Nuevas campañas mediáticas de destrucción de la razón

(Texto publicado inicialmente el 23-Julio-2019 y días siguientes.)

 

Nuevas campañas mediáticas de destrucción de la razón

El Pueblo Vasco y en general la sociedad de su Estado, el Reino de Nabarra, dado su actual estado de orfandad política debido a la traición de su clase política oficial (una realidad que fue visible desde los pactos de liquidación de la política nacional y democrática formalizados por la burocracia Pnv en París [1957-61] y Múnich [1962] con la “oposición” nacional y social-imperialista española, y que quedó de manifiesto de forma especialmente flagrante desde la participación del conglomerado liquidacionista burocrático Pnv-Eta en las “elecciones generales” totalitarias españolas de 1977-79), están siendo víctimas de un constante diluvio de distorsión intelectual e ideológica que, implementado desde los medios de comunicación monopolistas del régimen imperialista y fascista franco-hispano de ocupación militar y bajo unas condiciones de absoluto confusionismo por la falta de principios y estrategia nacionales, está llevando a esta sociedad al completo descuajeringue mental.

Esto se produce, además, con la notable particularidad de que en numerosas ocasiones, ese sabotaje ideológico-estratégico y – más radicalmente – de toda racionalidad está siendo protagonizado por autores y medios en principio pre-señalados como “vascos”. Todo esto queda agudizado por el actual absentismo o la inexistencia de una auténtica intelligentsia vasca: acomplejada, incompetente o atemorizada, abducida o directamente comprada por o como resultado del régimen impuesto sobre el Pueblo y el Estado Vascos por los Estados de España y de Francia; unos regímenes y Estados criminales, totalitarios, imperialistas y fascistas mantenidos hasta la actualidad mediante agresión y ocupación militar y crímenes incontables, que dichos agentes políticos, mediáticos e intelligentsia “vascos” llevan más de cuarenta años admitiendo como “el Estado” propio, no-Nacionalista, no-violento, legítimo y democrático.

El pasado viernes día 19, el Diario de Noticias y su Grupo publicaba un artículo bajo el título “A los héroes de Vasconia” en el que su autor, Borja Irizar Acillona, posiblemente con la mejor intención pero de forma equivocada debido a sus graves carencias ideológicas, para hacer ver que el sentimiento nacional español que se ha atribuido a algunos Vascos no era tal, llega a afirmar que en realidad el sentimiento nacional es muy algo reciente, y que en épocas pretéritas no existía tal sentimiento nacional: “Antes del Romanticismo y su apogeo en la primera mitad del siglo XIX, las personas no tenían una nacionalidad determinada, ni un sentimiento patriótico nacional”, empieza diciendo. Y más adelante: “Blas de Lezo antes de luchar en los navíos de guerra de los Borbones en España lo hizo en los navíos de guerra de los Borbones en Francia durante años, sin que ningún gobierno francés quiera ponerle un halo patriótico. Participó en el bombardeo de Barcelona en 1714 sin importarle si los catalanes eran españoles o no, simplemente porque no existía ninguna concepción nacional y lo único que defendía era los intereses de los Borbones respecto de los Austrias. No podemos dejar que todo el bagaje y recuerdo de estos ‘héroes’ de nuestro pasado quede reflejado en la exclusividad de una lectura tan incompleta e interesada” etc.

Estamos en pleno delirio. Una cosa es que los Vascos no seamos Españoles ni Franceses, como no lo somos a pesar del criminal Nacionalismo imperialista que esos agresores han impuesto sobre nuestro Pueblo; y otra cosa bien distinta es que, para negarlo, hayamos de negar también que ni unos ni otros (ni nadie) hayan tenido conciencia de cuál es su nación hasta bien recientemente, según pretende este autor. Si eso es así, las Ciudades-Estado griegas no tenían sentimiento nacional cuando combatieron, coaligadas, en contra de los invasores medo-persas, ni habrían tenido motivo para llamar traidor al Griego Efialtes, como lo hicieron, cuando éste los guio para eludir el paso de las Termópilas. Y cuando, según Tucídides, Pericles hace la oración fúnebre por los Atenienses caídos en la Guerra del Peloponeso y dice: “Pues tenemos una Constitución que no envidia las leyes de los vecinos, sino que más bien es ella modelo para algunas ciudades que imitadora de los otros. Y su nombre, puesto que se concede no a unos pocos sino a los más, es Democracia [Demo-kratía = el poder del Pueblo]. [...] Resumiendo, afirmo que la ciudad toda [Atenas] es escuela de Grecia”, al expresar todo eso, entonces, autor y orador lo hacían sin tener tampoco ninguna percepción nacional griega.

Y cuando los Vascones derrotaron a los invasores Francos en las batallas de Orreaga (778-824) y crearon a continuación el Reino de Pamplona, puesto que el Ducado de Vasconia no era ya operativo, lo hicieron también sin tener ninguna conciencia nacional. Y es por eso también: porque no tenía conciencia nacional ni creía que nuestros antepasados la tuvieran, por lo que el monje franco Aymeric Picaud, lleno de odio por el recuerdo de esas derrotas, escribe de nuestro Pueblo hacia 1160 en el Codex Calixtinus: “Son un pueblo bárbaro, distinto de todos los demás en sus costumbres y naturaleza, colmado de maldades, [...], y enemigos frontales de nuestra nación gala. Por una miserable moneda, un Navarro o un Vasco liquida, como pueda, a un Franco.” Tampoco los Infanzones y las Buenas Villas del Reino de Nabarra mostraron conciencia patriótica cuando en 1297 se federaron en contra del despotismo del capeto rey-consorte Felipe el Hermoso bajo el lema: “Pro libertate patria, gens libera state” (Permaneced preparados, gentes libres, para que la patria sea libre).

William Wallace, que dirigió a los Escoceses en la Primera Guerra de Independencia de Escocia y que fue horriblemente ejecutado por ello en 1305 por el rey de los Ingleses Eduardo I, al parecer lo hizo sin tener conciencia nacional. Y sus compatriotas Escoceses que firmaron en 1320 la Declaración de Arbroath dirigida al Papa Juan XXII, en la que entre otras cosas decían:

“Sabemos, Santísimo Padre y Señor en Cristo, y por las crónicas y libros de los antiguos Comprobamos, que entre Otras egregias naciones la nuestra, de los Escoceses, ha sido agraciada con extendido renombre, [...].

“De todos esos incontables Males hemos sido liberados, [...], por nuestro más esforzado Príncipe, Rey y Señor, el Señor Robert [the Bruce]. [...].

“A quien, si desistiera de la empresa que ha empezado, queriendo someternos a nosotros o a nuestro Reino bajo el Rey de Inglaterra o los Ingleses, nos esforzaremos en expulsarlo como a un Enemigo nuestro y subversor de su propio Derecho y del nuestro, y haremos Rey nuestro a algún otro que sea suficiente para nuestra defensa. Porque, mientras al menos Cien de nosotros permanezcan vivos, jamás en ninguna condición quedaremos sometidos bajo dominio de los Ingleses. Pues en verdad no es por la gloria, ni las riquezas, ni los honores por lo que estamos luchando sino por la libertad: sólo por eso; algo que Nadie honesto abandonará si no es con la vida misma.” (Original en Latín); pues bien, todo esto lo dijeron también, según se nos “instruye”, sin tener conciencia ni sentimiento patriótico nacional.

Y cuando la llamada “Asamblea nacional constituyente” francesa abolió ilegalmente por decreto las libertades e instituciones constitucionales del Reino de Nabarra en la noche del 4 de Agosto de 1789, el informe sobre esos hechos remitido por el Síndico del Reino de Nabarra a sus Estados diciendo:

“Los ministros [franceses] que han disuelto sus Estados han violado su constitución. Por este solo hecho ella [Nabarra] estaría desligada del juramento de fidelidad, si es que había un juramento... No podía existir un vínculo entre Nabarra y el Rey sino por el juramento de fidelidad recíproca... El rey no podía ser proclamado, reconocido como rey sino después del juramento. El rechazo del juramento ha impedido que exista ningún vínculo entre Nabarra y el Rey... Quienes dudan que Nabarra pueda conservar su independencia no conocen ni sus montañas, ni la valentía de los Vascos, ni su amor por la libertad”; al escribir esto el Síndico, decimos, lo hacía sin que ello tuviera nada que ver con una conciencia nacional y estatal incuestionable, si hemos de creer en las afirmaciones de Irizar. Y los ejemplos podrían multiplicarse.

¿Qué clase de particularmente obscena perversión exhibicionista puede haber instaurado en nuestro País la idea funesta de que la libertad de expresión consiste en la libertad de ir por el mundo con la gabardina abierta mostrando la propia ignorancia y difundiendo supercherías y majaderías a caño libre para engañar e idiotizar al propio Pueblo; y que, cuanto mayores sean las chorradas mostradas, mejor? Más aún: ¿qué puede esperarse de “intelectuales vascos” que proponen como “héroes” de Vasconia a militares renegados, mercenarios y/o criminales de guerra como López de Loyola o Lezo, que mediante las armas y la guerra y crímenes imprescriptibles invaden y agreden Estados independientes, entre ellos el suyo propio, violando los derechos fundamentales de los Pueblos y de sus legítimos Estados históricamente constituidos? ¿Cómo puede sustentarse honestamente la “tesis” de la inexistencia GENERAL de una conciencia patriótica basándose en el hecho de que un mercenario y criminal de guerra: que se dedica “profesionalmente” a bombardear una ciudad desde el mar matando población civil, mujeres y niños, no la tenga?

Incluso si se admite como algo cierto – cosa que no puede admitirse – esa afirmación de que ÉL era un mercenario neto y que no tenía ninguna conciencia nacional, ¿qué demuestra eso? ¿Qué puede importar lo que crea o no crea al respecto un criminal mercenario a sueldo de un Estado imperialista que agrede Estados independientes para anexionárselos, autor de los mayores crímenes que registran la moral y el derecho: crímenes de guerra, contra la paz y contra la humanidad? Una mentalidad honesta lo que tendría que preguntarse es si sus víctimas: los Barceloneses sitiados y víctimas de su bombardeo, tenían o no esa conciencia nacional, o si eran poco más que ganado que pastaba por allí, y cuál era entonces la razón por la que estaban dispuestos a sufrir la agresión y el asedio; algo que incuestionablemente nadie arrostra si no es por un buen motivo. Pues bien, esto es lo que decían los sitiados:

“Ahora oíd, se hace saber a todos generalmente, de parte del Excelentísimo y Fidelísimo Consistorio, de los Excelentísimos y Fidelísimos diputados y oidores de cuentas del Principado de Cataluña, insiguiendo la resolución deliberada por los Excelentísimos y Fidelísimos Brazos Generales el día 6 del corriente mes y año, por el presente pregón y edicto que el Excelentísimo y Fidelísimo Principado de Cataluña, convocado en Brazos Generales el sobredicho año y día, ha deliberado continuar la guerra [...] por conservar las leyes, constituciones, privilegios, honores, costumbres y prerrogativas que el serenísimo duque de Anjou [Felipe V] ha derogado queriendo que el presente Principado de Cataluña se entregue a discreción, y que los naturales y habitantes no gocen en adelante más ley ni privilegio que la que a su arbitrio quiere imponerles. Por tanto, declaran que del día presente en adelante, todos los naturales y habitantes del presente Principado tengan, reputen y traten por enemigos todos los súbditos y vasallos, tanto del sobredicho serenísimo duque de Anjou como los súbditos y vasallos de la majestad del rey de Francia por cuanto es aliado y ayuda y favorece los designios del sobredicho duque de Anjou.

“Por tanto, se prohíbe bajo las penas establecidas de crimen de lesa majestad que del día presente en adelante ninguno se atreva a tener comunicación ni trato por escrito ni de cualquier otro modo con los dichos vasallos y súbditos si no quieren ser tratados como vasallos inobedientes del emperador y rey nuestro Señor y enemigos de la Patria.” Etc. (6 de Julio de 1713.)

Ahora bien, ¿qué puede ocurrirle a un Pueblo que, indefenso ante los monopolios mediáticos de intoxicación ideológica de masas, es sometido a constante lavado de cerebro, embrutecimiento intelectual y moral, y distorsión y adoctrinamiento a manos del “magisterio” de semejantes orates y charlatanes que, presentándose como “vascos”, falsifican, ocultan o simplemente y con la mayor tranquilidad ignoran la historia, banalizan crímenes horrendos, niegan la realidad profunda y la permanencia de la conciencia nacional de los Pueblos sojuzgados, ignoran la continuidad de sus Estados, y que encima pretenden “de buena fe” estar prestando un gran servicio a su País al proponer como “héroes” nacionales (aunque los pongan entre comillas) a renegados y/o criminales que incluso han negado y atacado a su Estado propio, el Reino de Nabarra, como agentes al servicio de la Potencia ocupante? Evidentemente nada bueno.

No es posible salvar lo que es insalvable. Los renegados o los criminales no dejan de serlo porque lleven nombre vasco, sean éstos Loyola, Lezo o Pinochet Ugarte. Sus eventuales conversiones religiosas posteriores podrán servir tal vez para que esos “conversos” obtengan una tranquilidad de conciencia que eventualmente es pura hipocresía [jesuítica] o auto-engaño, puesto que, como es innegable, no hay remisión posible de los crímenes contra los derechos humanos fundamentales sin remediar los daños causados al Pueblo Vasco y a su Estado, el Reino de Nabarra, cuya dominación el “converso” y sus huestes nunca lamentaron ni rechazaron sino que siguen apoyando.

Incuso dejando al margen sus esperpénticas propuestas de “héroes”, la misión que estos extraviados agentes ideológicos autóctonos llevan a cabo: independientemente de la conciencia que ellos mismos tengan de lo que están haciendo en realidad, consiste, EN ABSOLUTA COINCIDENCIA con los designios del imperialismo hispano-francés, en impedir que el Pueblo Vasco adquiera una percepción totalizante de su realidad nacional y estatal histórica a través de los tiempos; en conseguir que por el contrario admita que todo lo sucedido en 1054, 1134, 1173, 1198, 1512, 1620, 1789, 1834 e incluso 1936, no existe ya ni provocó consecuencias que condicionan el presente; y en instaurar la especie  falsa de toda falsedad  que el Reino de Pamplona/Nabarra son cuentos del pasado que en nada le afectan a nuestro Pueblo. Es lo que Irizar Acillona expresa a su manera diciendo: “Cuando en el año 1200 un rey castellano arrebataba a Navarra Vitoria-Gasteiz tras un año de asedio, los alaveses, su sociedad, no cambió en nada, dejaron de ser políticamente navarros pero continuaron siendo vascos” etc. (B. Irizar Acillona; La historia social del pueblo vasco ; Diario de Noticias, 9-Mayo-2019)

Así pues, afirma que los alaveses han estado un año bajo un terrible asedio, que han sucumbido a la agresión de un Estado imperialista extranjero al que ellos obviamente no deseaban someterse, ¡pero que no ha pasado nada! La repugnante frivolidad de estos impostores ideológicos “vascos” a la hora de banalizar crímenes horrendos, y su incapacidad  tal vez remunerada  para comprender que bajo el imperialismo franco-español las cosas sí cambian, y que a la larga no es posible seguir siendo Vasco bajo las condiciones de un dominio extranjero, no puede expresarse de forma más nítida.

No existe ni puede existir la menor “normalidad” bajo el imperialismo; aun así la continuidad histórica: nacional y estatal del Pueblo Vasco, existe. Y frente a esa tarea del imperialismo y sus agentes ideológicos conscientes o inconscientes, consistente en relativizar o negar la conciencia política de nuestros antepasados, nuestra misión consiste precisamente en todo lo contrario, es decir: en poner de manifiesto esa continuidad nacional y estatal a través de los tiempos; algo que el mismo Lehendakari José Antonio de Agirre y Lekube percibió – pero que por desgracia no pudo instaurar en la conciencia y las posiciones de su Partido – y que dejó patente al escribir lo siguiente:

“[...] La Historia vasca así concebida tiene a juicio hoy de la mayoría un sesgo infinitamente más nacional y más de acuerdo con lo que nuestro pueblo sintió durante largos siglos. No reduzcamos nuestra historia a luchas mezquinas, a eternas divisiones y a odios de casta, que bastante hemos padecido a causa de todo ello. No retratemos a nuestro pueblo carente de sentido nacional e incapaz, como alguno de nuestros enemigos dijo, de constituir formas superiores de vida política. Porque la historia no es esa. Aceptemos que nuestros antepasados tuvieron una idea patriótica a su manera y según el tiempo en que vivieron. ¿Qué sentido tiene, de otra manera, una lucha de trescientos años, coordinada al Norte y Sur del Pirineo, contra francos y visigodos, y cómo explicar los doscientos años de lucha de la Monarquía nacional por el mantenimiento de la Rioja, caída la cual cayó Bizkaya, privada de soporte por el Sur? Ojalá que esta lucha de consolidación estatal hubiera llegado hasta el siglo XVI. El imperialismo, como en el resto de Europa, habría hecho quizá garra de nosotros; pero el recuerdo de una unidad nacional en la lucha perenne, coincidiendo con el despertar de los pueblos y más tarde con el de las nacionalidades, nos habría permitido presentarnos ante el siglo XIX en condiciones infinitamente más ventajosas que aquéllas en las cuales ha tenido que luchar nuestra nación. [...] Con la unidad de todos los vascos llegará también la libertad.” Etc. (De la carta particular del Lehendakari Agirre a Ceferino Keperin de Jemein; 1946.)

El mantenimiento del Pueblo Vasco en la ignorancia de su estatalidad y de sus derechos originarios, inherentes, imprescriptibles y fundamentales de autodeterminación o independencia y de legítima defensa, es un factor nefasto que de forma fatal y absolutamente negativa ha propiciado el retraso de su emancipación nacional. El Pnv pudo haber evolucionado positivamente para subsanar esta ignorancia y abandono de los derechos fundamentales: nacionales y estatales del Pueblo Vasco, a partir de las aportaciones de Anacleto Ortueta en este sentido, a saber: “Nabarra [entiéndase: el Reino de Nabarra] y la unidad política vasca” (1931), o “Sancho el Mayor, rey de los vascos” (1963); por no mencionar la angustiosa percepción del propio Lehendakari – puesta de manifiesto en la mencionada carta en la cual, por cierto, ensalza la labor de Ortueta – sobre lo vital y deseable que habría sido la consolidación y el mantenimiento de la integridad estatal del Reino de Nabarra hasta el siglo XVI: una percepción vivamente sentida por Agirre, que lo acredita como el estadista que indudablemente era (a pesar de sus limitaciones), pero que Irizar Acillona ignora o menosprecia diciendo por el contrario que con el desmembramiento del Reino “la realidad no cambió en nada”.

Por desgracia, esa sana evolución no se produjo en la dirección del Pnv, y tras la muerte de Agirre (1960) se hizo cargo de ella una camarilla de burócratas cuya única obsesión ha consistido desde entonces en integrar al Partido y el País en la legalidad del imperialismo franco-hispano admitido como “democracia”: negando por tanto el Pueblo Vasco como sujeto agente del derecho internacional de independencia, libre disposición o autodeterminación de todos los Pueblos; ignorando por completo su Estado propio, el Reino de Nabarra; negando el imperialismo nacionalista franco-hispano sobre el Pueblo Vasco y su Estado; y admitiendo el pueblo y “el Estado” españoles y franceses como los únicos que hay: todo lo cual se concretó de forma brutal desde la participación de la burocracia Pnv en las “elecciones generales” totalitarias españolas de 1977, y la del Eta en las de 1979, en lo que continúan hasta el día de hoy. Ésta es la descripción de aquel desastre:

“La Nación: institucional y estratégicamente estructurada, cayó así nuevamente al nivel de facción interna del régimen unitario imperialista. Reducido al rango de simple objeto político, el Pueblo Vasco había abandonado sus medios de lucha y las posiciones adquiridas; cedido gratuitamente sus cartas de negociación; renunciado a toda posibilidad de explotar la crisis política para convertir la transición intra-totalitaria en progresión democrática; oficial y burocráticamente endosado el reconocimiento simple y cualificado del régimen establecido; y asumido la participación en las maniobras y contorsiones sanatorio-novatorias de un régimen tan aquejado de disfunción política como convicto de ilegitimidad originaria y permanente.

“El Pueblo Vasco perdió así sus mejores oportunidades de rentabilizar su capacidad y sus sacrificios, y pasó de la condición de agente político a la de objeto inerte de la política imperialista. De la mano de una supuesta clase política incapaz y corrompida, mostraba una vez más su juventud, su retraso cultural, y su falta de sentido y de cualificación ideológicos y políticos. Consecuencia obligada de la ausencia – originaria o adquirida – de toda estrategia política propia, el Pueblo Vasco volvía a ser una parte del régimen unitario con el ‘consenso’ explícito de la oposición oficial; y su nuevo ‘gobierno autónomo’ se convirtió en una auxiliar y local administración de represión, propaganda y corrupción.

“Fue de este modo como el sabotaje de la Resistencia Nacional: realizado por la colaboración ‘pactada’ con el plan de salvación y desarrollo del imperialismo fascista; la destrucción de toda alternativa estratégica; y el reconocimiento y la colaboración abierta del Pnv y sus variantes hacia el régimen imperialista y fascista español de ocupación militar, arruinaron las esperanzas del Pueblo y salvaron al franquismo de una crisis colonial y de una completa catástrofe institucional, electoral, ideológica y política.

“Las maniobras ilusorias e ilusionistas en que esos colaboracionistas saboteadores embarcaron al País, para ‘acelerar el inevitable e inminente derrumbe del franquismo’, acarrearon cincuenta años irremediablemente perdidos, por ahora, con todas sus consecuencias: un resultado previsible, previsto y anunciado de la degeneración, la descomposición, la liquidación y la ruina de la oposición democrática, y del oportunismo, la colaboración, la complicidad y la traición de una pretendida clase política.” ((‘Abandono de la estrategia nacional y democrática vasca: los pactos de liquidación.)

Pero, como si nada grave hubiera ocurrido y estuviéramos en el mejor de los mundos posibles, el mencionado autor: en plena integración ideológica y estratégica con el imperialismo español (que “no ha cambiado nada” y en el que él afirma que el Pueblo Vasco puede moverse, vivir y respirar como el pez en el agua), nos dice también en su segundo artículo citado que “El poder político ha sido, hasta la llegada de la democracia, resultado de la decisión de unos pocos y sus intereses particulares”. Sin embargo, en su opinión ya no sucede eso. Ahora todo va bien en el nuevo Estado liberal-totalitario a la española: el poder político [español o francés] es ahora democrático, según él afirma; y los Vascos, después de haber sido pasados por las armas o por las bombas durante siglos y en número incontable, hemos sido ya “democráticamente” declarados – y por tanto estamos obligados a ser – Españoles o Franceses: todo un lujo.

En cuanto a “Euskadi Norte”, la “democracia” reina allí desde que la mitología francesa la inventó a partir del Terror, la guillotina y la deportación de pueblos en masa, y el imperialismo no existe o se trata también de “imperialismo democrático”. Así pues, una vez situados en esta Arcadia feliz a la que nos ha llevado la burocracia Pnv-Eta, los trabajadores y el pueblo vascos sólo tenemos que esperar sentados... hasta nuestra integración definitiva como Españoles o Franceses. Es lo que de hecho hacen en sus “escaños”, cobrando espléndidamente por ello y confortados ideológicamente por una pretendida intelligentsia “vasca” formada por charlatanes ignorantes, exhibicionistas y/o comprados, los traidores autóctonos “representantes del pueblo” en los monopolios jurídicos (parlamentos) de España y Francia. Hablaremos de ello próximamente.

(II)

(29-Julio-2019)

De entre los mass-media dedicados al embrutecimiento ideológico-político, y a la liquidación estratégica de toda política nacional y la perpetuación del sometimiento del Pueblo Vasco bajo el imperialismo franco-español que todo ello trae de forma inevitable, uno de los más señalados y dañinos, precisamente dada su aparente condición de ser un diario “del independentismo radical vasco”, es el Diario ‘Gara’, órgano de expresión oficioso de la llamada “izquierda abertzale”. Las consecuencias de ese letal cometido surgen forzosamente, desde el momento mismo en que se difunden como “ciertas, normales y naturales” – algo que esos mass-media hacen constantemente y a todas horas – las afirmaciones que son premisa fundamental y piedra angular del régimen y el Estado imperialista y fascista franco-español de ocupación militar sobre el Pueblo Vasco y su Estado el Reino de Nabarra, y que establecen ese régimen y Estado como los “propios, no-violentos, legítimos y democráticos” del Pueblo Vasco.

Ya en ocasiones anteriores se han hecho críticas desde esta misma página a las graves distorsiones conceptuales y estratégicas del mencionado diario, como puede verse, por ejemplo y entre otros, en el texto publicado el 18-Septiembre-2018 bajo el título: ‘¿”Involución” y “reforma constitucional” de la ocupación militar fascista?’, sobre el editorial de dicho diario ese mismo día; en el publicado el 28-Diciembre-2018 bajo el título: ‘Editorial de Gara en el día de los Santos Inocentes: “Un acertado diagnóstico de hace 40 años”’; o en el publicado el pasado 30-Abril-2019 bajo el título: ‘ “Elecciones” totalitarias bajo el imperialismo, o la falsificación de la democracia’, escrito a propósito del editorial de ‘Gara’ de 31-Diciembre-2018 titulado: “Para bien y para mal”.


En esta misma línea, el editorial que el pasado domingo día 21 de Julio (2019) publicaba ‘Gara’ bajo el título: “Sin llevarse a engaños y sin renunciar a jugar políticamente”, ofrece también un ejemplo notable de esta labor de distorsión ideológica y de extravío y liquidación estratégica de las fuerzas populares y democráticas del Pueblo Vasco, que ese Diario está fatalmente cumpliendo. Para empezar, tenemos el hecho de que de toda la extensión de esa pieza, que se desarrolla en tres columnas, sólo la segunda mitad de la tercera y última columna, es decir: algo así como un sexto del total, está nominalmente dedicado a la “política vasca”. Hasta llegar a esa reducida parte final, el editorial, que comienza con la frase “La investidura española está resultando esperpéntica”, se dedica a la “importante” cuestión aludida de la política española; un “análisis” que termina con esta última frase: “Esto sólo se puede hacer en base a un mandato mínimo: que no gobierne la derecha e intentar abrir un nuevo ciclo con el resto de fuerzas”.


Nos encontramos por tanto con un planteamiento previo que, sobre la base de un falso esquematismo que ignora por completo la naturaleza del imperialismo como lo que es, a saber: expresión de una lucha de clases a nivel internacional, presenta en cambio a “la Derecha” (española, claro, un “detalle” que ni se menciona, como tampoco que es nacionalista, imperialista y fascista) como algo simplemente “reaccionario”, frente a una “Izquierda” (ocultando también que es española y no menos nacionalista, imperialista y fascista) que por el contrario es en su opinión “progresista” aunque lo sea con matices, a la cual “el resto de fuerzas” – es decir: las fuerzas populares vascas – se nos dice que debemos apoyar.


Este esquema: propio de la política imperialista española en cuyo seno – y como si se tratara de un noble “juego democrático” – la ideología expresada en el editorial del diario plantea que está integrada la “política vasca” de forma “natural”, supone en la práctica no sólo el abandono de todo intento de comprensión de la realidad del totalitarismo imperialista y fascista franco-español bajo el cual el Pueblo Vasco y su Estado han sido y siguen sometidos. Un régimen que ha sido secularmente constituido y mantenido hasta hoy mismo mediante Terrorismo, violencia armada, crímenes imprescriptibles y violación de derechos humanos fundamentales y ante todo del derecho de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos: primero de los derechos humanos fundamentales y condición previa de todos ellos. Más radicalmente aún, ese esquema implica la negación de la existencia de imperialismo alguno sobre nuestro Pueblo y Estado; totalmente integrados, según ese planteamiento, como formando legal, real y democráticamente parte de los Estados ocupantes.


Estas posiciones políticas e ideológicas corresponden a las de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta en todas sus respectivas variantes, y por tanto también a las de la llamada “izquierda abertzale” desde su capitulación electoralista y su participación en las “elecciones generales” totalitarias españolas de 1979; momento en el que, al igual que había hecho la burocracia Pnv dos años antes, reconocieron el régimen fascista de ocupación militar del Segundo Franquismo: auto-reformado por la “transición” intra-totalitaria, como “democracia”, y al Estado español imperialista como el Estado propio. A partir de ese momento, toda la terminología y la política del grupo Pnv-Eta consiste en la adaptación e integración del Pueblo Vasco en el régimen fascista español en el poder. Efectivamente:


“Basta considerar la evolución reaccionaria del vocabulario político en los últimos cuarenta años de la historia del Pueblo Vasco: la aparición, desaparición y transformación de la terminología propia y precisa en el análisis y la denuncia del imperialismo fascista, para apreciar la pérdida de los avances logrados en largos años de luchas ideológicas bajo el franquismo primitivo. Para los ‘políticos’ del colaboracionismo indígena, las palabras: ‘izquierda, derecha, nacionalismo, inter-nacionalismo, nación, democracia, fascismo, terrorismo’ etc. significan ahora lo que el nacionalismo-fascismo-imperialismo terrorista franco-hispano quiere y necesita que signifiquen. En particular, y por definición constitutiva, es ‘democracia’ todo lo que el régimen hace; y ‘terrorismo’, lo que hacen los enemigos del régimen. El lenguaje al revés del sistema totalitario, por Tucídides, Carroll y Orwell advertido o presentido, ha venido así a realizarse en los territorios ocupados de la Corona de Nabarra para vergüenza, que no asombro, del mundo.


“Sus ‘especialistas’ en la materia: los cuales protestan por las medidas ‘no jurídicas sino políticas’ adoptadas contra ellos, hacen la apología del derecho imperialista al presentarlo como manipulado y maltratado por la política fascista, en lugar de verlo como una parte integrante y funcionalmente adaptable de ella. Disgregan así la realidad indisociable y totalizante de la violencia política Y LA VIOLENCIA JURÍDICA (actual y virtual), las cuales constituyen un Estado como su quintaesencia misma. Una disgregación y una distorsión que son tanto más funestas aún, cuando – como es el caso – impiden comprender la naturaleza del Estado imperialista y fascista: necesariamente fundado y mantenido sobre su político-jurídica VIOLENCIA CRIMINAL CONSTITUTIVA.


“Disgregan igualmente las fuerzas y los Partidos imperialistas de las Metrópolis, los cuales integran también como un todo el poder totalitario, buscando la alianza con sus agentes políticos ya sean ‘de Derecha o de Izquierda’ según los casos y los momentos, a los que esos ‘políticos y especialistas’ del colaboracionismo indígena eventualmente presentan como proclives a objetivos de libertad y democracia cuando la más palmaria realidad evidencia todo lo contrario. A esta reaccionaria asociación supeditan o sacrifican la realidad y las posibilidades de las auténticas fuerzas democráticas, necesariamente anti-imperialistas.


“Se lamentan y lloriquean luego: patética y periódicamente, cuando ‘descubren’ las inevitables, irremediables, previsibles y previstas consecuencias de ‘la traición, el engaño y el comportamiento contra natura’ de sus entrañables aliados históricos, quienes ‘no cumplen su palabra y el pacto entre caballeros, y no son de fiar’; lo que, al parecer, siglos de agresión, guerras, crímenes, ocupación y colonización: jamás condenados sino ensalzados por esos tales, no les habían permitido todavía descubrir ni considerar. Sin embargo esos entrañables aliados históricos hispano-franceses: los de ‘la alianza Demo-Cristiana por encima de las clases’ o ‘el Frente Obrero por encima de las naciones’ etc., son lo que han sido siempre POR NATURALEZA, no han traicionado nada ni a nadie y menos todavía a los vendidos autóctonos; quienes los han apoyado, cubierto y encubierto de todas las maneras siempre que lo han necesitado, mientras que por el contrario perseguían por todos los medios a cuantos denunciaban la verdadera naturaleza de tales agentes políticos como INTEGRANTES DEL RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR, y manifestaban la realidad ideológica y política más evidente.


“‘Es ridículo abrigar la ilusión de que unas gentes que no defienden el derecho de autodeterminación de las Naciones oprimidas, siendo ellas mismas parte de las Naciones opresoras, son capaces de conducir una política socialista. Precisamente porque de hecho son imperialistas y no socialistas, y únicamente por esta razón.’ ‘[...] esos ignorantes que han reducido el socialismo a la desgracia inaudita de justificar y engalanar la guerra imperialista aplicándole la idea de ‘defensa de la patria’; pero es incuestionablemente una distorsión, no obstante.’ ‘Son socialistas e internacionalistas sólo de nombre, pero social-patriotas, chauvinistas y anexionistas de hecho.’


“Los diversos republicanos españoles se han ‘convertido’ a la extrema Derecha monárquica y nacionalista. De hecho (y al igual que ocurre con su admirado modelo: los ‘revolucionarios’ republicanos franceses), los ‘Nacional-liberales/republicanos/socialistas/comunistas y anarquistas’ etc. españoles nunca se quedaron atrás en cuestión de Nacionalismo imperialista; todo lo contrario. En ambos Países todos ellos aparecen y se manifiestan cada vez más abiertamente como Nacionalistas a secas, y ciertamente no son otra cosa. Sólo subsisten porque la Derecha tradicional necesita de ellos como complemento político e ideológico para hacer el trabajo sucio que no puede hacer por sí misma. Estos prófugos: despojos y travestis del transformismo revolucionario, encuentran así satisfacción moral y compensación material. La facilidad y velocidad con que los más radicales auto-proclamados adversarios de los gobiernos despóticos tradicionales (y de la ‘aristocracia’ y el ‘nacionalismo burgués’ de los demás) se convierten al Nacionalismo oficial y al Fascismo, arrojan reveladora luz – retrospectiva y prospectiva – sobre la realidad y el fondo de sus actividades presentes y pasadas. Tan evidente es su inexistencia como oposición, que ni siquiera aciertan a definir la fachada publicitaria que les permita seguir guardando las apariencias.


“La represión de los movimientos de liberación nacional por el chauvinismo ‘de Izquierda’ es la más pletórica de todas, porque no sólo cuenta con la solidaridad de la reacción y la Derecha conservadora tradicionales sino también con la complicidad y el apoyo de ‘liberales, socialistas y comunistas’ de todo el mundo. En los territorios ocupados y colonizados, los sedicentes ‘liberales y socialistas’ etc. han sido, desde su origen y fundamentalmente, valedores y portadores del más declarado Nacionalismo imperialista, y un instrumento de lucha política e ideológica contra la libertad de los Pueblos; con el apoyo auxiliar – ciego o deliberado – de los colaboracionistas y cómplices autóctonos. Sus organizaciones son simple prolongación colonial de las propias de la Metrópoli, de la cual dependen para todo. En todos los sistemas coloniales, tales organizaciones tienen por su base específica local a los Nacionalistas coloniales y los Renegados, o sea: los componentes sociales naturalmente más agresivos, motivados, exigentes y resistentes del régimen imperialista.


“Sus maniobras para camuflarse como ‘oposición’ y congraciarse con el Movimiento de Resistencia Nacional se corresponden con la ultranza de la represión cuando la tienen a su disposición. El acuerdo entre todos ellos sobre la negación y la liquidación de los Pueblos oprimidos como solución final al problema nacional es completo. Al igual que en Argelia y en otros lugares, dependen estrechamente de la buena voluntad del poder fáctico o real y de la clase política militar y burocrática, cuyos recelos deben disipar mediante servicios eminentes que aventajen los procedimientos de la Derecha tradicional; la cual no necesita demostrar nada a nadie y menos a sí misma.


“El Nacionalismo, al igual que la corrupción, son más bien ‘valores de Izquierda’ que de Derecha. En materia de Nacionalismo imperialista y colonialista, así como en materia de corrupción, la ‘Izquierda liberal, republicana o socialista’ oficial ha ido generalmente más lejos y es más doctrinaria, radical, destructora e innovadora que la Derecha tradicional, a la que sirve de auxilio, recurso, coartada y substituto para remediar a sus propias carencias y limitaciones. Para los ‘conservadores’, la historia, las constantes sociológicas, el derecho precedente, los pactos fundacionales, la santa tradición: adecuadamente falsificados, son o se dicen valores fundamentales ideológicos y políticos. Por su parte el constructivismo ‘de Izquierda’ hace tabla rasa de los Pueblos, las Naciones y los Estados de los demás; e inventa e impone por la violencia y el terrorismo la propia Nación-Estado o Estado-Nación.


“La labor propia de las bandas nacionalistas, imperialistas y fascistas franco-hispanas de ‘Derecha e Izquierda’ es derrotar, debilitar y engañar a sus enemigos: los Pueblos sojuzgados. Bien entendido: si, tras la experiencia de cuarenta años de Fascismo bajo el primer Franquismo, esas ‘Derechas e Izquierdas’ Nacionalistas e imperialistas han conseguido engañar aquí a alguien, ello ha sido posible gracias a la colaboración y complicidad de sus aliados indígenas armados y desarmados de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta: movilizados para encubrirlas y servir así la agresión y la represión contra los Pueblos, y para engañar mancomunadamente a sus incautos seguidores acallando a todo aquél que pusiera de manifiesto la realidad. Son estos colaboracionistas indígenas quienes han engañado: no precisamente a los enemigos de los Pueblos que ellos dicen representar y defender, sino a los propios Pueblos oprimidos.” Etc. (Véase el Capítulo XXVII – ‘Tarea del colaboracionismo Pnv-Eta y su resultado: el reforzamiento del Frente Nacionalista-imperialista (XXVII)’, de nuestra obra general Euskal Herria y el Reino de Nabarra, o el Pueblo Vasco y su Estado, frente al imperialismo franco-español / Euskal Herria and the Kingdom of Nabarre, or the Basque People and its State, against French-Spanish imperialism.)


(III)

(3-Agosto-2019)

El régimen imperialista y fascista español de ocupación militar del Segundo Franquismo, y su Estado totalitario y criminal, tienen por fundamento inmediato y constitutivo y son la continuación del Estado español: impuesto sobre la Nación Vasca y su Estado, el Reino de Nabarra, y conservado a través de los siglos mediante la infame y criminal empresa de aniquilación de los derechos y las libertades de su Pueblo independiente, libre y pacífico, en violación de sus derechos originarios, inherentes y fundamentales así como del derecho nacional e internacional, temporal e intemporal; perpetrando para ello imprescriptibles crímenes de guerra, contra la paz y contra la Humanidad.


Todo ese proceso histórico fue realizado mediante sucesivas agresiones armadas y Terrorismo de guerra y de Estado que resultaron en: conquista, ocupación, desmembramiento y anexión de su legítimo y único Estado propio: el Reino de Nabarra, que había sido pacífica, voluntaria e históricamente constituido por el Pueblo Vasco; abolición de sus instituciones nacionales y estatales, substituidas por las del Estado ocupante mediante guerra, derrota militar y ocupación armada; incendio, saqueo, extorsión y expoliación, explotación y pillaje de los recursos naturales y productivos, y del patrimonio cultural y espiritual; monopolio de la violencia, represión y terrorismo sistemático de masas, y supresión de todas las libertades fundamentales del Pueblo sojuzgado; bombardeo, genocidio y destrucción de poblaciones civiles indefensas; prisión, tortura y asesinato de la oposición democrática; establecimiento de fronteras internas artificiales infranqueables, y destierro, expulsión, deportación, humillación y exilio de personas con separación de familias; privación de la libertad de circulación y comunicación de gentes e ideas, e imposición y denegación de pasaportes y salvoconductos intercomunales; colonización, exclusión, desprecio y persecución de la cultura y los caracteres nacionales del Pueblo Vasco y ante todo de su única Lengua propia, el Euskara; conculcación de todos los derechos humanos fundamentales y, en primer lugar, del derecho fundamental e inherente de autodeterminación de todos los Pueblos: primero de los derechos humanos fundamentales y condición previa de todos ellos; e imposición totalitaria del Estado, el Nacionalismo imperialista y la lengua de España, etc. etc.


“[...] Esto es para todo buen español materia sencilla y al alcance del que se considere verdaderamente patriota. Si eres español habla español. Si eres español, tu deber como tal es hacer que todos los españoles lo hablen.” Etc. (Manifiesto de Falange ET y de las JONS en San Sebastián, 16 de Abril de 1937.)


“Éstos son los procedimientos idílicos” que han establecido la situación general en nuestro País hasta llegar al momento actual. Ésta es LA CONSTITUCIÓN REAL Y PRIMARIA del régimen y el Estado francés y español, que la burocracia liquidacionista Pnv-Eta reconoce: desde 1977-79 y hasta hoy mismo, como el régimen y el Estado “propios, no-Nacionalistas, no-violentos, legítimos y democráticos”.


Económica, política e ideológicamente dependientes de este régimen en el que se encuentran cómoda o en muchos casos incómodamente alojados o desalojados, esos burócratas-funcionarios Pnv-Eta son incapaces de plantarse política e ideológicamente frente al régimen al que se han acogido, porque eso supondría cortar el cordón umbilical que los alimenta. Por sus condiciones e intereses, por su porvenir, ideología y estrategia (tanto individuales como burocráticos y corporativos), los mencionados burócratas se encuentran simbiótica y existencialmente, estructural, económica, ideológica y políticamente unidos al vigente régimen fascista franco-español de ocupación militar. Hacer que el Pueblo Vasco lo acepte como un régimen “propio, democrático” etc. es la función fundamental y la misión histórica que esa burocracia de “moderados y radicales” tiene asumidas, y a lo que se dedica como objetivo existencial. Los partidos y organizaciones de la burocracia Pnv-Eta son los partidos del Ejército español y francés, de la Guardia Civil y las CRS que ocupan el Reino de Nabarra: son los que hacen posible que la ocupación armada de estos ejércitos extranjeros aparezca ante el Pueblo Vasco y ante el mundo entero no ya como “legítima, no-violenta y democrática” sino incluso como directamente inexistente.


“Su verdadera misión es mantener la aparente y superficial agitación que oculte la realidad del inmovilismo y del tiempo que pasa; administrar el clientelismo y la corrupción; garantizar el subdesarrollo ideológico de la población; desgastar en vano sus recursos políticos, económicos, culturales y humanos; arruinar su voluntad nacional; y seguir engañando al Pueblo y manteniéndolo en la indefensión. Es el engaño permanente: las falsas ilusiones, la mente extraviada y la noción perdida de la realidad, las esperanzas vanas y los espejismos ideológicos. La contención, desviación, desgaste, destrucción y sacrificio inútil de personas, fuerzas y recursos; la organización de la corrupción; las operaciones de diversión y substitución: he ahí las misiones que son el quehacer propio y continuo de los ‘moderados y radicales’ Pnv-Eta. La nulidad teórica y práctica de su aportación es tan absoluta que revela una especie de genio específico para ello, sin parangón ni equivalente en el pasado y el presente de las sociedades humanas. Su función es el condicionamiento, la fijación, reducción, manipulación, intoxicación y recuperación de las fuerzas democráticas, mientras el rodillo de la apisonadora colonial franco-española destruye día a día los recursos materiales y humanos del Pueblo que trata de aniquilar.


“Dirigidos, potenciados y manipulados para ello por el monopolio de propaganda establecido, los componentes de la burocracia Pnv-Eta han conseguido tal vez hacer creer a sus seguidores que el fascismo y el imperialismo no existen. Un ‘déficit democrático’ y un ‘estado de excepción’ imaginarios e inexistentes, son infundios funcionales añadidos: un invento reaccionario más que les permite ocultar la realidad de lo que es el estado y comportamiento normales del régimen fascista de ocupación militar, y hacer su apología, mientras fingidamente aparentan denunciarlo. Puesto que, de toda evidencia, el despotismo, el imperialismo y el fascismo existen, y asesinan, torturan, secuestran, roban y persiguen la libertad de pensamiento y expresión como lo han hecho siempre: en toda normalidad, sin déficits ni excepciones. No necesitan de ellos para ser lo que son y actuar conforme a su naturaleza.


En realidad, su ‘denuncia’ es la más insidiosa negación y evacuación ideológica de la verdadera estructura de violencia del sistema imperialista de dominación, el cual se mantiene en nuestro País sin excepciones y sin interrupción – desde hace ya ocho siglos – de forma incurablemente ilícita y criminal; por mucho que los colaboracionistas locales de cada época histórica lo hayan ignorado o hayan pretendido ocultarlo. Es sólo que ahora ese sistema ‘se mantiene’ de forma ‘legítima, no-violenta y democrática’ gracias al apoyo de los ‘moderados y radicales armados y desarmados’ Pnv-Eta.” (Íbidem.)


Tras haber estado durante más de cuarenta años engañando al Pueblo Vasco y haciéndole creer que vive en la “democracia vasca”, los medios de comunicación de la burocracia Pnv-Eta muestran toda la intención de continuar dedicados a ese engaño que están perpetrando; una tarea que su subconsciente delata y traiciona. Así el Diario Gara, tras el título: “Sin llevarse a engaños y sin renunciar a jugar políticamente”, y tras el “análisis” de la política española realizado en el editorial al que ya nos hemos referido en el texto anterior a éste, en el contenido de su exigua parte dedicada a la “política vasca” (subtitulada “Jugar, con plena conciencia de todo, pero jugar”) abunda aún más, por si no lo hubiera hecho ya bastante, en esa obsesión del “juego” inocente y – es de suponer – básicamente “limpio” que, en su delirio, sus “especialistas” imaginan es algo compatible con la política imperialista y fascista, y realizable dentro de ella. Es así como dicen: “Entre estas fuerzas [que, recordemos, son las que deben coadyuvar al logro de ese ‘mandato mínimo: que no gobierne la derecha’] está el independentismo vasco que, concertado con el catalán, aparece dispuesto a jugar la partida. [...] con cautela y sabiendo de los límites del terreno y del resto de actores. [...] Está claro que la gran partida para estas fuerzas políticas es la que se juega en Euskal Herria y Catalunya”.


Ahora bien, ¿en qué consiste esa “gran partida” de la que hablan? ¿Consiste acaso en la independencia del Pueblo Vasco? Pero ellos ya han admitido tácita y expresamente que el Pueblo Vasco no existe como tal, es decir: como un Pueblo del Mundo más y, como cualquier otro, distinto y separado de todos los demás y – al igual que todos ellos – titular y sujeto agente de su propio derecho de independencia, LIBRE disposición o autodeterminación de TODOS los Pueblos. Fatalmente han admitido su inexistencia, puesto que han aceptado como legítima y democrática la “Constitución” formal y secundaria española y la francesa, en las cuales de forma expresa e inequívoca se afirma que los pueblos español y francés son los únicos que hay. Y han admitido también que los Estados español y francés son los únicos que hay, y que son democráticos etc.; y que las Cortes españolas y el Parlamento de Francia (sus monopolios jurídicos) representan el “poder popular” de “españoles y franceses” y tienen todo el poder legislativo para legislar “legítima y democráticamente” sobre nuestro Pueblo y Estado, los cuales no existen de ninguna manera excepto como partes democráticamente integrantes y alícuotas de los pueblos y Estados ocupantes que, recordemos, son los únicos que hay.


Entonces, tras haber admitido todo eso como incuestionablemente lo han admitido, ¿cómo puede ganarse esa “gran partida” que para nuestra parte está ya perdida antes de empezar, desde el momento en que se ha admitido que el supuesto objetivo a ganar, a saber: la independencia del sojuzgado Pueblo Vasco, no existe, queda fuera de cuestión, y ni siquiera se plantea? ¿Qué clase de “juego” es aquél cuyas reglas están diseñadas por una parte para que la otra sólo pueda perderlo? Está claro: una trampa. ¿Y quién anima a alguien a aceptar un “juego”: que consiste en una trampa? Pues también está claro: un agente que subjetiva u objetivamente trabaja para la parte contraria; un sinvergüenza o un lunático que embrutece y anima al Pueblo a que siga agotándose en una empresa imposible, como ocurre cuando, al lado del mar, el pájaro Dodo anima a Alicia y el resto de la cuadrilla a que corran y hagan ejercicio para secarse porque de lo contrario nunca lo lograrán, mientras las olas siguen llegando y empapándolos de arriba abajo una y otra vez a todos excepto a él.


En esas circunstancias, y después de cuarenta años de “juego”: que ha consistido en que ellos han seguido cobrando sus emolumentos mientras el Pueblo ha estado agotándose y demoralizándose, ¿sobre qué “no hay que llevarse a engaños” (según editorializa ‘Gara’), cuando lo que ocurre es que todo el “juego” consiste en un engaño? La desvergüenza e inmoralidad de la burocracia Pnv-Eta y de sus medios de difusión: dedicados todos ellos al adoctrinamiento, embrutecimiento y engaño del Pueblo Vasco, no pueden ser más evidentes.


Aun así, ¿cabría la posibilidad de que, aun tratándose de gente absolutamente inepta y alienada, y dejando a un lado su estupidez aparente, quedara al menos a salvo su honestidad? No parece que eso pueda ser posible. En primer lugar es preciso volver a insistir en que no se trata de un error inocente debido a una ignorancia insuperable, ya que están cobrando espléndidamente por lo que hacen. En esas circunstancias no es posible conceder buena fe a quienes están beneficiándose de un “error” del que fueron advertidos desde el principio; que ellos deberían conocer por sí mismos puesto que se pretenden “vanguardia política”; y sobre el que no han querido oír hablar sino que se han reafirmado en él, reaccionando con virulencia contra quien les advertía.


Pero es que, además, está el hecho revelador de que, para evitar que en el Pueblo cunda el inevitable desaliento: algo de lo que ellos son bien conscientes que tiene que ocurrir, puesto que saben que no van a verse los resultados positivos de ese “juego” (es decir: de esa trampa de “elecciones generales de la democracia española”, en la que ellos han metido al Pueblo y en la que no paran de animarlo a que continúe participando); para evitar ese “peligro” de que el Pueblo acabe espabilando, decimos, en el editorial que comentamos se le anima a no desfallecer con esta “argumentación”: “Y también [está claro] que los plazos no son de una legislatura sino de generaciones. Pero no deja de ser importante dar todas las batallas, con las energías justas pero sin perder de vista cómo ayuda cada pequeña victoria a una ciudadanía que quiere ser cada vez más libre.” Porque “también es cierto que no existe alternativa mejor y que sólo a partir de aquí se pueden abrir otros escenarios democráticos y emancipadores”.


Tenemos por tanto, y en primer lugar, que la supuesta “victoria” está destinada a “una ciudadanía que quiere ser cada vez más libre”, y no al Pueblo Vasco que quiere ser independiente: algo en lo que ellos no creen ya y que simplemente se les cae de las manos. Pero es que, aparte de no ser capaces de seguir manteniendo su propia propaganda respecto a la liberación de nuestro Pueblo porque ni siquiera ellos creen ya en ella (lo cual debería ser definitivo para desenmascararlos), ocurre además que tratan de imbuir en sus seguidores la idea de que ese supuesto y vago objetivo de “una ciudadanía que quiere ser cada vez más libre” no es algo a conseguir en el término de “legislaturas” que pueden darse en el plazo de una vida (y que por tanto una persona podría esperar poder contemplar ella misma), sino que se trata de “un plazo de generaciones”.


Es decir, tratan de conseguir que los pacientes de su propaganda admitan el hecho de que el supuesto objetivo a conseguir, además de diluido, quede aplazado “ad calendas graecas”, o sea, a nunca, para que la gente acepte como normal el hecho de que no va a ver su realización, y no les hagan reclamaciones: es la contribución que nos ha legado la “vanguardia política” que iba a sacar a este País del hundimiento mediante “la lucha armada, la guerra revolucionaria y el Plan de ocho años de Liberación y Unificación nacional”, y que lo único que ha demostrado es su absoluta incapacidad teórica y práctica para afrontar legal e ilegalmente un conflicto político que ellos han llevado a su punto de putrefacción, dedicándose a continuación a vender humo.


La afirmación dogmática, establecida en petición de principio, de que “también es cierto que no existe alternativa mejor” etc., es la prueba definitiva de que su charlatanismo: con el que esperan acallar a sus infelices seguidores, es plenamente consciente. Porque ellos saben que una alternativa realmente democrática a la línea actual: que es la línea del régimen, la hay y la ha habido siempre; es sólo que la burocracia Pnv-Eta ha impedido que se conociera. Si en este País las ideas fundamentales sobre la realidad política siguen ignoradas, después de cuarenta años de pretendida democracia, ello es ciertamente por obra de los institucionalistas armados y desarmados, que se han asociado con el fascismo exógeno para asegurarse sustanciosa participación en los monopolios de la propaganda e impedir la irrupción de todo pensamiento libre.


“Cuando no se tiene ni zorra idea de algo, no se juega – honradamente – a maestros de la opinión pública. Cuando no se tiene ni idea de cómo afrontar un proceso estratégico, se va uno a casa y no juega a ser dirigente político para que los incautos que le siguen paguen el pato. Cuando se cree que es imposible combatir el régimen de ocupación, que es necesario aceptarlo y acomodarse a él, o que el derecho de autodeterminación es imposible de realizar, se dice honradamente así. Lo que no se hace es intentar embaucar, dar gato por liebre, y hacer creer a un País que ‘eso’ es democracia y autodeterminación; ni se intenta falsificar los conceptos y la realidad para salvar la cara (dura) y la vanidad que los hechos han puesto una y otra vez en evidencia.


“El grupo Pnv-Eta es indisociable del régimen en que ha surgido y se ha desarrollado. Siendo – como es – un grupo burocrático y corporativo, tiene como tal por objetivos fundamentales la conservación y reproducción de su propia entidad; lo cual sólo puede conseguir mediante su propia adaptación e incorporación al régimen en que se ha conformado. Sus agentes y beneficiarios han aceptado hace tiempo el régimen imperialista como la única e inamovible realidad política: son factores de su estabilidad y permanencia, se mueven en ella como pez en el agua, y no tienen ni idea ni tampoco intención de hacer nada por cambiarla. Componen una capa social dispuesta a todo para conservar los privilegios que deben al fascismo en el poder. El Pueblo Vasco y sus derechos (por no mencionar su Estado propio: que no reconocen mientras admiten por el contrario el Estado ocupante español – o el francés – como el suyo propio) son conceptos y términos que ellos en la práctica no mencionan en absoluto, y que substituyen por ‘la población’ o ‘la ciudadanía’. Para ellos, nuestro País es únicamente el filón a explotar y exprimir por cuenta propia hasta su agotamiento total; al menos mientras dure la credulidad e ingenuidad del Pueblo Vasco: abducido por su propaganda desde los media del régimen que ellos tienen a su servicio.


“Los ‘moderados y radicales’ Pnv-Eta prefieren la continuación del imperialismo y el fascismo (en los que ellos están integrados desde 1977-79), antes que una ideología y una política democráticas que pondrían en peligro al poder establecido y a sus cómplices. Sus intereses individuales, burocráticos y corporativos los han llevado a consolidar la ‘reconciliación’ con el imperialismo franco-español en el poder, y a temer y rechazar toda veleidad de oposición ideológica o política contra ellos. Y si – correlativamente – los conceptos y términos de ‘imperialismo’, ‘fascismo’ y tantos otros han ido desapareciendo también de su propaganda, ello es porque necesitan adoptar los correspondientes a la ‘democracia pacífica con déficit, aunque reformable’, del fascismo transitivo español en la ue ellos han decidido integrarse. Para que la ‘política’ Pnv-Eta de ‘elecciones, persuasión, diálogo y negociación’ tenga ‘sentido y perspectivas’, es necesario que el imperialismo y el fascismo no existan. Y como la realidad es la que es, a los auxiliares locales ‘vascos’ incumbe ocultarla.” (Véase el Capítulo XXVI – ‘Ideología del colaboracionismo “vasco”: “vía institucional y lucha armada” (XXVI).)


Es lo que concienzudamente hacen desde sus comunicados y desde los editoriales de sus medios de embrutecimiento, adoctrinamiento, intoxicación ideológica y cretinización intelectual de masas, al servicio de la consolidación del imperialismo franco-español sobre el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra.

(IV)

En los anteriores textos, y en general en todos los publicados en esta página, han ido exponiéndose algunas muestras que ilustran la tarea de embrutecimiento ideológico e intelectual que es habitual y diariamente realizada por las burocracias del conglomerado liquidacionista Pnv-Eta y por sus medios de comunicación de masas, al servicio del régimen imperialista y fascista hispano-francés de ocupación militar sobre el Pueblo Vasco y su Estado, el Reino de Nabarra.

Dadas las dimensiones y capacidad de los actuales monopolios mediáticos de condicionamiento e intoxicación ideológicos de masas del régimen de ocupación, anexos a su monopolio de la violencia, que escapan a toda comparación y precedente con los de tiempos pasados, sus efectos sobre la población son hoy en día devastadores. Y así, esa gigantesca operación de lavado de cerebro, adoctrinamiento, embrutecimiento y embaucamiento de masas: destinada a implantar el correspondiente delirio ideológico en las mentes de la población, se lleva a cabo actualmente con una temible eficacia y sin que los propios pacientes adquieran conciencia de ello. De este modo, se consigue incluso que éstos lo difundan ante las cámaras de la tele o desde sus tribunas en los diarios: motu proprio y “absolutamente convencidos” de su bondad; como tantos “lehendakaris, presidentes, líderes y opinantes políticos” dicen estarlo cada día mientras pontifican sobre ese delirio sin sentir el menor pudor de su ridículo, y sin tener la menor conciencia sobre las idioteces y falsedades formales (pero funcionales para el régimen imperialista) que están propalando. Todo ello para desgracia y alienación de los sufridos ciudadanos de este País, cuyas vidas: durante generaciones y siglos, han sido y están siendo fatalmente asfixiadas por la irracionalidad y el obscurantismo que son consubstanciales con el mantenimiento del dogma del Nacionalismo imperialista español y francés sobre el Pueblo Vasco y su Estado.

“En principio, los engañabobos ideológicos de la propaganda fascista e imperialista se reservan a las clases sociales dominadas y debilitadas por efecto de la represión y el condicionamiento ideológico de masas. Represión, obscurantismo y pensamiento único hacen que la debilidad material de los oprimidos se acompañe también con la debilidad mental. Sin embargo, en alguna medida y como resultado de la mala fe, ello se extiende también cada vez más a las mismas clases dominantes que detentan los monopolios de violencia y propaganda; cuyos dirigentes y propagandistas: traicionados por su propia debilidad mental, parecen creerse ellos mismos las tonterías que dicen, ya que es humanamente imposible separar claramente sus ideas propias (que se mantienen en correspondencia con la cruda realidad y con la correlativa ideología de la realidad), de aquéllas que ellos han inventado para que se las crean los demás y que corresponden al delirio de la ideología de la ilusión.

“Los gobernantes, ideólogos y agentes oficiales del régimen totalitario son embusteros, falsarios y difamadores cínicos, hipócritas y de mala fe, pero NO SIEMPRE FINGEN creerse las tonterías reaccionarias que profieren, puesto que en alguna medida acaban por creérselas ellos mismos y no parecen tener una conciencia plena o clara de las funcionales sandeces que profesan a diario a este respecto. Lo cual más bien aumenta su rendimiento y los hace más peligrosos todavía, ya que creérselas es la mejor manera que tienen de hacerlas creer a los demás: nadie engaña tan bien a los demás como quien, por estar él mismo engañado, se cree las patrañas que afirma. Paradójicamente, ello es también un obstáculo añadido más para la crítica racional y democrática, ya que ésta es mucho más fácil de realizar frente a criminales y tramposos ‘puros’: conscientes de su propia y fraudulosa condición, que ante quienes están ya idiotizados por su propia propaganda y que de alguna manera son ‘sinceros creyentes’ de ella; lo cual los pone fuera del alcance de dicha crítica.

“La ilusión ideológica imperialista y fascista se produce o consume según dos modalidades psicológicas: la mentira y la falsificación de la realidad conscientes y deliberadas, por un lado; y la ignorancia y el error espontáneos o hetero-inducidos, por otro, que son las formas puras de la ideología de la ilusión. Unas y otras se disuelven, mezclan y difuminan en las vastas playas de la mala fe: consecuencia de la ‘mala conciencia, desgraciada o dolorosa’ que lleva a los sujetos – a un mismo tiempo agentes y pacientes – a ignorar lo que no quieren saber, evitando calculada y precavidamente para ello los medios y fuentes de información e interpretación susceptibles de perturbar su adaptación social y su ‘buena’ conciencia individual y colectiva.

“‘Las ilusiones nos hacen el servicio de ahorrarnos sentimientos penosos, y nos permiten experimentar en su lugar sentimientos satisfactorios. Sin embargo, debemos tener previsto que un día éstos vengan a chocar con la realidad, y entonces lo mejor que podemos hacer es aceptar su destrucción sin lamentos y sin recriminaciones’. Es lo que sucede con la creencia – mantenida por la civilización y la comunidad científica – en el pacifismo, la solidaridad y la racionalidad universales: ‘Alle Menschen werden Brüder / Wo dein sanfter Flügel weilt, cuando ocurre que tales valores son consciente o inconscientemente utilizados como formas de camuflar o negar la realidad imperialista. En tales casos la decepción ‘no está justificada, pues se reduce a la destrucción de una ilusión’.

Ahora bien, inevitablemente, el desdoblamiento de una conciencia política para que el sujeto pueda acomodarse a una realidad idealista: ideológicamente trucada, con el consiguiente escapismo hacia una conciencia falseada como recurso de auto-engaño, es un síndrome de estructural y permanente contradicción social-mental. Las variantes y consecuencias de ese falseamiento de la realidad, para la salud y el equilibrio psicológico general del individuo, se localizan también asimétricamente según sea la posición que ocupa el sujeto dentro del complejo político y social establecido: bien sea como dominante, o como dominado.

“La ideología de la ilusión: relevante en los servicios de propaganda y en las aparentes ‘Instancias Supremas’, en las Asambleas Generales de las Instituciones y en la burocracia administrativa o judicial del poder totalitario, se rarifica – hasta desaparecer – en los cuerpos ‘inferiores’ del aparato de violencia política; los cuales, bien entendido, SON EL FUNDAMENTO REAL del régimen político. Ciertamente – aun teniendo en cuenta la necesidad de mantener la ideología de la ilusión y ‘la división entre el trabajo material y el espiritual’ – queda poco, escaso o ningún margen para ‘el ahorro de sentimientos penosos y el disfrute de sentimientos satisfactorios’ en los miembros que realizan una ‘intervención’ de las fuerzas armadas, o que toman parte en las tareas de una cámara de tortura o de un pelotón de fusilamiento. Exclamaciones como ‘¡en español, mecagüendiós!’, o ‘¡voy a acabar con esta puta raza!’ (por poner sólo dos ejemplos de una constante manifestación de odio, agresión y desprecio hacia los Pueblos sometidos, reconocidos así como diferentes), son la expresión-confesión banal, honrada, lúcida y sincera de la conciencia nacional y política auténticas y efectivas que corresponden al imperialismo franco-español sobre el Pueblo Vasco, y dejan poco sitio para la intoxicación ilusionista y espiritualista de los servicios de propaganda militares, civiles o eclesiásticos; los cuales, cada vez con una menor convicción, apelan a una hipócrita ‘convivencia y pluralidad en el amor y el respeto mutuos’ que son absolutamente imposibles bajo el régimen Nacional-imperialista español y francés.

“Sea como sea, en el grupo social dominante la ideología de la ilusión está siempre subordinada, controlada y mantenida a raya por la ideología de la realidad, pues su imprudente distribución ‘para el consumo propio’ pondría en peligro el régimen político. Evidentemente, esa clase de ilusiones: por ejemplo el negacionismo oficial de la violencia de Estado, ‘la condena de toda violencia venga de donde venga’, o la postulada no-violencia de las instituciones, serían un peligro mortal para el propio sistema; y la puesta en práctica de ellas implicaría el fin radical e inmediato, el suicidio de los Estados, los cuales se sustentan precisamente sobre esa violencia. Ningún orden totalitario moderno podría sobrevivir si sus dirigentes y ‘miembros activos’ creyeran verdaderamente – y sobre todo pusieran en práctica ellos mismos – lo que sus ideólogos inventan y predican para que se lo crean los demás. Pero no hay peligro alguno de que ello suceda, ya que, aunque sus ideólogos puedan funcionalmente salirse de la vereda y decir majaderías cuando hace falta, sin embargo la Burocracia y Administración del imperialismo, hasta el último funcionario, saben muy bien dónde están y para qué: como cualquier persona que en nuestro País Vasco haya tratado con ellos ha podido verificar ampliamente.

“En realidad, son ésas – ‘no-violencia’ etc. – unas ideas en las que sus mismos propagandistas no creen, o no creen ya: su política y sus mismas afirmaciones lo prueban ampliamente. El mencionado negacionismo no afecta en nada al monopolio de la violencia y el terror de masas, ni al monopolio de la propaganda que lo acompaña, los cuales fundan el régimen político, puesto que esa propaganda ‘ilusionista’ está reservada para las clases sociales dominadas y debilitadas, cuya capacidad crítica y espíritu de resistencia desaparecieron hace mucho tiempo por efecto de la represión terrorista y el condicionamiento psicológico de masas.” (Cap. IX – ‘Imperialismo, fascismo e ideología.)

La falsificación de la historia y la mistificación de la sociología, la perversión, inversión, confusión y subversión de términos y conceptos, la corrupción semántica y la destrucción de la razón: propias del régimen totalitario, son el medio idóneo y necesario de que disponen para la tarea. Es por eso que las palabras “no-violencia, libertad y democracia” deben aparecer en todo momento como los factores determinantes y esenciales de la constitución y la legitimidad históricas y sociales del actual régimen hispano-francés de ocupación militar y de su poder político totalitario, y como tal son constantemente martilleadas sobre las mentes de una población indefensa ante los monopolios mediáticos de adoctrinamiento e intoxicación ideológica de masas. Es así como se ha constituido el régimen actual, el cual la desvergüenza fascista de sus agentes, beneficiarios, cómplices y servidores presenta como “legítimo, no-violento, pacífico, democrático y fundado en la libertad, los derechos humanos y la voluntad popular”. “Cuanto más reaccionaria es la política de los Estados imperialistas, más se camufla cuidadosamente tras de frases pomposas sobre la libertad, la democracia, ‘el mundo libre’ etc.” Esta desvergonzada inversión total de los términos políticos es un aspecto característico de la ideología del fascismo y del imperialismo actuales.

(A este respecto, véase en esta misma página el texto: ‘Distorsión y falsificación de términos y conceptos fundamentales por el imperialismo español’, publicada el 3-Septiembre-2018.)


Ahora bien, es posible y hasta comprensible que, después de muchos siglos de despotismo (inevitablemente, también interno) y de envenenamiento ideológico e identificación con su propio Nacionalismo imperialista, Españoles y Franceses no tengan ya la menor idea de lo que puede ser el poder político del Pueblo – ni siquiera del suyo – en que consiste la Democracia; y que en consecuencia se crean de verdad que la moderna fachada transitiva de cartón-piedra y de subdesarrollo político que tienen montada en falsificación y simulacro de la Democracia: una fachada tras la que se oculta el poder totalitario del Ejército fascista y el Gran Capital monopolista, de la Gran Burguesía y la Aristocracia terrateniente Nacionalistas, y de la retrógrada Jerarquía eclesiástica del Nacional-Catolicismo franco-hispano-romano-vaticano; es posible que crean que “eso”, decimos, constituye realmente la esencia y el fundamento de la Democracia. Es posible también que la cosa les tenga sin cuidado.

En cambio, para que el Pueblo Vasco haya llegado a creerse y dejarse encerrar en semejante superchería, cuando ocurre que ha presenciado, experimentado y padecido la secular agresión de Españoles y Franceses de todos los colores siempre bajo la protección de Bulas papales y bendiciones de la Jerarquía eclesiástica, y más recientemente con su apoyo al régimen de Franco, y después con el apoyo de éste y del régimen de Pétain/Vichy al Nazi-Fascismo; y que ha presenciado también la alianza y los acuerdos – en París, en Madrid o en la finca de Mitterrand en Latche – entre los Nacional-comunistas y Nacional-socialistas españoles y franceses y el Fascismo renovado del Segundo Franquismo, y la ola de asesinatos terroristas que como consecuencia de tales acuerdos se desató sobre la Costa Vasca; para llegar a creerse semejante impostura de la “democracia imperialista” española y francesa, decimos, el Pueblo Vasco no ha podido hacerlo por su propia y libre convicción sino que ha tenido que ser traicionado y engañado por las burocracias del conglomerado Pnv-Eta, que supuestamente aparecían ante él como sus vanguardias políticas, y que son las que han hecho posible el engaño y lo han llevado a la situación actual: a encerrarlo en la trampa mortal del fascismo “democrático” en la que actualmente está metido de la mano de esos traidores.

Así es como llegamos a la situación de tener que soportar que personas nominalmente vascas, la cuales en su momento apoyaron ese engaño y combatieron a quienes lo denunciaban, se pregunten ahora hipócritamente escandalizadas, cuarenta años después: “¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo pudo pasarnos esto?” No quieren ver ni entender que “esto” era el resultado inevitable, previsible, previsto y anunciado de la política de abandono y liquidación de los principios y la estrategia nacionales; una política de liquidación que, acordada fundamentalmente desde la llamada “Unión de Fuerzas Democráticas” (Pacto de París, 1961) y el Pacto de Múnich (1962) entre la burocracia liquidacionista Pnv-Anv y la “oposición” Nacional-socialista e imperialista española, quedó patente por la participación del Pnv en las “elecciones generales” totalitarias españolas de 1977, y del Eta en las de 1979; todo lo cual esos tales que ahora lloriquean apoyaron o silenciaron mientras – insistimos – combatían y calumniaban a quienes denunciaron tanto el abandono de la política de liberación nacional implicada en aquellos pactos desde su misma celebración, así como la participación en la “elecciones” totalitarias desde su inicio hasta hoy.

A partir de ahí, reforzado ideológicamente como “democrático” el régimen del Segundo Franquismo como nunca lo ha estado en toda su historia el imperialismo español, desenmascarados a continuación los Nacional-socialistas de Falange-PsoE por su incorporación, apoyo y gestión del régimen de ocupación militar, después de un precioso y vital tiempo perdido (prácticamente medio siglo por ahora), y tras haber hecho que el Pueblo Vasco haya apurado hasta las heces el amargo resultado de sus clamorosos “éxitos electorales”, la experiencia ha desvelado – incluso a los más ingenuos o incondicionales de sus seguidores – la absoluta vacuidad, el delirio sectario y culpable que subyacía bajo las “evidentes y realistas-posibilistas soluciones” que los colaboracionistas indígenas “moderados y radicales” Pnv-Eta proponían para liberar el País y siguen proponiendo hasta el día de hoy; unas “soluciones” suicidas en las que lo han mantenido durante más de cuarenta años hasta el presente y aún lo mantienen, y que consisten en:

1/ Abandono de los derechos originarios, inherentes, fundamentales e imprescriptibles de independencia, LIBRE disposición o autodeterminación, así como de legítima defensa, del Pueblo Vasco y de su Estado, el Reino de Nabarra, y de todo objetivo de instaurarlos de nuevo como los sujetos-agentes libres de la política internacional que fueron, para pasar a admitir por el contrario que son objetos inertes, dominados y totalitariamente integrados dentro de una supuesta “democracia” española que es en realidad la continuación del criminal Franquismo y a su vez del régimen imperialista de la España Suma Teológica de siempre, históricamente instaurado sobre la agresión y dominación criminales de nuestro Pueblo y Estado. Y ello porque, según admitieron los burócratas Pnv responsables de la operación a pesar de todas las advertencias que se les hicieron, se consideraba que esa “democracia” era suficiente garantía al quedar establecida por “sufragio universal: ‘una persona, un voto’, dentro de un régimen transitorio sin signo institucional definido”, según habían admitido en los mencionados acuerdos de París y de Múnich que diseñaban la transición intra-totalitaria española. Una “transición” que vendría después: una vez que el Dictador tuviera a bien morirse tranquilamente en su cama, y tras haberle garantizado plenamente que todos los logros del Nacionalismo imperialista español sobre el Pueblo Vasco, que él había preservado con su guerra genocida, quedaban atados y bien atados, que es lo que ahora hay.

O sea, aquellos burócratas Pnv habían decidido volver a meter a nuestro Pueblo y Estado dentro del RÉGIMEN UNITARIO ESPAÑOL DE OCUPACIÓN MILITAR PERFECTAMENTE DEFINIDO: inevitablemente imperialista y fascista, pero que ahora gracias a ellos quedaba declarado ante el mundo entero como “democrático”. Se trataba de volver a asumir voluntariamente un estéril y agotador electoralismo formal (“sufragio universal”) dentro del criminalmente impuesto “universo” nacionalista español del que NO formamos parte, dados nuestros mencionados derechos fundamentales, admitiendo bien al contrario las tesis fundamentales del Nacionalismo imperialista español, a saber: que el Pueblo Vasco no existe como tal, puesto que es parte del “pueblo español” (o del francés); que los Territorios del Pueblo Vasco no son otra cosa que simples provincias españolas (o partes de Departamentos franceses); y que el Estado de los Vascos no existe ni ha existido nunca. Un camino cuyo recorrido y posibilidades habían sido verificados ya durante “la República” unitaria – ya sea española o francesa – con el resultado por todos conocido.

Todo ello, construido sobre la ignorancia/falsificación de un hecho fundamental, a saber: que la democracia consiste en el respeto y la vigencia de los derechos humanos fundamentales, y por tanto del derecho de autodeterminación o independencia del Pueblo Vasco y de integridad de su Estado, el Reino de Nabarra, legítima e históricamente constituido; derechos sobre cuya violación y agresión permanente: cadena continua, interminable e inmanente de crímenes, conflicto, opresión, persecución y terrorismo que jamás pueden prescribir, están basados el Estado español y el Estado francés.

(La crítica teórica sobre la falsificación de todos estos conceptos: democracia, sufragio universal, elecciones libres etc. puede verse, entre otros, en los siguientes textos publicados en esta misma página: ‘El liquidacionismo indígena Pnv-Eta, y el Nacional-socialismo español, ante la re-adaptación del Segundo Franquismo’, de fecha 19-Febrero-2019; ‘Recuperación, para la ideología del imperialismo, del XXVI Congreso de la Asociación Mundial de Juristas’, de fecha 21-Febrero-2019; ‘El Pueblo Vasco ante las “elecciones generales” del imperialismo’, de fecha 11-Marzo-2019; o ‘“Elecciones” totalitarias bajo el imperialismo, o la falsificación de la democracia’, de fecha 30-Abril-2019.)

2/ Adopción de “la lucha armada, la guerra revolucionaria y el Plan de ocho años de Liberación y Unificación nacional” por el grupo Eta; es decir: el “activismo” de los atentados; una demencial reacción que surgió inmediatamente – aunque sus propios protagonistas no fueran conscientes de ello – como consecuencia de la liquidación estratégica de la política de liberación nacional que las burocracias Pnv-Anv habían acometido con los pactos de París y de Múnich. Ahora bien, en contra de lo que los sedicentes “detractores de siempre” de los atentados y sus cómplices revisionistas pretenden ahora, la crítica DEMOCRÁTICA del “terrorismo” individual había comenzado, fuera y dentro de este País, antes de que comenzaran los atentados bajo la Democracia Orgánica del General Franco, y continuó durante el largo período en el que los agentes y partidarios del Pnv, de Falange-PsoE y demás componentes de la oposición inorgánica, se mostraron sumamente discretos, tolerantes, benevolentes, simpatizantes, cooperantes y recuperantes con los actores de las llamadas “lucha armada y guerra revolucionaria”; algo que ahora todos ellos desearían poder ocultar.

Esa crítica democrática del “activismo armado” de los atentados del Eta existió siempre, denunciándolos como una falsa oposición o respuesta a la Violencia y el Terrorismo de Estado, a la vez que dolorosamente costosos para el Pueblo y la causa de la libertad. Ello se hizo a pesar de todos los hipócritas que en aquel entonces atacaban y difamaban a quienes formulaban y mantenían esa crítica, y que ahora tienen la desvergüenza de preguntarse “¿Cómo hemos podido llegar a esto?” y escriben libros supuestamente para explicarlo, cuando lo que hacen es manipular y falsificar unos hechos que no entienden y que no quieren entender, engañando con ellos a sus lectores y reforzando la alienación general para que este País no comprenda lo realmente sucedido. Tras haber llevado a generaciones al cementerio y a la cárcel, el experimento de la burocracia del Eta ha sumido a este País en el embrutecimiento y la demoralización más absolutos. La peripecia “política e intelectual” del Eta queda para la historia como el movimiento de pretendida oposición más estéril, presuntuoso, soberbio, ridículo y funesto de Europa occidental.

Ambas burocracias: del Pnv y del Eta, se basaban además en el supuesto “apoyo de los demócratas, socialistas y revolucionarios de izquierda españoles, que están todos con nosotros”: “Hemos sido comprendidos por nuestros aliados, de quienes hemos recibido seguridades en las que tenemos derecho a confiar.” (Manuel Irujo, 1962.) Para los burócratas liquidacionistas del Pnv, el Gobierno Vasco de la guerra y el exilio, por el que tantos gudaris habían dado su vida y que ellos habían jurado defender, los derechos humanos fundamentales y ante todo el derecho de autodeterminación o independencia de los Pueblos, todo eso eran menudencias que podían ser reducidas, abandonadas y liquidadas (por cierto de forma clandestina, además de ilegal) a cambio de un “derecho a confiar” [¡sic!] que ningún régimen: democrático o totalitario, ha negado nunca a nadie y menos aún a aquéllos a quienes pretende engañar. Unos “aliados” que era evidente – ya entonces, como sigue siéndolo ahora – que eran estrictamente nacional y social-imperialistas españoles, los cuales supeditaban cualquier reforma y progreso democráticos al mantenimiento del Estado unitario y colonial e inevitablemente fascista, como cualquiera que no esté completamente alienado por el fanatismo sectario puede constatar en este País: “[...] pero ante cualquier cuestionamiento de la integridad territorial de España no hay ningún matiz: la mera idea de una España sin Catalunya, y vice-versa, es la de una España y una Catalunya mutiladas.” Etc. (Del discurso de P. Sánchez, secretario general del PsoE, en apoyo de la supresión de la “autonomía” de Catalunya decretada por el Partido franquista tradicional; 27-X-2017.)

Sin embargo, incapaces de comprender y procesar – exactamente igual que les ocurría a los burócratas del exilio – la más evidente realidad aunque les sea explicada, los actuales traidores de la burocracia Pnv-Eta SIGUEN BASANDO ACTUALMENTE toda su “política parlamentaria” y su propaganda en el apoyo a “la izquierda” española (incluso a su “derecha”, si así se tercia), según estamos analizando en este texto. En realidad, lo único que a unos y a otros les interesa; lo único a lo que – patéticamente impotentes – pueden aspirar, es a facilitar la estabilidad del régimen imperialista de ocupación militar sobre el Pueblo Vasco, reconociéndolo como “democrático” etc.; que es lo que hacen y que a cambio les suministra sus sueldos y enchufes: “¡Que dure la legislatura Sánchez!” (Andoni Ortuzar a sus seguidores reunidos en el malecón de Zarautz, 31-Agosto-2018.)

Por si todo ello no fuera bastante, la burocracia del Eta, siguiendo la estela Pnv, inició su “vuelta a casa del padre” y su capitulación electoralista integrándose también en el Segundo Franquismo en 1979, dos años después de que lo hiciera la burocracia Pnv. La burocracia liquidacionista Pnv-Eta es ahora un conjunto de matriz única que coincide absolutamente en sus posiciones fundamentales, por las cuales:

– RECONOCEN el régimen imperialista y fascista de ocupación militar, impuesto por las Potencias ocupantes España y Francia sobre nuestro Pueblo y Estado, como “no-violento, legítimo y democrático”, participando por igual en sus “elecciones generales” imperialistas y en sus instituciones y monopolios jurídicos (parlamentos) totalitarios, cuya expresa jurisdicción sobre nuestro Pueblo y Estado admiten como plena, legítima y democrática;

– NIEGAN la existencia del Pueblo y el Estado Vascos y de cualquier imperialismo sobre ellos, puesto que – cualquiera que para esa burocracia sea la pretendida entidad de éstos – han reconocido que forman “democráticamente” etc. parte de los pueblos y Estados ocupantes y de sus “Constituciones democráticas” que todos ellos han admitido, siendo así que esos Estados y sus “Constituciones” formales NIEGAN EXPRESAMENTE toda existencia de “pueblos y sus derechos”, al ser simples partes alícuotas de sus propios pueblos y Estados, que son los únicos que hay; y finalmente, al servicio del régimen de ocupación militar imperialista y fascista,

– FALSIFICAN el derecho internacional de autodeterminación o independencia de todos los Pueblos, haciéndolo compatible con el régimen imperialista y presentándolo como un “derecho a decidir” que consiste en un “referéndum de autodeterminación” (“y si sale ‘no’, nos conformamos”) a realizar DENTRO de ese régimen y bajo sus condiciones legales: régimen y condiciones que son “legítimos y democráticos” etc. a pesar de ser el resultado de siglos de agresión, ocupación, anexión, colonización, desnacionalización, genocidio y crímenes imprescriptibles. (Sobre la falsificación del derecho internacional de autodeterminación de todos los Pueblos, véase en esta página, entre otros, el texto “Gure Esku Dago”, o la falsificación del derecho de autodeterminación’, de fecha 8-Abril-2019.)

Conseguir que el Pueblo Vasco admita estas posiciones es la abyecta misión de los traidores, lunáticos y/o insensatos que componen el conglomerado multi-formato y multi-onomástico de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta: desde el Pnv oficial a la llamada “izquierda abertzale” con todas las asociaciones inter-conexas, que ha llevado a este País a una situación de completo desastre, abatimiento y putrefacción ideológicos, estratégicos, políticos, intelectuales y morales, como todas sus manifestaciones ponen en evidencia; una situación en la que esos agentes lo han metido y de la que son absolutamente incapaces de sacarlo.

“Los oportunistas-institucionalistas ‘moderados y radicales’, armados y desarmados, han arrastrado a la impotencia y el inmovilismo al Pueblo que dicen defender y representar. Durante cincuenta años el Pnv y sus satélites, con atentados y sin ellos, lo han engañado, extraviado, diezmado y arruinado; dividido, aburrido y demoralizado; sumido en la indefensión, la división, la nulidad estratégica y la alienación política, ideológica y mental. Lo han metido y encerrado en una trampa mortal, un callejón sin salida ni esperanza de encontrarla.

“‘Moderados y radicales’ no han tenido nunca, y siguen sin tener, ni la menor idea de cómo encontrar la salida de la situación que tanto han contribuido a establecer y mantener, ni la menor intención de buscarla. Bien al contrario, colaboracionistas y cómplices coinciden activamente con el régimen en la tarea prioritaria de evitar, arruinar y perseguir todo desarrollo de una conciencia y una oposición de nivel estratégico, que pondría en peligro el sistema del que forman parte integrada. Su misión histórica consiste en reducir y mantener la resistencia del Pueblo Vasco a nivel infrastratégico.

“Los Pueblos tienen la piel más dura de lo que creen o esperan sus predadores. Un Pueblo puede sobrevivir a veces a conquistas, guerras, ocupaciones, depredaciones, epidemias o catástrofes naturales; de hecho, Pueblos pequeños y materialmente débiles han recuperado la libertad nacional arrebatada. Pero una calamidad como las burocracias autoritarias, soberbias, sectarias, derrotistas, incompetentes, maleables y finalmente corruptas del Pnv y sus derivados armados y desarmados, eso es algo imposible de superar. Ni la Sexta Flota se mantendría a flote dirigida por los burócratas peneuvistas. Ningún Pueblo sobrevive que no se reconoce a sí mismo, que pierde su propia estima y toda conciencia de la realidad del mundo que lo rodea, que se refugia en teorías absurdas y vanas esperanzas, y que se encomienda a una ‘clase política’ compuesta de subnormales, anormales y vendidos, oportunistas, colaboracionistas y cómplices que el poder totalitario le impone como dirección política. Una ‘clase política’ ridículamente engreída, ignorante y pueblerina en el peor sentido de la palabra, que cree que puede permitirse ignorar por completo y tirar a la papelera su propio Estado históricamente constituido y mantenido de forma oficial e internacionalmente reconocida durante mil años, mientras reconoce a los Estados imperialistas y fascistas ocupantes como ‘legítimos, no-violentos y democráticos’, y participa en sus monopolios jurídicos totalitarios, los cuales niegan el Pueblo y el Estado Vascos.

“‘Gracias’ a esa ‘clase política’, este País se pasa la vida esperando algo que no llega nunca; porque nada, y menos aún la Libertad, llega nunca por obra de las vanas ilusiones, que producen una y otra vez amargas desilusiones. Más de medio siglo engañando al Pueblo que dicen representar y defender; sesenta años de persuasión, diálogo, realismo, posibilismo y minimalismo ‘de pega’, con su corolario de pretendidas lucha armada, guerra revolucionaria y negociación inevitable, han dado el resultado inevitable, previsible y previsto.”

Es llegado el momento, por tanto, de arrumbar por completo la política de liquidación y colaboración instalada en el País de la mano de estos impostores y de sus medios de comunicación y de embrutecimiento de masas, y de re-formular los principios estratégicos para la liberación de nuestro Pueblo y Estado sobre bases auténticas e irrecuperables para el imperialismo.

(y V)

Tras más de cuarenta años de colaboracionismo con el régimen imperialista y fascista español de ocupación militar del Segundo Franquismo: reconocido y admitido como “legítimo, no-violento y democrático” por la burocracia liquidacionista Pnv-Eta desde 1977-79, el resultado ha sido la congelación del proceso democrático y la parálisis sin remisión de las fuerzas de liberación nacional, reducidas a expectativas tan falsas como invalidantes y catastróficas. Ello ha supuesto una degradación política y cultural sin precedentes, el aumento de la desnacionalización y colonización del Pueblo Vasco, y la aceleración de su integración totalitaria: ideológica, económica, social y cultural, en las estructuras de dominación imperial-colonialista establecidas por el régimen español y francés de ocupación militar.

En estas circunstancias, la ineludible tarea de regeneración y catarsis nacional: que se nos impone de forma absoluta, pasa en primer lugar por la re-formulación del principio estratégico fundamental de doble afirmación nacional y estatal del Pueblo Vasco y de su Estado; unas afirmaciones sobre los que asentar el Movimiento de Liberación Nacional del Pueblo Vasco y de Restauración de su Estado histórico, el Reino de Nabarra. Una re-formulación de principios establecida a tenor de las posibilidades reales y actuales de la relación de fuerzas en que nos encontramos inmersos, y de los mecanismos establecidos al respecto por el Derecho Internacional. Para toda persona de este País que aspire a la Liberación Nacional del Pueblo Vasco, estas dos afirmaciones son y sólo pueden ser las siguientes:

1/ Afirmación del Pueblo Vasco como un Pueblo más del mundo y por tanto titular y sujeto agente del derecho internacional de independencia, LIBRE disposición o autodeterminación de TODOS los Pueblos. Este derecho ha sido reconocido – no constituido – en la Carta de las Naciones Unidas (Artículo 1), y en constantes y relevantes Resoluciones de su Asamblea General, como un derecho ORIGINARIO, FUNDAMENTAL, IMPRESCRIPTIBLE, INALIENABLE, INCONDICIONAL E INHERENTE A TODOS LOS PUEBLOS, y como el primero de los derechos humanos fundamentales y la condición previa de todos ellos. Veamos la formulación y el desarrollo de estos conceptos, según han sido expuestos en nuestros textos:

“Despotismo e imperialismo son la misma cosa. El Imperialismo es la violación y conculcación del estado de Autodeterminación o Independencia de los Pueblos: un estado en el cual viven libres de coacción extranjera en su propio territorio libre. El Imperialismo es el negativo de la Autodeterminación o Independencia de los Pueblos Correlativamente, la Autodeterminación o Independencia de los Pueblos, y la negación del Imperialismo son una misma cosa: la Autodeterminación es el negativo del Imperialismo. En derecho internacional, el imperialismo y la negación teórica y práctica de los derechos humanos fundamentales de los Pueblos son una misma cosa:

“‘La Asamblea General, [...] Declara que: 1. La sujeción de los pueblos a sojuzgamiento, dominación y explotación extranjeros constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas, y es un impedimento para la promoción de la paz y la cooperación en el mundo.’ Etc. [UNGAR 1514 (1960)]

“El [‘derecho’ de] Imperialismo y [el derecho de] Autodeterminación o Independencia de los Pueblos son conceptos correlativos y antagónicos: no pueden ser ni existir el uno sin el otro y contra el otro. El imperialismo político es absolutamente el correlativo contrario de la libertad nacional o autodeterminación de los Pueblos; y la instauración de aquél implica necesariamente el surgimiento del DERECHO de autodeterminación o independencia de éstos. El derecho de autodeterminación se opone de forma radical a la existencia del [derecho de] imperialismo: si se conculca la Autodeterminación o Independencia de un Pueblo, es decir: si hay Imperialismo, necesariamente hay de forma automática derecho de autodeterminación; en cambio si no hay Imperialismo y la Autodeterminación o Independencia es efectiva, en tal caso no hay derecho de autodeterminación (ni falta que hace). El derecho de autodeterminación de los Pueblos sojuzgados es la misma cosa que su derecho de libertad efectiva: es la libre disposición o independencia inmediata de los Pueblos frente a la dominación extranjera constituida por el Imperialismo.

“Bajo un régimen imperialista, las libertades democráticas en general, y la libertad nacional o el derecho de autodeterminación, son indisociables: en un País sojuzgado bajo el imperialismo, plantear la cuestión general de la libertad, los derechos humanos y la democracia es plantear la cuestión de la libertad nacional y el derecho de autodeterminación. El imperialismo, al margen totalmente de su grado o forma de implantación concretos, es decir: de que sea más o menos declarado, brutal o repugnante, implica necesariamente A CONTRARIO el derecho de autodeterminación; y viceversa. El derecho de autodeterminación tiene por ÚNICO CONTENIDO NECESARIO la abolición del crimen de imperialismo, del colonialismo, o de cualquier dominación o interferencia foránea realizada o mantenida sobre un Pueblo sojuzgado, que por ese mismo hecho se constituye automáticamente en agente titular de ese derecho.

“El derecho de autodeterminación de los Pueblos frente al imperialismo es el derecho de independencia efectiva, incondicional e inmediata. Implica, SIN OTRA FORMA DE PROCESO, la evacuación total de los territorios ocupados por el imperialismo; sin que la forma de la entidad que lo substituya tenga relevancia alguna al respecto. ‘Fuera de los Estados y Territorios ilícitamente ocupados y anexados’ es la simple y única norma fundamental del acto de autodeterminación en que se realiza el derecho de autodeterminación bajo el imperialismo.”

Al igual que todo derecho, el derecho de autodeterminación tiene un sujeto agente que lo ejerce, y un sujeto paciente que lo soporta. El derecho de autodeterminación de los Pueblos sojuzgados se ejerce por su sujeto agente, que es el Pueblo sometido (y por tanto paciente del crimen de imperialismo), en contra del sujeto paciente de ese derecho, que es el Pueblo y el Estado agresores, agentes a su vez del también imprescriptible crimen de imperialismo. Ahora bien, LA CONDICIÓN PREVIA DE POSIBILIDAD para el ejercicio del derecho de autodeterminación implica la EVACUACIÓN INCONDICIONAL E INMEDIATA de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de sojuzgamiento imperial-colonialista de las Potencias ocupantes, en nuestro caso España y Francia, fuera de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado, el Reino de Nabarra.

2/ Afirmación de la continuidad, vigencia y actualidad del Estado histórico del Pueblo Vasco, libre y legítimamente constituido por él: el Reino de Nabarra; único Estado del Pueblo Vasco, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro. Ello implica el no-reconocimiento de los Estados ocupantes, agentes del imprescriptible crimen de imperialismo: cadena continua, interminable e inmanente de crímenes, conflicto, opresión, persecución y Terrorismo que jamás pueden prescribir. Sus agresiones y anexiones son nulas de pleno derecho, además de criminales.

Como se ha expuesto en otros lugares de esta página (véase, entre otros, el texto: ‘Único pacto de claridad posible para el Movimiento de Resistencia Nacional: ¡Derecho de Autodeterminación!’, de fecha 11-Julio-2019), el derecho internacional protege a los Estados legítimamente constituidos “que se conducen ellos mismos en conformidad con el principio de derechos iguales y de autodeterminación de los Pueblos (conducting themselves in compliance with the principle of equal rights and self-determination of peoples)” [Resolución 2625 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, (1970)], pero no a los Estados imperialistas: constituidos sobre los crímenes imprescriptibles que están implicados en la violación de derechos humanos fundamentales, y ante todo del derecho de autodeterminación de los Pueblos.

Pero – bien entendido – nadie hará el trabajo que debemos hacer nosotros, ni defenderá nuestros derechos, ni nos reconocerá, si nosotros mismos no los reivindicamos y no nos reconocemos en nuestra propia sociología y en nuestra historia. Por lo tanto la aplicación práctica de ambos principios de derecho internacional: tanto respecto a la afirmación del derecho de autodeterminación o independencia, así como a la afirmación de la continuidad de nuestro Estado, nos demanda de forma perentoria la constitución e institucionalización de un Movimiento de Resistencia Nacional que en la presente etapa histórica debe aglutinar a todas las expresiones políticas de este País, absolutamente reunidas en torno a la realización de esos dos únicos principios. Y como es evidente, éstos sólo pueden implementarse a partir de la unánime exigencia de evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de subyugación del imperialismo colonialista español y francés, fuera de los Territorios de nuestro Estado. Ante la negativa del imperialismo a retirarse de nuestro País, y dadas nuestras circunstancias, la aplicación de esos principios en la práctica ha de concretarse en el rechazo unánime a cualquier clase de reconocimiento de facto o de iure de los Estados ocupantes: imperialistas y fascistas; Y FUNDAMENTALMENTE EN EL BOYCOTT TOTAL a toda participación en sus “elecciones generales” y ante todo en sus “instituciones” y monopolios jurídicos (“Parlamentos”) totalitarios e imperialistas.

La previsible incomprensión e incluso el ataque de todo el espectro político del Nacionalismo imperialista español y francés, y ante todo de su “izquierda” y sus agentes auxiliares, no será sino una confirmación de que vamos por buen camino. JAMÁS el Nacionalismo imperialista español y francés ha conocido o reconocido la legitimidad, lo bien fundado de la Resistencia que recibía a su dominación sobre otros Pueblos, ni la existencia de éstos como tales: EN NINGUNO de los Países que decidieron conquistar, someter y destruir. Estas Naciones y Estados predadores de España y Francia: constituidos durante siglos en regímenes internos despótico-asiáticos, absolutistas y totalitarios, los cuales por demografía, geografía, recursos y otros factores han pretendido – también durante siglos – a la dominación universal como un “designio nacional” y que estaban especialmente dotados para el bandidaje, el pillaje, el asesinato y el terrorismo de masas, han negado siempre la Autodeterminación o Independencia de los “muchos pueblos bárbaros y naciones de peregrinas lenguas” a los que planeaban “meter debaxo de su iugo e imponerles la necessidad de recibir las leies quel vencedor pone al vencido”, según la formulación que Nebrija presentó en 1492 a la reina Isabel I de Castilla. En la actualidad siguen siendo aún particularmente adictos a la violencia: militar-policial, política Y POR SUPUESTO JUDICIAL (cosa que entendió muy bien Nebrija), como tratamiento y solución únicos, inmediatos y definitivos para los problemas internacionales que ellos mismos provocan con su criminal dominación Nacionalista, imperialista y colonialista de los Pueblos y Estados que aún mantienen sojuzgados MEDIANTE ESA MISMA VIOLENCIA CRIMINAL.

El mismo Nebrija, que en 1492 hacía ver a su reina la utilidad de su gramática porque “los vizcainos, navarros, franceses, italianos, y todos los otros que tienen algún trato y conversación en España, y necessidad de nuestra lengua, si no vienen desde niños a la deprender por uso, podrán la más aina saber por esta mi obra”, encontraba útil décadas después defender las tesis de la conquista y anexión del Reino de Nabarra, traduciendo al Latín (“Belli Navarrensis Libri Duo”), para que sirviera de propaganda hacia las cancillerías europeas, la obra que Correa había escrito sobre “La conquista del Reyo de Navarra”. El aprendizaje de su lengua “por esta mi obra” (la gramática) había quedado substituida por la conquista y anexión, que es lo que le va al imperialismo; puesto que, como él mismo decía: “Saco por conclusión muy cierta: que siempre la lengua fue compañera del imperio”.

En el caso que les plantea nuestro Pueblo y Estado, la actitud de Españoles y Franceses no se aparta de la que ha sido siempre su trayectoria. Y así ocurre que (en esa misma e inveterada línea de actuación que han mantenido siempre y en todas partes), al constatar la obstinación en el mantenimiento de la integridad e independencia del Reino de Nabarra: “el reino de los Vascos”, así como la persistencia del Pueblo Vasco en la defensa de su libertad y personalidad nacionales, ello es algo que excede de la capacidad de explicación o comprensión de los imperialistas españoles y franceses y de sus esbirros político-religiosos. No es que no puedan comprender tales cosas cuando esas mismas cuestiones se refieren a ellos mismos, cosa que por supuesto comprenden y ven como lo más natural del mundo; es sólo que los Nacional-imperialistas españoles y franceses son incapaces de ver los Pueblos sojuzgados como otra cosa que material destinado a ser asimilado por su Nacionalismo dominante, y por tanto les resulta inconcebible e insoportable que los Pueblos que ellos han decidido sojuzgar, se les resistan.

Y es que ambas: España y Francia, son naciones que necesitan negar ideológicamente los derechos, la independencia, la dignidad y finalmente la existencia misma de los Pueblos que pretenden aniquilar como medio de terminar efectivamente con ellos: lo que no existe, no tiene derechos. Pero hace falta estar perdidamente instalado en el delirio del Nacionalismo imperialista para negar de esa forma la realidad de los Pueblos.

Porque, incuestionablemente, a la vista de la identidad y permanencia del Pueblo Vasco a lo largo de dilatados periodos prehistóricos e históricos, así como de su absoluto hecho diferencial: racial, lingüístico y cultural, si a este respecto hay algo que podría resultar sorprendente para la mente de un observador sano e imparcial: no perturbado por el fanatismo y el extremismo nacionalistas de Españoles y Franceses, ello ciertamente sería no el constatar la resistencia de los Vascos a ser fagocitados por sus caníbales predadores sino el comprobar la moderación e insuficiencia de su expresión política contemporánea para erradicar la dominación de éstos. Aun así, los imperialistas españoles y franceses saben muy bien que el Pueblo Vasco recuperará inexorablemente la libertad que ellos le arrebataron, y su independencia nacional, si las fuerzas opresoras no se apresuran en aprovechar la posición dominante que han adquirido para acabar con su existencia misma como Pueblo.

Así pues, ha llegado el momento de poner fin a esa moderación e insuficiencia; porque es incuestionable que las posiciones, la ideología y la política que “moderados y radicales” están poniendo en práctica desde hace más de cuarenta años retardan no sólo sobre las condiciones y posibilidades materiales y culturales del Pueblo Vasco sino incluso sobre su espontaneidad política, y acarrean necesariamente en su interior la demovilización y decomposición del Movimiento de Resistencia Nacional.

Desde el inicio del proceso reduccionista/liquidacionista (con una fase crítica de pactos 1956-67, y una fase resolutiva de “elecciones” 1976-79), la pretendida vanguardia oficial de este País: responsable de la liquidación política del Movimiento de Resistencia, era ya la verdadera retaguardia del Pueblo que ella pretendía dirigir; y es por eso que la liquidación del Gobierno Vasco en el exilio y de toda política de liberación nacional (acometida tras la repentina muerte “natural” del Lehendakari Agirre en 1960), y la aceptación del régimen y el Estado español unitario, imperialista y fascista que adoptaron como “democracia” en su lugar, se realizó absolutamente de forma clandestina y a espaldas del Pueblo.

Con los acuerdos de París y de Múnich, toda institución política y toda estrategia de alcance nacional desaparecieron por obra de la burocracia Pnv y sus satélites, así como todo resto de democracia interna y de información, substituidas por el autoritarismo, la difamación y la calumnia contra quienes denunciaban lo que estaba ocurriendo y lo que como consecuencia iba a ocurrir después. Aquellas decisiones marcaron toda la ruta política que hemos padecido desde entonces. Pero, en esas circunstancias, nadie en este País – ni en ningún otro – pensaría nunca en mover un dedo para adherirse a una Nación en la que sus propios pretendidos dirigentes visiblemente no creen ni toman en serio; o a una política “de pega” como la que la burocracia Pnv-Eta preconiza desde entonces y muy especialmente desde las “elecciones” españolas de 1977 y 1979.

Los llamamientos al Pueblo Vasco para que aprovechara el “sufragio universal”, al objeto de hacer un boycott total a aquellas “elecciones generales” totalitarias españolas, realizados en aquellos momentos por un grupo que mantenía una fuerte ideología y estrategia nacionales, fueron ocultados, saboteados y combatidos por la burocracia Pnv-Eta; y quienes preconizaban esa estrategia fueron calumniados como si defendieran una aberración inconcebible.

Sea cual sea la actitud futura de los actuales burócratas: hasta ahora traidores al Pueblo Vasco, y por más que finjan – en complicidad con el régimen y valiéndose del complot del silencio como han hecho siempre – que no existe crítica alguna a su nefasta gestión (y piensen que, en cualquier caso, pueden permitirse desdeñarla porque controlan los medios de adoctrinamiento e idiotización de masas y ante todo la televisión española a la que llaman “euskal telebista”), sin embargo ellos saben ya que su porvenir como gestores, valedores y perpetuadores de la dependencia, dominación y liquidación de nuestro País está ligado a la consolidación del imperialismo: gracias a ellos cada día más reforzado, crecido y reconocido internacionalmente como “una democracia consolidada”, según afirman sus agentes; y cada día más exasperado, exigente e impaciente en sus demandas de sumisión. Y saben también que la Liberación de nuestro Pueblo y Estado será necesariamente el resultado de una regeneración social, cultural, ideológica y política que enviará a la papelera de la historia la actuación y “dirección” de esas burocracias: una “dirección” ilegal, traidora, sectaria, suicidaria, retardataria, autoritaria y burocrática durante al menos los últimos sesenta años.

Ante esta situación, las organizaciones políticas que han tenido y tienen la desgracia de estar dirigidas por esta mafia de corruptos, inútiles y/o desaprensivos, tienen ante ellas la ineludible tarea de desembarazarse cuanto antes de semejante morralla. Ciertamente, en principio son sólo los individuos o las personas físicas las que delinquen; y así, contemplado el asunto bajo esta óptica, esas organizaciones podrían renegar de su pasada línea de actuación que – bajo la dirección golpista, ilegal y clandestina de esos burócratas – ha estado saboteando sus principios nacionales, y aspirar lícitamente a tener un lugar en el futuro de nuestro Estado liberado. Por supuesto ello dependerá de la decisión libre de nuestro Pueblo, expresada en su momento al respecto; sin embargo, y definitivamente, no tendrán futuro alguno en absoluto si en el momento actual no se integran – incluso manteniendo sus propias denominaciones – en el Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional bajo las ya apuntas dos afirmaciones nacional y estatal del Pueblo Vasco.

Es ésta una integración, catarsis y sanación nacionales que, recuperando el Espíritu de la Legítima Defensa contra la agresión, presente en las batallas de Orreaga en 778-824, y el Espíritu de la Defensa de Amaiur en 1522 (véase en esta página el texto ‘Reino de Nabarra del siglo XXI. Frente al “nuevo” discurso pseudo-nabarrista de los Renegados: Espíritu de la Defensa de Amaiur’, de fecha 1-Julio-2019), debe realizarse por la constitución de un Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional apartidista, sobre la base de la unánime, total, pública e incondicional aceptación y adhesión, por todos los componentes de la Resistencia, a un principio fundamental de doble afirmación nacional y estatal del Pueblo Vasco. Estas dos afirmaciones son:

1/ Afirmación del derecho internacional de autodeterminación del Pueblo Vasco, que es la misma cosa que su libre disposición o independencia inmediata contra/frente a la dominación extranjera constituida por el imperialismo, y cuyo corolario y aplicación práctica consiste en la exigencia de evacuación incondicional e inmediata de todas las fuerzas de ocupación y de todo el aparato de subyugación imperial-colonialista de las Potencias ocupantes, España y Francia, fuera de los Territorios históricos del Pueblo Vasco y de su Estado; y

2/ Afirmación de la vigencia, continuidad y actualidad de su Estado histórico, libérrimamente constituido sobre una confederación de repúblicas, condados y señoríos vascónicos reunida en torno al Reino de Pamplona: “el Reino de los Vascos”, al que sucedió el Reino de Nabarra, el cual sigue siendo en la actualidad el único Estado del Pueblo Vasco, al que jamás ha renunciado ni ha admitido ni reconocido nunca ningún otro. Su corolario necesario implica el no-reconocimiento y la denuncia constantes e incesantes de los Estados ocupantes: España y Francia, y de sus regímenes totalitarios de ocupación militar, como criminales, imperialistas, colonialistas y fascistas.

Simultáneamente, y mientras tanto, es preciso adherir también al BOYCOTT TOTAL a toda persona física o jurídica que, por rechazar en la teoría o en la práctica estos principios, se constituye objetivamente por ello mismo en agente al servicio del imperialismo, así como a toda participación en sus monopolios jurídicos (“Parlamentos”) totalitarios; los cuales – por ser imperialistas y completamente ilegales en nuestro País – deben ser inmediatamente abandonados por los “diputados y senadores” que pretendan considerarse y ser tomados como Vascos. Además, aplicando en lo sucesivo el concepto oteiziano del vacío como volumen desocupado, la convocatoria realizada por el imperialismo y sus agentes a las “elecciones generales” para que nuestro Pueblo (obedeciendo la llamada del régimen y por tanto reconociéndolo como propio) se concentre acudiendo a las trampas de los “colegios electorales” como “votantes españoles o franceses”, debe ser respondida por el Movimiento de Resistencia Nacional convocando a nuestro Pueblo a una concentración masiva: virtualmente del 100% del electorado, realizada en el interior de sus propios hogares y sin salir de ellos durante todo el horario electoral, para una vez finalizado éste salir masivamente en festiva celebración.

La implementación de esta estrategia, que según se ha indicado al principio de este texto está en correspondencia con la relación de fuerzas que se da entre nosotros, responde de forma espontánea y “natural” a la capacidad y disponibilidad actuales de nuestro Pueblo, cuya movilización en estas condiciones proporciona un máximo de eficacia reformadora con un coste social nulo al quedar descartada de forma absoluta cualquier posibilidad de represión por el imperialismo, al igual que de manipulación y recuperación a su servicio. Si esta estrategia no se pone en práctica de forma inmediata, ello no es ciertamente debido a su dificultad, que es inexistente, sino única y exclusivamente porque desde hace cuarenta años los traidores de la burocracia liquidacionista Pnv-Eta están ocultándola e impidiendo que el Pueblo la visualice, colaborando por el contrario al servicio del régimen imperialista y fascista, que ellos llaman “democracia”, para que el Pueblo siga votando en las “elecciones generales” totalitarias de este régimen de ocupación militar que ellos sostienen y que a su vez los sostiene, y que sin ellos colapsaría en su actual formato de “democracia” ficticia.

Ese boycott masivo: las avenidas y calles vacías, las ciudades, pueblos y aldeas desiertos, un Pueblo entero concentrado en su propia casa, el enorme vacío de todo un País que gravita como un aplastante volumen de desobediencia civil activa y pasiva contra el régimen de ocupación militar, y que se realiza desocupando y poniendo en ridículo la concentración solicitada por el imperialismo ante sus urnas que están destinadas a enterrar nuestra libertad; esa nueva gesta, realizada de nuevo por el Pueblo Vasco contra sus agresores históricos, será el preludio de una crisis colonial, política e institucional sin precedentes e insuperable para el imperialismo franco-español, el cual quedará puesto en evidencia ante el mundo entero como el régimen ilegal y criminal que es, establecido sobre los crímenes de una histórica agresión y ocupación militares; y ello será el punto de partida para el reingreso del Pueblo Vasco y su Estado: el Reino de Nabarra, como actores políticos en la escena internacional.

Institucionalizado el Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional por la integración en él de todas las organizaciones democráticas de nuestro Pueblo, su eventual intervención en las elecciones e instituciones “regionales” y locales de nuestro propio País, cuando éste aún está bajo la ocupación militar del imperialismo, deberá realizarse en todo caso mediante su presentación UNITARIA Y NUNCA PARTIDARIA en dichas elecciones e instituciones. El imperialismo es la lucha de clases a nivel internacional: es la dominación y explotación de un País por otro; y el imperialismo Nacionalista consiste además en la destrucción de la Nación dominada y la imposición sobre ella de los caracteres nacionales de la Nación opresora. Por lo tanto, y en estas condiciones, en un País sojuzgado bajo un régimen Nacional-imperialista y fascista de ocupación militar sólo caben dos Partidos reales: el de la integración al criminal poder totalitario, por un lado; y el de la Resistencia, por el otro.

El Movimiento Vasco de Resistencia y Salvación Nacional no surge para ser un partido más y para dividir aún más a nuestro Pueblo; por ello, ante una actuación de partidos vascos divididos y que bajo el imperialismo comparecen cada uno por su lado, la respuesta del Consejo Nacional de la Resistencia será la no-presentación a esas elecciones regionales-locales, la denuncia de ese sabotaje para dividir a nuestro Pueblo, y el llamamiento al Pueblo Vasco para que realice un BOYCOTT TOTAL TAMBIÉN A ESAS ELECCIONES. Nuestra división partidista interna podrá y deberá ser útil una vez que las fuerzas militares y policiales de las Potencias ocupantes hayan sido expulsadas de nuestro Estado, su dominación-colonización abolida, y la independencia de nuestro Estado sea efectiva; pero hasta ese momento, toda división partidista interna es una muestra de desintegración que objetivamente favorece al imperialismo y que está de hecho impulsada por él. Por el contrario, la unidad política de las fuerzas populares y democráticas: que ÚNICAMENTE PUEDE CONSEGUIRSE EN FUNCIÓN ESTRATÉGICA por la adhesión al indicado principio fundamental de doble afirmación nacional y estatal del Pueblo Vasco, es la prueba definitiva de nuestra madurez y lo único que puede llevarnos a la Libertad.


DERECHO DE AUTODETERMINACION O INDEPENDENCIA NACIONAL INCONDICIONAL E INMEDIATA DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡REINO DE NABARRA: EL ESTADO DEL PUEBLO VASCO / EUSKAL HERRIA!


¡Ejército de ocupación ni con música!

¡España ni con república! ¡Francia ni con monarquía!


¡BOYCOTT TOTAL LOS IMPERIALISTAS FASCISTAS, SU RÉGIMEN DE OCUPACIÓN MILITAR! –  ALDE HEMENDIK!


¡¡¡VIVA EL PUEBLO VASCO LIBRE!!! – GORA EUSKAL HERRI ASKEA!!!

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