, negándose a adoptar la denominación internacionalmente establecida. Pero este aparente desatino de GED se muestra en su verdadera dimensión cuando lo comprendemos como lo que es: una oculta traición al Pueblo Vasco, y un artero apoyo al imperialismo franco-español, dentro de cuyos postulados GED quiere mantenerse para no incomodarlo.
Efectivamente, el imperialismo franco-español consiste en la negación no sólo del imprescriptible derecho internacional e inherente de autodeterminación o independencia del Pueblo Vasco sino incluso de su misma existencia, puesto que “lo que no existe, no tiene derechos”. Todo ello determina y pone en evidencia la naturaleza criminal del imperialismo franco-español, que sólo puede resolverse con su abolición mediante la afirmación del correlativo contrario al imperialismo, esto es: la independencia incondicional e inmediata que le confiere al sojuzgado Pueblo Vasco su imprescriptible e inalienable derecho internacional de autodeterminación o independencia de TODOS los Pueblos; una reivindicación mantenida por todo auténtico Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional.
Pero GED no quiere saber nada de esto, y únicamente aspira a “solucionar” el problema manteniendo “buenas relaciones” con el imperialismo, al que jamás denuncia, que ni siquiera menciona, y que de hecho niega que exista. Por tanto, ha decidido anular y dejar fuera de su discurso todos esos términos, conceptos y principios fundamentales del derecho internacional, ya que son incompatibles con el imperialismo, y su misión consiste en conseguir que el Pueblo Vasco renuncie a su originario derecho internacional de autodeterminación o independencia incondicional e inmediata, aceptando en su lugar el engaño que GED le propone, a saber: el inocuo “derecho a decidir”; un derecho no internacional sino INTERNO del imperialismo, no originario sino otorgado por el imperialismo, ejercido con el permiso del imperialismo y situado dentro de la “base legal” del Segundo Franquismo, que desde hace medio siglo y hasta el día de hoy GED y toda la pretendida “clase política vasca” que conforma la burocracia liquidacionista Pnv-Eta y sus satélites están aceptando como no-criminal, no-violenta, legítima y democrática.
El derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos es un derecho que de forma solemne está perfectamente reconocido – no constituido – por la Carta de las Naciones Unidas en su Artículo 1, así como de forma reiterada en numerosas Resoluciones de su Asamblea General, precisamente como la negación y lo contrario del imperialismo y del derecho de imperialismo.
Según
fórmula insistentemente consagrada en resoluciones de los organismos de las
Naciones Unidas, el derecho de autodeterminación de todos los Pueblos es el
primero de los derechos humanos fundamentales y la condición previa de todos
ellos:
“Por
cuanto el derecho de los pueblos y las naciones a la autodeterminación es
condición indispensable [a prerequisite] para el pleno disfrute de todos los
derechos humanos fundamentales, [...] La Asamblea General recomienda que: 1.
Los Estados Miembros de las Naciones Unidas deberán mantener el principio de
autodeterminación de todos los pueblos y naciones;” etc. [Resolución 637
(1952)]
“La
Asamblea General, [...] Reafirmando la importancia de la realización universal
del derecho de los pueblos a la autodeterminación, a la soberanía nacional y a
la integridad territorial, y de la rápida concesión de la independencia a los
países y pueblos coloniales como imperativos para el pleno disfrute de todos
los derechos humanos,” etc. [Ibíd. 33/24 (1978); 35/35 (1980) etc.]
“1.
De acuerdo con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas,
el artículo 1 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos
[Resolución 2200 (1966)] reconoce que todos los pueblos tienen el derecho de
autodeterminación. El derecho de autodeterminación es de particular importancia
porque su realización es una condición esencial para la efectiva garantía y
observancia de los derechos humanos individuales y para la promoción y el
reforzamiento de tales derechos. Es por esa razón que los Estados establecieron
el derecho de autodeterminación como una disposición de la ley positiva en
ambos Pactos y colocaron esta disposición como artículo 1 destacado de todos
los otros derechos establecidos en los dos Pactos y anterior a todos ellos.”
(Declaración del Comité de Derechos Humanos sobre el Artículo 1 [El derecho de
los pueblos a la autodeterminación] del Pacto Internacional sobre Derechos
Civiles y Políticos; 13 Marzo 1984)
El
fundamental e imprescriptible derecho internacional de autodeterminación o independencia de
todos los Pueblos no es el “derecho a decidir”, cualquier cosa que “eso” sea.
No hay nada que votar ni decidir cuando se trata de los derechos humanos
fundamentales, los cuales “no se votan, ni se deciden, ni se piden, ni se
conceden, ni se otorgan, ni se condicionan, ni se pactan; no son materia de
opción ni se remiten a ‘mayorías y minorías’: sólo o bien libremente se
ejercen, o criminalmente se conculcan”.
Como es evidente, los derechos humanos fundamentales no dependen de, ni se someten a votación ni referéndum; esto es algo que cualquier persona honesta y medianamente sensata puede comprender, incluidas (así es de esperar, salvo su expresa afirmación en contrario) las que componen el grupo GED.
Si los derechos humanos fundamentales de un Pueblo, una Nación o un Estado militarmente ocupados bajo el imperialismo de otro País dependieran de votaciones, entonces podrían hacerse desaparecer y ser declarados inexistentes: sobre todo tras haber sido desnacionalizados por la educación extranjera impuesta durante siglos bajo la ocupación militar, y haber disuelto la población autóctona gracias a los desplazamientos de población – marcha verde, roja o gualda – que el colonialismo: imperialismo de población, impone. En esa línea, los Pueblos sojuzgados quedarían declarados como supuestas “minorías”, y sus derechos “legalmente” abolidos por la “mayoría” creada a partir de la agresión, el genocidio y los crímenes imprescriptibles que acompañan a toda empresa imperialista de sojuzgamiento contra la libertad de los Pueblos, como de hecho ha sucedido en la historia. Si embargo, ninguna “mayoría” tiene el más mínimo derecho para imponer de algo inicuo, cuya supuesta aprobación “mayoritaria” no alteraría su radical naturaleza criminal.
El derecho positivo totalitario (véase el texto “Recuperación para la ideología del imperialismo del XXVI Congreso de la Asociación Mundial de Juristas”, publicado el 21-Febrero-2019), o eventualmente el voto de los dominadores, podría tal vez “legalizar” pero no legitimar la esclavitud de una sola persona, que no puede ser privada de su dignidad y sus derechos fundamentales e inherentes de libertad, aunque una abrumadora “mayoría” así lo “decidiera”. Del mismo modo, los derechos fundamentalesde una pequeña nación – empezando por el de su independencia – no pueden quedar anulados porque “mayoritariamente” otra u otras naciones puedan proceder a anexarla en sus propios Estados imperialistas tras su agresión, conquista y colonización (lo cual es la criminal constitución real y primaria de esos Estados), y porque establezcan sobre ella la subsecuente imposición de su derecho positivo y su “Constitución” formal y secundaria: imperialistas, criminales y nulos según todo derecho originario, nacional e internacional.
Pretender que en esas condiciones de dominación y ocupación militar, e incluso tras siglos de opresión y colonización, es preciso celebrar una votación – según el derecho imperialista, bajo sus condiciones “legales” y bajo su ocupación militar – para “comprobar” si la nación pequeña desea ser independiente: una nación que en su momento no fue consultada por la ocupante para establecer su dominación sino que ésta le fue impuesta mediante la agresión a sangre y fuego de ejércitos que siguen hoy en día ocupando el País dominado, todo eso o bien constituye una insensata insania mental, o es un complot deliberado contra el derecho de autodeterminación.
Ninguna
“mayoría” tiene legitimidad contra el derecho de autodeterminación (DA) de los
Pueblos: contra su derecho de vivir libres en una Patria propia, sobre un
territorio propio y en fronteras seguras. Hacer depender el DA de una
“consulta”, sea la que sea, es negar el DA. La opinión del Pueblo Vasco – o la
de cualquier otro – sobre el DA, EN NADA afecta a la vigencia del DA, el cual
no depende para nada de tal opinión.
Ni
el Pueblo Vasco, ni ningún otro, tiene derecho a decidir ni a votar NADA en lo
que concierne al contenido y aplicación del DA: que es el derecho de
independencia de TODOS los Pueblos, que es fundamental e inherente a todos los
Pueblos sojuzgados bajo el imperialismo, y que – precisamente por ser
fundamental e inherente – ¡PRECEDE! a toda decisión y sobre el que no hay NADA
que decidir; del mismo modo que el derecho de libertad individual frente a la
esclavitud es inmediato y PRECEDE a cualquier decisión al respecto, por lo que una
eventual consulta/decisión para dilucidar si una persona ha de ser libre o debe
permanecer esclava es aberrante y totalmente nula. Y si se afirma que esa
“consulta” deber ser realizada mientras la persona afectada aún conserva los
grilletes puestos, ello es por añadidura o bien sangriento sarcasmo del
esclavista, o patética locura del esclavo.
El
Pueblo Vasco no tiene NADA que expresar: no tiene “derecho” alguno al respecto.
La “consulta para conocer la opinión del Pueblo Vasco sobre el DA” es la forma
evasiva y dilatoria más forzada de falsear el DA en beneficio del imperialismo.
Resumiendo y en síntesis: sobre la independencia de los Pueblos frente el
imperialismo no hay nada que decidir, sólo cabe reafirmar su imprescriptible
vigencia; y sin su PREVIA independencia del imperialismo no cabe libertad para
decidir sobre nada, por lo que la evacuación incondicional e inmediata de todas
las fuerzas de ocupación del imperialismo franco-español es la CONDICIÓN PREVIA
para poder realizar el acto de la autodeterminación del Pueblo Vasco.
Los
Pueblos o las Naciones pequeños tienen IDÉNTICOS derechos que los grandes; unos
derechos que, como la Historia nos enseña y vemos cada día, sólo pueden quedar
garantizados por la protección de la independencia que les proporciona su
propio Estado: creándolo ex novo si
no lo tienen, o restaurando el que ya tenían sobre el principio de
autodeterminación de los Pueblos. Tras haber quedado desbordado el Ducado de
Vasconia por la agresión del imperialismo de los Francos, el Pueblo Vasco una
vez más, en ejercicio de su propia autodeterminación, constituyó histórica y
libérrimamente su propio Reino: una confederación de repúblicas, condados y
señoríos vascónicos reunida en torno al Reino de Pamplona al que sucedió el
Reino de Nabarra, el cual sigue siendo en la actualidad el único Estado del
Pueblo Vasco, que nunca ha admitido ni reconocido ningún otro. La afirmación de
la vigencia y continuidad del Reino de Nabarra es una posición estratégica
fundamental para la defensa de los derechos fundamentales del Pueblo Vasco.
El
ejercicio del derecho de independencia, libre disposición o autodeterminación
de un Pueblo que está sometido bajo dominación y ocupación militar
imperialistas, como es el caso del Pueblo Vasco, tiene por condición previa la
exigencia de retirada incondicional e inmediata de todas las fuerzas de
ocupación fuera de sus ocupados Territorios históricos y su Estado. La
independencia simple, completa, incondicional e inmediata de los Pueblos y sus
Estados frente al imperialismo es el ÚNICO contenido: tautológicamente posible
y necesario, del derecho de autodeterminación. Es el derecho de impedir toda
agresión y ocupación, y – en su caso – de procurar la evacuación total de las
fuerzas de ocupación y de todo el aparato político de subyugación
imperialistas. A partir de ahí, y como se establece en la Resolución 742 (1953)
de la Asamblea General de las NU, una eventual y posterior “asociación con otro
Estado o grupo de Estados” es únicamente posible “si este acto se realiza
libremente y sobre la base de igualdad absoluta”; es decir: consiste en un acto
que no invalida sino que está basado y confirma la PREVIA independencia
originaria, la cual constituye EL ÚNICO CONTENIDO NECESARIO de la
autodeterminación de todos los Pueblos.
Pretender
que el derecho internacional y fundamental de LIBRE disposición o LIBRE
determinación de todos los Pueblos, el cual es derecho de independencia
inmediata contra el imperialismo, consiste en realizar votaciones dentro del
criminal sistema de dominación que constituye el régimen imperialista; o en
alcanzar acuerdos o permisos del poder totalitario para realizarlas (¡incluso
aunque éste los diera!) “y si sale no, nos conformamos”, como llegan a decir,
todo ello es en el mejor de los casos un error funesto y demencial, y, en
cualquier caso, una completa liquidación (deliberadamente buscada o no, eso es
irrelevante) del derecho de autodeterminación. El imperialismo no es una
elección democrática, no es una “opción” del derecho de autodeterminación, es
su negación absoluta y la afirmación: antes, durante y “eventualmente” después
de tan “democráticas votaciones”, de la validez y el olvido de todos los
crímenes de guerra, contra la paz y contra la humanidad que durante siglos han
constituido el imperialismo; lo cual repugna a toda legalidad internacional
democrática basada en la vigencia intemporal del derecho perentorio (jus cogens).
Una
clase política incorruptible, y dotada de un desarrollo ideológico-estratégico
cualificado, es condición necesaria (si bien no suficiente) para la
emancipación de un Pueblo sojuzgado. Como en tantos lugares ha quedado por
desgracia de manifiesto, es imposible la implementación exitosa del derecho
fundamental de autodeterminación de todos los Pueblos, cuando ocurre que su
naturaleza se desconoce, oculta o falsea por la incompetencia o el sabotaje de
una pretendida clase política que – de forma innata o inducida – permanece a un
nivel infrastratégico como ocurre con los componentes y las ocurrencias de GED
(por no mencionar las de la deleznable burocracia liquidacionista Pnv-Eta), las
cuales consisten en hacer “votaciones y referenda” bajo las condiciones y el
“derecho” del criminal régimen imperialista de ocupación militar. Tales
“votaciones y referenda” (al igual que convocar demostraciones en el corazón de
ese régimen para afirmar que “la autodeterminación es un derecho, no un delito”),
son muestra del nivel infrastratégico y del infantilismo de sus promotores:
condiciones que son incompatibles con toda empresa de liberación nacional.
Frente a todo ello, el Pueblo Vasco mantendrá la constante afirmación de su originario, inherente, imprescriptible e inalienable derecho internacional de independencia, libre disposición o autodeterminación, el cual implica COMO CONDICIÓN PREVIA la exigencia de retirada incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de subyugación imperial-colonialista de las Potencias ocupantes: España y Francia, fuera de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado ocupado, el Reino de Nabarra. Simultáneamente, y mientras tanto, es preciso mantener una total negativa a colaborar con el imperialismo y sus instituciones totalitarias, y con cualquier ente individual o colectivo que, por rechazar – bien sea en la teoría o en la práctica – estas posiciones democráticas mínimas, se constituye por ello mismo y desde ese mismo momento en agente al servicio del imperialismo.
DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO/EUSKAL HERRIA!
¡Ejército de ocupación ni con música!
¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!
BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS, Y A SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR! – ALDE HEMENDIK!
¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!
II
(Texto publicado inicialmente el 23-Octubre-2019.)
Como es inevitable, dado el descuajeringue mental, ideológico y estratégico instalado en el conglomerado de agentes que forman la burocracia liquidacionista Pnv-Eta (bien atentos y cuidadosos, sin embargo, de su propio interés personal y corporativo), su actuación política consiste y se limita a llevar al Pueblo Vasco a realizar movilizaciones absolutamente condicionadas por el poder político real; produciendo, frente a las inexorables acciones del régimen fascista, un tipo de reacción pavloviana perfectamente previsible y que podríamos describir gráficamente como el estúpido y obtuso “entrar al trapo” del toro de lidia: genéticamente diseñado por sus explotadores para anular sus instintos básicos de conservación y fuga, y darles espectáculo a costa de su propia destrucción.
Es de este modo como esa banda de Traidores al servicio del régimen fascista franco-español de ocupación militar, o de ignorantes, insensatos y/o chiflados Colaboracionistas pero todos ellos corruptos: de una u otra manera comprados y pagados por ese régimen desde hace más de cuarenta años, ha sido fabricada y condicionada para la única misión de engañar y embrutecer al Pueblo Vasco. De forma que, tras haberlo llevado primero a reconocer el régimen español imperialista y fascista de ocupación militar – y a su Estado, “Constitución” y leyes totalitarios y criminales – como el régimen y el Estado “propios, legítimos, no-violentos y democráticos”, desde que lo convocó a participar en sus “elecciones generales e instituciones” desde 1977-79; y por tanto tras haberle hecho así admitir – todo lo ambiguamente que se quiera, como ocurre con toda recuperación – la inexistencia de cualquier problema de imperialismo y opresión nacional sobre el Pueblo Vasco, puesto que supuestamente vive ya “en democracia” (con lo que se abandonaba toda oposición estratégica en el campo de la ideología y la política, y por tanto la posibilidad de defenderse frente al criminal opresor); tras haber logrado todo esto, esa burocracia de Traidores o insensatos Colaboracionistas – pero, insistimos, todos ellos bien pagados por el régimen – convoca a continución a nuestro Pueblo a una estéril protesta y lo lleva a su perdición, al animarlo a que de forma obcecada se enfrente al régimen que ya se ha admitido y reconocido como propio y democrático; provocando así su represión que en esas circunstancias es oficialmente presentada ante el mundo entero como “meros actos de policía frente a la delincuencia violenta”.
Los remunerados gestores de esta política: con la que hacen desaparecer la cuestión internacional del Imperialismo Terrorista sobre el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra, cobran espléndidamente del régimen por esta labor de la que han hecho su miserable forma de vida. La manifestación del pasado sábado en Donostia: nominalmente convocada por la asociación “Gure Esku” (anteriormente, “Gure Esku Dago”), es la enésima repetición de este fatal mecanismo desde que en 1977-79 se instauró el actual régimen del Segundo Franquismo, con la colaboración necesaria – estúpida y/o comprada – de la burocracia mafiosa-liquidacionista Pnv-Eta.
Por otra parte, la “renovación de caras” de esa burocracia exige que nuevos elementos se vayan incorporando a esa feria; es así como la “convocatoria de manifestación” de este nuevo “colectivo” ha sido inmediatamente respaldada por toda la burocracia Pnv-Eta en pleno (cuyos más significados mascarones se han puesto a sostener la pancarta en primera línea). Esto es algo perfectamente programado y que viene de lejos, como ocurrió con las “nuevas caras” que aparecían constantemente en la televisión como “representantes” de “movimientos sociales” (tipo “Elkarri-Lokarri” o similares), los cuales dieron mucho juego en su momento para el objetivo de lograr el embrutecimiento del Pueblo sobre la cuestión central de “la violencia”. Es decir: imponer la condena de la ridícula “violencia” infrastratégica de los dominados (realizada además en ejercicio de su derecho fundamental de legítima defensa individual o colectiva); y, al contrario, conseguir el ocultamiento, la justificación, exaltación y preservación de la criminal, multi-secular, estratégica, exorbitante y eminente Violencia criminal Monopolista de los ocupantes Estados agresores y sus fuerzas de ocupación.
Finalmente, esos desaprensivos proporcionaron
los nuevos “caras” (duras) y charlatanes que ahora figuran (y cobran) como “secretarios
generales o defensores oficiales de derechos humanos, paz y convivencia”, y que
lo que hacen es falsificar o ignorar todos esos conceptos al servicio del criminal
y violento régimen imperialista y fascista de ocupación militar instalado sobre
el Pueblo Vasco y su Estado.
Es de suponer que “los nuevos caras de Gure Esku” estarán igualmente llamadas en el futuro a una tarea semejante; porque, a la vista de su total ignorancia de las cuestiones políticas fundamentales, perfectamente equiparable a la de sus también amateurs predecesores: profesionales de la desvergüenza y la impostura, no se ve por qué los nuevos recién llegados no podrían llegar tan lejos como aquéllos han llegado. Es una cuestión recurrente el hecho de que las nuevas hornadas de desenvueltos oportunistas no tienen el menor pudor ante su indigencia intelectual: la cual ciertamente no es mayor que las de sus predecesores; estando por el contrario “absolutamente convencidos” todos ellos de que, si las cosas no se han arreglado antes, eso es porque ellos no habían llegado aún a “la política”, pero que eso va a terminar con su genial aportación. El resultado de ello es ya conocido, y nadie debería llamarse a engaño sobre lo que pueda resultar.
Este País sigue siendo un paraíso para toda una caterva de desaprensivos sinvergüenzas, incapaces, impostores, arribistas y charlatanes de todas procedencias y pelajes; quienes, tras haberse descubierto una vocación de “políticos” que ellos mismos no sospechaban, han encontrado en él una mina que explotar en su provecho, pero siempre – esto es lo fundamental – en contra de los intereses de nuestro Pueblo y Estado, y al servicio del imperialismo franco-español. El precio que nuestro País ha tenido que pagar por ello ha sido excesivo.
En atención al sufrido lector, no vamos a repetir la crítica fundamental sobre las falsas posiciones de ese grupo, que ya está hecha en un artículo publicado en esta misma página el pasado día 8-Abril-2019 bajo el título “‘Gure Esku Dago’ y la falsificación del derecho de autodeterminación (I)”, y que puede ser consultado por quien lo desee.
De todos modos, si bien hasta ahora la funesta tarea de estos agentes consistía en falsificar/negar/destruir el derecho de autodeterminación, al asimilarlo y presentarlo como algo que ellos llaman “derecho a decidir”, parece ser que ahora mantienen en sus carteles la formulación correcta de “derecho de autodeterminación”, pero siguen a la vez impertérritos hablando del “derecho de este Pueblo a decidir su futuro”. Es decir que, según parece, no ven incompatible el “derecho de este Pueblo a decidir su futuro”, con el hecho de llevarlo próximamente a votar como españoles: como todos esos grupos que forman el conglomerado burocrático multi-formato y multi-onomástico Pnv-Eta y sus satélites van a hacer, en las “nuevas y decisivas elecciones generales democráticas” bajo la ocupación armada del Estado español. Un Estado imperialista, colonialista y fascista, impuesto sobre el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra, mediante agresión militar, ocupación armada, e incontables, horrendos e imprescriptibles crímenes de guerra, contra la paz y contra la humanidad. Un régimen y un Estado español que no nació como una democracia ni se comporta como tal, según reconocen los componentes de esa banda burocrática de traidores, pero al que todos ellos, con perversa obstinación, siguen tenazmente llamando “democracia” mientras siguen cobrando – y llevan más de cuarenta años ya – de sus presupuestos generales.
Ante este nuevo subterfugio, que consiste en afirmar que bajo un régimen semejante es posible “ejercer el derecho a decidir libremente nuestro futuro”, es preciso volver a insistir en la crítica fundamental de estos grupos: objetivamente agentes al servicio del imperialismo al que confortan en primer lugar con su reconocimiento, pero también con la falsificación y corrupción de los conceptos fundamentales que debe utilizar el Movimiento de Resistencia Nacional de un Pueblo sojuzgado para lograr su liberación nacional.
Y para realizar esa crítica y poder restaurar esos conceptos fundamentales, recurrimos una vez más a nuestros textos, y en particular véase el capítulo: ‘Aportación del grupo Pnv-Eta a la falsificación del derecho de autodeterminación de todos los Pueblos y al fraude reaccionario: el “derecho a decidir”’, de la obra ‘Euskal Herria y el Reino de Nabarra, o el Pueblo Vasco y su Estado, frente al imperialismo franco-español / Euskal Herria and the Kingdom of Nabarre, or the Basque People and its State, against French-Spanish imperialism’.
*
Epílogo: El “derecho a decidir”, y las decisiones tomadas por los Pueblos sojuzgados bajo un régimen de ocupación militar, han conducido siempre a las más graves consecuencias:
“Cuando el plebiscito se
impone como medio de cubrir con apariencias jurídicas y de legalidad lo que es
obra de la fuerza, nadie puede poner siquiera en tela de juicio la ilicitud del
procedimiento. Es completamente contradictoria la idea de la justicia con la
idea de la violencia. [...] Nada más exacto que aquella gran ironía de De
Maistre, cuando analiza lo que había sido el plebiscito para legitimar la
anexión de Saboya a Francia, al afirmar: ‘que los saboyanos eran libres para
decir que sí; es decir, que se había procedido de tal manera que no
fuesen libres para decir que no’. [...] Esta libertad es una libertad
mentida, es la libertad de la muerte o de la desesperación, renunciando a los
amores del hogar, de la familia, de la propiedad, del país donde nace ¡ése que
se llama ciudadano libre!” (Rafael Altamira.)
Del mismo modo,
los territorios de Prusia Oriental continuaron perteneciendo a Alemania en 1920
mediante un “plebiscito de autodeterminación” que, realizado sobre la realidad
sociológica previamente impuesta por el imperialismo teutónico, dio el
resultado que cabía esperar; todo lo cual aportó su granito de arena al
conjunto de causas que desencadenaron la siguiente Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, el resultado del
“plebiscito de autodeterminación” realizado en la actual ciudad polaca de
Olsztyn – llamada Allenstein en Alemán, desde que los Caballeros Teutónicos la
fundaron como plaza fuerte para lanzar su Cruzada contra los antiguos Prusianos
autóctonos – es revelador de lo que acabamos de exponer: 362,209 votos (el
97.80%) fueron a favor de permanecer en Alemania, y 7,980 votos (el 2.2%)
fueron para Polonia; “por tanto” Allenstein permaneció bajo el Imperio alemán. El mismo Hitler invocó la “autodeterminación del pueblo alemán”
para incorporar los Sudetes a Alemania. Como es evidente, esto nada tenía que
ver con una real autodeterminación, basada ante todo y sobre todo en la
retirada de las fuerzas de ocupación imperialistas fuera del País y Estado anexados,
y en la restauración de su propia y conculcada independencia y legalidad
anteriores a la anexión por el imperialismo ocupante.
El imperialismo establece en petición de principio su propia realidad como un hecho indiscutible y “natural”, asentado sobre el “fundamento evidente” de que la ocupación de los Pueblos, Estados y Territorios que se ha anexionado “es antigua”; lo dicen a pesar de que ello es irrelevante frente al hecho de su nulidad originaria y permanente, al haber sido ilegalmente establecida mediante crímenes imprescriptibles. Así pues, “y en consecuencia”, los patriotas que reivindican la restauración de la independencia e integridad de sus Pueblos y Estados: si acaso son capaces de superar la represión impuesta por el régimen establecido, y de conseguir que esa petición se manifieste, son oficialmente rechazados por ese poder como “agitadores extranjeros”.
Es así como el Conde de
Brockdorff-Rantzau, Ministro plenipotenciario de Asuntos Exteriores del Estado Alemán ante la
Conferencia de París, previa al Tratado de Versalles, exponía en las
contra-propuestas que la Delegación Alemana presentó al Proyecto de Tratado de
Paz (el cual puso fin a la Primera Guerra Mundial mientras establecía las
condiciones para la Segunda) el rechazo de su País a abandonar Prusia e
incluso a realizar allí plebiscito alguno, como no fuera para consolidar
“legalmente” – mediante los votos de sus colonos – los logros del imperialismo
y el colonialismo teutónicos:
“El derecho de las naciones a disponer de sí mismas [= derecho de
autodeterminación de los Pueblos] no debe ser un principio solamente aplicable
en detrimento de Alemania. Bien al contrario, debe valer en igual medida en
todos los Estados, y ser aplicado especialmente allí donde una población de
raza alemana desea su reunión al Imperio Alemán. [...].
“[A pesar de ello, el Proyecto de Tratado de Paz establece que] Casi
toda Prusia occidental, salvo algunos distritos (Kreise) del Este y
del Oeste, debe ser anexionada a Polonia. Incluso una parte de Pomerania debe
ser arrancada de Alemania sin la menor justificación etnográfica. [Sin embargo]
Prusia occidental es un antiguo territorio alemán; la Orden de los Caballeros
Teutónicos la ha marcado para todos los tiempos con carácter alemán. [...]. La
cesión de la mayor parte de Prusia occidental separaría enteramente a Prusia
oriental del Imperio Alemán. [...]. Alemania nunca podrá consentir esto.
“En la parte meridional de Prusia oriental se invoca la presencia de
una población que no tiene el Alemán como lengua materna, para pedir que en esta
región se celebre un plebiscito (Artículos 94 y 95). Sin embargo, esta región
no está habitada por una población indiscutiblemente polaca. El hecho de que en
ciertas regiones persista una lengua no alemana no puede ser tomado en
consideración, puesto que casos similares pueden observarse en las unidades
estatales más antiguas: pueden mencionarse los Bretones, los Galeses y los
Vascos. La frontera actual de Prusia oriental ha sido fijada hace
aproximadamente quinientos años. [...]. Esta población jamás ha manifestado,
aparte de un grupo de agitadores extranjeros, la petición de separarse de
Alemania, y por consiguiente no hay razón para modificar la situación
gubernamental y económica de este territorio.” (‘Papers relating to
the Foreign Relations of the United States, The Paris Peace Conference, 1919..’ Traducido del original Inglés por el autor de este
artículo.)
Como es sabido, todas esas regiones: “marcadas para todos los tiempos”
por el imperialismo y el colonialismo germanos, son hoy felizmente parte de los
Pueblos a los que pertenecían: Checos, Polacos o Lituanos (excepto la región de
Königsberg/Kaliningrado, en Prusia Oriental, que tras la Segunda Guerra Mundial
“pertenece” a Rusia por “derecho” de conquista). Por otra parte, es llamativa la
velada advertencia dirigida a los países oponentes de Alemania en la
Conferencia de Paz, o sea a Inglaterra y Francia: a los que alude como “las
unidades estatales más antiguas” y a los que les recuerda su propia dominación
sobre “los Bretones, los Galeses y los Vascos” (una realidad extensible a
España), para justificar con ello el similar “derecho” de Alemania a mantener
sus “antiguas” conquistas en Prusia.
Así pues, la aplicación del derecho de autodeterminación de todos los
Pueblos implica en primer lugar, como condición necesaria, su correcta
comprensión: implementándolo ante todo y sobre todo como evacuación
incondicional e inmediata de las fuerzas de ocupación del imperialismo, y no su
mistificación y sabotaje mediante la demanda de un “plebiscito o referéndum” a
celebrar bajo las condiciones establecidas durante siglos por el régimen
imperialista de ocupación militar; algo que en nuestro País: cosa inaudita a
nivel mundial, es demandado por los supuestos defensores autóctonos. Tras su
comprensión, su aplicación práctica, aquí y ahora, implica la reunión de toda
la oposición democrática de nuestro País en un Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional unificado en torno a un único principio fundamental de doble afirmación nacional y estatal del Pueblo Vasco: afirmación de su derecho de autodeterminación o independencia; y afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de su Estado propio, el Reino de Nabarra.
Con relación a estas dos afirmaciones, la única incógnita que se nos plantea es cuánto tardarán en ser admitidas y puestas en práctica por la oposición democrática del Pueblo Vasco, no si serán admitidas, ya que su no-admisión y
no-implementación significará pura y simplemente el atrasamiento sine die de nuestra
liberación nacional y eventualmente la liquidación del Pueblo Vasco como un
Pueblo más del mundo, sujeto agente de su propio destino. En realidad el Pueblo
Vasco está listo para ello: está preparado para – siguiendo el llamamiento de
un Movimiento de Resistencia Nacional – llevar a cabo un BOYCOTT TOTAL, virtualmente
del 100% del electorado, contra las “elecciones generales” del régimen
imperialista y fascista de ocupación militar, y provocar su colapso. Y ello
simplemente permaneciendo concentrados en nuestros propios hogares en una
jornada de desobediencia, resistencia y lucha nacional bajo la consigna:
“BOYCOTT – CALLES Y PLAZAS, PUEBLOS Y CIUDADES VACÍOS”, realizada precisamente
en el día en que el imperialismo nos convoca y nos quiere concentrados ante las
trampas de sus “urnas electorales”. La posterior y masiva Fiesta Nacional:
saliendo de casa y ocupando alegremente esas calles y plazas tras el cierre de
los “colegios electorales”, será el broche de oro de esa jornada.
Lo único que impide la implementación y puesta en práctica inmediatas
de esta estrategia de Resistencia Nacional, es la existencia de las burocracias
de colaboracionistas y traidores Pnv-Eta: comprometidos en la salvación del
régimen imperialista que ellos aceptaron como democrático etc. en 1977-79 y
hasta hoy mismo a cambio de la gestión delegada de la “autonomía”; un “status”
del que disfrutan desde hace más de cuarenta años a costa del permanente mantenimiento
de la dominación del Pueblo Vasco, al que están integrando en la “democracia” del
régimen imperialista y colonialista franco-español, y llevándolo a reconocer como
“democrático” etc. al régimen fascista cuyo objetivo es liquidarlo. Deshacerse
de esas burocracias de traidores y/o incompetentes cretinos/lunáticos, agentes
del imperialismo: abandonando sus llamamientos y dejándolos tirados, es una
tarea de salvación nacional sin la cual no es posible liberación alguna. El
embrutecimiento del Pueblo mediante los monopolios de intoxicación ideológica de masas del
régimen es una necesidad absoluta para esta mafia que parasita y asfixia al
Pueblo Vasco, amenazando su futuro como Pueblo con sus características
nacionales propias como nunca antes ha ocurrido en toda su historia.
En cualquier caso, cada vez lo tendrán peor para ocultar la realidad y
para fingir la inexistencia o inviabilidad de una estrategia real de liberación
nacional frente al imperialismo, dada la simplicidad y evidencia de esas dos afirmaciones fundamentales a los que debemos atenernos, y cuyo conocimiento jamás
podrán negar ya:
1/ Afirmación
del derecho internacional de independencia, LIBRE disposición o autodeterminación
del Pueblo Vasco. Un derecho que es originario, fundamental, inherente,
inmediato, incondicional, continuo, permanente, inalienable, irrenunciable e
imprescriptible para todos los Pueblos sojuzgados por el imperialismo; que es
la misma cosa que su libre disposición o independencia inmediata contra/frente
a cualquier dominación o intromisión política extranjera constituida por el
imperialismo; que ha sido reconocido – no constituido – en la Carta y por el
Derecho Internacional de las Naciones Unidas: mediante numerosas y relevantes
Resoluciones de su Asamblea General, como el primero de los derechos humanos
fundamentales y la condición previa de todos ellos; y cuyo corolario y
aplicación práctica consiste, como requisito previo para su realización, en la
exigencia de evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas de
ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las
Potencias ocupantes: España y Francia, fuera de los Territorios históricos del
Pueblo Vasco y de su Estado; y
2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad de nuestro propio Estado histórico, libérrimamente constituido sobre una confederación de Repúblicas, Condados y Señoríos Vascónicos reunida en torno al Reino de Pamplona: “el Reino de los Vascos” al que sucedió el Reino de Nabarra, el cual sigue siendo en la actualidad el único Estado del Pueblo Vasco, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro. Su necesaria consecuencia implica EL NO-RECONOCIMIENTO Y LA DENUNCIA constantes e incesantes de los Estados ocupantes: el Reino de España y la República francesa, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas.
Simultáneamente,
y mientras el imperialismo no retira sus fuerzas de ocupación, es preciso
mantener un BOYCOTT TOTAL:
– a toda
colaboración con toda persona individual o colectiva que, por rechazar – o negarse a asumir públicamente – ya sea en todo o en parte, en la teoría o en la práctica una o ambas afirmaciones fundamentales citadas, forman objetivamente – algunos incluso de forma subjetiva y confesa – parte del imperialismo franco-español; y
– a toda
participación tanto en las instituciones del régimen colonial-imperialista y
especialmente en sus monopolios jurídicos (“parlamentos”) establecidos mediante
su monopolio de la violencia, así como en sus “elecciones generales”
totalitarias que “legitiman” todo ello.
DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!
¡Ejército de ocupación ni con música!
¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!
¡BOYCOTT TOTAL A LOS IMPERIALISTAS Y FASCISTAS,Y A SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR!
ALDE HEMENDIK!
¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!
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